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Office of the Press Secretary
16 de diciembre de 2004

DECLARACIONES DEL PRESIDENTE Y MIEMBROS DEL PANEL EN LA CUMBRE DE LA CASA BLANCA SOBRE LA ECONOMÍA: DESAFÍOS ECONÓMICOS ACTUALES Y DEL FUTURO
Ronald Reagan Building e International Trade Center
Washington, D.C.

9:32 A.M. EST

EL PRESIDENTE: Gracias a todos. (Aplausos.) Gracias a todos por asistir. Anoche tuve el honor de asistir a una recepción para aquellos que han participado en esta serie de paneles y tuve una oportunidad de agradecerles. Dije algo que creo que es cierto, que los ciudadanos, en efecto, pueden afectar la política de Washington. En otras palabras, considero que las personas que terminan redactando las leyes escuchan las opiniones de la gente que. y pueden ser influenciados por la participación de los ciudadanos. Por lo que deseo agradecerles a todos por hacer esto.

President George W. Bush and Joshua Bolten, director of the Office of Management and Budget, talk during a White House economic conference at the Ronald Reagan Building and International Trade Center in Washington, D.C., Thursday, Dec. 16, 2004. Mr. Bolten was the moderator for the session titled “Financial Challenges for Today and Tomorrow.”   White House photo by Paul Morse Estamos hablando sobre asuntos importantes durante estos dos días. Hablaremos sobre un asunto importante hoy, que es cómo hacemos que la economía siga creciendo; cómo lidiamos con el déficit. Y deseo darles las gracias a todos por compartir sus sabias opiniones sobre cómo hacerlo.

Esto es un hecho: en todo lo que hacemos debemos asegurarnos de que la economía crezca. Una de las razones por las cuales tenemos un déficit es porque la economía dejó de crecer. Y como se pueden dar cuenta de los últimos cuatro años, creo firmemente que la función del gobierno es crear un ambiente que fomente el flujo de capital y la creación de puestos por medio de la política fiscal sensata. Y como resultado de la desgravación fiscal que aprobamos, la economía está creciendo. Y una de las cosas que s que debemos hacer es asegurar que exista certeza con respecto al código tributario, no sólo la simplificación del código tributario, sino certeza con respecto al código tributario. Por lo que hablaré con el Congreso sobre. que necesitamos asegurarnos de los recortes tributarios que aprobamos tengan una calidad permanente, para que la gente pueda planear.

Si el déficit es un problema, que lo es, por lo tanto, requerirá ciertas decisiones difíciles sobre los gastos. En otras palabras, la estrategia será hacer que la economía crezca por medio de una política tributaria razonable, pero también garantizar que se lidie con el déficit al ser sensatos sobre el gasto de dinero. Esa es la parte de Josh. Él es. en su calidad de director de la OMB, nos ayuda a decidir sobre qué decisiones difíciles tomar. Espero con interés trabajar con el Congreso en la austeridad fiscal. Y no será fácil. Resulta ser que los encargados de las asignaciones se toman sus cargos muy en serio. (Risas.)

Nuestra labor es trabajar con ellos, lo cual haremos, para aportar austeridad fiscal. continuar aportando austeridad fiscal. Al fin y al cabo, los gastos discrecionales no relacionados con la defensa. los gastos discrecionales no relacionados con la defensa ni la seguridad del territorio nacional han bajado de 15 por ciento en 2001 a menos de 1 por ciento en la ley de asignaciones que promulgué, lo cual es un logro. Me explico: presentaré un presupuesto difícil, y espero con interés trabajar con el Congreso en el presupuesto difícil.

President George W. Bush listens as Liz Ann Sonders, chief investment strategist at the Charles Schwab & Co., speaks during a White House economic conference at the Ronald Reagan Building and International Trade Center in Washington, D.C., Thursday, Dec. 16, 2004. Also pictured are William Roper, dean at the School of Medicine at the University of North Carolina, Chapel Hill, right, and James Glassman, Senior economist at JP Morgan Chase, left.  White House photo by Paul Morse En segundo lugar, reconozco plenamente, y este gobierno lo reconoce, que. tenemos un déficit con relación a los programas de ayuda social, deudas no financiadas. Y quiero darles las gracias a los expertos y las personas aqu presentes, que lo comprenden. Lo primero es explicar al Congreso y al pueblo estadounidense la dimensión del problema -y me imagino que el Congresista Penny lo hará, como también el Dr. Roper- y los problemas de tanto el Seguro Social como Medicare.

Los asuntos de los baby boomers como nosotros que estamos jubilándonos, con relación al número de personas que aportan al sistema, deberían decirle al Congreso y al pueblo estadounidense, "Tenemos un problema". Y el asunto fundamental que enfrenta el gobierno es: ¿estamos dispuestos a afrontar el problema ahora o pasárselo a los Congresos futuros y a generaciones futuras? Le dije al pueblo estadounidense que es hora de afrontar el Seguro Social. Y, entonces, espero con interés colaborar con los miembros de ambas cámaras y ambos partidos para afrontar este asunto hoy antes de que empeore.

Y al hacerlo, enviaremos un mensaje no sólo al pueblo estadounidense que estamos aquí por la razón correcta, sino que enviaremos un mensaje a los mercados financieros que reconocemos que tenemos un problema con tanto el déficit a corto plazo como a largo plazo de deudas no financiadas para los programas de asistencia social.

Y quiero darles las gracias a los panelistas aquí presentes por ayudar a generar conciencia, que es el primer paso para resolver un problema. El primer paso en Washington, si a uno le interesa ayudar, es convencer a la gente que existe un problema que debe ser abordado. Y una vez que hayamos logrado ese objetivo, luego habrá un diálogo interesante sobre cómo resolver el problema.

He presentado ciertos principios. Y, primero, el Seguro Social. Es muy importante que las personas mayores comprendan que nada cambiará. En otras palabras, nadie les dejará de enviar su cheque. Recibirán lo que se les prometió. En segundo lugar, no creo que debamos aumentar los impuestos sobre la nómina para lograr el objetivo de un sistema de Seguro Social sólido. En tercer lugar, creo que los trabajadores más jóvenes deben poder coger parte de sus propios impuestos sobre la nómina y ponerlos en una cuenta de ahorros que recibirá una tasa de rendimiento mejor, fomentar la propiedad y el ahorro, y ofrecer una manera nueva de. permítanme simplemente decir, reformar. modernizar el sistema para reflejar lo que muchos trabajadores ya están experimentando en los Estados Unidos, la capacidad de administrar su propios activos que el gobierno no puede quitar.

President George W. Bush listens to Time Warner CEO Richard Parsons, center, during a White House economic conference at the Ronald Reagan Building and International Trade Center in Washington, D.C., Thursday, Dec. 16, 2004. Also pictured are, James Glassman, Senior economist at JP Morgan Chase, far left, and former Rep. Tim Penny, D-Minn, right.  White House photo by Paul Morse Entonces, teniendo en mente estos principios, soy receptivo. (risas). con los miembros del Congreso. (Risas y aplausos.)

De cualquier modo, gracias a todos por asistir. Espero la conversación con interés.

DIRECTOR BOLTEN: Señor Presidente, gracias. Gracias por reunirse con nosotros. Conmueve mi alma presupuestaria. (risas). que se dé el tiempo para venir a hablar sobre la responsabilidad fiscal, que es tan importante, particularmente en estos momentos. Hemos pasado por años difíciles, señor Presidente, durante su periodo de mando.

Al asumir el mando, la economía comenzaba a experimentar una recesión, sucedieron los atentados del 11 de septiembre, tuvimos una guerra contra el terrorismo, tuvimos escándalos empresariales que menoscabaron la confianza en la comunidad de negocios. Todo esto, en conjunto, tuvo un gran impacto en nuestra economía, particularmente en nuestra situación presupuestaria, como mencionó. Y hemos comenzado a cambiar el rumbo. La economía ha dejado atrás la recesión, está creciendo con fuerza, y creo que nuestros panelistas hablarán sobre eso. Y como resultado de ello estamos viendo una situación presupuestaria que mejora drásticamente.

Originalmente proyectamos que nuestro déficit del 2004 sería de 4.5 del PIB, y cuando recibimos nuestras cifras finales hace apenas unas cuantas semanas, había bajado a 3.6 por ciento del PIB, una gran mejora. Ahora, eso aún es demasiado, pero va en el camino correcto. Mencionó usted, señor Presidente, las leyes de asignaciones para 2005 que acaba de promulgar la semana pasada. Creo que deben considerarse un éxito fiscal, porque instó usted al Congreso hace casi un ago a aprobar esas propuestas de asignaciones con un crecimiento general de menos de 4 por ciento, y especialmente, mantener la porción no relacionada a la seguridad nacional de esos gastos por debajo de 1 por ciento, y ellos cumplieron con ello. Y esa es la ley que promulgó apenas la semana pasada. Ahora nos dedicamos, señor Presidente, como saben, al presupuesto para el 2006. Y estoy optimista de que mantendremos ese impulso de austeridad fiscal.

President George W. Bush speaks to panelists at the White House Conference on the Economy at the Ronald Reagan Building and International Trade Center in Washington, D.C., Thursday, Dec. 16, 2004.   White House photo by Paul Morse Lo que creo que podremos mostrar cuando presentemos su presupuesto, dentro de aproximadamente seis o siete semanas, es que hemos cumplido con su objetivo de reducir el déficit en mitad durante los próximos cinco años. Y creo que eso es muy importante. Y creo que nuestros panelistas hablarán un poco sobre los motivos.

Entonces, pongamos de lado las inquietudes del Director del Presupuesto y hablemos más ampliamente sobre la economía. Nuestro primer panelista es Jim Glassman, economista principal para los Estados Unidos de JP Morgan Chase. Es un comentarista frecuente en la prensa financiera; creo que muy conocido en la comunidad financiera.

Y Jim, permítame comenzar con usted y pedirle que hable sobre la manera en que la situación presupuestaria está vinculada con la economía en general, porque eso es lo que verdaderamente le interesa a la gente.

SEÑOR GLASSMAN: Está bien. Gracias, Josh. Gracias, Presidente Bush, por invitarnos a participar en esta conversación. Es un privilegio.

El presupuesto federal está muy vinculado a la economía. Cuando la economía baja, los ingresos bajan. Cuando economía repunta, los ingresos repuntan. En los últimos años, hemos visto ese vínculo muy de cerca. La economía perdió fuerza, los ingresos se redujeron, el déficit presupuestario aumentó. Eso ha sucedido muchas veces anteriormente. Y en Wall Street, Wall Street comprende este vínculo entre la economía y el presupuesto, y es por eso. anticipamos que estas circunstancias sean temporales, y es por eso que las tasas de interés a largo plazo actualmente son las más bajas de nuestra generación, a pesar de que tenemos un déficit presupuestario mayor.

Y, de hecho, ahora, con las mejoras en la economía, los ingresos están subiendo, el déficit presupuesto parece estar cambiando de rumbo. Entonces, creo que la perspectiva es bastante buena para los presupuestos por varios años.

Ahora, a mi parecer, el vínculo entre la economía y el presupuesto indica que hay un mensaje importante, que es: Las políticas que mejoran nuestro potencial de crecimiento son tan importantes para nuestro bienestar a largo plazo como las políticas de reformas del Seguro Social y de reformas de la atención de la salud. Sabemos cómo hacerlo, porque durante décadas pasadas, hemos reformado nuestra economía: desreglamentar muchos sectores comerciales, derrumbar muchas barreras comerciales. Y no es ninguna sorpresa que los países por todo el mundo acojan ahora los principios de libre mercado. Los mercados libres son la fórmula que hizo que la economía de los Estados Unidos se hiciese tan poderosa como lo es.

Ahora, estoy consciente de que los últimos años han sido difíciles para muchas personas, y es difícil para las personas dar un paso atrás y apreciar las cosas asombrosas que están sucediendo en la economía estadounidense cuando están luchando con esto, con las circunstancias actuales. Pero debo decirles, lo que estamos viendo por toda la economía de los Estados Unidos es extraordinario, y me gustaría destacar dos cosas en particular que son características importantes de lo que está sucediendo en la economía de los Estados Unidos, porque nos dicen. el mensaje básico que nos traen es que estamos en el camino correcto, y número dos, nos dicen cómo podemos aprovechar las políticas que están ayudando a fomentar el crecimiento.

La primera observación importante: productividad. La productividad en la economía de los Estados Unidos está aumentando casi tres veces más rápido de lo que anticipaban los expertos hace unos años, hace una década. Ahora sabemos lo que está sucediendo: Las reformas económicas conllevan mucha competencia; la competencia ha desencadenado la innovación; esa innovación está reduciendo el costo de la tecnología; y los negocios están invirtiendo en herramientas que nos permiten realizar nuestros trabajos más eficientemente. ¿Por qué es eso importante? Porque la mayoría de nosotros cree que lo que está impulsando esta productividad es la informática.

Ahora, en mi opinión, tiempos extraordinarios como este con cambios tecnológicos rápidos abren muchas fronteras. ¿Quiénes son los que aportan esa tecnología y generan crecimiento? ¿Quiénes impulsan la economía? Son las pequeñas empresas. Allí radica el dinamismo de la economía. Y, entonces, las políticas que se concentran en crear un ambiente comercial favorable para las pequeñas empresas, como las reformas tributarias, son un elemento importante de aprovechar este rendimiento productivo que está teniendo lugar y aprovechar la informática.

Segundo aspecto importante de lo que está sucediendo con la economía de los Estados Unidos: todos sabemos que enfrentamos un sinnúmero de choques durante los últimos años. Estos choques, que, por cierto, destruyeron casi la mitad del valor de la bolsa en un periodo corto, eran potencialmente tan devastadores como los choques que llevaron a la Gran Depresión. Y sin embargo, los expertos nos dicen que la recesión que tuvimos en los últimos años fue la recesión más leve de tiempos modernos. Eso les dice algo sobre la capacidad de recuperación de la economía de los Estados Unidos. Eso les dice que tenemos una economía muy flexible que absorbe estos tipos de choques. Y yo, personalmente, creo que eso es resultado de muchas de las reformas que hemos estados poniendo en vigor durante las últimas décadas. Eso ha hecho que tengamos más capacidad de recuperación.

Me parece que ese es un suceso incluso más grandioso porque cuando uno se pone a pensar, tuvimos muy poca ayuda en todo el mundo. La economía de los Estados Unidos cargaba con la mayoría del peso en esos tiempos. Japón, la segunda economía, estaba paralizado por la deflación. Muchos de nuestros socios nuevos en Asia Oriental están vinculados con la economía de los Estados Unidos y dependen de su vínculo con la economía de los Estados Unidos para llevar. con la esperanza de un futuro mejor. La región europea ha crecido muy lentamente. Han estado consumidos por sus propios problemas. Entonces, francamente, hemos estado en una situación muy precaria durante los últimos años; la economía de los Estados Unidos era el motor principal que impulsaba todo esto. Y sin embargo, tuvimos gran rendimiento. Creo que eso es muy importante.

Ahora, cuando se pregunta a los economistas qué piensan sobre el futuro, hacia dónde nos dirigimos, la tendencia natural es creer que finalmente habrá una desaceleración, y podemos dar todo tipo de motivos por lo cual sucederá: datos demográficos, la productividad se reduce. Sospecho que les habríamos dicho lo mismo hace 10 años, 20 años, 100 años.

Y creo que eso es extraordinario. Francamente, estoy algo dudoso de esa visión que todos tenemos, porque, poniéndose a pensar, hemos estado creciendo de 3.5 por ciento a 4 por ciento al año desde la Guerra Civil. Si podemos continuar ese rendimiento durante los próximos 50 años -y no veo por qué es difícil hacerlo, dados los tipos de cosas que estamos descubriendo sobre nuestra economía y los tipos de beneficios que vemos de todas estas reformas- entonces creo que el desafío fiscal que vemos será mucho menos desalentador de lo que por lo general se cree.

Entonces, por supuesto, no quiero decir que el crecimiento puede resolver todos nuestros problemas. No lo hará. Obviamente existen desafíos fiscales, y es importante que reforcemos el vínculo entre el esfuerzo personal y las recompensas. Y es por eso que este foro debe concentrarse en la reforma del Seguro Social y la reforma de la atención de la salud. Gracias.

EL PRESIDENTE: ¿Me permiten decir algo?

DIRECTOR BOLTEN: Señor Presidente. (Risas.)

EL PRESIDENTE: Gracias. (Risas.) ¿Quién dice que mi gabinete hace todo lo que le digo? (Risas.)

¿Saben? Es interesante, habló sobre la Gran Depresión, y si me permiten hacer un poco de alarde sobre nosotros, uno de mis predecesores aumentó los impuestos e implementó políticas proteccionistas ante una desaceleración económica, y como resultado, hubo una depresión de 10 años. Escogimos un camino distinto ante la recesión. Recortamos los impuestos y nos esforzamos en abrir mercados. Y como dijo usted, la recesión fue una de las menos profundas.

Y la razón por lo cual lo menciono es que una política fiscal sensata es vital para hacer que crezca la confianza en nuestros mercados y la vitalidad económica. Y ese es uno de los temas del que hablaremos con el Congreso; este es, la política fiscal sensata. Y esa es la conexión directa entre el presupuesto y los gastos y la confianza de la gente que está dispuesta a arriesgar capital y, por lo tanto, aportar dinero necesario para hacer que nuestra base laboral crezca.

DIRECTOR BOLTEN: Señor Presidente, hablemos un poco sobre qué piensan los inversionistas sobre estos asuntos que usted y Jim Glassman acaban de hablar. Liz Ann Sonders es estratega en jefe de inversiones de Charles Schwab and Company. Es una colaboradora regular de los medios de televisión e impresos sobre asuntos de mercado que les conciernen a los inversionistas.

Y Liz Ann, permítame simplemente darle la palabra y preguntarle, ¿qu piensan los inversionistas sobre estos asuntos macroeconómicos generales de los que Jim acaba de hablar?

SRA. SONDERS: Gracias, Josh. Gracias, señor Presidente. De hecho, paso mucho tiempo de viaje para hablar con inversionistas individuales. Y dir que el asunto del déficit probablemente sea, si no el número uno, ciertamente una de las tres preguntas principales que me hacen. Creo que hay muchísimos conceptos erróneos, sin embargo, sobre la naturaleza del déficit, cómo se llega a él, cómo se sale de una situación de déficit, los aspectos de sus causas y efectos, y hablemos sobre eso un minuto.

Y sabemos que un déficit más alto es una carga para los contribuyentes futuros, pero creo que lo que al mercado, en particular, le gustaría ver es el proceso con el cual solucionamos este problema. Y creo que a los mercados les preocupa menos la cifra en sí y no tienen en mente un superávit inmediato, sino el proceso con el que resolvamos el problema.

Hay muchas maneras de hacerlo. Es cuestión de lo que se escoja. Y ciertamente, existe una teoría que la única manera de resolverlo es aumentar los impuestos. Yo no soy partidaria de eso y estaría completamente de acuerdo con Jim y ciertamente con este gobierno que las políticas deben favorecer el crecimiento a toda costa.

Y creo que el otro beneficio que tenemos ahora mismo, y Marty Feldstein habló sobre esto ayer, la diferencia entre la Cumbre de Waco y esta conferencia hoy es que se representa una economía muy fuerte ahora en comparación con hace un par de años. Y lo que eso permite que haga uno es tener una plataforma mucho más sólida con la cual se puede tomar una decisión más difícil ahora. Y creo que es un conjunto de circunstancias muy importante ahora. Estoy de acuerdo con Jim, también sobre la percepción del mercado de bonos sobre esto, el hecho que las tasas de interés a largo plazo están tan bajas que por lo menos oímos decir a los inversionistas que quizá los riesgos no sean tan altos como lo sugieren algunos de los pesimistas.

También es difícil hacer pronósticos. Sé que su gobierno sugirió que ir más allá de cinco años es una tarea difícil. Y lo es. El mercado, sin embargo, se basa en hacer pronósticos y, a menudo, surge un consenso sobre algo, y diré que creo que el consenso es quizá un poco. quizá no pesimista, pero no hay mucho optimismo desde la perspectiva del déficit presupuestario. Entonces, creo que la oportunidad surge al mostrar un esfuerzo. Y uno realmente puede hacer que la psicología del mercado cambie muy, muy rápidamente con una circunstancia en que los que participan en el mercado tienen la grata sorpresa de un cambio.

Típicamente, cuando se examina la historia y se ven todos los procesos con los cuales hemos mejorado una situación de déficit, aquellos que han estado acompañados por más crecimiento económico típicamente han sido aquellos en que el punto de atención ha sido la austeridad fiscal, las reformas de la asistencia social. Esos tiempos en que mejoramos el déficit, pero que se han dado conjuntamente con un crecimiento económico más débil, han sido típicamente los periodos en los que el proceso por el cual lo hemos logrado ha sido el aumento de impuestos.

Y también pienso que muchos inversionistas no comprenden bien la relación entre el déficit y las tasas de interés, y está surgiendo una teoría actualmente que un déficit mayor automáticamente significa tasas más altas de interés. Bueno, un ejemplo, es simplemente la experiencia más reciente, pero podemos examinar el final de la década de los noventa: la razón por la cual pasamos de un déficit a un superávit fue porque la economía estaba tan fuerte. Ya que la economía estaba fuerte, la Reserva Federal estaba aumentando las tasas de interés; la razón por la cual pasamos a déficit fue porque la economía perdió fuerza, que es la razón por la cual la Reserva Federal tuvo que reducir las tasas de interés. Por lo que deben comprender, nuevamente, la causa y el efecto.

El camino más fácil, por supuesto, es darle gusto a todo el mundo. Pero es necesario renunciar a algo. Ustedes han hablado sobre esta idea que nada es gratis en la vida. Pero yo creo firmemente que la reforma de la asistencia social y las prioridades a largo plazo son más importantes ahora mismo que las soluciones a corto plazo, de hecho, si requieren que se aumenten los impuestos. Y creo que, señor Presidente, habló usted sobre tener capital político. Retomaré esta noción que ahora tenemos capital político que nos permite no hacer caso omiso de las soluciones a corto plazo del déficit en este caso, sino que realmente se aproveche la oportunidad de reformas estructurales a largo plazo.

Creo fervientemente en las cuentas personales, otorgar poder a los inversionistas. Mi firma, desarrollada por "the Man," Chuck Schwab, depende de otorgarles poder a los inversionistas individuales. Y creo que estos ajustes a largo plazo que es necesario hacer, lo que en realidad es un aspecto de esta conferencia, son tan importantes en este momento. Y creo que esto es definitivamente lo que el mercado quiere ver.

Gracias.

EL PRESIDENTE: Bien hecho. ¿No está sugiriendo que los pronósticos económicos son tan fidedignos como las encuestas a la salida de las urnas, verdad? (Risas.)

SRA. SONDERS: No pretendo hacerlo. (Risas.)

DIRECTOR BOLTEN: Señor Presidente, voy a proseguir. (Risas.) Me complace que Liz Ann señalara la diferencia, como lo hizo usted en sus declaraciones de apertura, entre el cuadro a corto plazo y el cuadro a largo plazo. El cuadro a corto plazo, de hecho, luce mucho mejor. Creo que podremos mostrar un camino muy claro para lograr su objetivo de reducir el déficit en mitad durante los próximos cinco años. Pero el cuadro a largo plazo es todo un reto.

Es un gran honor para nosotros contar con Tim Penny, que es profesor y uno de los directores del Hubert Humphrey Institute of Public Affairs. También es un ex congresista demócrata y experto en muchos de los asuntos a largo plazo de los que estamos hablando.

Y, Congresista, permítanme darle la palabra y pedirle que hable un poco sobre cuáles son estos programas de asistencia social y por qué son importantes para nuestro cuadro presupuestario a largo plazo.

CONGRESISTA PENNY: Bueno, creo. gracias, Josh, y señor Presidente. Creo que lo primero que debe señalarse es que el cuadro a largo plazo es bastante desalentador, que el status quo es insostenible. Y cuando se habla sobre la diferencia entre los gastos discrecionales y de asistencia social, eso lo ilustra.

Los gastos discrecionales, como mencionó anteriormente, son un aspecto del presupuesto que podemos controlar anualmente. Provienen del fondo general; son educación, agricultura, defensa, muchas de las cosas que vienen a la mente cuando pensamos en el gobierno.

Pero los programas de asistencia social son aquellos que están en piloto automático. Son dictados por ley y los cheques se emiten año tras año, como lo define la ley. Entonces, si es veterano, tiene derecho a ciertas prestaciones de atención de la salud conforme a este sistema. Si es agricultor y cultiva ciertas cosas, tiene derecho a subsidios. Hay algunos que dependen de los ingresos; esto es, los otorgamos solamente si los necesitan; y es allí donde entran en juego nuestros programas de asistencia pública y muchos de nuestros gastos de Medicaid. Y luego, están los programas de asistencia social que no dependen de los impuestos, y entre ellos están Medicare para las personas mayores, y el Seguro Social para las personas mayores. Entonces, son programas que dependen de la edad.

Y aquellos programas de asistencia social constituyen la mayor porción del presupuesto federal. Creo que es beneficioso dar un paso atrás en la historia. En 1964, todos estos programas de asistencia social, más los intereses por la deuda, que también es un pago que no se puede evitar, consumían aproximadamente 33 por ciento del presupuesto federal. Para 1984, poco después de que yo me incorporara al Congreso, consumían 57 por ciento del presupuesto federal, y hoy consumen 61 por ciento del presupuesto federal.

Ahora, avancemos unas cuantas décadas y veamos hacia donde vamos con los gastos de asistencia social. Para el año 2040, apenas tres. bueno, en realidad cuatro de estos programas obligatorios, van a consumir cada céntimo. los impuestos sobre la renta, los impuestos sobre la nómina, todos l