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13 de marzo, 2008
Carlos Gutiérrez
Gracias por acompañarme hoy para hablar del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Colombia y del continuo y firme compromiso del poder ejecutivo con la libertad del pueblo cubano. El TLC con Colombia es bueno para la economía estadounidense y ayudará a fortalecer su democracia y estabilidad, tal vez más que cualquier otra medida que tomemos hoy. Estados Unidos y el hemisferio entero tienen un interés en el éxito de Colombia: un interés en materia de economía, seguridad nacional y justicia social. Los colombianos, con el líder democrático que eligieron, han visto que la justicia social se ha propagado por su país, mientras que el crimen, la pobreza y la violencia se han reducido considerablemente. Estados Unidos ha sido socio de Colombia en este esfuerzo. Los sucesos de las últimas semanas han demostrado que el TLC con Colombia es más que un TLC: es una manera de preservar la seguridad en nuestro hemisferio. Desde una perspectiva económica, el TLC con Colombia es de gran interés para ambos países. Elimina aranceles y fortalece los derechos de los exportadores estadounidenses, al mismo tiempo que permite que los colombianos tengan una relación más predecible con nosotros, su mayor socio comercial. En mis visitas a Colombia, la más reciente realizada el mes pasado, he visto todo lo que se ha logrado, y todo lo que está en juego para Colombia, Estados Unidos y nuestro hemisferio. Lo que debemos hacer ahora es aprobar rápidamente este importante pacto. Con gusto responderé algunas de sus preguntas.Michael, de NYC escribe: El TLC fue suscrito entre el gobierno de Bush y Uribe en noviembre del 2006. Ambas cámaras del Congreso colombiano aprobaron el TLC con mínimo margen a mediados de junio (85 de 164 representantes y 55 de 102 senadores dieron su voto afirmativo, y muchos otros boicotearon el voto). El 29 de junio, los líderes del Congreso anunciaron que no firmarían un acuerdo hasta que no se demostrara progreso en la protección de derechos humanos y laborales, y la desmovilización de los combatientes narcoparamilitares de la extrema derecha. En sus viajes a Colombia para observar los hechos, ¿con cuántos opositores se reunieron usted y nuestros representantes del Congreso? Carlos Gutiérrez John, de Texas escribe: Carlos Gutiérrez No pude dejar de sorprenderme con las historias que escuché, tanto de los sacrificios que han hecho los colombianos y el increíble cambio que ha ocurrido para lograr prosperidad, paz y justicia social. Los colombianos, con un líder democráticamente elegido, han combatido el terrorismo y el narcotráfico, y al mismo tiempo, se han mantenido leales a la democracia, y la estabilidad se ha propagado por todo el país. Esto ha traído enormes cambios en la calidad de vida de los colombianos y en su economía. Una medida es el número de visitantes internacionales que, como usted, llegan a Colombia, que aumentó de 567,000 en el 2002 a 1.3 millones el año pasado. Y al mismo tiempo, la economía ha crecido un promedio de 5.2 por ciento al año, y ahora el desempleo es el más bajo en una década, y se ha visto una reducción pronunciada de la pobreza. Usted también menciona un punto interesante con respecto a organizadores laborales. Es difícil imaginar la violencia que han sufrido todos los colombianos, entre ellos los líderes laborales. Pocos países han pagado un precio tan alto como Colombia. Se han alcanzado tremendos logros en la protección de líderes laborales, la expansión del estado de derecho en todo el país y en la reducción del número de asesinatos de líderes sindicales. El histórico capítulo laboral del TLC con Colombia irá aun más lejos que ningún otro pacto comercial que hayamos suscrito en lo que respecta a incorporar protecciones laborales. Desde el 2002, los homicidios de sindicalistas se han reducido entre 79 y 86 por ciento (diferentes organizaciones contabilizan de diversos modos quién es o no un líder sindical). Al mismo tiempo, la violencia general también se ha reducido significativamente, los secuestros disminuyeron en 83 por ciento, los atentados terroristas en 76 por ciento y los homicidios en 40 por ciento. El TLC con Colombia afianzará los logros alcanzados en la lucha que está teniendo lugar en Colombia contra la violencia dirigida a todos los colombianos.Tommye, de El Paso
escribe: Carlos Gutiérrez Trista, de San Diego
escribe: Carlos Gutiérrez Un TLC creará condiciones equitativas para nuestros exportadores. Por ejemplo, los exportadores de flores de Colombia están enviando flores libres de impuestos a Estados Unidos, mientras que los exportadores estadounidenses están exportando fertilizante a Colombia (para cultivar esas flores) y pagando un impuesto. Hará que sean más competitivos en el país hispanohablante de más alta población en Sudamérica al prácticamente eliminar los aranceles que recaen en nuestras exportaciones, los cuales actualmente son de 15 por ciento, en promedio. Aunque las empresas estadounidenses exportaron [productos por] casi $9,000 millones a Colombia el año pasado y es ahora el mayor mercado en Sudamérica para productos agrícolas estadounidenses, les podría ir incluso mejor con este acuerdo. Kyle, de Colorado escribe: Carlos Gutiérrez Colombia también es importante porque es un país extenso: casi dos veces más extenso que Texas, con una población de 44 millones. Aunque ya es uno de nuestros mayores mercados de exportación, el potencial no aprovechado como socio comercial es enorme. Así como Colombia es particularmente importante para los 750,000 estadounidenses de origen colombiano, el éxito de Colombia es crucial para propagar la estabilidad, democracia y justicia social en todo el hemisferio. Con la ayuda del Plan Colombia, una inversión de $5,500 millones iniciada por el Presidente Clinton, hemos podido contribuir a promover la paz, y combatir el terrorismo y el narcotráfico, reactivar la economía de Colombia y afianzar sus instituciones democráticas. La mejor manera de proteger nuestra inversión, asegurar los logros ya alcanzados, propagar la estabilidad y democracia en la región, y aumentar nuestras exportaciones es este tratado de libre comercio.Hallie, de Cincinatti, OH
escribe: Carlos Gutiérrez En vez de una transición a la democracia, el régimen ha optado por una sucesión en lugar de iniciar una transformación real. El deseo de cambio del pueblo cubano continúa prisionero de un sistema que se concentra en mantener sus privilegios y el poder en vez de encargarse de las necesidades de sus ciudadanos. Los cubanos merecen los mismos derechos fundamentales que sus vecinos en el Hemisferio Occidental: elecciones libres, una prensa libre, el derecho de los trabajadores a formar sindicatos, partidos políticos independientes, libertad de expresión e instituciones democráticas. Ahora toda la atención se centra en Raúl Castro. No será suficiente hacer cambios económicos graduales para mejorar la deplorable situación de los derechos humanos en Cuba. Raúl debe liberar inmediatamente a todos los prisioneros políticos, como Oscar Biscet, que sirve una condena de 25 años simplemente por discrepar con el régimen. Remedios, de Miami, Florida 33178
escribe: Carlos Gutiérrez Algunos tienen una visión claramente distinta para el hemisferio, apoyada por la fuerza de las armas en vez de las fuerzas del mercado; una que a menudo va acompañada por retórica antiestadounidense. Ahora que la democracia de Colombia está siendo atacada por los narcoterroristas y vecinos antiestadounidenses, es crucial que nosotros, sus leales aliados, apoyemos al pueblo colombiano y sus líderes elegidos democráticamente mientras combaten el terrorismo y la injusticia. La mejor manera de hacerlo es pedirle al Congreso que apruebe el tratado de libre comercio. Quienes se interesan en el futuro de Colombia deben asegurarse de que sus opiniones sean escuchadas.
Carlos Gutiérrez Claramente, el TLC con Colombia ha generado mucho interés, tanto en el Internet como en todo el país y el mundo. No podemos olvidar la importancia de nuestros aliados en Latinoamérica, ni dar por sentada nuestra competitividad económica. No aprobar este acuerdo realmente sería una oportunidad perdida con enormes ramificaciones que van más allá de nuestras fronteras. Necesitamos enviar un mensaje claro, que Estados Unidos quiere abrirse, liderar y participar en el mundo, y la mejor manera de mostrar ese compromiso es aprobando este crucial acuerdo con Colombia ahora.
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