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Oficina del Secretario de Prensa
15 de enero de 2009

Día Nacional de la Santidad de la Vida Humana, 2009
Proclama por el Presidente de Estados Unidos de Norteamérica

Toda vida humana es un don sagrado, único y merecedor de protección, que proviene de nuestro Creador. En el Día Nacional de la Santidad de la Vida Humana, nuestro país reconoce que todas las personas, incluidas todas aquellas que están por nacer, tienen un lugar y propósito especial en este mundo. También destacamos nuestra determinación de seguir los dictados de nuestra conciencia y pronunciarnos a favor de los débiles entre nosotros o quienes no tienen voz ni voto.

El deber más básico del gobierno es proteger la vida de los inocentes. Mi gobierno asumió el compromiso de forjar una cultura de vida al promover enérgicamente la adopción y las leyes de notificación a los padres, oponerse al financiamiento por el gobierno federal de abortos en el extranjero, alentar la abstinencia entre los adolescentes y financiar programas para combatir las crisis durante el embarazo. En el 2002, tuve el honor de promulgar la Ley de Protección para Bebés Nacidos Vivos (Born-Alive Infants Protection Act), que otorga protección legal a los niños que sobrevivieron un intento de aborto. Promulgué legislación en el 2003 para prohibir la cruel práctica de abortos por parto parcial, y esa ley representa nuestro compromiso para forjar una cultura de vida en Estados Unidos. Además, me enorgulleció promulgar la Ley de Víctimas Nonatas de la Violencia (Unborn Victims of Violence Act) del 2004, que permite que las autoridades, además de cualquier acusación relacionada con la madre, presenten cargos a manera de crimen separado contra una persona que causa la muerte o lesiona a un niño en el vientre.

Estados Unidos es un país lleno de amor, y nuestros valores deben guiarnos al aprovechar los frutos de la ciencia. En nuestro entusiasmo por nuevos tratamientos y curas, nunca debemos abandonar nuestro sentido fundamental de moralidad. Podemos lograr los grandes avances que todos anhelamos venerando el don de la vida.

La santidad de la vida está grabada en el corazón de todos los hombres y mujeres. En este día y durante todo el año, aspiramos a forjar una sociedad en la que todo niño es bienvenido en la vida y protegido por la ley. También alentamos a nuestros conciudadanos a que se sumen a nuestra justa y noble causa. La historia nos dice que prevaleceremos pues es una causa arraigada en nuestros principios más profundos y que apela a los instintos más nobles de nuestros ciudadanos.

AHORA POR TANTO, YO, GEORGE W. BUSH, Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, en virtud de la autoridad que me conceden la Constitución y las leyes de Estados Unidos, por la presente proclamo el 18 de enero del 2009 como el Día Nacional de la Santidad de la Vida Humana. Hago un llamado a todos los estadounidenses para que conmemoren este día con las ceremonias pertinentes y destaquen nuestro compromiso con el respeto y la protección de la vida y la dignidad de todo ser humano.

EN FE DE LO CUAL, suscribo la presente este decimoquinto día de enero del año de Nuestro Señor dos mil nueve, y ducentésimo trigésimo tercero de la Independencia de Estados Unidos de Norteamérica.

GEORGE W. BUSH

 

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