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Oficina del Secretario de Prensa
1 de diciembre de 2008
Declaraciones del Presidente y la Primera Dama en el Foro Civil Saddleback sobre la Salud Mundial
The Newseum
Washington, D.C
10:41 A.M. EST
PASTOR WARREN: Bueno, señor Presidente, deseo comenzar admitiéndole al público que usted siempre me llama "Ricky". (Risas.)
EL PRESIDENTE: Sí, y usted siempre me llama "Georgie". (Risas.)
PASTOR WARREN: Sólo hay tres personas en mi vida que me llaman "Ricky": mi madre, mi abuela y el Presidente.
Hoy tenemos tres objetivos. En primer lugar, gracias por estar aquí en el vigésimo aniversario del SIDA Día Mundial del SIDA. Queremos incluir un poco de información, un poco de celebración y un poco de explicación.
En primer lugar, quiero recibir un informe sobre el progreso del Plan de Emergencia del Presidente para la Mitigación del SIDA (Presidents Emergency Plan for AIDS Relief o PEPFAR), un reporte actualizado sobre lo que realmente ha pasado. Luego quiero que hablemos sobre el por qué por qué lo llevó a cabo. Y quiero hablar sobre algunos de los casos de los que ha escuchado, algunas de las cosas que ha visto alrededor del mundo en los últimos cinco años. Y luego, queremos rendirle homenaje por sus esfuerzos, porque pensamos que ésta es una cosa de lo más impresionante. Mencioné anteriormente en nuestra sesión previa que no hay hombre en la historia ningún líder del mundo ha hecho más por la salud mundial que el Presidente George W. Bush, y creo que debemos reconocer eso y agradecerle por ello. (Aplausos.)
EL PRESIDENTE: Muchísimas gracias. Gracias.
PASTOR WARREN: Y deseo hablar sobre los resultados del PEPFAR en cinco campos: salvar vidas, forjar nuevas alianzas no es necesario que las escriba (risas) confiar en los líderes locales, fomentar ciertas conductas y reducir el estigma.
Ahora, primero, éstas son cinco cosas que, cuando observé el desarrollo de este programa desde cero, son cosas únicas, muy poco comunes. Por ejemplo, insistir en la responsabilidad. Cuando creó esto y lo anunció por primera vez en el Discurso sobre el Estado de la Nación del 2003, insistió en objetivos cuantificables. En la mayoría de [los programas para] el desarrollo, hay temor de hacer eso. Los aterra. Pero usted lo hizo.
Entonces, ¿cómo nos va? Dígame lo que ha sucedido en los últimos cinco años.
EL PRESIDENTE: Bueno, Ricky (risas) nos va bastante bien.
Insistí en objetivos cuantificables porque pensaba que era necesario salvar vidas. Y si no hay objetivos cuantificables, es posible que no se salve vidas. Esto es vivimos en un mundo de procesos en el gobierno. A menudo la gente dice, bueno, ¿cuánto entra? Éste es un gobierno que ha tratado de hacer que la gente se pregunte: ¿Estamos logrando algo, en efecto?
Y, entonces, nos fijamos el objetivo de salvar a 50,000 bueno, cuando comenzamos, había 50,000 personas que recibían [medicamentos] antirretrovirales en toda la región subsahariana de África. Y nos fijamos el objetivo de que 2 millones recibieran antirretrovirales en cinco años.
PASTOR WARREN: De 50,000 a 2 millones.
EL PRESIDENTE: En cinco años. Y, ¿saben? Gracias por organizar esto, porque hoy podemos anunciar que hemos superado los 2 millones en menos de cinco años, que es (Aplausos.)
¿Ven? Pero a algunos se les hace difícil fijar objetivos. Las burocracias tienden a evitar fijarse objetivos con todo respeto hacia las burocracias. Los gobiernos extranjeros tendían a evitar [lidiar con] resultados. En general, a nadie realmente le gusta que se le responsabilice por los resultados. Y, entonces, fijar objetivos también implicaba cambiar la forma en que otorgábamos ayuda para el desarrollo. En otras palabras, le dijimos a la gente: queremos ayudarlos. Pero en vez de ser paternalistas sobre nuestra ayuda que básicamente dice: sabemos mejor que ustedes cómo alcanzar nuestros objetivos esperamos que ustedes sean nuestros socios para lograr los objetivos, lo cual fue un cambio de actitud, que básicamente les dijo a los líderes africanos, en este caso, confiamos en ustedes; pensamos que tienen la capacidad de ser buenos aliados.
PASTOR WARREN: Mencionó usted dos de las cosas. Le leeré una cita. Una vez, dijo usted lo siguiente: "El recurso más valioso de África no es su tierra ni sus diamantes, sino el talento y la creatividad de su gente". Ahora, muchos políticos dicen eso, pero usted insistió en que la gente que iba a participar en el PEPFAR, que las decisiones y la estrategia en efecto estuvieran a cargo de la gente en el terreno allá en vez de una burocracia o centralizadas acá.
Y, entonces, este principio de confiar en los líderes locales es algo bastante innovador, si se pone a pensar.
EL PRESIDENTE: En realidad, es un antiguo principio de administración de unir la autoridad a la responsabilidad. Si la autoridad no tiene responsabilidad, no es posible exigir que se rindan cuentas. Y, entonces, juntamos la responsabilidad con la autoridad.
PASTOR WARREN: Eso no le gustó a cierta gente. Digo, ¿qué hay de la gente que dice ?
EL PRESIDENTE: Eso pasa a veces en mi tipo de trabajo. (Risas.)
PASTOR WARREN: Bien, ahora que usted menciona esto porque ésta es otra innovación. La innovación de confiar en los líderes a nivel local
EL PRESIDENTE: Correcto.
PASTOR WARREN: en vez de decir, nosotros acá vamos a decirles qué hacer. Usted permitió que ellos determinaran la estrategia en cada país. Y así es que llegó a los 2 millones.
EL PRESIDENTE: Correcto. Bueno, en realidad los ayudamos a formular la estrategia. Pero cuando ellos formulan la estrategia, entonces es más fácil hacer que quienes formulan la estrategia rindan cuentas. Y, así que, no es nada sutil decir que, básicamente, la responsabilidad y autoridad van de la mano. Lo que fue diferente es que Estados Unidos cree que el paternalismo es destructivo. Y creemos que las alianzas son constructivas. Y ésa es la base de gran parte de nuestra política exterior.
Por ejemplo, no quiero salirme del tema, pero la Cuenta del Desafío del Milenio (Millennium Challenge Account) básicamente dijo, queremos ayudarlos, pero esperamos que hagan ciertas cosas básicas, como gobernar con justicia, acabar con la corrupción, invertir en la salud y educación de su pueblo, creer en principios económicos orientados al mercado.
Lo que hay de revolucionario en eso es que básicamente dice, creemos que pueden hacer las cosas mejor. Creemos en fijar altos estándares y ayudarlos a alcanzar altos estándares. Eso es diferente a, simplemente, darles dinero para sentirnos mejor, y que los resultados al final no logren nuestros objetivos.
PASTOR WARREN: ¿Sabe? Me hace acordar de lo que solía decir Reagan, "confíe pero verifique", porque usted hizo ambos. Confió en los líderes locales, pero también exigió responsabilidad.
Ahora, hablemos sobre esta alianza un minuto, porque incorporó usted a un nuevo grupo de asociados en el PEPFAR. El PEPFAR no fue simplemente un modelo para el SIDA, sino un modelo para todo tipo de programa, porque invitó usted a todos a la mesa, incluidas las [instituciones] basadas en la fe.
EL PRESIDENTE: Especialmente las basadas en la fe. Digo especialmente las basadas en la fe, y no incluidas las basadas en la fe, porque considero que cuando la gente se afilia a organizaciones para amar al prójimo, eso es una poderosa no sólo una herramienta de reclutamiento, sino un incentivo poderoso para la eficacia en el terreno. Y una de las cosas maravillosas sobre nuestra experiencia digo, "nuestra", porque Laura está aquí, como saben, y hemos viajado a África un par de veces y hemos visto a personas de la comunidad religiosa compartir en África, compartir relatos sobre la experiencia de amar al prójimo.
Y, entonces
PASTOR WARREN: Lo he oído decir muchas veces, "el gobierno no puede amar".
EL PRESIDENTE: Correcto. El gobierno tiene que ver con la justicia y la ley. El amor es el amor proviene de un poder superior y o un llamado superior o de Dios. (Risas y aplausos.)
Y, entonces, es y, entonces, el propósito de incluir a las organizaciones religiosas era, francamente, poner un poco de orden en lo que ya estaba sucediendo. Su iglesia, otras iglesias, ¿saben?, sinagogas, gente de todo Estados Unidos motivada por la fe participa en el proceso. Entonces, ¿por qué no poner un poco de orden y enfoque? Y ésa es una función apropiada para el gobierno en este caso.
Y está surtiendo efecto, está dando resultado, la gente está lo interesante sobre las personas que están trabajando como voluntarios en África para salvar vidas es que, en realidad, están salvando su propia vida, de muchas formas. Quizá no la estén salvando, pero de hecho la están fortaleciendo.
PASTOR WARREN: Permítame hablar sobre su motivación personal detrás de esto. Éste fue el mayor programa dedicado a una sola enfermedad el PEPFAR. Y, digo, cuando la gente escuchó sé que cuando yo lo escuché en el 2003, pensé, ¿logrará eso ser aprobado jamás? Porque era un enorme era lo que llamamos un objetivo enorme, complicado y audaz (risas) y desde un punto de vista netamente político, no se reciben muchos votos por eso. Entonces, ¿qué fue lo que lo motivó para el PEPFAR?
EL PRESIDENTE: Bueno, en primer lugar, creo en esta máxima, este principio: A quien mucho se da, mucho se exige. En segundo lugar, espero que, a fin de cuentas, la gente diga: fue una persona que nos enseñó a resolver problemas. Y cuando alguien te dice que hay una pandemia con la que puedes ayudar y no haces nada al respecto, entonces, francamente, sería una vergüenza para el cargo.
Y finalmente, estaba rodeado de personas que estaban promoviendo este programa enérgicamente, personas en las que confío: Condi Rice, Mike Gerson. Cuando recibí por primera vez estaba hablando con Condi para que fuera asesora de seguridad nacional, dijo, "Quiero que me prometa que se dedicará a África". Dije, está bien. Y luego está Gerson, que participaba muy activamente en nuestra política sobre estos temas, y pasé mucho tiempo con él ¿Ven? Era el que escribía los discursos. Y, entonces, el que escribía los discursos lograba pasar mucho tiempo con el que pronunciaba los discursos. (Risas.)
PASTOR WARREN: Sembraba ideas en su mente. (Risas.)
EL PRESIDENTE: Es más difícil eliminar palabras de un discurso que agregarlas. (Risas.) De todos modos, lo que quiero decir es que estaba rodeado de personas, personas en las que confío, personas cuyas buenas intenciones llegué a admirar, que me ayudaron también a formular la política.
Entonces, digo, usted dijo que iba a otorgar premios y todo eso Yo no merezco un premio. La gente que ayudó a formular esta política merece el premio.
Y luego, una vez que nos pusimos en marcha, Mark Dybul, que es nuestro embajador para asuntos del SIDA creo que le llaman el coordinador para asuntos del SIDA, uno de estos títulos pero de todos modos, me gusta poder tratar con Mark, porque puedo preguntarle, Mark, ¿qué estamos haciendo? ¿Estamos alcanzando logros? Y la respuesta es, sí. Pero si la respuesta fuese no, diría, ¿por qué no, Mark? Y lo único que quiero decir es que una vez que el programa se puso en marcha, contamos con mucha gente dedicada que es gente que cumple. Y de todas formas, trabajar con todos ellos ha sido una experiencia fabulosa.
PASTOR WARREN: Las cicatrices valieron la pena.
EL PRESIDENTE: Sí, pues, sin duda alguna. No
no creo que tengo cicatrices.
PASTOR WARREN: Cuénteme sobre su experiencia personal de haber visto los resultados en sus viajes, porque siempre hay cifras: 2 millones de personas, 2 millones de vidas que se han salvado que no habrían estado tomando los antirretrovirales, no estarían recibiendo ayuda. ¿Me puede hablar sobre una de ellas?
EL PRESIDENTE: Sí. En Uganda primero fuimos a Uganda estaba examinando el programa ABC de abstinencia, lealtad y preservativos digamos, una estrategia integral de prevención para comenzar. Y conocí a una persona llamada Mohamad en una clínica allá y simplemente se le veía pésimo. Resulta que uno de sus sueños era venir a Estados Unidos. Comenzó a tomar antirretrovirales y estuvo presente en el Salón Este donde usted estuvo, por cierto cuando promulgamos la ley de reautorización del PEPFAR.
Ahora, es una experiencia conmovedora ver a una persona pasar de estar al borde de la muerte a hacer realidad el sueño de ir a la Casa Blanca. Por eso llaman al efecto de lo que está sucediendo en África el "efecto de Lázaro" personas cuya muerte se consideraba inevitable y que ahora se dan cuenta de que tienen futuro.
Y Laura y yo conocimos a mucha lo que el pueblo estadounidense debe entender sobre este programa es que es de interés nacional para nosotros ayudar a salvar vidas en África.
PASTOR WARREN: Es buena política exterior.
EL PRESIDENTE: Bueno, es una política exterior realmente buena. Es una buena política de seguridad nacional, también, porque lo cierto es que nos encontramos en un conflicto ideológico contra gente que sólo puede reclutar cuando encuentra desesperanza. Y no hay nada más desalentador que ser huérfano, por ejemplo, de padres que murieron debido al VIH/SIDA, y no saber si tiene futuro o no. Entonces, nos conviene por nuestra seguridad nacional acabar con la desesperanza donde sea que la encontremos. Obviamente, nos conviene en términos económicos tener un grupo dinámico, cada vez mayor, de consumidores.
Pero está dentro de nuestro interés moral es parte de nuestro interés moral. Somos una mejor nación cuando salvamos vidas. Y desearía que el pueblo estadounidense pudiese ver lo que hemos visto después de que se inició este programa del PEPFAR y produjo resultados. Es decir, la gente flanqueaba literalmente los caminos en Tanzania, todos saludaban con la mano y se mostraban deseosos de expresar su amor y agradecimiento al Presidente de Estados Unidos que representa al pueblo estadounidense. Y debo añadir que fue bueno ver que todos saludaban con sus cinco dedos. (Risas.)
PASTOR WARREN: Bueno, Kay y yo hemos estado en la mayoría de los países del PEPFAR, y es cierto. ¿Saben? Me he dado cuenta de que cuando se ayuda a alguien enfermo a recuperarse, tiende a apreciar el país de su benefactor. (Risas.)
EL PRESIDENTE: Es cierto, lo cual es bueno. Miren, creo que es importante todos queremos ser populares. Pero ser popular porque en efecto has hecho algo constructivo que es cuantificable es la mejor manera de ser popular. Y es muy importante que Estados Unidos sea humilde con respecto a nuestra ayuda en este sentido. En otras palabras, no podemos decir, bien, estamos gastando tanto dinero, exigimos esto, o vamos a hacer que hagan esto. Y eso hará que no seamos populares. Pero ser socios de la gente y promover el buen gobierno y concentrarnos en las personas individuales nos hará populares.
PASTOR WARREN: Quiero leerle una cita. En un artículo reciente que leí, Mike Gerson escribió sobre usted, refiriéndose al programa contra la malaria. Y dijo, "En la reunión política más importante [sobre la malaria], una persona lo apoyó: el Presidente de Estados Unidos, quien puso fin al debate con la certidumbre moral que otros han criticado. Y vi cómo este marco moral lo llevó a identificarse inmediatamente con un niño africano moribundo, un disidente chino, un ex esclavo sudanés, la defensora de la mujer birmana. Es por esto que nunca seré cínico sobre el gobierno o siquiera sobre el Presidente Bush". ¿Es ésa una descripción exacta?
EL PRESIDENTE: Sí. Estuvo presente en la reunión. (Risas.) No se me ocurre contradecirlo. (Risas.) Al fin y al cabo, ahora tiene el poder de escribir otra columna. De todas formas (risas.)
PASTOR WARREN: Bien, bueno, permítame leerle otra
EL PRESIDENTE: Creo en lo siguiente, creo en lo siguiente, y lo he dicho durante toda mi presidencia: en primer lugar, un Presidente debe tener principios firmes de los cuales no se desviará. Y creo en la universalidad de la libertad y creo que la libertad es universal debido a un Dios Todopoderoso. Y creo que Estados Unidos no debe limitarse a actuar para liberar de la tiranía; creo que también debe liberar de las enfermedades, liberar del hambre, liberar de privaciones.
Y, entonces, si se cree en la universalidad de la libertad, no debe uno no debe rehuir su deber. Quisiera ¿puedo contarles algo?
PASTOR WARREN: Adelante.
EL PRESIDENTE: He vivido muchos momentos estupendos como Presidente. Uno de ellos fue en una plaza una plaza municipal en Bucarest, Rumania. Iba a ser darle la bienvenida a la gente a la OTAN "un ataque contra uno es un ataque contra todos", que es algo que los rumanos querían escucharle decir al Presidente de Estados Unidos. En otras palabras, su seguridad estaba garantizada.
Era un día lluvioso, había un balcón alumbrado, y yo pregunté, ¿por qué hay una luz prendida en ese balcón? Y era porque el tirano Ceausescu había pronunciado su último discurso en ese balcón. Apenas me acerqué a hablar, apareció un arco iris completo. Fue un momento asombroso. Recuerden que lloviznaba y el día estaba un poco oscuro. E improvisé, "Dios le sonríe a Bucarest", porque el arco iris terminaba precisamente detrás del balcón donde el tirano pronunció su último discurso.
Y se puede tomar eso de la forma que se quiera. Una manera de verlo es, oye, amigo, tienes mucha influencia y puedes usar tu influencia a favor de la libertad humana, de la decencia y la justicia en todo momento, en todo lugar.
Y, entonces, el programa del PEPFAR, lo que Mike describió en ese artículo, ha sido un aspecto del programa a favor de la libertad, el plan a favor de la libertad. Y el verdadero desafío para el mundo es si la gente tiene o no una visión de que la libertad es universal o solamente está a disposición de ciertas personas. Y de cierta forma, es un debate moral relativista. Yo creo en la universalidad de la libertad y no me he desviado de eso durante mi presidencia.
PASTOR WARREN: He leído sobre muchos, muchos casos en los que el PEPFAR les dio esperanza a las personas. Todo tiene que ver con la esperanza.
EL PRESIDENTE: Sí, así es.
PASTOR WARREN: ¿Se siente optimista de que podamos ganar esta lucha contra el SIDA?
EL PRESIDENTE: Seguro. Pienso que podemos ganar la lucha contra cualquier cosa cuando nos lo proponemos. Dentro del país, hemos gastado aproximadamente $99,000 millones desde que soy Presidente; $20,000 millones además de eso en investigación. ¿Saben? He llegado a conocer bien a Anthony Fauci y a algunas personas del Instituto Nacional de Salud (National Institutes of Health o NIH), que trabajan día y noche para tratar de descubrir una manera de, ya saben, de encontrar algún tipo de remedio para esta pandemia o esta terrible enfermedad. Sí, podemos, seguro que sí, definitivamente. Y mucho tiene que ver con que la gente que, individualmente ya saben, que se haga responsable por su conducta.
PASTOR WARREN: Bien. Hablemos de eso un minuto. El SIDA es una enfermedad que se basa principalmente en la conducta. Es decir, no se transmite por el agua, no se transmite por el aire
EL PRESIDENTE: Correcto.
PASTOR WARREN: no es posible simplemente comer algo y contraerla. Y usted respaldó y el PEPFAR respalda la educación conductual como parte de un conjunto total de medidas como ABC y todo eso. Sin embargo, hay gente que se opone piensa que el gobierno no debe tratar de promover una conducta saludable. ¿Qué le dice a esa gente?
EL PRESIDENTE: Seguro que no son personas orientadas a obtener resultados. Si uno quiere obtener resultados, si uno realmente quiere resolver el problema, hay que poner en vigor estrategias que funcionan. Miren, es decir, abstinencia es una palabra con mucha carga política aquí en Washington, D.C., ha sido politizada. Mi única mi respuesta a eso es que es parte de una estrategia integral y, por cierto, la abstinencia siempre es eficaz. (Risas.)
PASTOR WARREN: Bien, permítame leerle esta cita del New York Times. La leí en enero en un artículo titulado En la batalla mundial contra el SIDA Bush crea un legado ("In the Global Battle on AIDS Bush Creates a Legacy"). Y he aquí la cita: "Incluso los críticos admiten que el señor Bush produjo una revolución filosófica. En un paso impresionante acabó con la noción de que debido a que los pacientes eran pobres o incultos, no merecían o no se les podía enseñar a usar medicamentos que podían ser la diferencia entre la vida o la muerte".
EL PRESIDENTE: Bueno, si uno cree que todos somos hijos de Dios y cree que Dios le otorga a toda persona talentos, entonces eso es uno no debe sorprenderse de una política que ennoblece a la persona, que se concentra en la persona, que no se concentra en las burocracias sino que trata de hacer llegar ayuda a manos de, es decir, de personas individuales.
Realmente es la base de mucha de nuestra política en del poder ejecutivo, ya sea el PEPFAR, ya sea un programa basado en la fe. Por ejemplo, ¿saben?, cuando se trata de drogadicción o alcoholismo, algunas personas requieren de otra ayuda que la de un sicólogo. Y por lo tanto, en vez de forzar a personas a someterse a situaciones que no serán eficaces, ¿por qué no darles una boleta que pueden canjear en lo que quizá sea una institución religiosa donde puedan invocar a un ser superior para ayudarlos a ?
PASTOR WARREN: Para su recuperación.
EL PRESIDENTE: Sí, definitivamente. Y lo que quiero dejar claro es que al darle poder a la persona también se producen los resultados de los que hablamos inicialmente, y es muy importante que Estados Unidos no se convierta en, ya saben, tenga un punto de vista tan elitista sobre sí mismo o tanta arrogancia que no confiemos en la persona.
PASTOR WARREN: ¿Sabe, señor Presidente? Mi esposa ha tenido un efecto profundo en mí, y sé que ése es su caso.
EL PRESIDENTE: Es cierto.
PASTOR WARREN: Y la Primera Dama ha participado en esta batalla desde un comienzo. Kay y yo hemos estado con ella en sus viajes a África y lo hemos visto. Quiero que la gente vea un poco de un video de la señora Bush hablando en Ruanda durante uno de sus viajes, tratando con la gente. Veámoslo un segundo.
(Se mostró el video.)
Bueno, sírvanse darle la bienvenida a la Primera Dama de Estados Unidos, la señora Laura Bush, junto con mi esposa, Kay Warren. (Aplausos.)
Bueno, gracias por acompañarnos, señora Bush
SEÑORA BUSH: Gracias, Rick.
PASTOR WARREN: y ha sido un gusto verla en acción. Y, en realidad, Barbara está aquí hoy.
SEÑORA BUSH: Correcto.
PASTOR WARREN: ¿Dónde está? Allá está. Hola, Barbara.
EL PRESIDENTE: Hola, Barbara. (Risas.)
PASTOR WARREN: Es un gusto tenerla aquí.
Katie.
SEÑORA WARREN: Bueno, señora Bush, debo comenzar dándole las gracias. Ésta es la primera oportunidad que tengo de darle las gracias por su gentileza conmigo una de las primeras veces que nos vimos en Ruanda. Nuestros caminos se cruzaron, y resultó que estábamos en el mismo hotel; subimos las escaleras juntas. Y es mi momento mi reunión con la Primera Dama, la señora Laura Bush. Estaba fascinada, estaba cautivada. Y me tropecé. (Risas.) Estábamos subiendo las escaleras; me tropecé, me caí, me di contra los escalones. Dejé caer el bolso. Usted vino usted regresó, recogió mi bolso, me lo entregó. Me ayudó a subir las escaleras
PASTOR WARREN: Cometió una impudicia ante el Servicio Secreto. (Risas.)
SEÑORA WARREN: Ah, caramba. Fue muy vergonzoso. Y, entonces, simplemente me imaginaba que si alguien le preguntaba, ¿conoce a Kay Warren?, usted diría, ah, sí, creo que es la señora que se cayó de bruces en Ruanda. (Risas.) Usted se ha olvidado, pero yo no. Y ésta es mi oportunidad para darle las gracias por ser tan gentil. Rescató mi bolso y mi dignidad y todo eso. (Risas.) Muchísimas gracias.
Pero en serio, me encanta que las dos compartamos la misma pasión por ayudar a las personas con el VIH y los niños vulnerables. Pero me gustaría saber, ¿cuándo la cautivó esto? ¿Cuándo comenzó para usted?
SEÑORA BUSH: Bueno, supongo que realmente en uno de esos viajes a África, los primeros. Recuerdo muy bien cuando estuvimos juntas en Ruanda y
SEÑORA WARREN: ¿Causé buena impresión? (Risas.)
SEÑORA BUSH: Bueno, las personas a las que conocimos nos impresionaron, sin duda. Y creo que eso fue uno de esos días, Jenna estaba con nosotros y estábamos en un servicio religioso. Y esto fue creo que realmente esto es parte de lo que ustedes están haciendo y es un intento de hacer que los pastores o líderes religiosos en todo África se hagan la prueba y admitan si sus resultados del VIH fueron positivos, que les muestren a sus feligreses que cualquiera puede tener el SIDA, y de hecho, alentar a sus feligreses a que se hagan la prueba.
Y nunca me olvidaré del pastor que habló y lo tierno que fue eso. Y Jenna y yo teníamos a unos niños preciosos que estaban en la audiencia con nosotras eran principalmente huérfanos del SIDA que vinieron a sentarse en nuestras faldas
PASTOR WARREN: Sentados en sus faldas, lo recuerdo.
SEÑORA BUSH: Fue un momento muy, muy tierno. Pero me impresionó mucho la idea de trabajar con el clero. Éste es otro aspecto basado en la fe, pero es un aspecto en el cual los pastores realmente pueden guiar a su a la gente en sus iglesias porque ellos mismos pueden admitir si tienen el VIH.
PASTOR WARREN: ¿Saben? Esa iglesia en particular en la que estábamos todos juntos era una iglesia pequeña de 300 personas que cuidaban a 900 personas con SIDA. Esa iglesia sola, cuidaba esa cantidad de personas en la comunidad.
SEÑORA BUSH: Y conocimos a una niña de 12 años que estaba criando a sus hermanitos. ¿Saben? Es algo en lo que simplemente no pensamos aquí en Estados Unidos, que estos niños tan jóvenes están criando niñitos
EL PRESIDENTE: Sí, Laura, disculpa, nena.
SEÑORA BUSH: Adelante.
EL PRESIDENTE: La llamo "nena". De todos modos (Risas.)
SEÑORA BUSH: Por lo menos no está escrito. (Risas.)
SEÑORA WARREN: Está bien. Yo soy "Katie". Entonces somos "Katie", "Ricky", "Georgie", "Laurie". (Risas.)
EL PRESIDENTE: Uno de los resultados de los cuales no hablé es que 10 millones de personas han sido beneficiadas, 10 millones de personas con VIH han sido beneficiadas por el programa. Más de 2 millones reciben antirretrovirales, pero 10 millones han sido beneficiadas Cuatro millones de ellas son huérfanos.
PASTOR WARREN: Caramba.
EL PRESIDENTE: Y, entonces, lo único que quiero decir es que hay mucha gente
SEÑORA WARREN: La hay.
EL PRESIDENTE: cuya vida está cambiando gracias al programa.
SEÑORA WARREN: Recuerdo esa iglesia en particular, y sólo recuerdo haber mirado hacia arriba en un momento dado y verla a usted y a Jenna en el momento preciso en que unas niñas con vestiditos rotos se subían a su falda. Y, ¿saben? De cierta manera, como mamá, estaba viendo eso y pensando, ah, qué bonito estar viajando con tu hija y experimentar juntas todo lo que estaban experimentando en ese momento. Y a la vez, como ciudadana estadounidense, fue un gran honor y muy conmovedor ver eso, porque sé cuánto se interesan usted y el Presidente en las personas con el VIH. Y usted estaba demostrándolo activamente, y fue muy significativo.
Pero no sólo estuvo en Ruanda. Viajó, como dijo el video, por todo África. Entonces y han visto ciertas cosas que la mayoría de la gente no logra ver. Entonces, ¿qué otras cosas han visto y aprendido en ?
SEÑORA BUSH: Bueno, he visto tantas cosas maravillosas muchos programas muy buenos iniciados por estadounidenses. Uno de ellos es el programa Mothers2Mothers que iniciaron el Dr. Mitch Besser en California y Robin Smalley, y ése es un programa en el que las madres que están infectadas con el VIH asesoran que dieron a luz a bebés que no tienen el VIH, porque tomaron antirretrovirales cuando estaban embarazadas, y luego asesoran a embarazadas recientes, mujeres con embarazos recientes para asegurarse de que se hagan la prueba a fin de que den a luz a bebés que no tengan el VIH.
Una de las cosas que hacen es alentar a estas madres recientes o mujeres con embarazos recientes a admitir ante sus familias que tienen el VIH. Y es una manera de combatir el estigma. Y un caso del que oí fue de una madre que fue o una embarazada que reunió a su familia y llamó a todos sus hermanos y a su madre para contarles. Y cuando admitió que tenía el VIH, también lo hicieron todos sus hermanos.
Pero hay leí hoy un artículo en un periódico, un artículo un poco desalentador, sobre mucha gente que está preocupada de que estemos gastando tanto dinero en el VIH, una sola enfermedad, y haciendo caso omiso de otras enfermedades. Pero lo que sucede, en realidad, es que el dinero que se asigna al PEPFAR o al Programa del Presidente contra la Malaria (Presidents Malaria Initiative o PMI) al final deja establecida una infraestructura de salud para muchos de estos países, de manera que se tratan todas las enfermedades, no sólo el VIH.
PASTOR WARREN: Eso es muy, muy importante.
SEÑORA BUSH: Y este listón que llevo está confeccionado con cuentas hechas por una de las madres en el programa Mothers2Mothers. Así que, al final, hay micro financiamiento. Al final, estas madres tienen empleo. Al final, son capaces de confeccionar cosas para vender. Dan a luz bebés sin VIH. Muchas han sido contratadas como consejeras del siguiente grupo de madres. Así que el efecto realmente va mucho más allá de lo que logra un solo programa respaldado en parte por el PEPFAR. Al final, el dinero realmente tiene un efecto multiplicador en la vida de todas estas madres. Y no sólo en el artículo de hoy mencionaron la pulmonía, una de las principales causas de mortalidad entre los bebés de África pero estos bebés también están recibiendo atención de salud.
PASTOR WARREN: Y todo está entrelazado. Sr. Presidente, quiero volver a una de las cosas que dijo la Sra. Bush sobre un grupo de personas que preguntan si deberíamos estar gastando este dinero en desarrollo, particularmente ahora dada la mala situación de la economía. ¿Debemos gastar en
? ¿Cómo es que ese
? ¿Cómo justifica el gasto con el principio de que a quien mucho se da, mucho se exige, como su
como la base de su
?
EL PRESIDENTE: Porque somos una nación rica y podemos hacer ambas cosas. Y lo peor sería que nuestro gobierno le hiciera promesas a la gente en el continente africano de que estamos allá para ayudarlos y ser sus socios, y súbitamente, les diéramos la espalda. No se me ocurre nada
PASTOR WARREN: Y dejarlos morir.
EL PRESIDENTE: Y eso también. Sí, lo que quiero decir es que sería terrible.
¿Saben? Es interesante que me pidieran historias. ¿Recuerdas cuando fuimos a la escuela en Ruanda? Eran niños cuyos padres habían fallecido de SIDA. Y resulta que yo simplemente pasé por allí y les dije, Dios es bondadoso. Y sin dudar ni un momento, respondieron, Todo el tiempo. (Risas.)
SEÑORA BUSH: Y fue algo tan tierno.
EL PRESIDENTE: Y fue un mensaje muy impactante, muy tierno.
SEÑORA WARREN: Sr. Presidente y Sra. Bush, es evidente que cuidar de los más necesitados es muy importante para su familia. Es decir, ustedes dos no sólo participan de lleno, sino que también sus hijas participan, y ambas han pasado bastante tiempo como voluntarias, cuidando de gente con VIH. Así que es obvio que las criaron bien. ¿Y qué
cómo
cómo les enseñaron a sus hijas esta vida de sacrificio personal?
SEÑORA BUSH: Bueno, creemos que somos muy afortunados de tener padres que sentaron ejemplo de ese comportamiento para nosotros durante toda nuestra infancia, y pienso que también hemos hecho lo mismo con Barbara y Jenna. Pero una de las cosas realmente interesantes y realmente entrañables del trabajo hecho por el Presidente con el PEPFAR y el PMI es que nuestras hijas han participado muchísimo. Barbara trabajó nueve meses en un hospital en Sudáfrica, un hospital infantil en Sudáfrica. Jenna trabajó con la UNICEF en Centroamérica y Sudamérica, y luego volvió a casa y escribió un libro sobre una chica que conoció allá, una de los huérfanos con SIDA, que a los 17 años quedó embarazada y pudo dar a luz a un bebé sin VIH.
Y una de las cosas tiernas que nos pasaron cuando Jenna y yo estábamos juntas
creo que estábamos en Zambia, aunque tal vez me equivoco
y dos jovencitas nos estaban contando su historia, y todos a nuestro alrededor estaban realmente asombrados de que nos contaran esta historia frente a otras personas, porque realmente era un secreto. Pero ambas habían contraído SIDA a raíz de abuso sexual. Así que Jenna se les acercó después
ellas nos contaron su historia llorando y nosotros también lloramos
pero cuando terminaron, Jenna se les acercó y les habló a solas. Y les dijo, ¿saben? Esto les pasa a chicas de todo el mundo; no sólo a ustedes. Y les contó que había escrito un libro sobre una chica que había conocido en Centroamérica con la misma historia. Y ellas dijeron: Ah, ¿vas a escribir un libro sobre nosotras?
EL PRESIDENTE: Creo que, lo primero es que nada enorgullece más a un padre que cuando su hijo se convierte en una persona que contribuye. Sospecho que si la gente viese lo que nuestras hijas vieron, también querría ayudar a salvar vidas. Y entonces, uno de los verdaderos desafíos es asegurarnos de generar más conciencia en Estados Unidos de lo que
que la gente comprenda el sufrimiento de sus conciudadanos.
Y su iglesia ha hecho una gran labor en esto. Otros deben participar también. Y hay muchos grupos que están buscando una manera de responder, ya saben, al llamado. Y es muy beneficioso plantearles desafíos a su compasión.
PASTOR WARREN: Y cuando otra vez vuelvan a ser ciudadanos privados en enero, ¿cómo van a continuar esta labor? ¿De qué manera cambiará?
EL PRESIDENTE: Bueno, estamos construyendo un centro de política o instituto para la libertad en la Southern Methodist University donde Laura cursó sus estudios universitarios. Y el propósito de este instituto es promover la libertad dentro y fuera del país, sobre la base de principios universales.
Y así que
aunque no he tenido mucho tiempo para pensar en eso, ya que he estado ocupado con el sistema de libre mercado
(risas)
tomando medidas que no son de libre mercado para salvar al sistema de libre mercado
(risas)
pero cuando salgamos de aquí lo que haremos
toda esta conversación que estamos teniendo ahora
será parte del instituto. Y puedo ver perfectamente cómo este lugar generará programas que motivarán a los jóvenes a ir a
a trabajar como voluntarios o a incentivar
Un programa interesante que ustedes y yo debemos tener en cuenta es decirles a los baby boomers que la jubilación no es un campo golf; la jubilación
una jubilación estimulante implica usar su tiempo y talento.
SEÑORA WARREN: Eso no es jubilación, es el infierno. (Risas.)
EL PRESIDENTE: Sí, efectivamente.
SEÑORA BUSH: ¿El campo de golf?
EL PRESIDENTE: Exactamente. En especial, si uno es mal golfista. (Risas.)
SEÑORA WARREN: Como nosotros.
EL PRESIDENTE: Seguro que lo es. (Risas.)
SEÑORA WARREN: ¿Ve algún vínculo entre
? Usted también tiene una pasión por la lectura
¿Ve algún vínculo entre su pasión por la lectura y el VIH/SIDA, y este instituto que usted
?
SEÑORA BUSH: Por supuesto, y otro de los importantes programas que el Presidente inició es el Programa de Educación para África (Africa Education Initiative o AEI). Y hemos respaldado a los países para que diseñen sus propios libros de texto, y han trabajado principalmente con universidades de Estados Unidos con tradición de servicio a minorías para crear libros de texto desde kínder hasta octavo grado. Pero muchos de ellos, y especialmente los de lectura para adultos
programas de alfabetización para que la gente
los adultos aprendan a leer, muchos de esos libros para principiantes, los primeros libros de lectura, tienen como tema la educación en materia de salud.
Ése también fue el caso con muchos de los libros de texto que el AEI ayudó a que cada país desarrollara, porque si los niños saben que el mosquito contagia la malaria, pueden ir a su casa y decírselo a sus padres. Y si ellos saben
basta que aprendan en su librito de lectura cómo usar un mosquitero o lo que sea, para poder educar también a sus padres.
Entonces, hay un vínculo real entre la salud y la lectura, la salud y la educación.
EL PRESIDENTE: Y hay un vínculo real entre la libertad y saber leer.
SEÑORA BUSH: Así es.
EL PRESIDENTE: Saber leer es libertad. Y si la persona sabe leer, se convierte en un mejor ciudadano, y hace las preguntas difíciles a los gobiernos que quizá no atienden las necesidades de sus ciudadanos. El analfabetismo obliga a la gente a, ya saben, a aceptar una situación aunque sea inaceptable.
Así que, definitivamente, hay una conexión clarísima entre la capacidad de leer y lo que Laura describió, y la capacidad de leer y simplemente la noción de que hay que liberar a la gente para que pueda hacer realidad sus sueños.
SEÑORA WARREN: Tengo una última pregunta, y tal vez tú quizá tengas otra también.
PASTOR WARREN: Adelante.
SEÑORA WARREN: Y es
lo que
lo que quiero decir es que hemos hablado mucho sobre el PEPFAR y eso es todo
y se trata de gente en otras partes de nuestro planeta, pero estamos aquí, hoy, en Estados Unidos, en el Día Mundial del SIDA, y hay gente en esta audiencia que está infectada con el VIH.
EL PRESIDENTE: Sí.
SEÑORA WARREN: Y, ya saben, ¿qué mensaje les daría
ya saben, cada uno o ambos
? ¿Qué le quisieran decir a la gente en el público que está infectada?
EL PRESIDENTE: Que el PEPFAR es parte de una estrategia integral para combatir el SIDA tanto dentro y fuera de nuestro país, y que la intención del PEPFAR nunca fue robarle dinero al programa nacional. La intención del PEPFAR es avanzar a partir de lo que hemos aprendido aquí en nuestro país.
Y la primera pregunta que la gente se debe hacer es: ¿cuál ha sido el financiamiento? Es decir, financiamiento significa compromiso. ¿Saben? A veces eso determina la eficiencia de un programa, pero
al menos los niveles de financiamiento dan una idea de cuán comprometido está el país. Y como lo mencioné, estamos gastando
hemos gastado aproximadamente $99,000 millones dentro del país, lo cual significa que ahora hay 40 por ciento de aumento respecto al 2001, lo cual es positivo.
Ya saben, es
resulta que
a propósito, en mi Discurso sobre el Estado de la Nación hablé, ya saben, creo que mencioné un par de veces, ya saben, el VIH en los barrios que no solían tener VIH
por ejemplo, los barrios urbanos pobres de Estados Unidos. Y esto es un tema que va a requerir de constante vigilancia aquí en nuestro país, y que la gente que tal vez crea que está segura, ¿saben?, necesita que le recuerden, ¿saben?, que debe tener cuidado, y
¿saben?, la educación es importante.
Efectivamente, así que la gente en Estados Unidos no debe considerar que el PEPFAR es
que significa que no nos preocupamos de ellos, porque sí nos preocupamos. Este país se ha
está dedicado, ¿saben?, a ayudar a la gente cuya vida se ha visto seriamente afectada por el VIH/SIDA.
PASTOR WARREN: Anteriormente, traté de presentar al Dr. Mark Dybul, nuestro coordinador de Global AIDS, pero estaba entrando con ustedes. Pero lo veo sentado junto a Barbara. Mark, ¿podría levantarse para permitirnos conocer a la persona que ha hecho todo el trabajo? (Aplausos.) Muchas gracias. Gracias.
EL PRESIDENTE: Pero a Mark no le gusta que le hagan hacer eso. (Risas.) Prefiere el anonimato, ¿no es cierto, Mark? (Risas.)
PASTOR WARREN: Bueno, y sé que a ustedes no les gusta que les hagamos esto, pero en la sesión anterior, antes de que saliéramos al aire en varias cadenas
les escribí
o llamé a ocho líderes mundiales y les pregunté si querían decir algo sobre el PEPFAR, y todos ellos querían hacer un homenaje en video, y los mostramos en la sesión anterior.
Y quería leerle la lista de
el ex Presidente Clinton; el Presidente electo Obama; el Secretario General Ban Ki-moon; el Primer Ministro Tony Blair; el Presidente Paul Kagame de Ruanda, que les agradece en nombre de todos los presidentes africanos; todos los países del PEPFAR querían agradecerles; Bill y Melinda Gates; el director Michael Kazatchkine, y un amigo que conocí en la calle llamado Bono. (Risas.)
Les mostramos siete de estos homenajes en video en el programa preliminar, pero quería que escucharan una sinopsis corta
de más o menos
de aproximadamente un minuto de algunos de ellos. Y veamos por un segundo.
(Se muestra el video.) (Aplausos.)
PASTOR WARREN: Sr. Presidente, hablamos anteriormente de cómo todos estos problemas están interconectados: alfabetismo, pobreza, enfermedad, educación. Y de eso se trata el plan PEACE. PEACE es una sigla que comprende promover, reconciliar, equipar a los líderes, ayudar a los pobres, cuidar a los enfermos y educar a la siguiente generación.
Y este año, la coalición PEACE de iglesias más de 400,000 iglesias en 162 países, y empresas e individuos parte de la coalición PEACE decidió que queríamos empezar una tradición de otorgar un premio llamado la Medalla Internacional de PEACE a la contribución más sobresaliente en combatir lo que llamamos los cinco Goliats globales: el vacío espiritual, la corrupción, la extrema pobreza, las enfermedades pandémicas y el analfabetismo.
Y el consenso fue unánime en que la primera Medalla Internacional de la Paz sería otorgada al Presidente George Bush en el vigésimo aniversario del Día Mundial del SIDA. Y es un gran honor, y con gran humildad y respeto que le entregamos este premio en nombre de la Coalición PEACE, que comprende 162 países. Y le agradecemos, señor, por su dedicación. (Aplausos.)
EL PRESIDENTE: Muchas gracias. (Aplausos.)
PASTOR WARREN: Se ha hecho mucho, pero queda mucho por hacer. Y he hablado varias veces en privado con el Presidente electo Obama, y le pedí que enviara un saludo y que hablara de su compromiso para combatir el SIDA, tanto en Estados Unidos como en el mundo, y su compromiso para continuar el PEPFAR. De hecho, muchos de ustedes que vieron el Foro Civil Saddleback en agosto, cuando entrevisté al Presidente electo Obama y a John McCain durante una hora con cada uno, afirmó públicamente que respaldaría el PEPFAR, que renovaría su compromiso y su dedicación para ser parte de esto. Y le pedí que hiciera llegar su opinión acerca de adónde debíamos llegar en el futuro. Y quisiera que vieran esto del Presidente electo Obama.
(Se mostró el video.)
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