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Oficina del Secretario de Prensa
5 de junio de 2008

Declaraciones del Presidente en la Ceremonia de Colocación de la Primera Piedra del United States Institute Of Peace
Navy Hill
Washington, D.C.

10:49 A.M. EDT

EL PRESIDENTE: Gracias a todos. Sírvanse tomar asiento. Sr. secretario, gracias por su amable presentación y gracias por invitarme a acompañarlo a colocar la primera piedra de la nueva sede del Instituto por la Paz de Estados Unidos (United States Institute of Peace). Realmente es un gusto para mí estar aquí. Agradezco lo que hacen por resolver conflictos y apoyar democracias nuevas y fomentar la paz promoviendo una diplomacia eficaz. Y hablando de diplomacia eficaz, me parece que la usó para obtener este lote de terreno tan especial. Lo felicito por escoger una estupenda localización.

President George W. Bush addresses the audience during groundbreaking ceremonies Thursday, June 5, 2008, for the United States Institute of Peace Headquarters Building and Public Education Center at Navy Hill in Washington, D.C. The U.S. Institute of Peace is a congressionally funded foreign affairs education, training and operational organization.  White House photo by Chris Greenberg Les agradezco a Robin West, presidente de la junta directiva; Dick Solomon, presidente. Miembros de la junta directiva, gracias por estar aquí. Me complace muchísimo estar con la secretaria de Estado Condoleezza Rice y algunos de sus predecesores. Gracias por estar aquí. Le agradezco al almirante Mullen por acompañarnos. Quiero darles las gracias a los miembros de mi gobierno por participar. Señora presidenta de la Cámara de Representantes, nos honra con su presencia. Gracias por venir. También quiero rendirle homenaje a Ted Stevens por ayudar a obtener los fondos para este importante lugar, como también a los miembros del Senado y de la Cámara de Representantes de Estados Unidos que lo acompañan. Les agradezco al reverendo Lovett, el padre Hesburgh, a los miembros del cuerpo diplomático, damas y caballeros.

El Institute of Peace fue fundado en 1984. Fue durante la última gran pugna ideológica del siglo XX, la pugna contra el comunismo soviético; una pugna que la libertad finalmente ganó gracias a la paz y la fortaleza y gracias a la ayuda del Institute of Peace.

Estamos envueltos en una pugna diferente hoy, pero nos encontramos en una pugna ideológica contra el extremismo violento. El U.S. Institute of Peace está desempeñando una función importante, y les agradezco por ello. En Afganistán, están ayudando a una democracia joven a establecer un estado de derecho y mejorar la educación pública y desarrollar la sociedad civil. En Iraq, están ayudando a la nación a sobreponerse al legado de décadas de tiranía al reforzar las instituciones gubernamentales y promover la participación pacífica. Y aunque la lucha contra el extremismo violento se encuentra en sus etapas iniciales, no tengo la menor duda de que la libertad prevalecerá nuevamente... y la ayuda de ustedes será importante.

En esta lucha, nos guía un principio claro: La libertad es universal. Creemos que la libertad es el derecho natural de todo hombre, mujer y niño. Las sociedades libres son sociedades pacíficas. La libertad comienza a sustituir las condiciones de desesperanza que los extremistas explotan para reclutar a terroristas y terroristas suicidas. Las personas que viven libres son menos propensas a las ideologías del odio y el temor, y es por eso que Estados Unidos está encabezando y debe continuar encabezando la causa de la libertad por el bien de la paz.

President George W. Bush joins in the groundbreaking ceremonies Thursday, June 5, 2008, for the United States Institute of Peace Headquarters Building and Public Education Center at Navy Hill in Washington, D.C.  White House photo by Chris Greenberg El 11 de septiembre, vimos que la falta de libertad en otros países puede traer muerte y destrucción a nuestro propio país. Nuestra más solemne obligación es proteger al pueblo estadounidense. Es por eso que perseguimos y llevamos a los terroristas ante la justicia. Estamos luchando contra ellos en el extranjero para no tener que enfrentarnos a ellos aquí en Estados Unidos de Norteamérica.

Pero el esfuerzo requiere más. Requiere el uso del poder de la libertad para marginar a los extremistas. Y la mejor manera de hacerlo es usar nuestros recursos nacionales para afianzar las instituciones de la libertad. De eso deseo hablarles hoy... y les complacerá oír que seré breve.

Las instituciones, por supuesto, incluyen un sistema democrático de gobierno, una dinámica prensa libre, un poder judicial independiente, un sistema de libre empresa, lugares de culto donde la gente es libre de practicar su religión. Estas instituciones incluyen un sistema educativo que proporciona a los ciudadanos un vínculo con el mundo, una infraestructura de salud que combate plagas como el VIH/SIDA y malaria, y organizaciones femeninas que ayudan a las sociedades a aprovechar las aptitudes y el talento de la mitad de su población.

Estamos ayudando a países de todo el mundo a desarrollar dichas instituciones, y al hacerlo tenemos que superar tres retos. En primer lugar, hay países en desarrollo, muchos de ellos en el continente africano, que enfrentan extrema pobreza y epidemias de salud y catástrofes humanitarias, y por lo tanto son vulnerables a extremistas que se aprovechan del caos y de la inestabilidad.

En segundo lugar, hay países como Colombia y el Líbano y Pakistán que están enfrentando amenazas transnacionales de los carteles de droga o redes terroristas que buscan refugio en su territorio y amenazan con traer abajo a sus instituciones.

Y en tercer lugar, hay países como Afganistán e Iraq, donde eliminamos regímenes peligrosos que amenazaban a nuestro pueblo y ahora tenemos una obligación especial de ayudarlos a forjar sociedades libres que se conviertan en aliados en la lucha contra dichos extremistas.

Es de vital interés para Estados Unidos ayudar a todos estos países a combatir las ideologías de odio. Es de interés para nuestra seguridad eliminar refugios de terroristas y extremistas. Es de nuestro interés nacional desarrollar instituciones que les permitan gobernar sus territorios eficazmente y tener una vida mejor.

Hemos estado realizando transformaciones durante los últimos ocho años para que estas funciones sean más reales y más eficaces. Estamos transformando las fuerzas armadas de Estados Unidos de manera que podamos llevar a los terroristas ante la justicia de la forma más eficaz posible.

Estamos transformando la capacidad de Estados Unidos para ayudar a que las sociedades pobres y en dificultades se vuelvan más saludables y prósperas... y hemos visto esas eficaces transformaciones por medio del Plan de Emergencia contra el SIDA (Emergency Plan for AIDS) o el Programa contra la Malaria (Malaria Initiative) o la Cuenta del Desafío del Milenio (Millennium Challenge Account). La Millennium Challenge Account representa una estrategia diferente hacia el desarrollo. Recompensa a los países que gobiernan responsablemente y combaten la corrupción, e invierten en la salud y educación de sus pueblos, y usan el poder del libre mercado y el libre comercio para sacar a la gente de la pobreza.

Algo en común entre todos estos programas es que insistimos en resultados y evaluamos. Y estamos teniendo resultado, y millones de personas se están beneficiando de este programa de política exterior. Y merecen ser respaldados plenamente por el Congreso de Estados Unidos.

También estamos transformando la capacidad de Estados Unidos de ayudar a emergentes. democracias emergentes a que desarrollen instituciones libres mientras están bajo el ataque de terroristas y bajo la presión de países patrocinadores del terrorismo. Y éste es un nuevo reto que enfrentamos al inicio del siglo XXI. Y a medida que nos hemos adaptado para hacerles frente a estas circunstancias, ha habido éxitos y reveses... y hemos aprendido unas cuantas lecciones.

Una lección es que antes de que las naciones bajo ataque terrorista puedan alcanzar logros políticos y económicos, sus poblaciones necesitan seguridad básica. A veces las instituciones locales de seguridad -con entrenamiento y equipo y apoyo de fuera- pueden encargarse de la tarea. Consideren, por ejemplo, el caso de Colombia. Colombia y Estados Unidos iniciaron un ambicioso programa que ayudó a rescatar a ese país, que estaba al borde del colapso. El Plan Colombia, que se inició bajo mi predecesor, dejó en claro que Estados Unidos ayudará al gobierno colombiano a modernizar sus fuerzas armadas, combatir a los terroristas de las FARC, aumentar las oportunidades educativas y proporcionarles a los colombianos alternativas a la vida de terrorismo y narcotráfico. El Congreso tiene la oportunidad de reforzar estos esfuerzos, y los insto firmemente a que envíen un mensaje claro y contundente al pueblo colombiano y a la región que estamos de su lado con la aprobación del Tratado de Libre Comercio con Colombia.

En otras situaciones, Estados Unidos está capacitando a pacificadores internacionales para que puedan movilizarse a fin de proporcionar seguridad en regiones en conflicto. Iniciamos lo que se denomina el Programa de Operaciones a favor de la Paz Mundial (Global Peace Operations Initiative). La idea es capacitar equipos de pacificadores internacionales para que puedan realizar la labor necesaria con el fin de proporcionar estabilidad y seguridad, para que las instituciones puedan avanzar. Hasta ahora, hemos capacitado a más de 40,000 pacificadores, y el plan es capacitar a 75,000 más.

En estos casos en que Estados Unidos ha destituido a regímenes que nos amenazaban, es posible que sea necesario que las tropas estadounidenses desempeñen un papel directo para velar por la seguridad. En Iraq, en el 2006, el país estaba cayendo en un caos sectario. Por lo tanto, decidimos el aumento de tropas... 30,000 soldados adicionales para trabajar con las fuerzas iraquíes a fin de proteger al pueblo iraquí de los terroristas, insurgentes y milicias ilegales. Hoy, debido a que actuamos, la violencia en Iraq ha llegado a su punto más bajo desde fines de marzo del 2004. Han disminuido las muertes de civiles. Los asesinatos sectarios han disminuido. La seguridad ha mejorado, como también la economía. Se está dando la reconciliación política a nivel de base y a nivel federal. A medida que las fuerzas de seguridad de Iraq se vuelven cada vez más capaces, nuestras tropas están comenzando a regresar bajo una política de retorno tras éxitos.

Una lección que hemos aprendido es que la pericia civil es vital para afianzar las instituciones de la libertad. En Iraq y Afganistán, hemos desarrollado una herramienta importante para aprovechar la pericia civil, denominada Equipos de Reconstrucción Provincial (Provincial Reconstruction Teams). Los PRT están compuestos por personal civil, diplomático y militar. Entran a comunidades de donde nuestros militares expulsaron a terroristas. Ayudan a garantizar que los logros de seguridad sean seguidos por verdaderas mejoras en la vida cotidiana al ayudar a los líderes locales a generar empleo y prestar servicios básicos y desarrollar economías locales.

Los PRT son particularmente apropiados para situaciones como Afganistán e Iraq. En el futuro, será necesaria la pericia civil en otros países donde no tenemos operaciones militares en curso. En este momento carecemos de la capacidad de movilizar rápidamente a expertos civiles con las aptitudes apropiadas a lugares en conflicto en el mundo. Hemos iniciado lo que se denomina el Programa de Estabilización Civil (Civilian Stabilization Initiative), que está siendo dirigido por el Departamento de Estado, desde la Oficina de Reconstrucción y Estabilización (Office of Reconstruction and Stabilization).

Un elemento de la nueva oficina es un Cuerpo de Respuesta Activa (Active Response Corps), compuesto por expertos civiles de muchas dependencias del gobierno que se movilizan a tiempo completo a países en peligro. Este cuerpo llegará a contar con 250 empleados de los departamentos de Estado y Justicia, Agricultura, Comercio, la Agencia para el Desarrollo Internacional y otras agencias civiles con conocimientos pertinentes.

Otro elemento es el Cuerpo de Reserva (Standby Reserve* Corps), que es una fuerza de reserva compuesta por ex empleados y empleados actuales del gobierno, quienes se ofrecen como voluntarios para formar una fuerza suplementaria que puede ser movilizada para misiones de reconstrucción y estabilización con poca anticipación.

Y finalmente, este programa incluirá un nuevo Cuerpo Civil de Reserva (Civilian Reserve Corps) que funcionará de manera similar a nuestra reserva militar. Estará conformado por ciudadanos estadounidenses con destrezas cruciales, como oficiales de policía y jueces y fiscales e ingenieros y médicos y administradores públicos. El cuerpo les dará a personas que no visten el uniforme en todo Estados Unidos la oportunidad de servir en la pugna que define nuestros tiempos.

La ley que autoriza el Civilian Reserve Corps ha sido aprobada por la Cámara de Representantes; está a la espera de la decisión del Senado. E insto firmemente al Congreso para que, lo antes posible, apruebe esta ley, que cuenta con el respaldo de ambos partidos.

Otra lección es que ayudar a que se formen democracias firmes y estables requiere no sólo los esfuerzos de Washington, D.C.; requiere los esfuerzos de otros gobiernos, y organizaciones no organizadas... no gubernamentales, y de la gente en todo el mundo.

La tarea de desarrollo democrático es tarea de todas las naciones libres. Éste es precisamente el mensaje que la secretaria Rice y yo hemos llevado a todo el mundo. Estamos consiguiendo que otras naciones entrenen a cuerpos de pacificación para que apoyen en Afganistán e Iraq, y que actúen decididamente para aliviar el hambre y la pobreza. Y voy al G8 en Japón el mes de julio. Durante el último G8, nuestros socios se pusieron de pie y se comprometieron firmemente a ayudar a África con el problema de la malaria y el VIH/SIDA. Todavía no cumplen lo prometido. Y les recuerdo que una cosa es prometer y otra es enviar un cheque, y el gobierno estadounidense espera que nuestros socios cumplan con sus obligaciones.

La tarea de desarrollo democrático a veces requiere que las jóvenes democracias que están siendo asediadas formen sociedades para resolver amenazas comunes. Y ésta es la estrategia que estamos tomando en Centroamérica. Hemos alentado a las naciones amenazadas por narcotraficantes a cooperar en la protección de su pueblo. La medida suplementaria que está siendo debatida en Congreso ayudará con este esfuerzo al unir a México y Centroamérica con Estados Unidos para tener una estrategia conjunta y proteger nuestro hemisferio de los narcotraficantes y terroristas de modo que éstos finalmente capitulen. Le pedí al Congreso que apruebe rápidamente el pedido en la medida suplementaria sin imponerle condiciones irracionales a esta vital ayuda.

Es un hecho que si hemos de esperar que las democracias triunfen, que los extremistas queden marginados, los países... es necesario que los países tengan líderes democráticos cabales, firmes, y la mejor manera de fomentar eso es que vengan a nuestras universidades y centros de educación superior. Hemos progresado bastante con respecto al cambio en el sistema de visas estudiantiles después del 11 de septiembre. Hemos aumentado el número de estudiantes que vienen. Y nos conviene que continúe el aumento de estudiantes que vienen a estudiar a Estados Unidos.

Y finalmente, la tarea de desarrollo democrático es la tarea de organizaciones no gubernamentales, como el U.S. Institute of Peace. Obviamente estas organizaciones pueden ir a países donde los gobiernos tienen dificultad para operar. De modo que es importante que este gobierno y futuros gobiernos siempre sean socios firmes y estables de organizaciones y grupos no gubernamentales como el U.S. Institute of Peace.

La tarea de desarrollo democrático es la gran causa de nuestros tiempos, y no debemos amilanarnos. Y debemos tener confianza en nuestra capacidad de ayudar a otros a alcanzar los frutos de la libertad. Mi mayor preocupación es que Estados Unidos se ponga nervioso y se vuelva aislacionista; que no respaldemos esos valores que han soportado el paso del tiempo. El U.S. Institute of Peace, espero, se asegurará de que eso nunca suceda.

Nuestros conciudadanos pueden ayudar de muchas maneras. Pueden unirse a una organización como ésta. Pueden unirse a la reserva civil. Al igual que miles de otros compasivos ciudadanos, pueden convertirse en soldados en los ejércitos de compasión y ayudar a víctimas del VIH/SIDA o ayudar a educar a gente en todo el mundo. O pueden decidirse por la noble opción que ha sostenido la libertad durante generaciones y enrolarse en las fuerzas armadas de Estados Unidos. Cualquiera sea la manera que escojan servir, el avance de la causa de la libertad es necesario para el avance de la causa de la paz.

Es un honor estar con ustedes hoy. Estoy deseoso de volver algún día cuando el edificio esté construido. Gracias por sus esfuerzos. Gracias por su misión. Que Dios los bendiga a todos. (Aplausos.)

END 11:05 A.M. EDT

*Standby Response Corps