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Oficina del Secretario de Prensa
10 de abril de 2008

Declaraciones del Presidente

Hoy, un acto sin precedente y desafortunado por parte de la Cámara de Representantes -encabezado por su presidenta Pelosi- de cambiar las normas que rigen la legislación para implementar nuestro tratado de libre comercio con Colombia está perjudicando nuestra economía, nuestra seguridad nacional y nuestras relaciones con un importante aliado. También menoscaba la confianza que cualquier poder ejecutivo requiere para negociar tratados de libre comercio en el futuro.

Al reducir los aranceles de productos hechos en Estados Unidos y vendidos en Colombia, este acuerdo comercial crearía condiciones equitativas a favor de los trabajadores estadounidenses e impulsaría nuestra economía en un momento vital. En vez de apoyar la apertura de mercados a favor de nuestros agricultores e industriales, los líderes demócratas en el Congreso escucharon a intereses especiales limitados y siguieron la vía aislacionista.

El acto de hoy por la Cámara de Representantes también envía un mensaje perjudicial al mundo: que no se puede contar con que el Congreso cumpla con sus promesas. Colombia es uno de nuestros más firmes aliados en el Hemisferio Occidental. Los líderes de Colombia están mostrando valentía al mejorar la seguridad de sus ciudadanos y a la vez combatir a los narcoterroristas que reciben apoyo de fuerzas antiestadounidenses fuera de Colombia. El mensaje que los demócratas enviaron hoy es que independientemente de cuán resueltamente se mantengan de nuestro lado, les daremos la espalda cuando convenga políticamente.

Además, al cambiar las normas sobre cómo considera legislación para implementar acuerdos comerciales, la Cámara de Representantes ha cortado un vínculo de confianza entre el poder ejecutivo y el Congreso, y con nuestros socios comerciales, que ha beneficiado a nuestra nación durante varias décadas. Para negociar acuerdos comerciales, les damos poder a nuestros representantes comerciales con la promesa de que el Congreso considerará acuerdos comerciales con un oportuno voto afirmativo o negativo. Al romper este vínculo, los demócratas han menoscabado no sólo a este poder ejecutivo, sino también a futuros. Esto debilitará la capacidad de nuestra nación de negociar acuerdos comerciales equitativos a favor de los trabajadores, agricultores, ganaderos y proveedores de servicios estadounidenses.

Durante los 16 meses desde que se suscribió el tratado de libre comercio con Colombia, mi gobierno ha hecho todo lo posible, sobrepasando lo razonable, por lograr una vía aceptada por ambos partidos para considerar este pacto. A costa de nuestra economía y nuestra seguridad nacional, la Cámara de Representantes, en cambio, ha optado por tomar una vía de poca visión y partidista.

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