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Oficina del Secretario de Prensa
28 de marzo de 2007
Declaraciones del Presidente a la Asociación Nacional de Ganaderos de Carne
Holiday Inn on the Hill
Washington, D.C.
10:13 A.M. EDT
EL PRESIDENTE: Gracias por invitarme. (Aplausos.) Gracias. Por favor, tomen asiento. La presentación del vaquero no estuvo nada mal. (Risas.) Gracias por invitarme. Bienvenidos a Washington. Es un placer estar con ustedes. Esta mañana le decía a Laura que realmente tenía muchas ganas de hablarles a los ganaderos del país. Me complace estar con gente que comprende la importancia de la fe, la familia, el trabajo arduo, los buenos valores. Me gusta recordarle a la gente que todos los días es el Día de la Tierra si vives de la tierra. (Aplausos.) Es bueno estar entre personas que también se interesan en la conservación.
Voy a hablar un poco de dos grandes prioridades: la primera, cómo mantener la solidez de esta economía para que la gente pueda ganarse la vida con su trabajo, y la segunda, la necesidad de este país de seguir protegiendo la seguridad de nuestro país con decisión y firmeza. (Aplausos.) Y les agradezco que me hayan dado la oportunidad de venir a hablar con ustedes.
Deseo agradecerle a John Queen. Deseo agradecerle al directorio. Gracias por estar aquí y por expresar sus opiniones. Ustedes pueden influir en el debate en Washington. Y en esta ciudad la gente sí escucha la voz de los demás. Les haré unas cuantas sugerencias para cuando vayan al Capitolio. (Risas.) Pero antes de dárselas, quisiera agradecer la presencia del senador Craig Thomas del estado de Wyoming, y de Marilyn Musgrave de Colorado. Les agradezco a ambos su presencia. (Aplausos.)
Permítanme hablarles de cómo mantener el crecimiento de esta economía. ¿Saben? Una de las principales funciones del gobierno es crear las condiciones para el crecimiento económico. Tratar de crear riqueza no es una de las principales funciones del gobierno. La pregunta fundamental que debemos hacernos aquí en Washington es, ¿qué debemos hacer para alentar la inversión, el espíritu empresarial, el deseo de asumir riesgos? Y creo que el núcleo de una buena política económica es mantener bajos los impuestos. (Aplausos.)
Digo esto porque hay un debate fundamental en Washington, si se ponen a analizarlo, y el debate es quién gasta mejor el dinero de ustedes. Y considero que un ganadero puede gastar mejor su dinero que el gobierno. Ahora, obviamente necesitamos un poco de dinero aquí, y eso se llama establecer prioridades. Pero más allá de eso, la mejor manera de mantener el crecimiento de esta economía es dejarles retener más de su propio dinero. Los recortes tributarios que se promulgaron están funcionando.
¿Saben? Cuando se recortan las tasas de impuestos individuales, esto tiene consecuencias para agricultores y ganaderos. Muchos agricultores y ganaderos son corporaciones bajo el acápite S, o asociaciones de responsabilidad limitada, o propietarios individuales, lo que significa que pagan tributos a nivel de impuestos sobre ingresos personales. Y si les interesa una economía agrícola dinámica, tiene sentido dejar que quienes trabajan la tierra retengan más de su dinero para que puedan invertir, para que puedan hacer los cambios necesarios a fin de que su negocio mantenga su dinamismo.
Pienso que los recortes tributarios funcionan. Desde que pusimos en vigor la gran reforma tributaria en el 2003, en respuesta a la recesión y al ataque terrorista, esta economía nuestra ha creado más de 7 millones de empleos, nuevos empleos, y ha crecido 13 por ciento. Los recortes tributarios funcionan, y el Congreso de Estados Unidos necesita hacer que esos recortes tributarios sean permanentes. (Aplausos.)
Uno de los impuestos que les preocupa mucho a ustedes es el impuesto a las sucesiones. Y así debe ser. Pagan impuestos cuando viven y pagan impuestos cuando mueren. Es doble tasación del peor tipo. Pusimos el impuesto a las sucesiones camino a la extinción. Noten que no dije que quedará extinto. Conforme a la actual ley, volverá a entrar en efecto en el 2011, lo que pone a la gente en una situación difícil en el 2010. (Risas.)
Realmente creo que el Congreso debe prestar atención a las consecuencias del impuesto a las sucesiones en nuestros agricultores y ganaderos. Si a la gente le interesa mantener la tierra en manos de la familia del ganadero, la mejor manera de hacerlo es eliminando, de una vez por todas, el impuesto a las sucesiones para quienes trabajan la tierra. (Aplausos.)
Cuando cabildeen en los corredores del Congreso, espero que trabajen arduamente en el tema del impuesto a las sucesiones. No hay excusa para no eliminarlo. Ahora, ustedes escuchan que la gente dice, no queremos crear beneficios tributarios para multimillonarios. Está bien. Pero al despacho del Presidente debe llegar un proyecto de ley que respete a los ganaderos, a los agricultores y a los dueños de pequeñas empresas en Estados Unidos, y lo promulgaré. (Aplausos.)
Para que la economía siga creciendo, debemos ser sensatos respecto a nuestro presupuesto. Ahora, lo que van a escuchar aquí en Washington es, debemos aumentar los impuestos para equilibrar el presupuesto. Así no funciona Washington, D.C. Van a aumentar sus impuestos y encontrar nuevas maneras de gastar el dinero de ustedes. Todo lo que les pido es que miren el presupuesto que el Senado acaba de aprobar. Ya saben, hubo un cambio de manos aquí en Washington en el Senado y la Cámara de Representantes, y los nuevos líderes allá en el Senado aprobaron un nuevo presupuesto que eleva los impuestos para aumentar los gastos, y la Cámara de Representantes tiene una estrategia similar.
Yo veo las cosas de manera diferente. Mi actitud es mantener bajos los impuestos para que la economía crezca y genere más ingresos por tributación, y gastar austeramente; establecer prioridades para gastar el dinero del pueblo, y no tratar de abarcarlo todo. Entonces envié un presupuesto a la Cámara de Representantes y el Senado que logra el equilibrio presupuestario en cinco años sin pedirles ni un centavo a los trabajadores de Estados Unidos de Norteamérica. (Aplausos.)
Tengo muchos deseos de trabajar con ustedes en un proyecto de ley que sea bueno y decente y equitativo. Acabo de poner. de enviarle algunas ideas al secretario de Agricultura, Mike Johanns. Deseo recordarles que en el proyecto de ley que enviamos al Congreso, pedimos un aumento de $17,000 millones en gastos para la conservación, en un periodo de 10 años. Eso significa un aumento con respecto al anterior proyecto de ley de Agricultura. Eso incluye dinero para el Programa de Reservas para la Conservación (Conservation Reserve Program o CRP), y un aumento de 30 por ciento para equipo. (Aplausos.) Más $1,750 millones para programas de conservación de aguas. Creo que éste es un uso sensato de nuestro dinero.
Me interesa un proyecto de ley para agricultura que ponga énfasis en la conservación, reconozca la contribución de los ganaderos, que sea equitativo, que favorezca la reforma y que nos ayude a competir en el mercado mundial. Les agradezco sus esfuerzos por lograr un buen proyecto de ley para agricultura. Tengo muchos deseos de trabajar con ustedes en esto.
Finalmente, para que la economía siga creciendo, debemos abrir mercados para bienes y servicios estadounidenses. Si les interesa la vitalidad y el crecimiento de nuestra economía, la manera de fomentar ese crecimiento es encontrar nuevos mercados para productos estadounidenses. Y hoy quisiera pasar un rato hablando del comercio.
El año pasado, Estados Unidos exportó $1.4 billones en bienes y servicios. Eso nos hace el mayor exportador del mundo. Para mí, eso nos dice que, cuando las oportunidades son equitativas, producimos el tipo de bienes y servicios que la gente quiere comprar. Cada vez que derrumbamos una barrera arancelaria, hay mayores probabilidades de que algún ganadero tenga la oportunidad de vender su ganado en un mejor mercado.
El libre comercio reduce los precios al consumidor. Es decir, la apertura de mercados beneficia a los consumidores. El comercio es bueno para los trabajadores. No sé si lo saben o no, pero los empleos exportados. los empleos respaldados por exportaciones pagan salarios que son de 13 a 18 por ciento más altos que el promedio. Si producen un bien que se exporta al exterior, tienen más ganancias que alguien que no exporta. ¿No es un dato interesante?
Sucede que creo que la competencia es buena. Creo que la competencia saca a relucir lo mejor en todos. Así que no me molesta la competencia, siempre que las reglas de juego sean equitativas. Mi actitud sobre el comercio es, que nos traten como los tratamos, y entremos a competir. Estados Unidos tiene 5 por ciento de la población mundial, lo que significa que el resto, 95 por ciento de la población mundial, es un cliente potencial para artículos que producimos o cultivamos.
Creo que es buen negocio tener acuerdos comerciales. Al inicio de mi gestión, sólo teníamos acuerdos comerciales con tres naciones; ahora tenemos 11 en vigor y más en camino. Los países con los que Estados Unidos tiene acuerdos comerciales representan 7 por ciento del Producto Interno Bruto mundial; sin embargo representan 43 por ciento de nuestras exportaciones. Y les menciono esto porque queda mucho territorio donde expandirse en lo que respecta al comercio. Hay muchas oportunidades.
Y este gobierno se ha comprometido a abrir mercados. Y hay un voto crucial listo para la aprobación en. por el Congreso, y son acuerdos con Perú, Colombia y Panamá. Y considero que éstos son mercados importantes para ustedes, mercados importantes para bienes y servicios estadounidenses. El Congreso debe asegurarse de enviar un mensaje afirmativo respecto al comercio con estos tres acuerdos.
Ahora bien, el comercio obviamente genera algunos problemas. Aparecen disputas y oportunidades para que la gente no se comporte apropiadamente respecto al comercio, la gente pone excusas para no abrir un mercado. Y pasamos por uno de esos periodos con ustedes, con el problema de la encefalopatía espongiforme bovina (BSE por sus siglas en inglés). La BSE se descubrió en el 2003, y trabajamos con los ganaderos enérgicamente para superar este problema y evitar la contaminación y diseminación de la enfermedad. Es decir, hubo un esfuerzo inmediato por parte del gobierno y los ganaderos para solucionar el problema.
En los últimos tres años, hemos llevado a cabo 800,000 pruebas para evaluar la salud de nuestro ganado. Gracias a éstas y otras medidas basadas en investigaciones científicas, hemos ayudado a los agricultores y ganaderos a manejar cualquier posible riesgo de BSE en la población bovina. Y hoy en día, gracias a nuestra colaboración y a las sólidas estrategias científicas usadas para lidiar con la BSE, les podemos decir a los consumidores del mundo con total seguridad que la carne estadounidense es segura y buena para el consumo. (Aplausos.)
Y la noticia se está propagando. En el 2006, las exportaciones de carne y productos cárnicos sobrepasaron los $2,000 millones. Eso significa un aumento de casi 50 por ciento desde el 2005. No está en los niveles que deseamos, pero ha habido mejoras en las ventas. Y eso es importante para ustedes. Cuantos más mercados abiertos haya para sus productos, más fácil será para ustedes mantener su negocio a flote. Y yo entiendo eso, y es importante que el Congreso también lo entienda.
Hoy, más de 100 países han abierto sus mercados parcial o totalmente a la carne estadounidense. Sin embargo, el objetivo de mi gobierno es asegurarnos de que no sólo estén abiertos parcialmente, sino totalmente abiertos, entre ellos, países como Japón y Corea. También estamos trabajando para abrir mercados que todavía tienen prohibido importar nuestros productos. Es decir, éste es un aspecto importante de nuestra política exterior. Cuando hablo con los líderes que tienen objeciones en contra de la carne estadounidense, ése es un tema que debe tratarse. Y les digo, si ustedes quieren la atención del pueblo estadounidense de una manera positiva, deben abrir sus mercados a la carne estadounidense. La gente entiende eso, en lo que respecta a un trato equitativo en el mercado mundial. (Aplausos.)
Tenemos la oportunidad de expandirnos aun más, abrir aun más mercados, con la expansión del comercio por medio de la Rueda de Doha de la Organización del Comercio Mundial. Nos brinda la oportunidad de nivelar el terreno de juego. Nos brinda la oportunidad de decirles a los ganaderos y a otros que serán tratados equitativamente. Ahora bien, tienen que competir, tienen que crear un producto que otros deseen. Pero el trato será equitativo. Las reglas serán equitativas. Es todo lo que pueden esperar.
Y quiero que sepan que vamos a trabajar arduamente para lograr que Doha concluya productivamente. No es tarea fácil. Este fin de semana el Presidente de Brasil va a venir a verme, y hablaremos sobre cómo podemos trabajar juntos para abrir mercados, y al mismo tiempo, abordar nuestras preocupaciones sobre temas agrícolas.
La única manera de que podemos llevar Doha a su fin es lograr avances en otros acuerdos comerciales. Sin embargo, le compete al Congreso extender la autoridad de promover el comercio. Esta autoridad permite que el Presidente negocie tratos complejos y luego los envíe al Congreso de Estados Unidos para su votación positiva o negativa sobre todo el acuerdo. Los presidentes de ambos partidos consideran que ésta es una herramienta de suma importancia para realizar acuerdos comerciales. Es decir, nuestros socios deben poder decir, si ése es el trato que negociamos, ése es el trato que va a ir a votación. No se puede negociar francamente un trato con Estados Unidos si se piensa que lo van a cambiar en el Congreso. De modo que es importante conseguir la votación integral que se consigue cuando se obtiene la autoridad de promover el comercio.
Y esta autoridad expira el 1º de julio a menos que el Congreso actúe. Y deseo agradecerle a la Asociación Nacional de Ganaderos de Carne (National Cattlemen's Beef Association) por unirse a mi gobierno y a otras organizaciones para exhortar al Congreso a que renueve la autoridad de promover el comercio. (Aplausos.)
Va a haber un enérgico debate sobre comercio en el Congreso, y les agradezco por participar en el debate. Como saben, hablar mal del comercio da para buenas citas en las noticias vespertinas. Proteger a Estados Unidos del resto del mundo perjudicará a esta economía y perjudicará a nuestros ganaderos. El camino del proteccionismo parece cómodo y acogedor, pero es un camino en declive y peligroso. Así que exhorto al Congreso a rechazar el proteccionismo y a mantener a esta economía abierta a las enormes oportunidades que el mundo les ofrece a nuestros ganaderos y agricultores y empresarios.
Así como nuestra prosperidad depende de rechazar el aislacionismo económico, nuestra seguridad también depende de rechazar las propuestas de que Estados Unidos abandone su función de liderazgo en este mundo.
El 11 de septiembre es un momento importante en la historia de este país. Es un momento triste. Pero debe servir como una señal de alerta sobre las realidades del mundo en que vivimos. El 11 de septiembre, vimos que problemas que se originaron en un gobierno fracasado a 7,000 millas de distancia, afectaron nuestra forma de vida. Miren, el 11 de septiembre no fue solamente el día en que nos atacaron; es un día que nuestro país nunca debe olvidar, y las lecciones de ese día nunca deben ser olvidadas: que lo que sucede en el extranjero tiene relevancia aquí dentro del país. Quizá sea tentador decir, ah, simplemente dejemos que siga su curso natural. Pero para mí, permitir que el mundo siga su curso natural, lo cual resultaría en más violencia y odio, terminaría reduciendo la seguridad de Estados Unidos, no mejorando la seguridad. Y nuestra principal responsabilidad en Estados Unidos, la principal responsabilidad de este gobierno, es protegerlos de todo daño.
Pienso en eso todos los días, como también lo hacen muchos otros ciudadanos buenos y decentes de este país. La mejor manera de proteger este país es vencer al enemigo en el extranjero para que no tengamos que hacerle frente aquí dentro del país. (Aplausos.) Y por la paz y seguridad a largo plazo de este país, debemos promover una ideología que está en marcado contraste con la ideología de los asesinos. La mejor manera de proteger este territorio nacional es permanecer a la ofensiva, y mientras tanto, fomentar la propagación de la libertad como alternativa a la tiranía.
Y ésa es una labor difícil pero una labor necesaria. Fuimos a Afganistán, y lo hicimos para derrocar una tiranía malvada que había protegido a los terroristas que planearon los ataques del 11 de septiembre contra nuestro país. Nuestro mensaje fue, si le ofrecen un refugio, si le ofrecen comodidades al enemigo, son tan culpables como el enemigo. Y, entonces, de lado de nuestros aliados, capturamos o eliminamos a cientos de combatientes de al Qaida y el Talibán; cerramos sus campamentos de entrenamiento; ayudamos al pueblo de Afganistán a reemplazar el régimen del Talibán con un gobierno democrático. Y a nuestro país le conviene a largo plazo que ayudemos al pueblo de Afganistán a sobrevivir las amenazas y ataques de gente que quiere reestablecer la tiranía.
Y luego fuimos a Iraq. Y derrocamos al dictador que era una amenaza para Estados Unidos y el mundo. Y ahora estamos emprendiendo la difícil y peligrosa labor de ayudar al pueblo de Iraq a establecer una democracia que funcione y que pueda proteger a su propia gente y desempeñarse como un aliado en esta guerra mundial contra aquéllos que quieren hacerle daño a Estados Unidos.
En el 2005 -quiero que recuerden- en el 2005, el pueblo iraquí llevó a cabo tres elecciones nacionales. Ah, parece que pasó hace una década, ¿verdad? Sin embargo, en el transcurso de la historia, no ha pasado mucho tiempo desde que el pueblo iraquí fue a las urnas para expresar su voluntad sobre el futuro de su país, después de haber vivido bajo el dominio de un tirano brutal y asesino. Eligieron un gobierno de transición. Adoptaron la constitución más progresista, democrática del mundo árabe. Y luego eligieron a un gobierno conforme a esa constitución. A pesar de innumerables amenazas de parte de los asesinos, casi 12 millones de ciudadanos iraquíes acudieron a votar, en una demostración de esperanza y solidaridad que Estados Unidos nunca debe olvidar.
Un enemigo pensante observó todo esto. ¿Ven? Hay quienes no pueden tolerar la idea de que surja entre ellos una sociedad libre. Y este enemigo aumentó los ataques. Al Qaida es muy activa en Iraq. Y ellos y otros extremistas suníes atacaron uno de los lugares más sagrados entre los musulmanes chiítas, la Mezquita Dorada de Samarra. ¿Por qué lo hicieron? Lo hicieron para provocar represalias. Lo hicieron para hacer que la gente tome. tomara las armas. Y tuvieron éxito. Elementos chiítas radicales, algunos de los cuales recibieron el apoyo de Irán, aumentaron su respaldo a los escuadrones de la muerte, y luego la situación comenzó a empeorar.
Y, entonces, tuve que tomar una decisión. El otoño pasado, analicé los hechos, consulté con muchas personas en el Congreso y nuestros comandantes militares. Y mi decisión realmente se redujo a lo siguiente: ¿Retiramos nuestras tropas y permitimos que la violencia aumente fuera de control, permitimos que esta joven democracia fracase, o envío refuerzos para ayudar a los iraquíes a acabar con la violencia y proteger su capital? En otras palabras, ¿les damos un respiro para que encuentren el camino a la reconciliación y que esta joven democracia pueda sobrevivir?
Bueno, consideré las opciones, y los comandantes militares y yo llegamos a la conclusión de que las consecuencias de una retirada serían desastrosas para Estados Unidos de Norteamérica. Y permítanme decirles por qué. Si nos retirásemos de Bagdad antes de que haya más seguridad, antes de que el gobierno pueda proteger su propia capital, habría un vacío de seguridad. Y a ese vacío podrían entrar rápidamente extremistas suníes y chiítas, apoyados por fuerzas externas. La violencia se propagaría por el país, y con el tiempo, la violencia de estos extremistas envalentonados afectaría a toda la región. Los terroristas surgirían del caos. Vean, ellos se benefician cuando la situación es caótica. con nuevos refugios para reemplazar el que perdieron en Afganistán.
No tengo la menor duda de que su intención es tratar de volver a atacarnos, y necesitan los recursos y el refugio para hacerlo. Si abandonásemos a esta joven democracia al caos, estos extremistas se envalentonarían. Serían capaces de reclutar a más gente. Les daría nuevos recursos con los cuales confabular y planear. Creo que las consecuencias del fracaso en Iraq afectarían la seguridad de Estados Unidos de Norteamérica, y es por eso que tomé la decisión que tomé. (Aplausos.)
Y, entonces, en vez de retirarnos, reforzamos. las tropas dirigidas por un comandante capaz, el general David Petraeus. El gobierno de Iraq vio nuestro firme respaldo, y ahora está comenzando a poner en práctica un plan enérgico para proteger la capital del país. Y el plan aún se encuentra en las etapas iniciales. Me explico, el general Petraeus lleva apenas unos dos meses en el terreno. Sólo ha llegado la mitad de los refuerzos que necesita. Y dice que no será sino hasta comienzos de junio que todas las tropas dedicadas al operativo estarán en posición. En otras palabras, he enviado refuerzos a Bagdad con un nuevo comandante, con un plan para ayudar a los iraquíes a afianzar el plan, un plan que creemos que será exitoso. El general está allí desde hace aproximadamente dos meses. La mitad de las tropas que necesita han llegado.
Y miren, reconozco que tener éxito va a requerir un esfuerzo sostenido, decidido; lo sé. Y hay ciertas señales iniciales que son alentadoras. Por ejemplo, el líder de Iraq ha nombrado a un comandante que está trabajando estrechamente con nuestros generales. Los últimos de los nueve batallones de refuerzo de Iraq llegaron a la capital de Iraq. En otras palabras, dijeron, vamos a asignar tropas a este plan para proteger la capital, y están cumpliendo. Los iraquíes se están haciendo presentes. Los líderes de Iraq han suspendido las restricciones que alguna vez evitaron que las fuerzas iraquíes y estadounidenses fuesen a zonas como la ciudad de Sadr. Han estado leyendo sobre la ciudad de Sadr; bueno, mi opinión es, los asesinos son asesinos, y deben ser llevados ante la justicia. Y, entonces, se está suspendiendo toda restricción política que limite a nuestra gente. Los iraquíes están en la delantera, nosotros los estamos ayudando.
Ahora estamos estableciendo puntos de inspección en todo Bagdad. Cuando digo "estamos", se trata de los iraquíes, con la ayuda de los estadounidenses. Están resguardando más los perímetros alrededor de los mercados y zonas que han sido blanco de ataques espectaculares, todos dirigidos a debilitar la confianza del pueblo estadounidense y debilitar la confianza del pueblo iraquí. Tenemos puestos conjuntos de seguridad en toda la capital de Iraq. En el pasado, despejábamos una zona y nos íbamos a casa, y luego los insurgentes o asesinos volvían a entrar. Ahora tenemos la estrategia de despejar y retener -eso es lo que significa- y luego invertir dinero para ayudar a reconstruir Iraq. Por cierto, gran parte del dinero proviene de los iraquíes. Se ha emitido un presupuesto de reconstrucción de $10,000 millones. Eso es lo que esperamos. Un gobierno del pueblo y por el pueblo debe estar gastando el dinero del pueblo para ayudar a reconstruir su país.
Las tropas estadounidenses ahora están desplegadas las 24 horas del día en estos vecindarios, y ¿adivinen qué está pasando? Los iraquíes están comenzando a ganar confianza. El apoyo de los iraquíes se puede medir por las pistas que recibe nuestra gente. En otras palabras, la gente está diciendo, fulano de tal está allá; hay un escondite de armas allá. Y estamos usando las pistas para buscarlos enérgicamente. Hemos iniciado operativos exitosos contra extremistas chiítas. Hemos capturado a cientos de combatientes que están propagando la violencia sectaria. En otras palabras, vamos en pos de los asesinos. Vamos en pos. no decimos, este grupo religioso o el otro grupo religioso. Estamos diciendo, si están tratando de desestabilizar a esta joven democracia, los iraquíes, con la ayuda de la coalición, irán tras ustedes.
La semana pasada, capturamos a un líder extremista chiíta y sus asociados implicados en el secuestro y asesinato de cinco soldados estadounidenses en Karbala. El mes pasado, tropas estadounidense e iraquíes descubrieron más de 400 escondites de armas. A diario, realizamos decenas y decenas de operativos en todo el país, con las fuerzas iraquíes.
Vean, a fin de cuentas, los iraquíes tendrán que defenderse a sí mismos. A fin de cuentas, es su responsabilidad. Eso es lo que quieren los 12 millones de personas que votaron. Simplemente necesitamos darles tiempo para que puedan ganar confianza y la capacidad necesaria para proteger a su país.
Estamos destruyendo fábricas de bombas. Tan sólo la semana pasada, capturamos al líder de la red de bombas de al Qaida, responsable por algunos de los más terribles ataques en Bagdad. Es interesante; mencioné a al Qaida; al Qaida quiere que fracasemos en Iraq. Eso es lo que sus líderes han dicho claramente, y están dispuestos a matar a mujeres y niños inocentes para lograr sus objetivos.
Las misiones que describí son sólo los primeros operativos de lo que será un esfuerzo sostenido. Sin embargo, el pueblo de Iraq está comenzando a decir. ver cambios positivos. Deseo compartir con ustedes como dos bloggers iraquíes -tienen bloggers en Bagdad, tal como los tenemos aquí- (risas). "Las familias están regresando a ocupar las casas que habían abandonado, los mercados están más activos, las tiendas que habían estado cerradas durante mucho tiempo ahora están reabriendo. Ahora nos sentimos más seguros al trasladarnos por la ciudad. Nuestra gente quiere ver que este esfuerzo tenga éxito. Esperamos que los gobiernos en Bagdad y Estados Unidos no se den por vencidos".
Deseo leerles algo que dice el sargento mayor del Ejército Chris Nadeau. Este hombre se encuentra en su segundo periodo de servicio en Iraq. Dice, "No soy demócrata ni republicano. Soy soldado. Los hechos son los hechos. Las cosas están mejorando, estamos ganando fuerza".
Éstas son señales alentadoras, y eso es positivo. Sin embargo, en el momento preciso que la estrategia del general Petraeus está comenzando a mostrar indicios de éxito, los demócratas en la Cámara de Representantes han aprobado un proyecto de ley de emergencia para gastos de guerra que lo debilita a él y a los soldados bajo su mando. Este proyecto de ley perjudicará nuestro esfuerzo en Iraq de tres maneras. En primer lugar, el proyecto de ley de la Cámara de Representantes impone restricciones en nuestros comandantes en Iraq, como también condiciones rígidas y plazos arbitrarios en el gobierno de Iraq. Exige una retirada precipitada de las tropas estadounidenses, si no se cumple con cada una de estas condiciones para una fecha determinada. Incluso si se cumplen, el proyecto de ley requiere que la mayoría de las tropas estadounidenses se retiren de Iraq el 1º de marzo del próximo año, a más tardar, independientemente de las condiciones en el terreno.
No está claro cuál es el significado militar de esta fecha. Lo que está claro es que las consecuencias de imponer una fecha tan específica y al azar para la retirada serían desastrosas. Si el proyecto de ley de la Cámara de Representantes pasa a ser ley, nuestros enemigos en Iraq simplemente tendrán que marcar sus calendarios. Pasarán los próximos meses decidiendo cómo usar sus nuevos. confabulando sobre cómo usar sus nuevos refugios una vez que partamos. No tiene ningún sentido que los políticos en Washington, D.C. impongan cronogramas arbitrarios a nuestros comandantes militares en una guerra a 6,000 millas de distancia. (Aplausos.)
Deseo leerles lo que dice en la página editorial de un diario importante. y por cierto, esta página editorial, por lo general no dice maravillas de mí. (risas). "Imagínense si Dwight Eisenhower se hubiese visto forzado a cumplir con un plan de guerra del Congreso al programar el desembarque en Normandía. o si, en 1863, el Presidente Lincoln se hubiese visto forzado por el Congreso a concluir la Guerra Civil el año siguiente. Éste es el peor tipo de interferencia en estrategia militar por parte del Congreso". (Aplausos.)
En segundo lugar, el proyecto de ley de la Cámara de Representantes también menoscaba al gobierno de Iraq y contradice la afirmación de los demócratas de que simplemente quieren ayudar a los iraquíes a resolver sus propios problemas. Por ejemplo, el proyecto de ley de la Cámara de Representantes suspendería los fondos para las fuerzas de seguridad de Iraq si los líderes iraquíes no cumplen con los plazos arbitrarios.
Los demócratas deben decidirse. No pueden decir que los iraquíes deben hacer más, y luego retirar los fondos que los ayudarán a hacerlo. Iraq es una democracia joven. Está luchando por su supervivencia en una región que es vital para nuestra seguridad. La lección del 11 de septiembre no debe olvidarse. Interrumpir el apoyo a las fuerzas de seguridad pondría en peligro nuestra propia seguridad.
En tercer lugar, el proyecto de ley de la Cámara de Representantes añadiría gastos internos por miles de millones de dólares que no tienen relación alguna con la guerra. Por ejemplo, el proyecto de ley incluye $74 millones para el almacenaje de cacahuates, $25 millones para cultivadores de espinaca. Éstas posiblemente sean emergencias, posiblemente sean problemas, pero pueden abordarse de manera normal. No es necesario que se agreguen a un proyecto de ley que está financiando a nuestras tropas. Hay $6.4 millones para las cuentas de salarios y gastos de la Cámara de Representantes. No sé qué es eso. (risas). pero no está relacionado con la guerra ni la protección de Estados Unidos de Norteamérica. (Aplausos.)
Esta semana, el Senado está considerando una versión que no es mejor para nada. El proyecto de ley del Senado fija una fecha arbitraria para la retirada. También menoscaba la capacidad del gobierno de Iraq de asumir más responsabilidad en su propio país al reducir los fondos para la reconstrucción y el cumplimiento de la ley en Iraq. Y así como sus colegas en la Cámara de Representantes, los demócratas del Senado han cargado su proyecto de ley de gastos para grupos con intereses particulares.
El proyecto de ley incluye $40 millones de ayuda a árboles. ¿Saben? Todos esos asuntos posiblemente sean asuntos importantes. No es necesario meterlos en un proyecto de ley que es una propuesta de emergencia para los gastos de nuestras tropas. Hay $3.5 millones para visitantes al Capitolio, para que vean ellos mismos cómo funciona el Congreso. (Risas.) No estoy bromeando. (Risas.)
En resumidas cuentas: Los proyectos de ley de la Cámara de Representantes y el Senado tienen muchos gastos que favorecen intereses particulares, demasiadas condiciones para nuestros comandantes y un cronograma artificial para la retirada. (Aplausos.) Y he dicho muy claramente durante varias semanas: Si cualquiera de las dos versiones llega a mi escritorio, la vetaré. (Aplausos.) También está claro por la firme oposición en ambas cámaras que mi veto no será impugnado. Sin embargo, el Congreso continúa tratando de que se aprueben estas propuestas, y al hacerlo, transcurre el tiempo para nuestras tropas en el terreno. Los fondos para nuestros soldados en Iraq comenzarán a acabarse a mediados de abril. Los miembros del Congreso deben dejar de hacer declaraciones políticas y comenzar a proporcionar fondos vitales para nuestras tropas. Deben remitir ese proyecto de ley a mi despacho para que pueda promulgarlo.
Ahora, algunos de ellos creen que al demorar los fondos para nuestras tropas, pueden forzarme a aceptar restricciones para nuestros comandantes que en mi opinión harían más probables la retirada y derrota. Eso no sucederá. Si el Congreso no aprueba un proyecto de ley para financiar a nuestras tropas en el frente, el pueblo estadounidense sabrá a quiénes echarles la culpa. (Aplausos.) Nuestros soldados en Iraq merecen el pleno respaldo del Congreso y el pleno respaldo de esta nación. (Aplausos.)
Sé que cuando ven a alguien en uniforme, los alaban, y se los agradezco. También necesitamos alabar a esas familias militares, que son fuertes, que respaldan a su ser querido en esta importante lucha por defender a este país. Arriesgan la vida para luchar contra un enemigo brutal y decidido, un enemigo que no tiene respeto alguno por la vida humana.
Vimos esa brutalidad en un ataque reciente. Hace apenas dos semanas, terroristas en Bagdad pusieron a dos niños en la parte trasera de un auto lleno de explosivos y luego los usaron para lograr que se le diera paso al auto en un punto de inspección. Y una vez adentro, los terroristas huyeron del vehículo y detonaron el auto con los niños dentro. Hay quienes llaman a esto una guerra civil; otros lo llaman emergencia [sic]. Yo lo llamo maldad pura. Y esa maldad que usa a niños en un ataque terrorista en Iraq es la misma maldad que inspiró y se regocijó con los ataques del 11 de septiembre de 2001. Y esa maldad debe derrotarse en el extranjero, para que no tengamos que enfrentarla aquí nuevamente. (Aplausos.)
Si no podemos armarnos de determinación para vencer esta maldad en Iraq, Estados Unidos habrá perdido su norte moral en el mundo, y pondremos en peligro a nuestros ciudadanos, porque si partimos de Iraq antes de que se concluya la labor, el enemigo nos seguirá hasta acá. No será fácil prevalecer en Iraq. Cuatro años después del inicio de esta guerra, la naturaleza de la lucha ha cambiado, pero ésta es una lucha que se puede ganar. Podemos tener confianza en el resultado porque esta nación ha hecho este tipo de labor antes.
¿Saben? Tras la Segunda Guerra Mundial, después de que luchamos contra enemigos implacables, levantamos a las naciones vencidas de Japón y Alemania, y permanecimos con ellas mientras desarrollaban sus gobiernos representativos. Dedicamos muchos años y recursos a esta causa. Y el esfuerzo ha sido compensado una y otra vez con tres generaciones de amistad y paz. Después de la Guerra en Corea, si alguien hubiese previsto que Corea sería un importante socio comercial en el mundo o que Japón sería un importante socio comercial y tendría una economía dinámica, o que China se desarrollaría en mercado abierto y que el Lejano Oriente sería relativamente pacífico, a ese alguien lo habrían considerado un iluso. Pero debido a la presencia e influencia de Estados Unidos, el Lejano Oriente ha surgido como lo he descrito.
Hay mucho en juego en los esfuerzos que estamos realizando en Iraq. Es parte de una larga lucha ideológica contra los que propagan el odio y la desesperanza y la falta de oportunidades. Pero pienso que, con paciencia y determinación, triunfaremos. El esfuerzo que estamos realizando hoy afectará a la próxima generación de estadounidenses de nuestra sociedad.
¿Saben? Es importante que comprendan que el pueblo de Iraq quiere vivir en libertad y paz. Creo firmemente en el carácter universal de la libertad. Creo que la gente quiere ser libre y que si se le da la oportunidad, tomará los riesgos necesarios para ser libre. Y eso es lo que ha sucedido en Iraq. Vemos el anhelo de libertad en los soldados iraquíes que arriesgan la vida todos los días. Vemos ese anhelo en los comerciantes y líderes cívicos que se esfuerzan por reformar sus vecindarios. Vemos ese anhelo en las madres y los padres iraquíes que quieren para sus hijos lo mismo que nosotros queremos para nuestros hijos.
Si permanecemos al lado del pueblo de Iraq ahora y lo ayudamos a desarrollar su joven democracia al estilo iraquí, van a poder asumir la responsabilidad por su propia seguridad. Y cuando llegue el día, nuestros soldados podrán volver a casa y dejaremos atrás un país estable que puede servir de ejemplo para otros y ser un aliado en esta lucha mundial contra los que nos quieren hacer daño.
Es una labor difícil, pero necesaria. una labor que Estados Unidos ha hecho antes y una labor que ahora Estados Unidos llevará a cabo.
Que Dios los bendiga. (Aplausos.)
END 10:56 A.M. EDT