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Oficina del Secretario de Prensa
15 de mayo de 2006

Hoja Informativa: Resumen: Reforma Integral de Inmigración

Esta noche, el Presidente Bush habló de su visión para la reforma integral de inmigración. Los cinco objetivos claros de la reforma integral de inmigración son proteger nuestras fronteras, crear un programa de trabajadores temporales, facilitarles a los empleadores la verificación de los permisos de trabajo y continuar exigiéndoles que rindan cuentas de la situación legal de los trabajadores que contratan, enfrentar la realidad de los millones de inmigrantes ilegales que ya están aquí y honrar la gran tradición estadounidense del crisol de culturas.

  • El Presidente cree que Estados Unidos puede ser una sociedad acogedora y al mismo tiempo exigir el cumplimiento la ley. Vamos a solucionar el problema de la inmigración ilegal y vamos a crear un sistema de seguridad, orden y justicia.

1. Estados Unidos debe proteger sus fronteras

Proteger nuestras fronteras es la responsabilidad primordial de una nación soberana y un requisito urgente de nuestra seguridad nacional. Las propuestas del Presidente Bush para proteger mejor nuestras fronteras incluyen aumentar el número de agentes de la Patrulla Fronteriza, terminar con la práctica de “capturar y liberar” a lo largo de la frontera sur, eliminar los obstáculos burocráticos para la deportación de inmigrantes ilegales a su país de origen y enviar a miembros de la Guardia Nacional a la frontera en misión temporal para colaborar con la Patrulla Fronteriza durante la transición, mientras se asignan nuevos agentes de la Patrulla Fronteriza y se instala nueva tecnología.

Desde que el Presidente Bush inició su mandato, hemos aumentado en 66 por ciento los fondos para seguridad fronteriza y expandido la Patrulla Fronteriza de 9,000 a 12,000 agentes. En los últimos cinco años, hemos capturado y deportado a más de 6 millones de personas que entraban ilegalmente a Estados Unidos.

Para fines del 2008, habremos aumentado en 6,000 el número de oficiales de la Patrulla Fronteriza. Cuando se asignen a estos agentes nuevos, habremos aumentado en más del doble las dimensiones de la Patrulla Fronteriza durante la gestión del Presidente. 

Pusimos en marcha el Programa de Seguridad Fronteriza (Secure Border Initiative), el programa fronterizo de cumplimiento de la ley más avanzado tecnológicamente en la historia de Estados Unidos. Construiremos muros de alta tecnología en corredores urbanos y nuevos caminos de patrullaje y barreras en zonas rurales. Utilizaremos detectores de movimiento, cámaras infrarrojas y aeronaves no tripuladas para detectar y tomar medidas contra los cruces ilegales. 

Tardará un tiempo poner en marcha todo el plan para reforzar la seguridad fronteriza, por lo que el Presidente está anunciando varias medidas inmediatas para aumentar el resguardo de la frontera durante esta transición:

  • En coordinación con los gobernadores, se enviará hasta 6,000 miembros de la Guardia Nacional a la frontera sur. El Departamento de Seguridad Nacional y, específicamente, la Patrulla Fronteriza, permanecerán a cargo. La Guardia, que será asignada por turnos, asistirá a la Patrulla Fronteriza operando los sistemas de vigilancia, analizando datos de inteligencia, instalando muros y barreras de vehículos, construyendo caminos para el patrullaje y proporcionando entrenamiento. Las unidades de la Guardia no participarán directamente en las actividades policiales. Esa labor la realizará la Patrulla Fronteriza. 
    • Este compromiso inicial de los miembros de la Guardia duraría un año. Después de eso, el número de miembros de la Guardia Nacional se reducirá con la llegada de nuevos agentes de la Patrulla Fronteriza e instalación de nueva tecnología. Estos 6,000 miembros de la Guardia representan menos del 2 por ciento del total de la fuerza de la Guardia Nacional de más de 440,000. Tenemos suficientes miembros de la Guardia Nacional para asignar a nuestras fronteras, continuar respondiendo en caso de catástrofes naturales y ganar la guerra contra el terrorismo.

    • Estados Unidos no va a militarizar la frontera sur. México es nuestro vecino y amigo. Continuaremos colaborando para reforzar la seguridad en ambos lados de la frontera, enfrentar problemas comunes como el narcotráfico y la delincuencia, y reducir la inmigración ilegal.

 

  • Aumentaremos los fondos federales para las autoridades estatales y locales que ayudan a la Patrulla Fronteriza en misiones dirigidas para velar por el cumplimiento de la ley, y les daremos el entrenamiento especializado que necesitan para ayudar a la Patrulla Fronteriza y otros oficiales federales a capturar y detener a los inmigrantes ilegales. 

Nos esforzaremos por garantizar que cada inmigrante ilegal que capturemos cruzando nuestra frontera sur sea deportado al dejar de "capturar y liberar". Por muchos años, las instalaciones de detención del gobierno no tenían suficientes camas para detener a los inmigrantes ilegales durante el proceso legal. La mayoría de ellos eran liberados a la sociedad. Se les daba una fecha para que regresaran a comparecer ante un tribunal, pero no se presentaban el día dado.  

  • Para dejar de "capturar y liberar", continuaremos aumentando el número de camas en nuestras instalaciones de detención y acelerando el proceso de deportación, reduciendo así el tiempo promedio que tarda. Estamos dejándoles en claro a los gobiernos extranjeros que deben aceptar el retorno de sus ciudadanos que violan nuestras leyes de inmigración. Como resultado de estas medidas, hemos dejado de "capturar y liberar" a los inmigrantes ilegales de ciertos países. El Presidente le pedirá al Congreso fondos adicionales y poder legal para dejar permanentemente de "capturar y liberar" en la frontera sur. 

 2. Para proteger nuestra frontera, debemos crear un programa de trabajadores temporales

El Presidente Bush apoya un programa de trabajadores temporales que crearía una vía legal para que los trabajadores extranjeros entren a nuestro país de una manera ordenada, por un periodo de tiempo limitado. Este programa pondría en contacto a trabajadores extranjeros dispuestos a trabajar con empleadores estadounidenses dispuestos a emplearlos para que realicen trabajos que los estadounidenses no están haciendo. Se requeriría que todo trabajador que solicite participar en el programa se someta a una investigación de antecedentes penales, y los trabajadores temporales deben regresar a su país de origen al concluir su estadía autorizada.

  • Un programa de trabajadores temporales cubriría las necesidades de nuestra economía, aliviaría la carga de los gobiernos locales y estatales, y reforzaría nuestra seguridad. Un programa de trabajadores temporales les daría a los inmigrantes honrados una manera de mantener a su familia respetando la ley, reemplazaría a trabajadores ilegales con contribuyentes legales y nos permitiría saber con certeza quiénes están en nuestro país y por qué están aquí.

3. Necesitamos que los empleadores rindan cuentas por los trabajadores que contratan

Una reforma integral de inmigración debe incluir la creación de una nueva tarjeta de identificación para todos los trabajadores extranjeros legales, de modo que las empresas puedan verificar la situación legal de sus empleados. Esta tarjeta debe utilizar tecnología biométrica, como huellas digitales electrónicas, para evitar que se pueda falsificar. Esto dejaría a los empleadores sin excusa alguna para violar la ley y nos ayudaría a hacer que se cumpla. 

4. Debemos hacer algo con respecto a los millones de inmigrantes ilegales que ya están aquí

El Presidente Bush se opone a la amnistía. El Presidente Bush se opone a otorgar a los inmigrantes ilegales una vía automática a la ciudadanía porque sería injusto para aquéllos que están aquí legalmente, perjudicaría el imperio de la ley y fomentaría olas futuras de inmigración ilegal. El Presidente apoya aumentar el número anual de residencias que pueden llevar a la ciudadanía, pero por el bien de la justicia y seguridad, el Presidente  se opone firmemente a la amnistía.

El Presidente Bush cree que deportar a todos los inmigrantes ilegales no es sensato ni realista. Hay un sensato punto intermedio entre otorgar una vía automática para la ciudadanía para todos los inmigrantes ilegales y un programa de deportación masiva.

El Presidente Bush cree que los inmigrantes ilegales que quieren quedarse deben pagar una multa significativa por violar la ley, pagar sus impuestos, aprender inglés y trabajar en un puesto por varios años. El Presidente también cree que hay diferencias entre un inmigrante ilegal que cruzó la frontera recientemente y alguien que ha trabajado aquí por muchos años y tiene casa, familia y un pasado de otro modo limpio. Las personas que cumplen con nuestras condiciones deben tener la posibilidad de solicitar la ciudadanía, pero la aprobación no sería automática y tendrían que esperar en fila detrás de aquéllos que cumplieron con las reglas y con la ley.

5. Debemos honrar la gran tradición estadounidense del crisol de culturas

El éxito de nuestro país depende de que ayudemos a los recién llegados a asimilarse a nuestra sociedad y adoptar nuestra identidad común como estadounidenses. A los estadounidenses nos unen los ideales que compartimos, un aprecio por nuestra historia, respeto por la bandera que ondeamos y la habilidad para hablar y escribir el inglés. 

La Cámara de Representantes y el Senado deben aprobar una propuesta de reforma integral de la inmigración

Se debe tener en cuenta todos los elementos de este problema. La Cámara ha aprobado una propuesta inmigratoria. El Senado debe actuar para fines de este mes, de modo que la Cámara de Representantes y el Senado puedan resolver sus diferencias y enviarle al Presidente un proyecto de ley integral para su promulgación.

Estados Unidos debe llevar este debate en un tono razonable y respetuoso. Los sentimientos calan hondo en este asunto, y mientras logramos una solución, todos debemos tener en mente ciertas cosas. No podemos construir un país unido incitando la cólera de la gente o jugando con los temores de nadie o explotando el tema de la inmigración para sacar ventajas políticas. Siempre debemos recordar que nuestros debates y decisiones afectarán vidas reales, y que todo ser humano tiene dignidad y valor, sin importar lo que digan sus documentos de ciudadanía.