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For Immediate Release
Office of the Press Secretary
9 de febrero de 2006

Declaraciones Del Presidente Acerca De La Guerra Mundial Contra El Terrorismo
National Guard Building
Washington, D.C.

10:03 A.M. EST

EL PRESIDENTE: Gracias por la cálida bienvenida. Estoy encantado de estar aquí con los hombres y mujeres de la National Guard Association of the United States. Por 128 años, la National Guard Association ha luchado por los ciudadanos soldados que luchan por Estados Unidos. Les agradezco que presten sus servicios y agradezco que apoyen a aquéllos de quienes Estados Unidos depende en tiempos de crisis. Nuestra nación es más segura debido a que hay ciudadanos que están dispuestos a llevar el uniforme y defender nuestra libertad.

President George W. Bush addresses his remarks on the global war on terror Thursday, Feb. 9, 2006 to an audience at the National Guard Memorial Building in Washington.  White House photo by Paul Morse Lo primero que deseo decirles es que Estados Unidos está agradecido por el servicio que prestan nuestros guardias, y yo me siento orgulloso de ser su Comandante en Jefe. (Aplausos.)

Le agradezco al General de Brigada Bob Taylor por prestar sus servicios y por su presentación. Le agradezco al Congresista Jim Gibbons, que está hoy con nosotros, del gran estado de Nevada. Gracias por asistir, congresista; me enorgullece estar aquí. Gracias por respaldar a la Guardia.

Le agradezco al General de Brigada Steve Koper, presidente retirado de la National Guard Association of the United States. General, gracias por recibirme. Estoy orgulloso de estar aquí con el General de División Roger Lempke. Él es el presidente de la Adjutant General Association. Le agradezco a mi amigo, el Teniente General Danny James. Una de las cosas más interesantes de mi vida ha sido ser Comandante en Jefe dos veces; ahora y cuando era gobernador de Texas. Y Danny y yo trabajamos juntos por el bien de nuestro estado. Gracias por asistir, Danny; es un gusto ver que trajo a su bella esposa.

Quiero darle las gracias a Lewis King, suboficial mayor retirado. Ayudó a recaudar el dinero para esta caja y se lo agradezco muchísimo, Lewis, y a todos aquéllos que contribuyeron a ella. Quiero darle las gracias a Charles Parks, el escultor. Charles me captó antes de encanecer. (Risas.)

También quiero agradecerle a Lanny McNeely por acompañarnos hoy. Está a cargo del Ala 147 de la Guardia en Ellington, donde yo estuve en el servicio. Y agradezco que haya venido, Coronel; gracias por estar aquí; gracias por recibirme al llegar en el Air Force One allá en Ellington.preguntando por el bienestar de mi madre y padre regularmente. También quiero agradecerle a Chuck Rodríguez, que es el General Adjunto de Texas. Cuando se es tejano, siempre se les debe prestar atención a los demás tejanos.

Y gracias a todos por invitarme. Deseo compartir con ustedes algunas ideas sobre la guerra contra el terrorismo. Antes de hacerlo, deseo recordarle a nuestro país que la guardia ha estado luchando por Estados Unidos desde antes de que Estados Unidos fuese un país. Desde la "Primera Reunión" en 1636 hasta la guerra mundial contra el terrorismo de la actualidad, los estadounidenses han contado con la Guardia para proteger nuestro territorio y defender nuestra forma de vida. La función de la Guardia en nuestros servicios militares es única. Es la única parte de las Fuerzas Armadas que está al servicio de tanto estados como la nación. Y el año pasado, los estadounidenses han sido testigos de la valentía de nuestros guardias dentro del país y en el extranjero.

President George W. Bush addresses his remarks on the global war on terror Thursday, Feb. 9, 2006 to an audience at the National Guard Memorial Building in Washington.  White House photo by Paul Morse Cuando el huracán Katrina azotó la costa del golfo el año pasado, más de 40,000 guardias se apresuraron a la zona impactada; fue el mayor despliegue de la historia de la Guardia Nacional. Realizaron operaciones de búsqueda y rescate, distribuyeron alimentos y agua, proporcionaron atención médica de emergencia, protegieron a comunidades de la delincuencia y trabajaron a toda hora para reparar casas y reestablecer el suministro eléctrico. Unidades de la guardia de todos los 50 estados, tres territorios de Estados Unidos y el Distrito de Columbia prestaron ayuda. y juntas, salvaron vidas y ayudaron a evacuar a más de 175,000 personas varadas por la tormenta.

Cuando la Guardia Nacional de Pensilvania acudió a reparar el techo de una señora de Luisiana les dijo lo siguiente a los soldados: "Han venido desde muy lejos para ayudarnos. Estamos realmente agradecidos y, ustedes, muchachos, les digo que se van a ir al cielo". (Risas.) Cuando sucede una tragedia, los estadounidenses saben que pueden contar con los hombres y mujeres de la Guardia Nacional.

Al proteger a sus vecinos de las catástrofes naturales, también están protegiendo al pueblo estadounidense de los peligros terroristas. Desde el 11 de septiembre de 2001, más de 260,000 miembros de la Guardia Nacional han sido movilizados por diversas misiones en la guerra contra el terrorismo. En este momento, los guardias están capacitando al Ejército Nacional de Afganistán, vigilando a los terroristas más peligrosos del mundo en la bahía de Guantánamo, Cuba y llevando la lucha donde el enemigo en Iraq. En todo el mundo y en todos los frentes, los hombres y mujeres de la Guardia se desempeñan con valentía y determinación. y nos están llevando a la victoria en la guerra mundial contra el terrorismo.

Su servicio es vital para la seguridad del país y la paz del mundo. y ese servicio no sería posible sin el respaldo de las familias de la Guardia. Sus seres queridos extrañan a su esposo o esposa o hijo e hija; se preocupan cuando nuestros guardias son movilizados en el extranjero. Al respaldar a nuestros guardias, las familias de la Guardia se ponen también al servicio de la nación, y Estados Unidos agradece su servicio. Nuestra nación también depende de la dedicación de los empleadores de los guardias. En oficinas y escuelas y fábricas en todo Estados Unidos, las organizaciones se las arreglan sin el talento de personas sumamente buenas que han sido llamadas a proteger a nuestra nación. Las empresas que están poniendo el patriotismo por encima de las utilidades merecen la gratitud de todos los estadounidenses.

Cada uno de los guardias se ha ofrecido a defender a nuestro país y nuestro país les debe algo a cambio. Hemos tomado una serie de medidas para mejorar el proceso de movilización, para que sea más respetuoso de los guardias y sus familias. En la mayoría de los casos, ahora les estamos notificando con por lo menos 30 días de anticipación antes de la movilización, para que ustedes y sus familias tengan tiempo para hacer arreglos. Nos esforzamos por darles la mayor certeza posible sobre la duración de las movilizaciones, para que puedan saber cuándo podrán reanudar su vida civil. Nos esforzamos por minimizar el número de prorrogaciones y movilizaciones repetidas. Nos esforzamos por garantizar que ustedes y sus familias sean tratados con la dignidad que merecen.

También estamos dando pasos para mejorar la calidad de vida. Hemos ampliado las prestaciones de atención médica para el personal de la Guardia y la Reserva, y sus familias, al darles más acceso al sistema militar TRICARE. También estamos aumentando el acceso a la educación para los ciudadanos soldados de Estados Unidos. Tuve el orgullo de promulgar una ley que otorgaba a nuestro personal de la Guardia y Reserva entre 40 y 80 por ciento de las prestaciones de educación disponibles al personal de servicio activo, según la duración de su movilización en la guerra contra el terrorismo. También hemos triplicado la cantidad que se puede pagar por volver a enlistarse en la Guardia Nacional o Reserva. El mes pasado, promulgué una nueva bonificación por retención para los miembros de la Guardia y la Reserva con aptitudes esenciales para esta guerra contra el terrorismo. Nuestros guardias y reservistas están defendiendo a Estados Unidos y deben saber que este gobierno respalda sus esfuerzos.

Trabajamos por darles las herramientas y recursos que necesitan para prevalecer en la guerra contra el terrorismo. y también realizar misiones estatales y de seguridad nacional. Nuestro presupuesto de 2007 que le acabo de presentar al Congreso aumenta en $28,500 millones los fondos para nuestros hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas. Eso incluye fondos vitales para ayudar a la Guardia Nacional a cumplir con sus responsabilidades durante esta guerra.

La Guardia Nacional del Ejército actualmente cuenta con aproximadamente 330,000 soldados. y mi presupuesto para 2007 asigna ese nivel de fondos a la Guardia. En la medida que la Guardia reclute por encima de ese nivel, nos aseguraremos de que haya fondos listos para cada ciudadano que se ofrezca a llevar el uniforme. (Aplausos.) Y para garantizar que el Ejército y nuestra Guardia Nacional de Aviación estén preparados para cualquier desafío, mi presupuesto aumentó los fondos a más del doble para equipos y modernización durante los próximos cinco años. (Aplausos.) Cada vez que haya gente arriesgando la vida, merece lo mejor: la mejor paga posible, la mejor capacitación posible y el mejor equipo posible. Es algo a lo que este gobierno se ha comprometido desde que soy Comandante en Jefe, y es un compromiso que cumpliremos. (Aplausos.)

Seguimos siendo una nación en guerra. Como saben, desearía poderles reportar algo diferente. Pero mi labor como Presidente de Estados Unidos es mantener al pueblo estadounidense plenamente informado del mundo en que vivimos. En meses recientes, he hablado extensamente sobre nuestra estrategia para la victoria en Iraq. Hoy, los pondré al día sobre los logros que estamos alcanzando en la guerra más extensa contra el terrorismo: las acciones de nuestra coalición mundial para desbaratar las redes terroristas en todo el mundo, las conspiraciones que hemos interrumpido que han salvado vidas de estadounidenses y cómo el resurgimiento de la libertad está llevando a millones a rechazar la ideología oscura de los terroristas. y sentando las bases de la paz para las generaciones futuras.

El 11 de septiembre de 2001, nuestra nación se dio cuenta de que los extensos océanos y las grandes distancias ya no nos podían mantener seguros. Tomé una decisión ese día: que Estados Unidos no esperará a ser atacado nuevamente. (Aplausos.) Y desde ese día, hemos tomado la acción decisiva de proteger a nuestros ciudadanos contra nuevos peligros. Estamos persiguiendo a los terroristas usando cada elemento de nuestro poder nacional: servicios de inteligencia, militares, legales, diplomáticos y financieros. Estamos esclareciendo la opción que enfrenta cada nación: en esta lucha entre la libertad y el terrorismo, toda nación tiene responsabilidades.y nadie puede permanecer neutral.

Desde el 11 de septiembre, hemos dirigido a una extensa coalición para hacerle frente a la amenaza terrorista. Cuatro semanas después de los atentados, Estados Unidos y nuestros aliados iniciaron operaciones militares para eliminar el santuario principal de los terroristas en la nación de Afganistán. Le dije al mundo que si alguien protege a un terrorista, es igualmente culpable que los terroristas. Y cuando un Presidente estadounidense dice algo, más vale que lo diga en serio. Yo lo dije en serio. (Aplausos.)

Derrocamos a un régimen cruel que oprimía a su pueblo, trataba brutalmente a las mujeres y niñas, y protegía a los terroristas que atacaron a Estados Unidos. Debido a que actuamos, los campamentos de terroristas en Afganistán han sido clausurados. y 25 millones de personas conocieron la libertad, muchas por primera vez en sus vidas. Afganistán ahora tiene a un Presidente elegido democráticamente, una nueva asamblea nacional y el inicio de una economía de mercado. Las mujeres están trabajando y abriendo sus propias empresas, niños y niñas han regresado a la escuela. El pueblo afgano está construyendo las instituciones de una democracia perdurable y las bases de un futuro prometedor para sus hijos y nietos.

Afganistán aún enfrenta serios desafíos, desde el narcotráfico ilícito hasta la continuación de la violencia por parte de al Qaida y los restos del régimen talibán. La comunidad internacional está colaborando para ayudar a que la democracia incipiente de Afganistán tenga éxito. A principios de este mes, el Primer Ministro Tony Blair invitó a más de 40 naciones y nueve organismos internacionales a una conferencia en Londres, donde prometieron $10,500 millones en ayuda a Afganistán. (Aplausos.) Con la ayuda de 35 naciones, la OTAN está dirigiendo las Fuerzas Internacionales de Asistencia en la Seguridad en Afganistán.

Estados Unidos, Gran Bretaña, Noruega, Alemania, Italia, España, Lituania, Canadá, Holanda y Nueva Zelanda, todos, están dirigiendo equipos de reconstrucción de provincias. Estos equipos están ayudando al gobierno afgano a extender su poder y encargarse de la seguridad en provincias en todo el país. Nuestra coalición ha capacitado a casi 27,000 soldados afganos y a más de 56,000 policías afganos. para que puedan llevar la lucha donde los terroristas y, a fin de cuentas, proteger a sus propios ciudadanos. Las fuerzas afganas están arriesgando la vida para luchar contra nuestro enemigo común. y las fuerzas de la coalición están orgullosas trabajar junto a aliados tan valientes y audaces y decididos.

Nuestra coalición también está trabajando para eliminar y destruir redes terroristas en todo el mundo. Más de 90 naciones -casi la mitad del mundo- ahora cooperan en una campaña mundial para interrumpir los fondos de los terroristas, perseguir a los agentes terroristas y llevar a los líderes terroristas ante la justicia.

Hay quienes dijeron que una estrategia enérgica de llevar la guerra donde los terroristas nos costaría el respaldo internacional, haría que ciertos países se retiraran de nuestra coalición. Sucedió lo opuesto. Ahora, más gobiernos cooperan en la lucha contra el terrorismo. Y en uno de los sucesos más significativos de esta guerra, muchas naciones que alguna vez se hicieron de la vista gorda con respecto al terrorismo, ahora ayudan a dirigir la lucha contra él.

Hace poco más de cuatro años, Pakistán era uno de sólo tres países del mundo que reconocían al régimen talibán en Afganistán. Ahora, las fuerzas de Pakistán arriesgan la vida en la persecución de al Qaida; el Presidente Musharraf ha sido objeto de varios atentados desde su valiente decisión de unirse a la guerra contra el terrorismo. Antes del 11 de septiembre, los partidarios terroristas operaban con bastante facilidad en Arabia Saudita, donde los encargados de recaudar fondos y colaboradores proporcionaban dinero y apoyo logístico a al Qaida. Desde los atentados en Riyadh en mayo de 2003, el gobierno saudita ha reconocido que es un blanco importante de los terroristas. Y en los últimos dos años y medio, las fuerzas sauditas han matado o capturado a casi todos los terroristas más buscados, han reducido el flujo de dinero a grupos terroristas y ha arrestado a cientos de combatientes radicales camino a Iraq.

Estos gobiernos están dando pasos importantes para hacerle frente al terrorismo y, al hacerlo, continuaremos alentándolos a que tomen el camino de la reforma política. Al respetar los derechos y decisiones de sus propios pueblos, estas naciones pueden marginar a los extremistas, mejorar sus sociedades y eliminar las condiciones que alimentan el radicalismo.

Éstos y otros gobiernos en todo el mundo se están ofreciendo a luchar contra los terroristas porque saben que la vida de sus ciudadanos está en juego. El Presidente Musharraf dijo algo interesante: "El terrorismo amenaza con desestabilizar todas las sociedades modernas. No puede excusarse por ningún motivo ni causa. El pueblo de Pakistán ha sufrido por el terrorismo [y] nosotros estamos haciendo nuestra aporte a la lucha contra el terrorismo". El Presidente Musharraf está en lo correcto. En la guerra contra el terrorismo, no existe una paz separada. y ninguna nación puede permanecer al margen.

Al permanecer unidos, Estados Unidos y nuestros aliados están asestándole un verdadero golpe al enemigo. Desde el 11 de septiembre de 2001, nuestra coalición ha capturado o matado a directores y agentes de al Qaida en más de dos decenas de países. Eso incluye a muchos de los comandantes de operaciones de al Qaida, los líderes de alto rango responsables por la planificación diaria de las actividades terroristas en todo el mundo. En noviembre de 2001, las fuerzas de nuestra coalición eliminaron a Mohammed Atif con un ataque aéreo en Afganistán. En marzo de 2003, su reemplazo -Khalid Shaykh Mohammad- fue capturado en Pakistán. En mayo de 2005, quien asumió el mando, un terrorista llamado al-Libi, fue capturado en el sur de Asia.

Los terroristas viven bajo presión constante. y esto contribuye a nuestra seguridad. Cuando los terroristas dedican su tiempo a trabajar para evitar la muerte o captura, es más difícil para ellos planear y realizar nuevos ataques contra nuestro país. Al atacar a los terroristas donde viven, estamos protegiendo el territorio nacional de Estados Unidos. (Aplausos.)

Desde el 11 de septiembre, Estados Unidos y nuestros aliados de la coalición han puesto fin a varias conspiraciones terroristas serias por al Qaida, entre ellas, conspiraciones para atacar blancos dentro de Estados Unidos. Permítanme darles un ejemplo. En las semanas posteriores al 11 de septiembre, mientras los estadounidenses aún estaban recuperándose de un ataque sin precedente contra nuestro territorio nacional, al Qaida ya estaba ocupada planeando su siguiente ataque. Ahora sabemos que en octubre de 2001, Khalid Shaykh Muhammad, el cerebro detrás de los ataques del 11 de septiembre, ya había activado un plan para hacer que agentes terroristas secuestrasen un avión, usando bombas en zapatos para tumbar la puerta de la cabina del piloto y estrellar el avión contra el edificio más alto en la costa oeste del país. Creemos que el blanco planeado era la Liberty [sic] Tower en Los Ángeles, California.*

En vez de usar secuestradores árabes como se había hecho el 11 de septiembre, Khalid Shaykh Muhammad buscó jóvenes del sudeste de Asia, quienes creía que no despertarían sospechas. Para ayudar a llevar a cabo su plan, reclutó a un terrorista llamado Hambali, uno de los líderes de un grupo en el sudeste de Asia afiliado a al Qaida llamado "J-I". Los terroristas de JI fueron responsables por una serie de ataques devastadores en el sudeste de Asia, y miembros del grupo se habían entrenado con al Qaida. Hambali reclutó a varios agentes importantes que habían estado entrenándose en Afganistán. Una vez reclutados los agentes, se reunieron con Osama bin Laden e iniciaron preparaciones para el atentado en la costa oeste.

Su plan fue desbaratado a comienzos de 2002 cuando una nación del sudeste de Asia arrestó a un agente clave de al Qaida. Interrogatorios y otras operaciones de inteligencia subsiguientes dejaron en claro el blanco planeado y la manera en que al Qaida esperaba ejecutarlo. Estos datos esenciales de inteligencia ayudaron a otros aliados a capturar cabecillas y otros agentes conocidos que habían sido reclutados para esta conspiración. Se frustró el plan contra la costa oeste. Nuestros esfuerzos no concluyeron allí. En el verano de 2003, nuestros aliados en el sudeste de Asia realizaron otra búsqueda exitosa que resultó en la captura del terrorista Hambali.

Como lo demuestra el plan de la costa oeste, en la guerra contra el terrorismo enfrentamos a un enemigo implacable y decidido que opera en muchas naciones. por lo que proteger a nuestros ciudadanos también requiere una cooperación sin precedente de muchas naciones. Fueron necesarios los esfuerzos combinados de varios países para interrumpir esta conspiración. Al trabajar juntos, sacamos a terroristas peligrosos de las calles; al trabajar juntos evitamos un ataque catastrófico contra nuestro territorio nacional.

En todo el mundo, nuestra coalición persigue al enemigo con determinación incesante. Y debido a estos esfuerzos, los terroristas están más débiles y fraccionados. sin embargo, siguen siendo letales. No podemos permitir que el hecho que Estados Unidos no haya sido atacado en cuatro años y medio desde el 11 de septiembre de 2001 nos dé la falsa sensación que las amenazas contra nuestra nación han desaparecido. No es el caso. Apenas el mes pasado, oímos a Osama bin Laden declarar su intención de atacar a Estados Unidos nuevamente. Nuestros profesionales militares, de la ley, de seguridad nacional y de inteligencia toman las amenazas muy en serio. y trabajan día y noche para protegernos. Estamos más seguros debido a sus esfuerzos. pero aún no estamos a salvo. Estados Unidos sigue en peligro. por lo que debemos permanecer alerta. Permaneceremos a la ofensiva, perseguiremos y capturaremos a los terroristas, y nunca descansaremos hasta que esta amenaza contra el pueblo estadounidense sea eliminada. (Aplausos.)

Continuaremos llevando la lucha donde el enemigo. Sin embargo, también debemos reconocer que, a largo plazo, la victoria requerirá más que sólo medios militares. A fin de cuentas, la única manera de vencer a los terroristas es vencer su visión tenebrosa de odio y temor, propagando la esperanza de la libertad en las regiones del mundo aquejadas de problemas. Los terroristas tienen una ideología; comparten una visión de odio que rechaza la tolerancia y aplasta la disensión; un mundo donde las mujeres son oprimidas y los niños son adoctrinados, y aquéllos que rechazan su ideología de violencia y extremistas son amenazados y, a menudo, asesinados.

Los terroristas tienen propósitos. se proponen imponer su ideología desalmada de control totalitario en todo el Oriente Medio y armarse con armas de asesinato masivo. Su objetivo declarado es derrocar a los gobiernos moderados, tomar el control de países y usarlos como refugios para lanzar ataques contra Estados Unidos. Cuando un enemigo declara un objetivo y una estrategia y tácticas, debemos tomar sus palabras en serio.

Para lograr sus propósitos, los terroristas necesitan el apoyo popular. Lo sabemos de boca de los propios terroristas. En una carta a su jefe de operaciones en Iraq, el terrorista Zawahiri escribió que el apoyo popular es, "un factor decisivo entre la victoria y la derrota. Si falta este apoyo popular... el movimiento será derrotado desde adentro". Añadió, "... Por lo tanto, nuestros planes deben tratar de involucrar a las masas musulmanas en la batalla".

Entonces, un aspecto clave de la estrategia de los terroristas es alimentar el resentimiento del público al convencer a la gente en todo el mundo musulmán que el futuro ofrece solamente dos opciones: Una, el islamismo, la santidad y la virtud, y otra, la decadencia, inmoralidad y el imperialismo occidental. Aprovechan cada oportunidad para promover esta opción falsa. A veces diseminan mentiras obvias sobre Estados Unidos. Otras veces, son los errores estadounidenses -como los abusos de Abu Ghraib- los que les dan argumentos en su campaña para fomentar opiniones contra Occidente y unir a los musulmanes para que apoyen su oscura ideología.

El problema de los terroristas es que no pueden esconder lo inhumano de su ideología. Como carecen de un ejército fuerte para desafiarnos directamente, han recurrido al arma del terror. Buscan quebrantar nuestra voluntad con desconcertantes actos de violencia. No entienden a Estados Unidos. No pueden hacer mella en nuestra voluntad. Seguiremos teniéndolos en la mira, nunca nos rendiremos y ganaremos esta guerra contra el terrorismo. (Aplausos.)

En la campaña de violencia y destrucción de los terroristas, la mayoría de sus víctimas, desde el 11 de septiembre, han sido musulmanes inocentes. Cuando la gente en el mundo árabe ve a al Qaida asesinando niños iraquíes o matando con bombas a los asistentes a un entierro en una mezquita iraquí, su indignación aumenta. Y a medida que los terroristas esparcen la violencia a lugares como Riyadh y Estambul y Sharm-el-Sheikh y Yakarta y Bali, la gente de esos países se está poniendo en contra de los terroristas

Después de que los terroristas pusieron una bomba en una boda de palestinos en un hotel de Amán en noviembre pasado, miles de jordanos salieron a las calles y protestaron contra al Qaida. Un manifestante llevaba un cartel que decía "El 11 de septiembre de Jordania". Otros coreaban "Esto no es islámico, ¡esto es terrorismo!" La indignación incluso llegó al pueblo jordano de Zarqa, el lugar de nacimiento del terrorista Zarqawi, cabeza de al Qaida en Iraq, que concibió el plan del ataque jordano. Un primo suyo parado fuera de la casa de la familia del líder de al Qaida dijo esto: "Ahora lo odiamos más de lo que lo odian los demás". Zarqawi fue incluso expulsado por los miembros de su propia tribu, cientos de los cuales escribieron una carta a un diario jordano diciendo: "repudiamos sus acciones, pronunciamientos o lo que sea que él apoye. Lo rechazamos hasta el día del juicio final".

Antes de las bombas, la mayoría de los jordanos decían simpatizar con al Qaida. Hoy, sólo una minoría simpatiza con al Qaida y la mayoría de los jordanos dice que sus actividades no se ajustan a las enseñanzas del islamismo. Cambios similares en la opinión pública han comenzado a aparecer en otras partes del mundo musulmán. Desde Pakistán a Indonesia, a la antigua base de al Qaida, Afganistán, hoy más gente dice oponerse a los terroristas y sus tácticas.

Hay señales positivas. pero todavía tenemos un largo camino por recorrer. Entonces continuaremos oponiéndonos a la ideología terrorista ofreciendo una alternativa esperanzadora de libertad política y cambio pacífico. Estamos trabajando para llevar la esperanza de libertad por todo el Oriente Medio, porque hemos aprendido las lecciones de la historia: las naciones libres no hacen guerras de agresión, no protegen a los terroristas que atacan a otras democracias. Las naciones libres son naciones pacíficas. Y cuando la democracia se fortalece, las naciones reemplazan el resentimiento con esperanza, respetan los derechos de sus ciudadanos y sus vecinos, y se unen a la lucha contra el terror. Cada paso hacia la libertad en el mundo hace que este país esté más seguro. así que Estados Unidos está actuando con decisión por la causa de la libertad en varios lugares del mundo.

Estamos apoyando al valeroso pueblo de Iraq a medida que arriesgan la vida para construir una democracia más sólida en el corazón del Oriente Medio. Y su valentía está cambiando a su país, está cambiando a la región y está cambiando al mundo. Antes de las elecciones de enero de 2005, los terroristas amenazaron de muerte a quienes votaran. El pueblo iraqu desafió esas amenazas y fue a las urnas en esa elección y otras dos elecciones el año pasado, cada vez con más y más amplia participación que la elección anterior. Los iraquíes están rechazando el terror, están rechazando la violencia y quieren reemplazar el terrorismo y la violencia con apertura y democracia. Han tomado una decisión, y el mundo vio lo que decidieron. Le están demostrando al mundo que la ideología terrorista no puede competir en igualdad de condiciones con la ideología de la libertad.

Los iraquíes todavía enfrentan desafíos y son serios. Los terroristas y sadamistas continúan sembrando violencia y terror, y continuarán luchando contra el progreso de la libertad con toda la determinación que su odio puede engendrar. Los iraquíes todavía tienen que superar tensiones religiosas y étnicas que existen desde hace muchos años, y deben construir las instituciones de una sociedad libre que trabajen por el bien de todos, no por estrechos intereses religiosos o políticos. Estos desafíos que deben enfrentar son complejos y difíciles, sin embargo, los iraquíes están decididos a superarlos. y nuestra coalición está resuelta a ayudar a que el pueblo iraquí tenga éxito.

Estamos desarrollando una estrategia clara para la victoria en Iraq. Primero, estamos ayudando a que los iraquíes construyan un gobierno inclusivo, para que los antiguos resentimientos vayan disipándose y se margine la insurgencia. Segundo, estamos continuando nuestros esfuerzos de reconstrucción y ayudando a los iraquíes a crear una economía moderna, para que todos los ciudadanos de Iraq puedan experimentar los beneficios de la libertad. Y tercero, estamos atacando focos terroristas, persiguiendo a los terroristas y, al mismo tiempo, estamos entrenando a las fuerzas iraquíes, las cuales son cada vez más capaces de derrotar al enemigo. Las fuerzas iraquíes demuestran valentía todos los días. Estamos orgullosos de ser sus aliados en la causa de la libertad. A medida que los iraquíes avancen, Estados Unidos y nuestra coalición les cederá terreno.

Muchos de ustedes están preocupados sobre el número de tropas en Iraq. Esas decisiones se tomarán con base en las condiciones del terreno, con base en las recomendaciones de nuestros comandantes militares -no con base en la política en Washington D.C. (Aplausos.)

La valentía de los iraquíes inspira a otros en la región del Oriente Medio a reclamar su libertad también. El mensaje que va desde Damasco hasta Teherán es que el futuro del Oriente Medio está ligado a la libertad. A medida que la libertad se extienda en esta región vital y la libertad produzca oportunidades y esperanza para aquéllos que no las tenían, la tentación terrorista empezará a decaer. Y a medida que más naciones reclamen su libertad, ganaremos nuevos aliados en la guerra contra el terrorismo y nuevos socios en la batalla por la paz y la moderación en el mundo musulmán.

Antes de que llegue ese día, habrá otros más que nos pondrán a prueba. Los terroristas siguen siendo decididos y brutales. y todavía tienen algunos recursos a su disposición. Los ataques en Londres y Madrid y otras ciudades son tristes recordatorios de cuán letal sigue siendo al Qaida. El dinero continúa fluyendo a mezquitas y madrazas radicales, las cuales todavía producen nuevos reclutas para el terrorismo. Algunos países, como Siria e Irán todavía son santuarios para los terroristas y les proporcionan apoyo. Y los terroristas son sofisticados en la difusión de propaganda y usan ataques espectaculares para dominar las noticias vespertinas.

Sin embargo, desde la perspectiva de un terrorista sentado en una cueva, el futuro se ve cada vez peor. Consideren cómo ve el mundo la guerra contra el terrorismo que se inició hace cuatro años y medio. Los terroristas han perdido su base en Afganistán y ya no tienen el control de un país donde pueden entrenar reclutas y planear nuevos ataques; muchos de sus líderes están muertos o en prisión, y el resto ha sido reducido a usar mensajeros para comunicarse; se les están acabando los fondos y se han visto obligados a suplicar que los terroristas en Iraq les envíen dinero; los países que antes les dejaban terreno libre, ahora los persiguen.

Los esfuerzos para dividir a Occidente han fallado totalmente y la gran mayoría de los gobiernos del mundo se mantienen firmes y trabajan juntos en la lucha contra esos terroristas. Los iraquíes están formando un gobierno de unidad, en lugar de caer en la desunión, en lugar de entrar en una guerra civil que los terroristas esperaban desatar. Los sunitas iraquíes se han unido al proceso político. El éxito de la democracia en Iraq y Afganistán está inspirando llamados al cambio por toda la región. Y la estrategia terrorista de atacar a musulmanes inocentes está empezando a afectarlos negativamente y a mostrar lo que son: asesinos sin ningún respeto por la vida y la dignidad humana.

A pesar de la violencia y el sufrimiento que generan los terroristas, estamos ganando la guerra contra el terrorismo. Sin embargo, la victoria requerirá más valentía y sacrificio. En esta guerra hemos perdido algunos hombres y mujeres muy buenos, entre ellos más de 360 héroes de la Guardia Nacional. Tenemos a sus seres queridos en nuestro corazón y tratamos de darles ánimo con nuestras oraciones. Estos valerosos estadounidenses dieron la vida por una causa justa y necesaria para la seguridad de nuestro país. Y su sacrificio está salvando millones de vidas de la tiranía y el dolor.

Y ahora, honraremos su sacrificio completando la misión. Y en este largo trayecto, podemos estar seguros del resultado de esta lucha. porque ya hemos visto el poder de la libertad para derrotar a la tiranía y el terrorismo. Y porque tenemos de nuestro lado a la mayor fuerza por la libertad en la historia del mundo: los hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos. (Aplausos.)

Uno de los fuertes de nuestros militares es que son un ejército formado totalmente de voluntarios y una fuerza totalmente voluntaria. Y desde los ataques del 11 de septiembre de 2001, casi 1.5 millones de estadounidenses se han ofrecido para vestir el uniforme de nuestra nación, incluidos casi 290,000 que se han enlistado en la Guardia Nacional. Casi 1.3 millones más de soldados estadounidenses han tomado la valiente decisión de volver a enlistarse y quedarse en el combate, incluidos más de 350,000 miembros de la Guardia Nacional.

Estos valientes estadounidenses vieron el futuro que los terroristas querían para nosotros y dijeron: "No durante mi guardia". (Aplausos.) A cuatro años y medio de iniciado el combate, las Fuerzas Armadas de Estados Unidos tienen experiencia, y están decididas y listas para cualquier desafío. y nuestra nación tiene la bendición de tener tan valerosos defensores. Todos ustedes honran el uniforme, hacen que nuestro país se sienta orgulloso y traen seguridad al pueblo estadounidense. Estados Unidos siempre les estará agradecido por sus servicios a la causa de la libertad.

Gracias por permitirme venir hoy. Que Dios los bendiga a ustedes y a sus familias, y que Dios continúe bendiciendo a nuestro país. (Aplausos.)

END 10:41 A.M. EST

*Se cree que el blanco era la *Library* Tower en Los Ángeles, California.