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Office of the Press Secretary
15 de octubre de 2005

Discurso Radial Del Presidente a La Nación

Buenos Días. Este fin de semana es un momento trascendental en la historia del Medio Oriente. Luego de escoger sus líderes en elecciones libres en enero, el pueblo iraquí ha ido a las urnas para votar sobre una constitución democrática. Esta constitución es el resultado de meses de debate y acuerdos por representantes de las distintas comunidades étnicas y religiosas de Irak. Estos líderes se juntaron para elaborar un documento que protege las libertades fundamentales y sienta las bases para una democracia duradera. A principios de esta semana, el pueblo iraquí aceptó cambios al texto, lo cual ha llevado a su aprobación por algunos líderes Sunni, así como líderes kurdos y Shia. Ahora el pueblo de Irak tendrá la última palabra.

Al depositar sus votos, el pueblo de Irak da un golpe severo a los terroristas, y mandan un mensaje claro al mundo: los iraquíes decidirán el futuro de su país a través de elecciones pacíficas, no con insurgencia violenta. Y con su ejemplo valiente, está fijando un nuevo rumbo para todo el Medio Oriente.

Las elecciones de este fin de semana son un paso crítico en la marcha de Irak hacia la democracia - y con cada paso que toma el pueblo iraquí, la visión de al-Qaeda para la región se hace más remota. Al mismo tiempo que los iraquíes se preparan para esta elección, el mundo se ha enterado de una carta escrita por un terrorista conocido explicando por qué Irak es el frente central en su guerra contra la civilización. El líder número dos de al-Qaeda, un hombre llamado Zawahiri, escribió a su principal segundo en Irak - el terrorista Zarqawi. Nosotros interceptamos la carta y la hemos distribuido al público. En ella, Zawahiri detalla por qué al-Qaeda considera a Irak como "el lugar para la batalla más grande" de nuestros tiempos.

Dice que establecer el dominio de al-Qaeda sobre Irak es el primer paso hacia su meta más grande de imponer al radicalismo islámico a lo largo de Medio Oriente más amplio. Zawahiri escribe: "El jihad en Irak requiere varias metas incrementales. La primera etapa: Echar a los Estadounidenses de Irak. La segunda etapa: Establecer una autoridad islámica sobre el mayor territorio que puedan para divulgar su poder en Irak. La tercera etapa: extender la ola del jihad a los países seculares vecinos a Irak."

Esta carta muestra que al-Qaeda tiene la intención de hacer de Irak un refugio para terroristas y un campo para montar ataques contra otras naciones, incluyendo a Estados Unidos. La carta hace igualmente claro que los terroristas tienen un problema - su campaña de asesinato y caos está haciendo que el pueblo se vuelque contra ellos. La carta le previene a Zarqawi que: "muchos de sus admiradores musulmanes entre la gente común se preguntan sobre sus ataques contra los Shia." Hasta al-Qaeda reconoce que con cada bomba al azar y cada entierro de un niño, el mundo Musulmán ve a los terroristas por lo que realmente son: asesinos en guerra con el pueblo iraquí.

Estos terroristas están impulsados por una ideología que explota al Islam para servir una violenta visión política: el establecimiento de un imperio totalitario que niega la libertad política y religiosa. Es por eso que los terroristas lucharon por prevenir y causar problemas en las elecciones de este fin de semana. Ellos comprenden que el acto de votar es un rechazo de ellos - y de su visión distorsionada del Islam. Con solo salir y votar el pueblo de Irak ha mostrado que quiere vivir en libertad y que no aceptará un regreso a la tiranía y el terror.

Los terroristas saben que su única posibilidad de tener éxito es de quebrantar nuestra voluntad y obligarnos a retirarnos. La carta de al- Qaeda señala a Vietnam como modelo. Zawahiri dice: "La secuela del colapso del poderío estadounidense en Vietnam - y cómo se fugaron dejando atrás a sus agentes - es notoria". Al-Qaeda cree que Estados Unidos puede ser obligado a correr una vez más. Están seriamente equivocados. Estados Unidos no correrá ni olvidaremos nuestras responsabilidades.

En Irak hemos derrotado a un régimen asesino. Hemos apoyado al pueblo iraquí a través de dos elecciones y los apoyaremos hasta que hayan establecido una nación libre que se puede gobernar, sostener y defender. Cuando lo logremos, Irak será un aliado en la guerra contra el terror - y un aliado en la paz y en la moderación del mundo musulmán. Y debido a que Estados Unidos se mantuvo firme en esta importante lucha, nuestros hijos y nuestros nietos estarán más a salvo y más seguros.

Gracias por escuchar.