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Office of the Press Secretary
29 de enero de 2003
DECLARACIONES DEL PRESIDENTE SOBRE MEDICARE Y LOS MEDICAMENTOS RECETADOS
Devos Performance Hall
Grand Rapids, Michigan
12:40 P.M. EST
EL PRESIDENTE: Gracias a todos. Estoy ansioso por comenzar. (Risas.) Por lo que me desperté esta mañana y Laura dijo, "¿Dónde vas? Dije, "A Grand Rapids, felizmente". (Aplausos.) Y ella dijo, "Ciudad de un gran estadounidense, Gerald Ford." (Aplausos.) Y la ciudad de muchísimos estadounidenses grandiosos.
Quiero darles las gracias por su hospitalidad. Ella dijo, "Tengo una sugerencia para ti: Abrevia tu discurso". (Risas.) Quiero compartir algunas de mis ideas acerca del discurso que pronuncié anoche. Es importante para mí venir a regiones de nuestro país y explicar por qué dije lo que dije, para que ustedes y otras personas en todo el país entiendan claramente algunos de los asuntos pertinentes a este país y los problemas que enfrentamos.
Lo primero que deseo que sepan es que no tengo ninguna duda que podemos lograr nuestros objetivos, porque somos el país más grandioso del mundo, lleno de las personas más grandiosas en la faz de esta tierra. (Aplausos.)
Gracias por asistir. También quiero agradecer a mi amigo, Tommy Thompson, Secretario de Salud y Servicios Humanos, por poner de lado una vida cómoda y servir a nuestra nación. Quizá recuerden, era gobernador de Wisconsin. No le echen la culpa, acá en Michigan. (Risas.) Es un gran gobernador y es un gran Secretario de Salud y Servicios Humanos. Y es un honor para mí que Tommy esté prestando servicios conmigo. (Aplausos.)
Y quiero dar las gracias al Gobernador y al Procurador General y al Secretario de Estado por acompañarnos hoy. Es un honor para mí que todos ustedes estén acá. Gracias por poner de lado un tiempo para venir a saludar al Presidente y escuchar lo que tengo que decir.
Viajé hoy desde Washington con miembros de la poderosa delegación de Michigan al
Congreso: su Congresista, Vern Ehlers. (Aplausos.) El Congresista vecino Peter Hoekstra. (Aplausos.) Dave Camp y Nick Smith, también de la delegación al Congreso. (Aplausos.) Aprecio que estos miembros viajen conmigo. Fue un honor hablar en su cámara anoche. HabIé sobre algunos asuntos que son importantes para el futuro de este país.
Hoy antes de venir, tuve el honor de ir a Spectrum Hospital, donde conversé con médicos y administradores del hospital, personas que tienen Medicare, personas que sufren, y escuché sus relatos. Compartiré algunos de ellos con ustedes, porque considero que parte de asegurarse de que tengamos un país grandioso es que tengamos un sistema de atención a la salud que satisface las necesidades de todos nuestros ciudadanos.
Nuestra mayor necesidad en el país, me parece, es asegurarnos que cualquiera que desee empleo y no pueda encontrarlo... si no pueden encontrar trabajo, tenemos un problema. Tenemos que asegurarnos de que esta economía sea lo más robusta posible.
Mi filosofía es que la función del gobierno no es crear riqueza, sino un entorno en el cual los dueños de las pequeñas empresas pueden prosperar hasta llegar a ser dueños de grandes empresas; en que el empresario confía en el futuro; en el que la gente está dispuesta a asumir riesgos e invertir, lo cual equivale a puestos de trabajo. Y es por eso que tengo opiniones fuertes acerca del asegurarnos de que la gente pueda retener más de su propio dinero. (Aplausos.)
Hemos salido de una recesión. Hemos sobrellevado los ataques terroristas. Algunos de nuestros conciudadanos pensaron que podían falsificar los libros y estamos descubriéndolos y llevándolos ante la justicia, porque creemos en la honradez en los Estados Unidos. Y nuestra economía aún está andando a tropezones, de cierta manera, a pesar de estos contratiempos. Pero necesitamos hacer más.
Cuando un conciudadano tiene más dinero en su bolsillo, es más probable que exija un producto o un servicio. Y en el mercado que tenemos en los Estados Unidos, cuando alguien exige un producto o un servicio, alguien más es más propenso a producir ese producto o servicio. Y cuando alguien produce un producto o un servicio, significa que alguien más tiene mayores probabilidades de encontrar trabajo. Es por ello que la desgravación fiscal es un componente tan importante para crear un entorno propicio para el crecimiento económico. Es importante que las personas de Michigan y los Estados Unidos sepan que cuando hablo sobre la desgravación fiscal, eso equivale a puestos de trabajo. (Aplausos.)
Se oye mucha retórica en Washington, D.C. acerca de los recortes tributarios. Se oye mucha retórica acerca de los recortes tributarios en Washington, D.C., la vieja retórica de hostilidades entre las clases. Mi actitud es, si uno paga impuestos, debería recibir recortes; el gobierno no debería tratar de escoger quiénes los reciben. (Aplausos.)
Setenta por ciento de los puestos de trabajo nuevos en los Estados Unidos son creados por los dueños de las pequeñas empresas. Tiene sentido tratar de crear un entorno en el cual los dueños de las pequeñas empresas sienten confianza sobre el futuro, están dispuestos a asumir riesgos y crear más puestos. Resulta ser que la mayoría de las pequeñas empresas en los Estados Unidos pagan impuestos según el nivel de los impuestos a la renta porque son empresas individuales o sociedades limitadas o parte del subcapítulo S.
Entonces, cuando me oigan hablar acerca de los recortes tributarios, quiero que sepan que eso ayudará a estimular el crecimiento de las pequeñas empresas en los Estados Unidos. Más dinero en los bolsillos de los dueños de nuestras pequeñas empresas significa que es más probable que alguien en la región oriental de Michigan pueda encontrar trabajo. (Aplausos.)
Estamos tratando de librarnos de los efectos de la penalidad al matrimonio. No tiene ningún sentido para mí que tengamos una penalidad al matrimonio. (Risas y aplausos.) Me parece que deberíamos fomentar el matrimonio en los Estados Unidos. (Aplausos.) Deberíamos acelerar el aumento de los créditos por hijo de $600 a $1,000 tan rápido como sea posible. (Aplausos.) Deberíamos reducir la tasa impositiva más baja de 15 por ciento a 10 por ciento. (Aplausos.) Todas esas medidas han sido aprobadas. Ven, el asunto sobre el que estoy hablando hoy es lo que argumenté ante el Congreso hace dos años. Todo esto es ley. El Congreso decidió que estas eran medidas buenas. Simplemente las escalonaron durante tres o cinco o siete años. Necesitamos un poco de vida en esta economía. Hay personas que están buscando trabajo y no pueden encontrarlo. Si la desgravación fiscal es buena para dentro de cinco años, en mi opinión, tiene mucho sentido hacer que la desgravación fiscal entre en vigencia hoy.
Por el bien de nuestra vitalidad económica, el Congreso debe actuar. (Aplausos.)
Diez millones de ancianos reciben dividendos. Es parte de su plan para la jubilación. Es parte de asegurarse que la calidad de vida sea alta. Un dividendo es parte de un dólar que ha pasado por nuestro sistema y ha sido gravado dos veces. Una compañía paga impuestos a las utilidades inicialmente y eso es correcto. Y luego, distribuye ese dinero a los accionistas que invirtieron en esa compañía, y luego el accionista tiene que pagar nuevamente. La doble imposición no es justa; perjudica a nuestros ancianos. El Congreso necesita poner fin a la doble imposición de los dividendos, por el bien de la creación del capital y por el bien de la calidad de vida de los ancianos en los Estados Unidos. (Aplausos.)
Estas medidas contribuirán a que nuestra economía crezca, y eso es importante para el presupuesto federal. Es importante para los presupuestos estatales. Si les preocupan los presupuestos, sobre lo cual nos deberíamos preocupar, la primera pregunta que se deben hacer es, ¿Cómo se genera el crecimiento en la economía? Mientras más crecimiento, mayores las probabilidades de recibir ingresos fiscales. Las políticas que impulsa el crecimiento deben ser el elemento central de la política pública, no las políticas que frenan el crecimiento. Y los conjuntos de medidas para el crecimiento de las que hablo fomentarán la vitalidad económica, significan más ingresos fiscales a nivel federal.
Pero existen dos ecuaciones cuando se trata del déficit y los presupuestos equilibrados. Existe el lado de los ingresos y existe el lado de los gastos. Hago un llamado al Congreso de los Estados Unidos para que establezca prioridades claras e importantes y no gaste demasiado del dinero del pueblo. (Aplausos.)
Y tenemos prioridades importantes que se reflejan en mi presupuesto, no sólo el presupuesto de este año, sino el presupuesto de los dos años anteriores. Una prioridad significativa, importante, vital es la educación. Nuestro gobierno federal ha aumentado sustancialmente la cantidad de dinero que hemos gastado en la educación, particularmente durante los dos años pasados. En el presupuesto que le he remitido al Congreso, la hemos aumentado en 6 por ciento adicionales.
Es importante gastar dinero en la educación, pero también lo es el asegurarse que cada uno de los niños reciba una educación. Es importante gastar el dinero en las prioridades. Es esencial que establezcamos estándares altos para nuestros niños; que desafiemos el prejuicio de las expectativas bajas; que insistamos que los estados evalúen para que podamos determinar si los programas están surtiendo efecto, para que sepamos si los niños están aprendiendo o no a leer y escribir, y a sumar y restar. Y de la misma importancia, es esencial que cuando encontremos a niños atrapados en escuelas que no enseñan y no cambian, demos a los padres oportunidades diferentes para sus hijos. (Aplausos.)
Ayer, hablé sobre un aspecto inmensurable de la fuerza de los Estados Unidos, nuestros corazones. Hay mucha compasión es este país. Es una de las grandes bendiciones de ser Presidente de un país donde las personas aman al prójimo como les gustaría ser amadas - y no es necesario un plan del gobierno. (Risas y aplausos.)
Creo, sin embargo, que existe una función para el gobierno cuando se trata de ayudar a las personas necesitadas. El gobierno debería ayudar a las personas que no pueden ayudarse a sí mismas. Y necesitamos reconocer en Washington que hay sectores de desesperación y desesperanza en todo nuestro país; que en este país de la abundancia hay quienes sufren; existen vecindarios donde el concepto del Sueño Americano simplemente no existe. Hay personas que necesitan amor y afecto y guía. Hay personas que están perdidamente adictas a las drogas.
El gobierno puede gastar dinero, y debería hacerlo. Pero el gobierno no puede poner esperanza en los corazones de las personas o un propósito en las vidas de las personas. Eso pasa cuando un vecino abraza a alguien que sufre y dice: Lo amo. ¿Puedo ayudarlo? ¿Qué puedo hacer para ayudarlo? Joven, entienda que este país le pertenece a usted y a su futuro si toma las decisiones correctas, y estoy acá para ayudarlo a tomar esas decisiones correctas.
Ayer hablé sobre la necesidad de concentrar la gran compasión de los Estados Unidos en aquellos que sufren. Consideren qué tal debe ser el ser un niño con una mamá o un papá en prisión. Imagínense qué tipo de vida es esa, crecer en esta sociedad. Tengo esperanza sobre esos ciudadanos porque sé que hay alguien en nuestra sociedad que puede dar el amor y el rumbo y la guía para asegurarse que ese niño tenga la oportunidad de tener éxito.
Hoy vine... cuando aterricé aquí en el Ford Airport, tuve el honor de conocer a Jerry Nienhuis. Trabaja para Kids Hope USA. Deseo que mi... (Aplausos.) Hola, Jerry. Este programa, como me decía Vern Ehlers, es una fuente de inspiración para muchos aquí en Grand Rapids, Michigan. Creo que Vern dijo que comenzó aquí mismo. Muestra el gran espíritu emprendedor social de nuestro país. Es un programa basado en la fe. Es un programa... se hizo un llamado a las iglesias de la zona; se dijo, si realmente aman al Todopoderoso, ayuden a alguien que sufre, sea tutor de un niño. Sea tutor de un niño.
Dije anoche que podemos salvar a nuestra sociedad un corazón, un alma, una conciencia a la vez. Cada uno de nosotros puede ser alguien que ayuda.
Los insto a que sean tutores, como lo es Jerry. Insto a aquellos que son adictos a que encuentren un programa que ayudará a que su corazón se cure. Un Estados Unidos mejor es un Estados Unidos compasivo, donde salvamos a nuestro país una persona a la vez. Y confío en que sucederá. (Aplausos.)
Un Estados Unidos mejor es uno es que sus sistemas de atención de la salud son eficaces. Una de las cosas a las cuales nos comprometimos con nuestros ancianos es que reciban mejor atención médica. Este sistema se llama Medicare. Medicare ha sido utilizado como fútbol político, sin embargo. Es anticuado -- es importante - pero no ha cambiado. Me gusta recordar a la gente que la medicina ha cambiado y Medicare no. Está estancado en el pasado. Requiere todo tipo de burocracias para permitir que salgan medicamentos nuevos para que nuestros ancianos puedan beneficiarse de las tecnologías y los cambios en la medicina.
Insté al Congreso anoche a que pusiera de lado toda las política y se asegurara de que el sistema de Medicare cumpla con su promesa a los ancianos. Considero que los ancianos, si están contentos con el sistema actual de Medicare, deben permanecer en el sistema actual de Medicare. Eso tiene sentido. Si les gusta cómo van las cosas, no debe cambiar. Sin embargo, Medicare debe ser más flexible. Medicare debe incluir a los medicamentos recetados. Medicare
debe estar a la disposición de los ancianos en una variedad de formas.
Los miembros del Congreso tienen un buen sistema de atención de la salud para sí mismos y para sus empleados y otros empleados federales, lo cual está bien. Se basa en confiar en que cada miembro del Congreso tome decisiones a favor de su familia. Considero que es muy importante para los ancianos que se les dé las mismas oportunidades que tienen los miembros del Congreso, los miembros del Senado. Deberían poder seleccionar sus propios planes de atención de la salud, incluso los planes en que se pagan tarifas a cambio de servicios. Si es suficientemente bueno para el Congreso, es suficientemente bueno para los ancianos de los Estados Unidos. (Aplausos.)
Cualquier plan bueno ofrece opciones y cualquier plan bueno se asegura de que los ancianos que no puedan costear la ayuda reciban ayuda del gobierno federal. Propuse un presupuesto según el cual los gastos discrecionales aumentaron en un 4 por ciento. En el presupuesto que propuse anoche, hay un aumento sustancial en los fondos de Medicare de $400,000 millones más de lo que ya gastamos para los próximos diez años. Este es un compromiso que Estados Unidos debe hacer a nuestros ancianos. Un sistema de Medicare reformado y fortalecido, más una dosis de gastos en Medicare en el presupuesto nos hará que podamos decir con confianza, cumplimos nuestra promesa a los ancianos de los Estados Unidos. (Aplausos.)
Queremos que la atención a la salud esté al alcance de todos nuestros ciudadanos, por supuesto. Uno de los problemas que tenemos en nuestra sociedad es que tenemos demasiadas demandas chatarra... (aplausos)... Demasiadas demandas contra los médicos y los hospitales; demasiadas demandas frívolas que hacen que la gente ejerza la medicina preventiva. Procedimiento tras procedimiento, simplemente en caso de que se les demande. Demasiadas personas están siendo forzadas a llegar a acuerdos fuera de las cortes para simplemente librarse de las demandas, lo cual hace que aumenten sus costos y hace que los médicos y los enfermeros dejen de ejercer la medicina. (Aplausos.)
Y ese es un problema. He visitado estados donde es un verdadero problema, donde médicos
me han venido a ver y me han dicho, ya no puedo ejercer la medicina. Recuerdo a un médico de bebés que vino a verme cuando estaba en Pennsylvania. Tenía lágrimas en los ojos. Dijo, me encanta asistir a los partos de los bebés, pero ya no puedo hacerlo. Se me está demandando tanto que mis primas son exorbitantes.
Es esencial, es esencial que el Congreso entienda lo que la litigación excesiva le está haciendo a los pacientes. Está aumentando los costos. Hace que sea más difícil que las personas obtengan acceso a la atención, porque hay menos proveedores.
He llegado a la conclusión que este es un asunto federal, porque las demandas excesivas están aumentando los costos de la atención de la salud a nivel federal. Medicare cuesta más, Medicaid cuesta más, las prestaciones de los veteranos cuestan más. Necesitamos una política nacional, federal de responsabilidad médica. (Aplausos.)
Podemos lograrla, pero necesitamos su ayuda. Los abogados litigantes son poderosos. No ven el problema como nosotros lo vemos. Ustedes deben escribirles a sus Senadores y dejar claro que ustedes, como yo, esperan que las personas que han sido lesionadas puedan presentar sus casos ante la corte. Y eso es lo que queremos. Queremos un sistema judicial que funciona.
Si alguien es lesionado, deberían poder presentar su caso ante una corte. Pero necesitamos límites sensatos. Necesitamos asegurarnos de que esta lotería, esta lotería de demandas, no arruine la atención de la salud de los ciudadanos en todo el país. Es una ley importante para contribuir a controlar los costos que son exorbitantes acá en la industria médica actualmente.
La política nacional es increíblemente importante y le dedicar muchísimo tiempo. Pero no hay nada más importante que proteger al pueblo estadounidense. (Aplausos.) Sabía que uno de mis desafíos iba a ser asegurarme de que la gente entendiera que el tiempo transcurrido desde el 11 de septiembre de 2001 no significa necesariamente que la guerra ha terminado y que su gobierno puede relajarse. La guerra no ha terminado. La guerra que trajo a nuestro territorio continúa aún.
Estamos haciendo todo lo que podemos en Washington por proteger nuestro territorio.
Tenemos un nuevo Departamento de Seguridad del Territorio Nacional que iniciará operaciones muy pronto. Es una manera mejor de coordinar todos los recursos a nuestra disposición para proteger nuestras fronteras y proteger nuestros aeropuertos, proteger nuestra infraestructura - y si es necesario, responder eficientemente en su nombre.
Nuestros servicios de inteligencia, el FBI, están colaborando mucho más que antes. Toda la cultura del FBI ha cambiado de una en que se detiene a la gente a una que dice, haremos lo posible para prevenir los peligros, para comenzar. En otras palabras, estamos alerta.
Sabemos que aún hay un enemigo al acecho - y lo está, lo está. Y no son sino un grupo de crueles asesinos, por cierto. (Aplausos.) Saben, simplemente no valoran la vida tanto como nosotros. Lo grandioso acerca de los Estados Unidos es que decimos que todas las vidas son preciosas, todos cuentan. (Aplausos.) Todos tienen valor. Y ellos simplemente no lo ven así. Matan en nombre de una ideología falsa basada en el odio.
Y como le dije anoche al Congreso y al país, estamos ganando esta guerra. Estamos acorralándolos uno por uno y llevándolos ante la justicia.
(Aplausos.) Que no quepa la menor duda, estamos desmantelando su organización de manera lenta pero segura.
Ayer, algunos de ellos se agruparon en algunas regiones de Afganistán. Desafortunadamente, se toparon de frente con las fuerzas armadas de los Estados Unidos. (Aplausos.) Desafortunadamente para ellos. (Risas.) La razón por la cual menciono esto es que nuestras tropas aún están en Afganistán y están realizando una excelente labor. Ese país necesita nuestra presencia y contará con nuestra presencia... necesita nuestra presencia para asegurarse de que los que quedan de al-Qaida que aún están al acecho sean llevados ante la justicia. Y se les llevará, se les llevará.
Nuestra coalición aún es fuerte. Aún existe la doctrina que dice está de nuestro lado o está del lado del enemigo. (Aplausos.) Y hay muchas personas buenas que se esfuerzan mucho en todo el mundo por llevar a esa gente ante la justicia. Los británicos arrestaron a un montón el otro día. Verán a los españoles. Estamos compartiendo informaciones de inteligencia y, juntos, estamos observando (al enemigo). Y cuando levantan la cabeza los detendremos, uno por uno. (Aplausos.)
Y no importa cuánto tiempo tarde. No importa. De manera lenta pero segura, los llevaremos ante la justicia. Porque este país entiende y esta generación entiende que tenemos una obligación de proteger nuestro territorio. Eso es lo más importante que hacemos.
Y a propósito, no nos estamos yendo de Afganistán por otro motivo. No entramos a Afganistán como conquistadores; entramos como liberadores. (Aplausos.) Liberamos a la gente de las garras de uno de los regímenes más barbáricos imaginables. Y estamos ayudando a construir escuelas y centros de atención de la salud. Tommy me estaba contando que están a punto de inaugurar uno dentro de un par de meses en Afganistán. Y estamos construyendo carreteras. Estamos ayudando a estas buenas personas a recuperarse.
De eso se trata la gran compasión de nuestro país. Somos fuertes en nuestro poderío, compasivos en nuestra visión. Todos tienen importancia. Todos tienen un valor ante los ojos del pueblo estadounidense. No importa de donde provengan, la naturaleza de su religión, todos cuentan... (aplausos)... incluso los millones que padecen del SIDA en África. Esta es una nación
moral, somos una gran nación. Tenemos una oportunidad de usar nuestra riqueza y nuestras habilidades para ayudar a curar esa epidemia que plaga a un grupo de personas. Apelo a la generosidad del pueblo estadounidense, durante estos tiempos trágicos en que mueren miles, en que miles de niños se están quedando huérfanos, para que se hagan parte de esta gran causa, una gran causa humanitaria, una causa más allá de todo lo imaginable, una causa para resolver problemas inimaginables, para ayudar a la gente que está muriendo innecesariamente. Podemos tener un impacto inmenso, un impacto significativo en las vidas de miles de nuestros conciudadanos. Quiero que la gente dé un paso hacia atrás en algún momento dado y diga, gracias a Dios por los Estados Unidos y nuestra generosidad, ya que se salvaron vidas.
(Aplausos.)
Mi punto es, nuestra presencia en el mundo es más que simplemente nuestro poderío;
pero nuestro poderío es necesario en el mundo actualmente para hacer que el mundo sea un lugar más pacífico. La guerra contra el terrorismo no está estrictamente confinada al al-Qaida que acechamos. La guerra contra el terrorismo se extiende más allá de una red terrorista tenebrosa. La guerra contra el terrorismo involucra a Saddam Hussein debido a la naturaleza de Saddam Hussein, la historia de Saddam Hussein y su voluntad propia de aterrorizar.
Saddam Hussein ha aterrorizado a su propio pueblo. Ha aterrorizado a su propio vecindario. Es un peligro no sólo para los países de la región, como expliqué anoche, debido a sus conexiones con al-Qaida, sino que debido a su historia, es un peligro para el pueblo estadounidense. Y tenemos que lidiar con él. Tenemos que lidiar con él antes de que sea demasiado tarde.
(Aplausos.)
Antes del 11 de septiembre, durante un periodo en que muchos de nosotros pensábamos que los océanos nos protegerían para siempre de las amenazas que se acumulan lejos de nuestro país, la idea de contener a alguien como Saddam Hussein tenía sentido - entonces, podíamos dar un paso hacia atrás en los Estados Unidos y decir, caramba, bueno, no se preocupen, solamente es una amenaza para alguien en el vecindario y podíamos decidir si íbamos a ayudar en el vecindario o no.
Pero, ven, nuestros conciudadanos deben entender que el 11 de septiembre de 2001 cambió esa ecuación. Ha cambiado las perspectivas estratégicas de nuestro país, porque los océanos no nos protegen. El campo de batalla es aquí. Y por lo tanto, debemos afrontar las amenazas ahora a medida que se acumulan, antes de que se tornen más serias.
Hay una razón por la cual el mundo le pidió a Saddam Hussein que depusiera las armas... durante 12 años. (Risas.) Y la razón es porque es peligroso. Las ha usado. Tortura a su propia gente. Ha asfixiado con gas a su propia gente. Ha atacado a pueblos en el vecindario.
Lo que ha cambiado para los Estados Unidos - aparte del hecho que aún es peligroso y puede crear la devastación entre nuestros amigos en el vecindario - es que ahora existe una red terrorista tenebrosa que podría utilizar como un ejército de avanzada que ataque con armas mortíferas, mortíferas a su peor enemigo y sin dejar atrás ni una sola huella digital. Y eso es lo que ha cambiado.
Estamos teniendo un debate franco en este país, y deberíamos tenerlo, acerca de la paz y cómo lograr la paz. Debería ser claro para ustedes ahora, sin embargo, que en mi opinión, a Saddam Hussein no se le contiene. No se espera que la terapia cambie su mente malvada, de alguna manera... (risas)... que uno puede negociar con Saddam Hussein. Espero que podamos hacer esto pacíficamente.
Acudí a las Naciones Unidas por un motivo. Primero, quería que las Naciones Unidas fuera algo diferente a una sociedad vana de debate. (Aplausos.) Quería que abordara esta amenaza. Con un voto de 15-0 del Consejo de Seguridad, dijo, sí, es un problema y debe deponer las armas. Pero la pregunta fundamental es, ¿Cuándo? Se presta mucha atención a los inspectores y les deseamos lo mejor. Pero la función de los inspectores no es jugar al escondite con Saddam Hussein en un país del tamaño de California. Hay 108 inspectores dando vueltas por el país tratando de tropezarse con algo; 108 personas siendo engañadas por una persona que tiene toda una trayectoria de engañar a inspectores.
Ven, la función de los inspectores no es jugar a "te agarré". Obviamente, él juega "te agarré" mejor. La función de los inspectores es observar el desarme de Iraq. Esa es la función de los inspectores. Deben reportar y decir, caramba, se está librando de todo su gas mostaza o gas sarin. Comenzó a librarse de sus armas de destrucción en masa. Ahora se está librado de sus laboratorios biológicos. Esa es la función de los inspectores.
Y está claro que no se está desarmando. Estoy convencido de que esto aún puede hacerse pacíficamente. Ciertamente lo espero. La idea de lanzar las tropas al combate es mi última opción, no mi primera. Comprendo el terrible precio de la guerra. Comprendo lo que significa mandar a alguien al combate. Sé lo significa abrazar a madres y esposas. Pero tengo que decirles algo. He pensado muchísimo sobre esto. El riesgo de no hacer nada, el riesgo de asumir lo mejor sobre Saddam Hussein, es un riesgo que no vale la pena asumir.
Por lo que apelo al mundo a que conjuntamente insista que este hombre peligroso se desarme. Pero de optar por no continuar presionando a Saddam, y de continuar él desafiando al mundo, por el bien de nuestra paz, por el bien de la seguridad, este país liderará una coalición de otras naciones dispuestas y desarmaremos a Saddam Hussein. Si es necesario, si se nos impone la guerra, como dije anoche, quiero asegurarles, particularmente a aquellos que llevan el uniforme y aquellos que tienen a un ser querido en las fuerzas armadas, dedicaremos toda la fuerza y el poderío de las fuerzas militares de los Estados Unidos. Y en nombre de la paz, prevaleceremos. (Aplausos.)
Liberaremos a gente. A esta nación grandiosa y poderosa la motiva no el poder por el poder, sino por nuestros valores. Si todos tienen importancia, si todos cuentan, entonces debemos esperar que todos tengan el gran obsequio de Dios de la libertad. Vamos a Iraq a desarmar al país. También iremos para asegurarnos de que aquellos que estén hambrientos sean alimentados, que aquellos que necesitan atención médica reciban atención médica, que aquellos jóvenes que necesitan una educación reciban una educación. Pero más que nada, honraremos nuestros valores. Y el mayor valor que respetamos es el valor de la libertad. (Aplausos.) Como dije anoche, la libertad no es el obsequio de los Estados Unidos al mundo. Es el obsequio de Dios a la humanidad. Respetamos esa idea muchísimo.
Esta es una gran nación. Estados Unidos es una nación fuerte. Estados Unidos es una nación llena de personas que son compasivas. Estados Unidos es una nación que está dispuesta a servir a causas superiores a nosotros mismos. No hay duda que tenemos desafíos por delante: desafíos en el país, desafíos en el extranjero. Pero como dije anoche, la historia ha llamado a la acción al país apropiado. La historia ha llamado a los Estados Unidos a la acción y no defraudaremos a la historia.
Gracias a todos por asistir. Que Dios los bendiga. (Aplausos.)
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