For Immediate Release
Office of the Press Secretary
9 de octubre de 2002
DECLARACIONES DEL PRESIDENTE DURANTE LA RECEPCIÓN DE LA CASA BLANCA POR EL MES DE LA HISPANIDAD
The East Room
1:32 P.M. EDT
EL PRESIDENTE: Bienvenidos. Es un honor tan grande tenerlos acá en la Casa Blanca, la casa de todos los que viven en este país. Como mencionó el Director General de Sanidad, soy apenas un residente temporal (risas) pero es un gran honor para mi familia vivir aquí.
Quiero darles las gracias a todos por venir. El Mes de la Hispanidad es un mes importante para nuestro país, particularmente ahora que estamos en guerra. Ven, el Mes de la Hispanidad es sobre la gran diversidad de nuestro país y el hecho que nuestro país es un país sólido debido a nuestra diversidad.
Y este mes en particular acogemos la influencia de los hispanos en nuestro país. Acogemos los grandes valores que nuestros hispano-americanos aportan a los Estados Unidos, los valores de fe y familia. Parte de nuestro espíritu empresarial es fortalecido por los hispanos que viven en los Estados Unidos. Estamos realmente orgullosos de este patrimonio, apreciamos su arduo esfuerzo, apreciamos la determinación.
Me encantan los relatos de nuestro Director General de Sanidad, los relatos sobre los éxitos de las familias que buscaron un día mejor y se esforzaron mucho y estadounidenses que han podido gozar de los beneficios del país más grandioso en la faz de la Tierra. Entonces, les damos la bienvenida a la Casa Blanca. Es un honor para mí darles la bienvenida.
Obviamente, estamos celebrando, una de las cosas que celebramos durante el Mes de la Hispanidad es el gran talento de muchos hispanos y presenciamos muchísimo talento hoy. Y quiero darle las gracias a Carlos Ponce por ser maestro de ceremonias. Voy a observar las subastas de eBay muy detenidamente. (Risas y aplausos.) Las cosas se ponen difíciles. (Risas.)
Aprecio a las tejanas. Aprecio a Jaci Velásquez y también Jennifer Peña. Son muy talentosas. Me enorgullece llamarlas tejanas. (Aplauso.) Tenemos mucho talento en nuestro estado y ellas son dos de las mejores. Y realmente quiero darle las gracias a todos por venir. Y asegúrense de decirle a todo el mundo en casa que he cambiado de dirección, pero no he cambiado de hogar. (Risas.)
También quiero darle las gracias a Gian Marco; escuchen, es el primer peruano acá. Lo mejor es comenzar con uno de los mejores. (Risas.) Y es un honor para mí que esté acá, Gian; gracias por venir. (Aplauso.)
Quiero darle las gracias a Johnny Delgado del Departamento de Policía de Baltimore por comenzar esto (aplauso) y por recitar la jura. Johnny representa a muchos de nuestros hispano-americanos que sirven en el frente en la guerra contra el terrorismo: nuestros bomberos, nuestros oficiales de policía, nuestros equipos de servicios médicos de emergencia.
Y es un honor tan grande para mí, Johnny, que esté aquí y gracias por venir. En nombre de una nación agradecida, quiero darle las gracias y a todas las buenas personas que portan el uniforme por la labor que realizan. (Aplauso.)
Quiero darle las gracias al Senador Orrin Hatch por venir. Es un gran amigo de (aplauso) es un gran amigo. Me complace que esté aquí. Me complace que esté en el Senado. (Risas.) Una de mis funciones es reunir un gobierno con talento; miembros de un gobierno que están acá para servir al país y no a sí mismos; un gobierno que refleja la diversidad de nuestro país. Y no lo estoy simplemente haciéndolo. Obviamente, conocieron a nuestro nuevo Director General de Sanidad, Rich Carmona. Rich es cosa seria. (Risas.) Realizará una labor fabulosa en un puesto increíblemente importante.
Gaddi Vásquez, que es el director del Peace Corps, está acá. Gaddi, gracias por venir. Hans Hertell, embajador ante la República Dominicana, está hoy con nosotros. Hans es de Puerto Rico, un gran amigo mío.
Hay otro embajador acá que no es un estadounidense, pero que sin embargo es el Embajador de México, nuestro íntimo amigos, México. Agradezco al Embajador
Bremer por venir. Es un honor que esté aquí. (Aplauso.)
Miren, y también otro amigo mío. Es el gobernador, el gobernador de Tamulipas, Tomás Yarrington. Aprecio que venga, Gobernador. (Aplauso.) No sé si esto lo ayuda o perjudica, pero es una estrella prometedora de la política mexicana. (Risas.) Lo conocí, obviamente cuando yo era gobernador de Texas y ahora como el Presidente. Es un buen amigo y me enorgullece llamarlo amigo.
Rosario Marin está acá con nosotros. Rosario es la Tesorera de Estados Unidos. (Aplauso.) Héctor Barreto es el administrador de Small Business (Dirección de Pequeñas Empresas). Aprecio que haya venido, Héctor. (Aplauso.) Eduardo Aguirre, que está a cargo, el vicepresidente del Export-Import Bank (Banco de Exportación e Importación). Eduardo, me complace que esté acá. (Aplauso.)
José Fourquet, que es el director ejecutivo para Estados Unidos del Banco Interamericano de Desarrollo. José gracias por venir. ¿Dónde está, José? Oh, allá está. (Aplauso.) Estas son personas que he designado. Ellas son parte de la diversidad de mi gobierno. Me complace que estén acá para poder proclamar sus logros y su servicio al país.
Todos deben tener un buen abogado (risas) particularmente yo. Mi abogado es un tejano, Al Gonzáles, mi buen amigo. (Aplauso.)
Nuestras fuerzas armadas, la población hispana en nuestro país ha servido de manera desproporcionada en nuestras fuerzas armadas. La población hispana se hace presente cuando el país dice, necesitamos servicio. Y lo hace. Lo han hecho durante el transcurso de nuestra historia. Hoy nos acompaña el General de División Chris Cortez del U.S. Marine Corps (Infantería de Marina de Estados Unidos). (Aplauso.) Tengo gran confianza en nuestras fuerzas armadas. Tengo confianza en nuestras tropas. Hablaré un poquito sobre eso en un segundo, pero General, gracias por venir.
Aprecio a mi amigo Emilio Estefan, que es el productor de este asunto.
(Aplauso.) Qué hombre tan excelente. (Risas.)
Sucede que Miss Universo nos acompaña hoy, de Panamá. Gracias por venir, Miss Universo. (Aplauso.) Y veo a mi amigo Raúl de Texas sentado a su lado. (Risas.) Probablemente está manteniendo que debe ocupar ese asiento porque es de Panamá y un tejano. (Risas.) Sospecho que es por otras razones, pero de todas maneras. (Risas.)
Y como probablemente saben y como mencionó el Director General de Sanidad, soy un aficionado al béisbol. Me encanta el béisbol; algunos de los mejores años de mi vida fueron viendo a los poderosos Rangers. Y tenemos a un par de poderosos Rangers acá con nosotros. Vi a un hombre crecer desde que era un muchacho de 19 años, quien uno de los mejores de todos los tiempos, y ese es Pudge Rodríguez. Quiero darle las gracias por venir, Pudge. (Aplauso.)
Y mis hijas solían venir a los juegos y se enamoraron a una edad temprana de Rafael Palmeiro. (Risas y aplauso.) Y quiero darles las gracias a todos por traer a sus familias, sí, miren, gracias por venir, señores. Hola, Lynn. ¿Cómo le va? Gracias por venir, Rosa. (Aplauso.)
Quiero darle las gracias a Nomar Garciaparra de los Red Sox por venir. Nomar, gracias por estar acá. (Aplauso.) Nomar, cuando tuvimos el primer juego de T-ball en la Casa Blanca, fue allá. Y una de las cosas que estamos tratando de hacer es usar nuestro patio para promover el béisbol. E hicimos que vinieran estos muchachos acá y Nomar estuvo acá para ayudar a iniciar eso. Es un honor para mí que haya venido.
Aprecio a Octavio Dotel de los Houston Astros. Octavio, es un gusto verlo. (Aplauso.) Nelson Figueroa; ¿Dónde está Nelson? Nelson, gracias por venir. (Aplauso.)
Estos son los jugadores actuales. Estos hombres son estrellas y miembros potenciales de la Hall of Fame. Pero también tenemos mucha suerte de tener a algunos miembros del Hall of Fame con nosotros, personas que efectivamente han hecho lo que estos jugadores están haciendo.
Es un gran honor para mí tener a cuatro miembros del Hall of Fame, comenzando por Rod Carew, ese hombre podía batear. (Aplauso.) Aprecio que venga, Rod. (Aplauso.) Tony Pérez. (Aplauso.) Luis Aparicio. (Aplauso.) Sí. Y por fin, Juan Marichal. (Aplauso.) Realmente me complace que estén todos acá. Me alegran el día. (Risas.) Gracias por venir.
Una de mis funciones también es asegurarnos que nuestros tribunales sean fuertes. He nombrado a un hispano-americano fantástico a un tribunal, un hombre joven llamado Miguel Estrada. Lo nominé a una de las cortes del mayor nivel posible, la Corte de Apelaciones del Distrito de Washington, D.C. Es un nombramiento increíblemente importante. Está muy calificado. Es muy inteligente. Vino a nuestro país de El Salvador, no hablaba inglés.
Ahora ha sido seleccionado, entre todos los candidatos, para asumir este puesto entre los más importantes de los tribunales. Está teniendo problemas con el Senado de los Estados Unidos.
Hay ciertos senadores, ciertamente no el Senador Hatch, quien es uno de sus más fervientes defensores, hay senadores que están jugando a la politiquería con la nominación de este buen hombre. Hay senadores que preferirían no darle el beneficio de la duda; senadores en busca de una razón para derrotarlo, en vez de buscar una razón para proclamar su inteligencia, su capacidad, su talento. Me opongo firmemente a la manera en que este hombre va a ser tratado en el Senado. Insto al Senado a confirmar la nominación de Miguel Estrada. (Aplauso.)
Hablé sobre nuestras fuerzas armadas. La razón por la cual estamos hablando sobre nuestras fuerzas armadas estos días es porque estamos en guerra y estamos en guerra precisamente por la razón por la cual estamos acá. Estamos en guerra porque amamos la libertad. Amamos el hecho que la gente es libre en los Estados Unidos, libre de rendir culto al Todopoderoso de cualquier manera que considere apropiada, libre de venir a este país con un sueño y hacer el sueño realidad, libre de, si resulta ser parte de la prensa, de escribir lo que sea que desee escribir. Eso es la libertad y eso es lo que amamos.
Y es difícil creerlo, pero existe un enemigo que odia la libertad y que nos odia como resultado de nuestra dedicación a la libertad. Y por lo tanto, estamos en guerra, estamos en guerra y aún estamos en guerra. Aún estamos en peligro acá en los Estados Unidos. Estamos en peligro porque hay ciertos enemigos aún escondidos por allí.
Este es un tipo de guerra distinto, como les diría el General. En otros tiempos, uno podía destruir los tanques de la persona o aviones o embarcaciones y estar avanzando. Pero esta gente no tiene tanques. No tiene embarcaciones. Se esconden en cuevas y envían a jóvenes a sus muertes suicidas.
Y ven, mientras que nos dediquemos a la diversidad y a la libertad de nuestro país, lo cual siempre haremos, mientras estén escondidos por allí, estaremos en guerra. Pero no se equivoquen, sin duda, venceremos. No hay duda alguna. (Aplauso.)
Venceremos, debido a lo que amamos. Venceremos porque estamos decididos y somos fuertes. Venceremos porque somos una nación que respeta valores muy cercanos a nuestro corazón. Y rehusamos ser amedrentados por nadie, en ningún lugar, en ningún momento.
Venceremos porque queremos cumplir con nuestro deber y obligación de dejar a Estados Unidos
intacto y libre, para que generaciones futuras de personas, hispanos u otros, puedan hacer sus sueños realidad, puedan tener éxito, puedan usar sus talentos que son una bendición de Dios. De eso se trata.
Y entonces, quiero darles las gracias por venir para celebrar este mes, pero quiero asegurarles que esta gran nación liderará al mundo para que sea más libre.
Y tenemos por delante ciertas tareas difíciles. No sólo debemos perseguir a al-Qaida uno por uno, lo cual continuamos haciendo incluso hoy mismo, sino que también tenemos que contender con amenazas que son reales. Y pronuncié un discurso al país el otro día para hablar sobre esas amenazas en términos claros, para hablar sobre las realidades en el mundo en que vivimos.
Solía ser que en este gran país teníamos dos océanos que nos protegían y si alguien tenía un problema al otro lado del océano, podíamos ayudarlos o no. Actualmente, estos océanos, el hecho que estos océanos ya no nos protegen, significa que el campo de batalla está acá. Entonces, este gran país será cauteloso, reuniremos fuerzas con otros países, daremos a otros pueblos la oportunidad de lidiar con Iraq, por ejemplo.
La ONU, las Naciones Unidas ahora tienen una oportunidad, Sr. Embajador. Como miembro del Consejo de Seguridad, confío que su país se nos sumará a enviar un mensaje claro que este hombre debe desarmarse antes que le haga daño a Estados Unidos o a cualquier otro país. Y tiene que tomar una decisión. Somos una nación paciente. Tiene una decisión que tomar. Su opción es, debe hacer lo que dijo que iba a hacer. Dijo que no iba a tener armas de destrucción en masa. Eso es lo que esperamos. Le tomamos la palabra.
Pero si no se desarma y si las Naciones Unidas no toma medidas, por el bien de nuestra libertad, lideraremos a otros países que aman la libertad tanto como nosotros y desarmarlo. Se lo debemos a nuestros hijos. Amamos nuestra paz en este país y cuando veamos amenazas a la paz, las enfrentaremos de manera cautelosa, calmada, lógica, y, si es necesario, enérgica.
Y si nos esforzamos en hacer de Estados Unidos un lugar más protegido y un lugar más seguro, tenemos que hacerlo un mejor lugar, también. Y eso significa asegurarnos que todos reciban una buena educación en nuestro país, todos.
Aprobamos un proyecto de ley sobre educación realmente bueno. Quiero compartir la esencia del proyecto de ley, porque considero que dice mucho sobre el mes que estamos celebrando. Dice que cada niño puede aprender. Eso es lo primero. Ven, comienza con la actitud que si existen bajas expectativas, si quizá un distrito escolar o una persona piensa que es porque uno de los padres no habla inglés como primer idioma, por lo tanto cierto niño quizá no pueda aprender, vamos a desafiarlo. (Aplauso.)
Ven, cuando uno tiene estándares bajos, lo más probable es que obtenga malos resultados. Eso es lo que he llamado la intolerancia atenuada de las bajas expectativas. Hemos desafiado la intolerancia atenuada. Podemos decir en este país que cada niño puede aprender, cada niño, no sólo algunos, no sólo unos cuantos selectos, no aquellos que quizá vivan en lindos distritos suburbanos, sino que cada niño puede aprender.
Y luego dice que a cambio de recibir fondos federales, queremos saber. Ven, a cambio de recibir fondos federales, esperamos que los distritos locales y los estados nos muestren si cada niño está aprendiendo o no.
Y cuando descubramos el hecho que algunos niños no están aprendiendo, debemos corregir temprano los problemas, antes que sea demasiado tarde. Todo el mundo cuenta en los Estados Unidos. Cada niño importa en este país. Y para asegurarnos de tener un Estados Unidos mejor, ningún niño, ni un solo niño, necesita ser dejado atrás. (Aplauso.)
Considero que esta nación es sólida en su diversidad. Amamos nuestra libertad. Es una nación increíblemente grandiosa. Y de la maldad que se le hizo a nuestro país el 11 de septiembre de 2001, saldrá un bien increíble. Eso es lo que deben saber sobre nuestra nación. De la maldad que se le hizo a los Estados Unidos puede salir un bien grandioso.
Si nos mantenemos recios y firmes y fuertes, podemos lograr la paz. Podemos lograr la paz a favor de la gente acá dentro del país, podemos lograr la paz en el mundo. Y al ser, al amar a su prójimo como les gustaría ser amados, podemos lograr un futuro mejor. Podemos trabajar juntos para erradicar los sectores de desesperanza, soledad y desesperación. La gente puede combatir el mal al hacer algo de bien, al poner sus brazos sobre los hombros de un alma perdida y decir, Lo amo. Mis conciudadanos, los amo.
No cabe duda en mi mente, debido a nuestra fuerza, diversidad, debido a los valores que respetamos, que seremos más fuertes y más compasivos y una nación mejor.
Quiero darles las gracias a todos por venir a celebrar este importante mes. Es un honor para mí darles la bienvenida a la Casa Blanca. Aprecio muchísimo sus contribuciones a nuestro país. Que Dios los bendiga a todos. (Aplauso.)
END 1:53 P.M. EDT