print-only banner
The White House Skip Main Navigation
  

For Immediate Release
Office of the Press Secretary
23 de agosto de 2002

DECLARACIONES DEL PRESIDENTE A LOS DEFENSORES DE LA COMUNIDAD HISPANA, VOLUNTARIOS Y LÍDERES LOCALES
Bowers Museum of Cultural Art
Santa Ana, California

3:07 P.M. PDT

     EL PRESIDENTE:  Gracias a todos.  Muchísimas gracias a todos.  Cielos, gracias por venir hoy. Es un honor para mí regresar a California.  Es un estado tan lleno de vida y tan emocionante. Estoy encantado de estar aqu en Santa Ana, y esta es una ciudad llena de vida. Y una de las razones de ello es porque tiene un Alcalde tan enérgico y visionario.  Y, Sr. Alcalde, aprecio... (aplauso.)  Y aprecio su hospitalidad y quiero darle las gracias a Laura, la Primera Dama de esta ciudad. (Aplauso.)

     Sé algo sobre casarse con una persona llamada Laura.  (Risas.)  Ambos nos casamos con personas superiores a nosotros, Sr. Alcalde.  (Risas.) Entonces, quiero darle las gracias y quiero darle las gracias al Consejo de la Ciudad por invitarnos aquí.  Y quiero agradecerles muchísimo... (aplauso), quiero agradecerles muchísimo a las excelentes personas en estas bellas instalaciones por darnos la bienvenida. Es un recurso magnífico para esta comunidad y para este condado y para este estado.

     Es muy emocionante estar acá para hablarles sobre algunas de las prioridades del país. Tenemos ciertas grandes prioridades y tenemos ciertas grandes tareas por hacer, pero no tengo la menor duda que podemos lograr nuestros objetivos.  Porque somos los Estados Unidos y estamos llenos de estadounidenses, personas audaces y valientes y fuertes. (Aplauso.)

     Pero antes que lo haga, quiero hablar sobre dos miembros del Congreso que nos acompañan, dos excelentes estadounidenses y ciudadanos buenos, sólidos, y amigos míos: Ellos son Chris Cox y Ed Royce.  Gracias a ambos por venir. (Aplauso.)

     Rosario Marin, es la antigua alcaldesa de un pequeño... un par de ciudades de acá.  Ahora es la Tesorera de Estados Unidos de Norteamérica. Y aprecio que haya venido, Rosario.  (Risas.)  Siempre me gusta saludar al alguacil. En este caso tenemos dos alguaciles, a uno de los cuales aprecio mucho, Mike Corona.  Esta realizando una excelente labor. Lo vimos por televisión el otro día cuando anunció un importante arresto y dijo que va a ayudar a hacer todo lo posible para hacer que los vecindarios sean seguros.

Alguacil, está realizando una excelente labor. Y también quiero darle las gracias a mi amigo, Lee Baca, por estar aquí también.  (Aplauso.)  Es un gusto verlo, Lee.

     Todo el mundo necesita un buen abogado estos días.  (Risas.)  Y yo tengo uno de los mejores y está acá con su familia, de vacaciones en el condado de Orange.  Vino de Washington, D.C.  Sabe reconocer los buenos lugares a los cuales vale la pena viajar. Y su nombre es Al Gonzáles, y quiero darle las gracias a mi amigo y abogado, Al Gonzáles, por estar acá. (Aplauso.)

     Y finalmente, quiero darle las gracias a Francisco Paret por estar aquí.  Es un miembro de la President's Commission on Educational Excellence (Comisión del Presidente sobre la Excelencia Educativa) para los estadounidenses hispanos. Y esa es una comisión a la que tenemos muy en cuenta. La tenemos muy en cuenta porque entendemos que se debe educar a todos los niños en Estados Unidos para que este país haga realidad su plena promesa. No quiero decir unos cuantos niños, quiero decir cada uno de los niños.  (Aplauso.)

     Y tienen a su Superintendente de Escuelas acá, el buen y joven líder. Me dijo que su distrito es 92 por ciento hispano.  Mi actitud es, que, que cuando tenga éxito, habrá realizado una gran labor a favor de los Estados Unidos.  Esa es su actitud.  Ven, algunos dirían, 92 por ciento hispano, ese es un distrito imposible. Algunos creen que ciertos niños no pueden aprender. Yo no lo creo. Ni tampoco el Superintendente de Escuelas.

     Ven, partimos de la premisa que todos los niños pueden aprender, todos los niños pueden aprender.  Establecimos altos estándares porque creemos que todo niño tiene la capacidad de aprender. Ven, si uno establece bajos estándares en la sociedad, ¿saben lo que va a lograr?  Van a obtener resultados bajos.  Tiene estándares tan bajos que tiene estos distritos escolares que van a darse por vencidos con respecto a ciertos niños. Y ¿adivinen respecto a quiénes se dan por vencidos acá en los Estados Unidos?

Los niños cuyos padres no hablan inglés como primer idioma, por ejemplo. Esos son los niños respecto a los cuales es más fácil darse por vencido. ¿Y qué hay de los niños africano-americanos de los barrios marginales? Es fácil darse por vencidos con respecto a ellos.

     Por el bien de Estados Unidos, por el bien de nuestro futuro, debemos, primero que nada, (todos los niños pueden aprender), idear sistemas para asegurarnos que lo hagan.

Es por eso que a nivel federal estamos gastando muchísimo dinero; pero también estamos diciendo, confiamos en que todos ustedes sigan el camino a la excelencia. Un estándar no es adecuado para todos cuando se trata de dirigir escuelas públicas.  Pero también estamos diciendo que ya que creemos que todos los niños pueden aprender, ¿por qué no nos lo demuestran?

¿Por qué no lo cuantifican? Ven, ¿por qué no le dicen a los Estados Unidos o a su comunidad o a su estado si sus niños están aprendiendo o no a leer y escribir, y a sumar y restar.

     Y si lo están haciendo, hay muchas alabanzas. Pero uno cuantifica también para asegurarse que si a los niños les está yendo mal, detecte los problemas temprano, antes que sea demasiado tarde. No se debería dejar atrás a ningún niño en los Estados Unidos.  Todos los niños, sin importar su entorno, merecen una educación positiva, sólida, excelente. (Aplauso.)

     Y tenemos que realizar una mejor labor. Tenemos que enfrentar el hecho que demasiados de nuestros jóvenes latinos no están aprendiendo a leer suficientemente temprano y ese es un problema.  Si uno no puede leer en el cuarto grado, no va a poder leer en el octavo grado. Y si no puede leer en el octavo grado, no puede leer en la secuela secundaria. Es un problema, y tenemos que afrontarlo directamente.  Es por eso que quiero asegurarme que cuantifiquemos, es por eso que quiero asegurarme que desafiemos a un sistema que a veces tiene estándares que son demasiado bajos. Es lo que llamo intolerancia atenuada de bajas expectativas. Entonces una de las cosas que hemos hecho en Que Ningún Niño se Quede Atrás es decir, comencemos por el principio. Asegurémonos que los niños puedan leer, los niños de todos los entornos.

     Acá en California, nuestra nueva ley dispone un aumento de 50 por ciento para ayudar a los niños de hogares donde no se habla inglés a aprender a leer. Y eso es importante. No se debería dejar a ningún niño detrás.

     Entonces, hoy, el Department of Education (Departamento de Educación), les voy a informar que el Department of Education ha otorgado a California una concesión de $133 millones para la lectura. (Aplauso.)  Y eso es para asegurarnos que todos los niños puedan leer en el tercer grado. Eso es para lo que es. No estoy hablando de unos cuantos, no estoy hablando de aquellos en los distritos escolares bonitos, elegantes. Estoy hablando sobre cada uno de los niños.

     Y una de las razones por las cuales California es uno de los primeros estados en recibir una concesión es porque California está usando la instrucción basada en la investigación para enseñar lectura. Su estado, probablemente porque su superintendente insiste en ello, se ha hecho la pregunta, ¿Qué funciona?  No lo que suena bien, no lo que nos hace sentir bien, sino lo que efectivamente funciona. ¿Cómo se les enseña a leer a los niños?  Y eso es lo que están haciendo en este estado, y quiero agradecerles desde el fondo de mi corazón por hacer eso, y tenemos un poquito más de dinero para asegurarnos que funcione y asegurarnos que nos concentremos en cada niño.  (Aplauso.)

     No me gusta el hecho que muchos jóvenes, jóvenes latinos, no van a la universidad. No es una cifra buena para los Estados Unidos.  Menos de 10 por ciento prosiguen a la universidad. Debemos, debemos esforzarnos por fomentar la participación en todos los niveles de la educación. Pero debemos dejar en claro a nuestros jóvenes de todos los entornos, particularmente a los jóvenes hispanos, que ir a la universidad es esencial para poder hacer realidad el Sueño Americano plenamente.

     Todos nosotros debemos establecer ese objetivo claro para todos, pero también debemos ayudar. Y es por eso que aumenté el financiamiento de las becas Pell en más de $2.5 mil millones del presupuesto del año pasado al presupuesto de este año. Hay una manera de ayudar y necesitamos ayudar por medio de programas de becas tales como las becas Pell.

     También quiero señalar, quiero que sepan que nos estamos concentrando en lo que se denominan las instituciones de educación superior que prestan servicios a los latinos. Para el presupuesto del año fiscal 2003, he pedido que se designe más dinero para respaldar a las instituciones de educación superior que ofrecen oportunidades educativas a los 600,000 estudiantes latinos por todo el país.  Es un aumento de 30 por ciento.

     Mi punto es, es que tenemos que asegurarnos que la educación sea económica y accesible.  Y tenemos que establecer objetivos. Tenemos que hacer que la gente entienda lo que es posible acá en los Estados Unidos. Pero comencemos por el principio. Tenemos que asegurarnos que todos los niños aprendan a leer y que ningún niño se quede atrás. (Aplauso.)

     La iniciativa de la Casa Blanca sobre excelencia educativa para los hispano-americanos está lanzando lo que denominamos la campaña nacional de conocimiento Yes I Can (Sí Puedo).  Y está orientada a alentar a los estudiantes latinos a que reciban una educación superior. Congregaron a ciudadanos por todo el país, establecieron esta iniciativa, este plan, esta manera de convencer a la gente que la educación superior es esencial.

     Los padres pueden ir a un sitio web bilingüe llamado yesican.gov, yesican.gov, para informarse acerca de los costos de educación superior, la ayuda financiera y lo que sus hijos deberían estar preguntándoles a sus asesores acerca de las instituciones de educación superior. En otras palabras, es un apoyo, es una ayuda, es una manera de alentar a las personas y ayudar a la gente a entender que, que enviar a sus hijos a la universidad acá en los Estados Unidos es un paso hacia adelante.

     Y finalmente, acerca de la educación, sé que es un aspecto importante de la vida que muchos estudiantes en nuestras comunidades fronterizas en México y Canadá asistan a clases acá en Estados Unidos.  Hay muchos cruces diarios a través de las fronteras para aprovechar nuestras grandiosas oportunidades educativas. Eso es lo que queremos, de paso. No deberíamos tratar de restringir a la gente. Es bueno para nuestras universidades y es bueno para los ciudadanos mexicanos y los ciudadanos canadienses. Y entonces, vamos a ampliar la elegibilidad a visas para estudiantes para garantizar que los estudiantes viajantes a tiempo parcial puedan continuar estudiando acá en los Estados Unidos.  (Aplauso.)

     Saben, la educación es el camino al éxito, y existe ejemplo tras ejemplo de gente que viene acá con nada excepto un sueño o una esperanza y amor. Recibieron una buena educación y triunfaron. De eso se trata Estados Unidos. Eso es lo me encanta sobre este país. Esa es la esperanza. Eso es lo que nos distingue de muchos otros países, que acogemos a personas de todos los estilos de vida.  Orgullosamente, los llamamos estadounidenses.  No decimos, muéstrenos su partida de nacimiento, cómo nació, dónde nació; es un estadounidense y lo amamos por estar en los Estados Unidos.  Lo acogimos a este país.  (Aplauso.)

     Y, saben, tengo un ejemplo destacado allá mismo en Washington sobre el cual quiero compartir un relato con ustedes, porque es, tenemos un pequeño problema allá con este hombre en particular. Su nombre es Miguel Estrada. Es un hombre joven.  Vino a nuestro país de adolescente. Apenas hablaba inglés. Tenía dificultades con el idioma, porque no pasó nada de tiempo aprendiendo el idioma. Y llegó acá y trabajó duro, y como resultado de un buen cerebro, una mente brillante, hasta ahora ha debatido15 casos ante la Corte Suprema de los Estados Unidos.

     Lo he nombrado a un tribunal de alta instancia, pero el Senado no quiere darle una audiencia.

He aquí un muchacho que viene a nuestro país, trabaja duro, aprende el idioma. Es un jurista brillante.  Ni siquiera puede obtener una audiencia.

Lo nominé hace más de un año y medio.  Quiero que este hombre sirva como un ejemplo brillante de lo que es posible en los Estados Unidos.  Será un gran juez y el Senado necesita tomar una decisión.  (Aplauso.)

     Asegurarse de que se eduque a cada niño es parte de asegurarse de que Estados Unidos sea un país seguro y un país esperanzado.  También tenemos que dedicarnos a otros asuntos para asegurarnos de estar seguros y esperanzados. Quiero darle las gracias a los oficiales del orden que están acá hoy. Están realizando una magnífica labor.  (Aplauso.)  Nuestro trabajo en el gobierno federal es poner en efecto una estrategia que haga que nuestras primeras personas en responder sean más eficaces. No sólo se trata de agentes del orden, bomberos y equipos de servicios médicos de emergencia.

     Y estamos haciendo eso mismo. En realidad, he tratado de crear un nuevo departamento de seguridad del territorio nacional, para poner a las agencias bajo un techo, para asegurarme que la principal prioridad del gobierno federal sea proteger el territorio nacional.  Y necesitamos hacerlo.

     Tengo que decirles lo que necesitamos hacer, porque aún hay asesinos crueles por allí que le harían daño a los Estados Unidos.  Quiero que los jóvenes sepan por qué.  Y la razón es porque amamos la libertad.  Valoramos todas las vidas en los Estados Unidos.  Todos son importantes, cada vida tiene importancia, cada vida tiene valor.

     Y el enemigo no lo considera así.  Ven, odian la libertad.  Odian la idea de personas que pueden rendir culto libremente.  No pueden tolerar la noción de republicanos y demócratas que efectivamente se llevan bien. (Risas.)  No les gusta la prensa libre y a nosotros sí.  Y defendemos esos valores y los defenderemos a toda costa.  (Aplauso.)

     Y entonces, por el bien de nuestra libertad, por el bien de los valores que respetamos, la mejor manera de que protejamos nuestro territorio nacional, aparte de reorganizarnos y alentar y concentrarnos en cualquier pista y cualquier indicio, es darles caza a esos asesinos, una persona a la vez, y llevarlos ante la justicia.  La mejor manera de proteger a los Estados Unidos, la mejor manera de defender lo que respetamos, es cogerlos antes de que nos ataquen. Y eso es precisamente lo que va a hacer este país. (Aplauso.)

    No buscamos la venganza; buscamos la justicia. No queremos conquistar a nadie; queremos liberar a la gente, porque todas las vidas cuentan. Todas las personas tienen valor. Quiero que los jóvenes acá entiendan que cuando fuimos a Afganistán a defender la doctrina, si protege a un terrorista, es tan culpable como los terroristas, que liberamos a gente. Las niñitas ahora van a la escuela por primera vez, gracias a la bondad de los Estados Unidos de Norteamérica y nuestros amigos y aliados.  (Aplauso.)

     No, tenemos una misión. Consideramos que de la maldad que se le hizo a Estados Unidos saldrá algo muy, saldrá un bien increíble. Eso es lo que creemos. Considero que esas personas atacaron a un país y que no se dieron cuenta a quién estaban atacando. Y lo que atacaron fue un país que es recio y fuerte y decidido, pero también un país que está comenzando a encontrar su alma y su profunda compasión.

     Ven, no sólo si somos, no sólo podemos lograr la paz, lo cual considero que puede pasar, y pasará, sino que podemos abordar los sectores de desesperación y desesperanza que existen en los Estados Unidos, una persona a la vez.  Mi llamado a las personas de este país es que si se quieren sumar a la guerra contra el terrorismo, si quieren combatir el mal, amen a sus vecinos como les gustaría ser amados.

     Ven, este gran país puede cambiar, y cambiará, un corazón, un alma, una conciencia a la vez. Uno de nosotros no puede hacer todo, lo sé, pero cada uno de nosotros puede hacer algo. Y hago un llamado a mis conciudadanos estadounidenses a que sean esa persona que hace algo:  sean tutores de un niño, ayuden a alguien que no puede salir de su casa, amen a un vecino como les gustaría ser amados.

     No, de la maldad que se le hizo a Estados Unidos va a salir mucho bien, porque este es el país más grande en la faz de la Tierra, lleno de la gente más decente y compasiva.  (Aplauso.)

     Gracias a todos por venir.  Que Dios los bendiga.  (Aplauso.)

     END  3:21 P.M. PDT