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Para su publicación inmediata
Oficina del Secretario de Prensa
13 de marzo de 2007

Declaraciones del Presidente Bush Y El Presidente Calderón de México En Un Intercambio de Brindis En La Cena
Hacienda Xcanatún
Mérida, México

Viaje Del Presidente a América Latina

8:16 P.M. (Local)

PRESIDENTE CALDERÓN: Excelentísimo señor George W. Bush, Presidente de los Estados Unidos de América; muy distinguida señora Laura Bush; señor Presidente de la Suprema Corte; señor Presidente de la Cámara de Diputados; señores miembros de las comitivas; apreciados invitados, señoras y señores. Quiero manifestar nuevamente al Presidente Bush mi satisfacción por su visita en México.

Su gira de trabajo ha sido muy provechosa, no sólo por el diálogo fructífero, ni por los compromisos adoptados en mutuo beneficio de nuestros pueblos, sino también porque ha sido un fiel reflejo de la importancia de la relación entre Estados Unidos y México. Su presencia en México, señor Presidente, nos permite examinar desde una perspectiva común los retos de una relación tan compleja y tan dinámica como la nuestra. Es claro que la interdependencia es el signo de nuestra relación. El éxito de este encuentro, en el hospitalario y pacífico estado de Yucatán, radica sobre todo en el diálogo respetuoso, en el diálogo sincero, intenso y abierto que hemos tenido.

Tratamos importantes cuestiones económicas y político-sociales; abordamos asuntos de seguridad y de justicia, problemas fronterizos muy específicos y muchos otros temas. Revisamos cada asunto sobre bases de igualdad y acordamos soluciones con espíritu de equidad. En todos los puntos de la agenda ha primado una actitud de cooperación. Hemos abordado temas muy concretos de cómo elevar el nivel de cooperación para combatir juntos la amenaza del crimen organizado y del tráfico de armas y drogas a lo largo de la frontera. Hemos revisado la perspectiva para nuestros productores de la apertura plena al comercio de sectores sensibles para nuestras economías y que se suma a buenas noticias en materia de comercio para México este año.

Por ejemplo, la apertura a todos los estados de la Unión Americana del aguacate mexicano o la apertura transfronteriza a los servicios de autotransporte que elevará la competitividad de toda la región.

Más allá de las particularidades y los retos específicos de nuestra agenda, yo quiero destacar la firme voluntad política de ambos gobiernos para alcanzar soluciones mutuamente satisfactorias a nuestros desafíos. En un mundo donde las naciones compiten por mercados, por inversiones y por tecnologías, es muy satisfactorio constatar cómo México y Estados Unidos enfrentamos en común los retos que son comunes. Unimos fuerzas para multiplicar los intercambios bilaterales, para aumentar los flujos de mercancías y de servicios y para responder a las demandas de nuestros ciudadanos.

Hoy hemos inaugurado, señor Presidente, una nueva etapa en la relación bilateral, una etapa caracterizada por una renovada capacidad de entender los desafíos que enfrentamos sobre la base de la corresponsabilidad.

Si compartimos problemas, las soluciones también deben ser compartidas, y no podremos alcanzar una América del Norte más segura si no impulsamos al mismo tiempo su prosperidad. Celebro, señor Presidente, que usted haya calificado hoy de esencial el hecho de que el Congreso de su país pueda aprobar reformas en materia migratoria que usted está impulsando.

También ha mencionado la importancia de un desarrollo en las naciones expulsoras de migrantes, en particular el caso de México, que permita a la gente permanecer en el país y contribuir al engrandecimiento de la nación. México coincide con usted en éste y en otros temas, en dar una solución integral al tema migratorio e impulsar al mismo tiempo el desarrollo en países expulsores de migrantes, temas que van de la mano. Esperamos que por el bien de Estados Unidos y por el bien de México pueda concretarse pronto y bajo su liderazgo una legislación responsable en los congresos, que atienda de manera integral el tema de la migración. Sólo la prosperidad compartida garantizará una América del Norte unida por la paz, por la armonía y por el trabajo.

En México no abandonamos nuestro objetivo de convertirnos en las próximas décadas en una de las cinco economías más fuertes y más grandes del mundo. Por eso queremos hacer de México uno de los mejores destinos para la inversión, para eso trabajamos al máximo de nuestras capacidades para construir la infraestructura económica y social que nos permita un desarrollo sostenido y sustentable, y que atienda las demandas de la sociedad. Queremos que todo mexicano encuentre aquí en su tierra las oportunidades necesarias para su desarrollo y bienestar. Yo estoy seguro de que Estados Unidos, una sociedad que se caracteriza por la diversidad y por el trabajo, comprende la magnitud del esfuerzo económico y social que hoy realiza México.

Señor Presidente, quiero recordar las palabras de Benjamín Franklin cuando dijo: "O caminamos todos juntos hacia la paz o no la encontraremos". México y Estados Unidos tenemos una alianza firme, fructífera y duradera, somos países amigos y vecinos, y además socios estratégicos. Tenemos propósitos comunes de desarrollo; compartimos valores como la democracia, la libertad y el respeto a los derechos humanos y a la ley. No tengo duda de que a partir de esta importante visita nuestros gobiernos trabajarán con nuevos ánimos para acelerar la cooperación binacional y alcanzar juntos mejores niveles de desarrollo.

Y con esa convicción permítame brindar ahora por la salud y el bienestar del Presidente Bush y de su distinguida esposa, y por la prosperidad y la felicidad de los mexicanos y los estadounidenses.

(Se ofreció un brindis.) (Aplausos.)

PRESIDENTE BUSH: Señor Presidente, señora Zavala, miembros de su gobierno, gobernador de Yucatán, alcalde de Mérida, funcionarios del gobierno, distinguidos invitados, buenas noches, y gracias. Laura y yo estamos encantados de estar nuevamente en México. Estamos muy agradecidos por la cálida hospitalidad del Presidente Calderón y la señora Zavala. Apreciamos la oportunidad de cenar en este bello lugar, que trae a la mente la rica historia y brillante futuro de México.

Para Laura y para mí, la conexión con México se remonta varias décadas. Somos tejanos. Admiramos a su país, su pueblo y su cultura. Como gobernador, trabajé estrechamente con mis homólogos de este lado de la frontera e hice muchos amigos en México. Como Presidente, México fue el primer país que visité y el primer país a cuyo líder recibí en una cena de Estado en la Casa Blanca. Durante los últimos seis años, he recorrido todo su país. desde aquí, en Mérida hasta Monterrey, y hasta Los Cabos en la costa del Pacífico. Y esta noche, la relación entre México y Estados Unidos es tan fuerte y enérgica como siempre, y el Presidente Calderón y yo tenemos la intención de mantenerla así.

Los vínculos entre nuestros países son profundos y perdurables. Nos unen vínculos familiares. Nos une el comercio cada vez mayor que cruza nuestra frontera todos los días. Y nos une nuestra fe en un Dios Todopoderoso.

Un accidente de la geografía hizo vecinos a nuestros dos países, pero fueron valores comunes los que nos hicieron amigos. El valor más importante que compartimos es nuestra fe en la democracia, y el año pasado, el mundo vio a la democracia mexicana en acción. En todo el país, muchos votantes acudieron a las urnas para una elección que fue abierta, honrada y muy reñida. Pensándolo bien, me suena familiar. (Risas.) Su fidelidad para con el proceso democrático fue indicio de una nación en la que aumenta la confianza y la libertad. Y al final, el pueblo mexicano eligió a un buen hombre como su Presidente.

Poco después de su investidura, el Presidente Calderón vino a verme a la Oficina Oval. Me impresionó su carácter, su liderazgo y su abnegación por el pueblo mexicano. Es alguien que piensa de manera innovadora, con una visión de justicia y prosperidad para todos en su país. Y durante sus primeros 100 días como Presidente, ha demostrado su dedicación para producir resultados para toda la gente con la que trabaja. En mis conversaciones de hoy, expresó su voluntad de trabajar con miembros de todos los partidos políticos y con gente de todas las esferas de la sociedad civil.

Hoy hablamos de las prioridades primordiales del Presidente. Comparto esas prioridades. Su prioridad primordial es proporcionar seguridad en todo el país. Está dando pasos audaces para hacer que se respete el estado de derecho y tomando medidas enérgicas contra el crimen organizado y las drogas, y para reformar el sistema judicial.

Estados Unidos es un firme aliado en estos esfuerzos. Tenemos trabajo que hacer de nuestro lado de la frontera. La gente transporta drogas porque existe demanda de drogas. Y Estados Unidos debe hacer mejor su labor de reducir la demanda de drogas. Al mismo tiempo, espero una cooperación más estrecha. Trabajaremos con el Presidente y otros presidentes de nuestra región para interrumpir el suministro de drogas.

El Presidente Calderón también conoce la importancia de crear nuevas oportunidades para la economía de México. Ha presentado políticas innovadoras para combatir la pobreza y generar empleo. Una de sus estrategias me pareció de lo más interesante: recompensar a las empresas mexicanas que contratan a gente que recién ingresa al mercado laboral. Y le agradezco su firme compromiso con la vivienda e infraestructura en el sur de México.

Ha propuesto reformas económicas que fomentan la competencia y combaten la corrupción. Comprende la importancia del comercio libre y equitativo. Estados Unidos favorece una economía mexicana sólida, y comprendemos que debemos trabajar juntos para facilitar una transición fácil al comercio pleno, especialmente con respecto a cuestiones delicadas como el maíz y frijoles.

El Presidente Calderón tiene firmes convicciones sobre el tema de la migración. al igual que yo. Nuestros países comparten una frontera de 2,000 millas de largo, y ésa debería ser una fuente de unidad, no de división. Por lo tanto, estamos colaborando para mantener ambos lados de la frontera abierta al turismo y comercio, y cerrada a los delincuentes y narcotraficantes y contrabandistas y terroristas y traficantes de armas.

Aprecio la dedicación del Presidente para reforzar la frontera norte y sur de México. Y le dije hoy al Presidente --y seguiré repitiéndolo mientras esté aquí en México-- que sé que nuestro país debe tener una reforma integral de la inmigración. Somos un estado de derecho. Pero es importante que los ciudadanos estadounidenses comprendan que los valores familiares no se acaban en el río Grande, y que a nuestro país le conviene tener una ley integral de inmigración, para que podamos defender los grandes valores de Estados Unidos, valores que se basan en la dignidad humana y el valor de cada persona.

Y, entonces, señor Presidente, ha sido un buen día. Dedicamos mucho tiempo a hablar sobre asuntos importantes de manera muy constructiva y amistosa. Agradezco su franqueza. Agradezco que sea directo. Y yo, también, quisiera brindar por el gran pueblo mexicano y por sus líderes.

(Se ofreció un brindis.) (Aplausos.)

END 8:30 P.M. (Local)


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