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For Immediate Release
Office of the Press Secretary
15 de diciembre de 2004


1:32 P.M. EST

EL PRESIDENTE: Oigan, gracias a todos por asistir. Acabo de salir de una campaña. (risas). y pasar mucho tiempo hablando con el pueblo estadounidense sobre cómo asegurar que Estados Unidos sea el mejor lugar del mundo para hacer negocios. Y se ha dicho mucho durante el último par de meses sobre cuál es la mejor filosofía para asegurarnos de que los puestos sean creados aquí, que el entorno empresarial sea enérgico, que las pequeñas empresas puedan florecer. pero, lo más importante, que la gente encuentre empleo cerca de casa.

Y una de las cosas de las que hablé fue sobre asegurar que el ambiente para arriesgar capital contribuya a generar empleo. Y traté de decirlo lo más claramente posible. Y algo de lo que hablé para asegurarnos de que los costos sean razonables y que el costo de capital sea razonable es la reforma jurídica, que el costo de las demandas frívolas, en algunos casos, hacen que sea extremadamente caro que una pequeña empresa siga operando o que un médico ejerza la medicina, en cuyo caso, significa que el costo de atención médica de un proveedor de trabajo o creador de trabajo ha aumentado o está aumentando. Hablé sobre la ventaja competitiva que debemos tener en los Estados Unidos si esperamos que los puestos permanezcan aquí.

El costo de demandas, en comparación con los países con los que competimos, es alto. En otras palabras, el costo del litigio en los Estados Unidos hace que sea más difícil que compitamos con naciones europeas, por ejemplo.

Y, entonces, quiero darles las gracias a nuestros panelistas por asistir hoy a ayudar a aportar su experiencia profesional a esta noción que si podemos lograr la reforma jurídica en los Estados Unidos hará que sea un lugar mejor para que las personas, ya sea, comiencen negocios o encuentren trabajo.

Ahora, el programa integral para la expansión económica conlleva mucho más que solamente reformas jurídicas, pero una piedra angular de cualquier programa bueno es la reforma jurídica. Y existe un aspecto práctico en nuestras conversaciones de hoy, porque deseo que la gente que decidirá si tendremos reformas jurídicas escuche hablar a los expertos, y aquellos son los miembros de la Cámara de Representantes y el Senado de ambos partidos. Estoy aquí no sólo para agradecer a nuestros panelistas, sino también para dejar en claro que tengo la intención de remitir un conjunto de medidas legislativas al Congreso que dice que esperamos que la Cámara de Representantes y el Senado apruebe una reforma significativa sobre la responsabilidad por el asbesto, sobre las acciones de clase y la responsabilidad médica. (Aplausos.)

Quiero darle las gracias. quiero darle las gracias a mi buen amigo, Don Evans, que se ha desempeñado tan bien como Secretario de Comercio. Como saben, ha tomado la decisión de regresar al estado de Texas. Me complace que mi partida fuese retrasada cuatro años. (Risas.)

SECRETARIO EVANS: A mí también. (Risas.)

EL PRESIDENTE: Pero sí quiero agradecerle por actuar tan admirablemente y deseo darle las gracias por celebrar este evento. (Aplausos.)

SECRETARIO EVANS: Señor Presidente, muchísimas gracias. Contamos con un panel muy distinguido, un panel de gran alcance. Como saben, el asunto del abuso de las demandas tiene muchas, muchas facetas. Y, entonces, estoy encantado de que hayamos podido congregar a varias personas para que lo examinen desde un punto de vista económico, un punto de vista académico, un punto de vista de pequeña empresa, un punto de vista de atención de la salud, porque hay muchos, muchos asuntos asociados al abuso de demandas en este país.

Deseo darle las gracias, señor Presidente, por su liderazgo en este asunto en particular, la atención que le ha prestado. Soy uno de los. uno de los que. que han visto su dedicación a ello durante 10 años. Recuerdo muy bien en 1993, cuando se postulaba a gobernador del estado de Texas, era uno de los asuntos principales en su plan de gobierno. Y después de ser elegido gobernador, lideró y tuvo un impacto en ese estado. Y debido al impacto que ha tenido en la reforma a la responsabilidad civil en el estado de Texas, la economía del estado de Texas es una economía más fuerte de lo que habría sido de otra manera. Y usted está aportando el mismo liderazgo aquí en Washington, D.C. y el gobierno federal, porque ciertamente hay cosas que podemos hacer en el gobierno federal que crearán un ambiente mejor para que los empresarios y dueños de pequeñas empresas creen puestos de trabajo y hagan que nuestra economía crezca, y tienen que ver con las reformas jurídicas y las reformas a la litigio.

Señor Presidente, mencionó que me he desempeñado aquí durante unos cuatro años como Secretario de Comercio, y una de las cosas que debo decir es: En primer lugar, fue un honor estar al servicio del pueblo estadounidense, y por cierto, bajo su liderazgo. Pero al viajar en todo Estados Unidos, lo que oigo una y otra vez entre industriales, como también empresas que prestan servicios, es de las cargas de las demandas, las cargas de las demandas chatarra y frívolas, y cómo continúan debilitando nuestra economía y haciendo que sea más difícil que compitamos nacionalmente e internacionalmente, y no que sea más fácil que compitamos nacionalmente e internacionalmente.

Y esa es. esa es la pregunta central que deberíamos hacernos cuando tomamos decisiones en esta ciudad. ¿Hace que sea más difícil que compitamos y creemos puestos internamente en los Estados Unidos? ¿O hace que se nos haga más fácil competir? Entonces, todo lo que hagamos debería decir que hace que sea más fácil competir y crear puestos. Y lo que el abuso del litigio ha hecho es que no sólo amenaza nuestra competitividad e innovación en el mundo, sino que también. perjudica nuestro sistema de atención de la salud, aumenta el costo de atención de salud en este país, reduce la innovación, etcétera.

El año pasado, nuestro departamento recorrió el país, y tuvimos discusiones de mesa redonda -algunos industriales pequeños y medianos de todo Estados Unidos. Y escuchamos este mismo mensaje, con un grado extraordinario de pasión y energía, no sólo de los industriales, sino también de las empresas de servicio, y es por eso que es tan importante lidiar con la reforma al litigio y lidiar con ella ahora, porque va a tener un impacto en la creación de puestos en este país durante varias generaciones. No sólo se trata de la economía actual, sino de la economía para sus hijos y sus nietos. Y este es el momento de lidiar con ella.

Señor Presidente, mencionó algunos de los costos de la reforma a la responsabilidad civil. o costos de la responsabilidad civil en este país. Representa más de 2 por ciento de nuestro Producto Interno Bruto, más de $250,000 millones en costos de responsabilidad civil en nuestra economía. Eso es mucho más que la mayoría de nuestros -de hecho, es más, en términos porcentuales, como también términos absolutos, de aquellos con quienes competimos en todo el mundo. El sector industrial asume una porción desproporcionada de eso, aproximadamente 4.5 por ciento. Y, entonces, cuando uno piensa sobre el costo de la responsabilidad civil en los productos industriales en este país, y luego lo compara con los sueldos y salarios en el sector industrial-17.5 por ciento del costo de mano de obra y sueldos es parte del costo, mientras que solamente. mientras que 4.5 por ciento son demandas de responsabilidad civil. Por lo que se puede ver cómo los costos de responsabilidad civil son un precio significativo del costo en todo lo que compramos en este país.

Estuve en Missouri este año pasado y tuve la oportunidad de realmente ver de cerca cómo está impactando al sector de la atención médica. Hablé con David Carpenter, CEO de North Kansas City Hospital, y lo que me dijo fue que 30 médicos se habían mudado de Missouri a Kansas porque Kansas, de hecho, había aprobado reformas a la responsabilidad civil y había impuesto límites. Por lo que ven lo que está sucediendo en todo Estados Unidos, donde los médicos se están mudando y tratando de encontrar un entorno más favorable.

El abuso de la litigio es simplemente hacer que no sólo las empresas lleven los costos a cuestas, sino también el pueblo estadounidense. Me gusta llamarlo el impuesto de responsabilidad civil. Si uno toma el costo total de las demandas e indemnizaciones de responsabilidad civil en nuestro país y lo divide por el número de personas en el país, es un impuesto de responsabilidad de aproximadamente $809 per cápita. Por lo que todo lo que compramos, en todo lo que compramos, hay allí en alguna parte un impuesto de responsabilidad civil o un costo de responsabilidad civil. Y, entonces, continuará aumentando el costo de los automóviles, los comestibles que compramos, las botas de trabajo que compramos. lo que sea que compremos; continuarán aumentando estos costos si no hacemos algo al respecto, y también continuará reduciendo la innovación y el espíritu empresarial.

Y lo que deberíamos estar haciendo es determinar maneras de reducir el riesgo y aumentar las recompensas, y eso es exactamente lo opuesto a lo que hacen las demandas chatarra y frívolas en una sociedad. Lo que hacen es que aumentan el riesgo y reducen los resultados. Entonces. y reducen los beneficios.

Entonces, para que continuemos siendo la economía más competitiva del mundo, la economía más innovadora del mundo, este es un asunto con el que debemos lidiar, y debemos lidiar con él ahora. Nuevamente, estoy encantado de tener a este sobresaliente panel aquí para tratar este tema, tema y asunto importante, y me gustaría comenzar por darle la palabra al Profesor George Priest, profesor de Yale University, que es el profesor de cátedra John M. Olin de derecho allí. George examinará para nosotros algo de la expansión moderna de la responsabilidad civil en los Estados Unidos, y mencionará algunas de las posibilidades de reforma que deberíamos considerar.

Profesor.

SEÑOR PRIEST: Gracias, señor Secretario. Permítame hablar un poco sobre la historia de la expansión de la responsabilidad. Este problema de abuso de demandas y el problema del litigio excesivo realmente es, en gran medida, un problema moderno. Antes de los años sesenta, el derecho de responsabilidad civil estaba dominado por los principios de la justicia correctiva; el litigio era minúsculo. Pero las ideas comenzaron a cambiar y llegó a haber una noción que se desarrolló que el derecho de responsabilidad civil se convirtió en un instrumento de la política oficial, según el cual las sentencias por responsabilidad civil, sentencias por daños, podían ser usadas para incorporar los costos -el daño que las personas hubieran sufrido- a las personas y a las empresas que los hubieran causado.

Y, entonces, la idea era que, al incorporar estos costos, se generaran incentivos para lograr que los productos fueran más seguros, para hacer otros servicios más seguros, y también para proporcionar una forma de seguro para las personas que hubieran sufrido algún tipo de daño.

La otra ventaja, o la idea de que había una ventaja, era que podía utilizarse en forma universal. Esto es, la reglamentación de seguridad, la reglamentación directa de seguridad por los organismos, se aplicaba solamente a un número reducido de sectores industriales. Usando la ley de responsabilidad civil como un mecanismo normativo, por otro lado, podía aplicarse a todas las actividades de una sociedad, Y, entonces, se podía volver universal. Y basados en esta noción, los tribunales empezaron a expandir la responsabilidad. Comenzaron primero en el campo de la responsabilidad por los productos, pero después se expandió a otros campos más generales.

Ahora, considero que esta noción, esta idea de incorporar los costos, ha tenido algunas características beneficiosas, ha tenido algunos efectos beneficiosos. Esto es, considero que sí mejoró la seguridad y redujo el daño en cierta medida. Pero el problema que ha surgido, y es verdaderamente un problema que surgió varias décadas atrás, es que hay límites dentro de los que la ley de responsabilidad civil y el litigio pueden ser eficaces para incrementar la seguridad y reducir el daño. Pero el problema es que esta noción de interiorización de costos no reconoce esos límites, y, entonces, aun cuando los límites pudieran haberse excedido, los tribunales han continuado extendiendo la responsabilidad campo tras campo. Y cuando la responsabilidad se extiende más allá del punto en que puede promover eficazmente una mayor seguridad, más allá del punto en el que estos daños pueden ser reducidos en la práctica, hay dos formas de efectos sociales dañinos que se derivan.

La primera es -y es una de la cual usted habló, señor Secretario- que el costo del litigio tiene que traspasarse a los precios de los productos y servicios, exactamente como usted dice: es un impuesto. Y es un impuesto que cada ciudadano y cada consumidor tiene que pagar por cada producto y servicio que compra. Sólo para dar un ejemplo -y usted mencionó esto también- en el ámbito actual de litigio, los fabricantes de automóviles son básicamente totalmente responsables cada vez que ocurre un accidente grave. Siempre serán demandados y siempre tendrán que transar el caso de alguna manera. ¿Y qué significa esto? Esto significa que los precios de los autos deben incrementarse. El litigio no tiene efecto en la seguridad, no tiene efecto en el rediseño de los automóviles. Tenemos un organismo, NHTSA, que está encargado de monitorear la seguridad automotriz. El litigio no tiene ningún tipo de efecto; simplemente se suma al costo. Y el aumento al costo afecta más drásticamente a aquellos con ingresos más bajos en la sociedad, porque son los menos capaces de pagar estos costos y son los que obtienen el menor beneficio. Incluso cuando litigan, la indemnización que reciben es menor que la de otros ciudadanos.

Ahora, en otros sectores industriales, sin embargo, los resultados son peores aun. Esto es, en algunos sectores, la responsabilidad se ha extendido. ha sido extendida a tal punto que las partes afectadas comienzan a hacer inversiones que son improductivas, que no son necesarias, para tratar de protegerse de la responsabilidad. El sector médico es un buen ejemplo. La medicina defensiva es, en esencia, contraproducente y es una inversión que se hace para tratar de combatir el litigio sin ningún fin útil.

Y las consecuencias de todo esto. del régimen que hemos creado es un sistema legal en el que el litigio está disponible con respecto a toda actividad de la sociedad. Y peor aun, considero -y Phil Howard hablará de esto también- que hemos desarrollado una cultura en esta sociedad, en este país, en la que se cree que cualquier problema social imaginable puede resolverse mediante el litigio. Y, entonces, tenemos al litigio tratando de lidiar con cualquier problema social imaginable.

Ahora, ¿qué se puede hacer al respecto? Bien, considero que las reformas más fundamentales deben venir de las cortes. Son las cortes las que han generado este problema y de las cortes debe provenir las redefinición de las normas. Pero lo que eso significa es que es de suma importancia designar o elegir jueces que estén comprometidos con la reforma de la responsabilidad civil. Ahora, lo que podemos. pero hay otras cosas que pueden hacerse, y hay algunas cosas que pueden hacerse a nivel de Congreso, y considero que las tres reformas que el Presidente ha mencionado son importantes reformas.

Necesitamos una reforma de las demandas de clase. Las reglas que se desarrollaron -y fueron desarrolladas en los años sesenta- con la intención de controlar las demandas de clase están anticuadas ahora, y hay muchos juzgados en los que no hay control alguno de las demandas de clase. Ahora, la Ley de Justicia de la Demandas de clase (Class Action Fairness Act) da un paso; lo que hace es empujar estas demandas de clase hacia las cortes federales donde habrá un mayor control. pero, con todo respeto, no es una solución. Ayudará. es un paso que pienso que es pequeño, pero es importante. es un paso importante.

Pienso en una reforma federal en sectores industriales particulares -como en el caso del sector médico- una reforma en la negligencia médica es también importante, y es una reforma prometedora porque todos los médicos y todos nosotros sabemos que debemos controlar los costos de la salud, y todos nosotros sabemos también, y podemos ver fácilmente, los efectos nocivos que tiene extender la responsabilidad contra los servicios médicos necesarios. Así que la reforma de la negligencia médica en también importante.

En tercer lugar, y usted mencionó esto señor Presidente, y concuerdo plenamente, el Congreso puede tratar de hacer algo acerca de los litigios sobre el asbesto. Los litigios de asbesto son un fenómeno extraordinario. Los he venido estudiando en los últimos dos años. Es simplemente extraordinario. Todos saben que hay cientos de miles de casos que han sido presentados y que hay millones más que serán presentados. Pero considero que pocos saben exactamente qué tipos de casos son estos. Y permítanme solamente darles un ejemplo ilustrativo de lo que es este problema.

Hace poco tiempo en California, un hombre obtuvo $4.5 millones contra una de asbesto. una compañía que había usado asbesto. Y la única exposición que este hombre pudo demostrar, la única vez que se había expuesto al asbesto fue un día cuando era niño y su madre y su abuelo lo llevaron a su iglesia, cuyo techo venía siendo remodelado. Esa fue toda la exposición. Un día de asbesto y obtiene $4.5 millones. Estos litigios de asbesto son un gran sistema de redistribución dentro de la sociedad. Y, de hecho, bajo los estándares de ese caso, cada estadounidense es una víctima del asbesto. Pero yo -pero yo ciertamente diría lo siguiente: no es una señal de una sociedad saludable cuando cada ciudadano puede ser considerado litigante y presentar una demanda.

Entonces considero que hay. hay una necesidad importante de legislación en muchos campos diferentes para lidiar con este problema de litigio excesivo. Estas reformas son. las tres reformas de las que el Presidente ha hablado serán útiles. Considero, nuevamente, que son pequeños pasos, pero son pasos en la dirección correcta y son pasos importantes de dar y que cada estadounidense debería apoyar.

Gracias.

EL PRESIDENTE: Bien hecho.

SECRETARIO EVANS: Sí, excelente labor. Profesor, muchísimas gracias, por exponerlo.

Hablando del asbesto, nuestro siguiente panelista es alguien que ha sido afectado personalmente por el litigio sobre el asbesto, como sus 18 empleados y las familias por las que son responsables. Y, entonces, Mike, un empresario de Monroe, Louisiana, que dirige una compañía allí. por qu no nos da su perspectiva sobre el litigio de asbesto, ya que está relacionado con su situación personal y la de su compañía.

SEÑOR CARTER: Bueno, tengo un negocio allá en Monroe, Louisiana, Monroe Rubber & Gasket. Y, ojalá que pueda ser una pequeña voz -o una gran voz- para muchas empresas a lo largo del país que probablemente están en la misma situación en la que yo me encuentro.

Probablemente hace como tres años, comencé a recibir demandas por asbesto, y calculo que hoy debo estar inundado por más de un centenar. Y somos una compañía pequeña; no podemos pelear estas batallas legalmente. Y lo que ha sucedido, con el tiempo, es que algunas de éstas han sido transadas extrajudicialmente. Tenemos un agente de seguros que, en aquel momento, nos aseguraba y nos ayudaba a litigar algunos de estos asuntos con el transcurso del tiempo. Pero el problema es, si esto termina muy pronto, que tenemos un límite de alrededor de un millón de dólares. Y si tenemos que involucrarnos en un proceso judicial y se falla en contra nuestra, es cuestión de cerrar nuestras puertas.

Pero estos asuntos nos han llegado y llegado, estas demandas, como ahora. He estado en Washington en un par de ocasiones, hablando con nuestros senadores del estado. Tratamos sin éxito que algo fuera aprobado dentro del estado. Pero esto no está deteniendo las demandas. No somos productores ni usuarios finales. Todo lo que hemos hecho y de lo que somos culpables es de comprar lo que nosotros pensamos durante muchos años que era un producto seguro y revenderlo a un consumidor final que pidió el producto por nombre. Y ahora, porque todas las compañías más grandes y los productores han quebrado o se han declarado en bancarrota o han dejado de hacer negocios, ahora van en contra de el siguiente nivel de empresas, que es gente como nosotros, y nos están metiendo en esta artimaña.

Y nosotros no podemos luchar contra esto. Las últimas dos veces que he estado en Washington, recurrí a las personas que consideré podían hacer algo y les dije que esta podía ser la última vez que estaría aquí. No s cuánto más va a durar esto. Tengo probablemente siete u ocho casos este próximo año y si tengo que participar. es posible que jamás me reponga. Y, ojalá que esto sea una oportunidad, como digo, para ser solamente una pequeña voz por la pequeña empresa a lo largo de Estados Unidos, y entonces, ojalá, podamos conseguir que se haga algo este año.

Es. es una pena que haya tenido que dedicar cientos de horas a asuntos fuera del negocio para tratar de combatir esto, tratar de hacer que alguien escuche y tener un impacto con lo que estamos haciendo. Todo lo que estamos tratando de hacer es operar un negocio honradamente, lo hemos hecho durante muchos años, y es una pena que algo como esto pueda robarle a uno todo esto. Y cuando ya no existamos, no habrá nadie realmente que escuche.

Y simplemente se está haciendo cada vez más difícil hacer negocios. Y ahora cuando vamos y tratamos de comprar productos de otras empresas, tienden a ver nuestro nombre en. supongo que en Bradstreet, Dunn & Bradstreet, tiene todas estas demandas en contra nuestra. No quieren otorgarnos crédito. Hemos reducido el número de empleados. Simplemente no estamos contratando, es lo que no estamos haciendo. Hemos tenido quizá cinco o seis más en un momento dado; ahora tenemos unos 17. Y estamos tratando de hacer que nuestro negocio crezca en otros estados. No podemos hacerlo porque simplemente no sabemos hacia dónde nos dirigimos, y no queremos arriesgar más de lo que hemos hecho. Entonces, nos está afectando de tal manera que ya no podemos crecer. Simplemente. simplemente es una lucha continua y no podemos hacer nada al respecto. Simplemente siguen llegando, las demandas siguen llegando.

Y estamos recibiendo juicios de personas. las que estamos recibiendo son de usuarios finales. las fábricas, las plantas químicas, la industria papelera -que trabajaron en estos planes en particular hace años, y estos abogados litigantes, han venido y han establecido un pequeño centro y hacen que esta gente venga, y ponen avisos antes de llegar allí; han venido, les han hecho una prueba rápida. Si sale cualquier cosa en sus pulmones -que cualquiera de nosotros podría tener en nuestros pulmones, ya sea por fumar, por contaminación, lo que sea-pero de buenas a primeras reúnen los requisitos para ser parte de la demanda.

Y todo esto continúa creciendo así, es un par. una o dos personas enfermas comparadas con 10 o 15 personas que no están enfermas, y hacen que vayan a corte, y ¿saben?, en el sur, se nos conoce por tener jurados bastante compasivos. Y no me malinterpreten, yo soy. soy sumamente compasivo con las personas que están enfermas y creo que hay la necesidad de encargarse de ellas. Pero el problema es, 90 por ciento de las personas que entablan demandas hoy son personas que no están enfermas. Simplemente han estado expuestas. Y creo que todo el mundo en esta sala ha sido expuesto al asbesto. si alguna vez ha caminado por el pasillo de una escuela o ha estado en cualquier parte. Me explico, simplemente así son las cosas. Pero permitir que suceda esto, aquél 90 por ciento de personas que no están enfermas están recibiendo este dinero ahora mismo, más de 10 por ciento de las personas no lo están recibiendo, y esas son las personas que lo merecen.

Pero nuevamente, creo que estas personas que lo crearon deberían ser las responsables. Y nosotros, simplemente como negocio que opera honradamente, no hemos creado este problema. Y los empaques y las cosas que les hemos vendido a esas plantas, hemos tenido casos de personas que han venido y hasta nos extorsionan al sacar el empaque de la lámina con un corte, y no hay asbesto dañino en polvo ni nada en el aire. Pero debido a que en ese periodo se asoció al asbesto con nosotros, nos están acechando.

SECRETARIO EVANS: Mike, muchísimas gracias. Agradezco su relato.

EL PRESIDENTE: Permítanme hacer un comentario al respecto. En primer lugar, la justicia debe ser equitativa. Y aquellos que han sido perjudicados deben tener una oportunidad. aquellos que han sido perjudicados deben tener una oportunidad ante los tribunales. Pero un sistema judicial que ha perdido el control es uno que hace que sea realmente difícil que las pequeñas empresas sigan operando. Y aprecio que comparta su caso con nosotros. Es un. francamente es un relato doloroso de escuchar porque. lo que hace aun más doloroso es que hay muchas personas como usted.

La mayoría de los puestos nuevos en los Estados Unidos son creados por los dueños de las pequeñas empresas. Y cuando se oye a un dueño de una pequeña empresa hablar así y decir que tiene un problema, más nos vale que lo abordemos antes de que sea demasiado tarde. Gracias por compartirlo con nosotros.

SEÑOR CARTER: Gracias.

SECRETARIO EVANS: Sí, es doloroso no sólo para usted, sino para los 18 empleados y sus familias por los cuales es responsable. Y oímos su caso.

He aquí un hombre que es responsable por unos 350,000 empleados. Y Bob Nardelli, de Home Depot, ¿por qué no les da a todos una perspectiva del abuso de las demandas, el impacto en sus empleados, como también en su compañía?

SEÑOR NARDELLI: Bueno, gracias. En primer lugar, señor Presidente, gracias por esta oportunidad, Secretario Evans, de participar en lo que considero que probablemente sea el panel más importante sobre el alto costo del abuso de la conferencia general sobre la economía que usted, señor Presidente, ha convocado para los próximos días.

Creo que lo que todos nosotros en esta sala probablemente compartimos. creo que una de las cosas que realmente queremos tratar de dejar en claro, y respaldaré algunos de los comentarios que ya han escuchado, es que realmente no queremos ser. absueltos de nuestra responsabilidad. Todo lo que estamos pidiendo es equidad, señor Presidente, como usted dijo.

El abuso de las demandas ya no es un punto a tratarse. Creo que es un punto doloroso para todos nosotros, y uno que debe abordarse. Permítame ponerlo en perspectiva, señor secretario. Nuestros clientes, nuestros 350,000 asociados, como usted mencionó, y nuestra base de proveedores, los accionistas de nuestra compañía que dirijo y la compañía que amo, realmente están siendo perjudicados todos los días. Están siendo perjudicados por un sistema jurídico, francamente, que es abusivo. Es abusivo con tanto las pequeñas empresas como las grandes empresas.

Creo que hay indemnizaciones excesivas todos los días, que nuestros contribuyentes están pagando más, a los se les está negando, señor secretario, como usted dijo, los productos y servicios esenciales, y quizá más importante aun, puestos con buenos sueldos, salarios, lo que disminuye el crecimiento de la inversión, que realmente está reduciendo el espíritu empresarial de nuestro país.

Permítanme darles un ejemplo. Quiero pensar que los datos son favorables. El sistema de responsabilidad de los Estados Unidos básicamente le cuesta a cada estadounidense aproximadamente $2,400 al año, en base a una encuesta reciente que examinamos. Permítanme ponerlo en términos de Home Depot. Eso permitiría que cada familia comprase una cocina y un grupo completo de enseres domésticos: refrigeradoras, lavadoras, secadoras, cocinas, microondas, etcétera.

Por lo que cuando examino este asunto, básicamente veo unos tres puntos de presión de los que deseo hablar hoy. Primero, es la piratería patente que el sistema de responsabilidad civil llama una demanda de clase. El segundo es el asunto aparentemente interminable de los litigios de asbesto. Acabamos de oír a Mike hablar sobre eso. Y, en tercer lugar, son las adjudicaciones excesivas en las demandas de responsabilidad médica. Francamente, no tardaremos en ver un rubro en cada cuenta médica para los litigios en este país.

Considero que todos estos tres tienen algo en común; desafortunadamente, es que hay una solución equitativa y razonable a la mano que simplemente hace falta implementar. Eso es lo que hace que sea tan desesperante, creo, para todos nosotros.

Permítanme explayarme. El dilema de la demandas de clase probablemente sea un buen lugar para comenzar. Ya que son los abogados litigantes los que realmente se benefician. ¿cuántos en esta sala han recibido un cheque por $1.18 en reconocimiento de su participación en una demanda de clase de la que ni siquiera sabía que era parte? Y lo que sucede, en realidad, es que millones de dólares van a los abogados. Entonces, ¿realmente se está haciendo justicia? Esa es la pregunta. De hecho, creo que sólo 20 centavos de cada dólar en efecto van a las partes demandantes para daños económicos reales y sueldos perdidos y gastos médicos.

Entonces, lo que existe actualmente son los negocios por un lado y los abogados litigantes por el otro, y se tiene la peor combinación de todas: Los medios amplios chocan con principios poco arraigados. (Risas y aplausos.)

Permítanme hacer otro comentario, si puedo, sobre este sistema jurídico imán. Existe un lugar tal como el condado de Madison, Illinois, y creo que todos nosotros lo saben. Ha habido un aumento de 5,000 por ciento, un aumento de 5,000 por ciento en el número de juicios de demandas de clase desde 1998. ¿Saben? El problema ante nosotros no tenía nada que ver con ese condado o esa comunidad, pero el hecho es que no ha impedido que 49 otros estados entablen demandas en ese condado.

Entonces, realmente tenemos, ¿saben?, muy francamente, me gusta usar el término, es una emboscada para el litigio civil estadounidense. Creo que es así como lo catalogaríamos. Entonces, si pasamos, creo, como dijo George, nuestras demandas de clase a los tribunales federales, con normas comunes de costa a costa, tenemos una oportunidad de hacer que las cosas sean un poquito más equitativas, se aproximen un poquito más a lo que es equitativo. Y la gente que ha sido perjudicada tendrá de seguro la capacidad de obtener daños y reintegración, pero en un ambiente mucho más equitativo, un ambiente menos abusivo.

Por lo que si continuamos dejando este asunto, desde mi punto de vista, de importancia nacional, al antojo de los avaros, señor Presidente, en vez de los necesitados, continuaremos teniendo que pagar un precio enorme en este país por el litigio abusivo.

Permítanme concluir y hacer unos cuantos comentarios finales. Es por eso que creo que es tan importante aprobar la Class Action Reform Act. Creo que es una gran cosa que hayamos tenido mucho apoyo bipartidista. Creo que lo que necesitamos es acción bipartidista, señor Presidente, como usted dijo en sus comentarios iniciales. Además, tomaría estos litigios sobre el asbesto, y los catalogaría como un obsequio que simplemente se sigue dando a los abogados litigantes. Treinta años, sin que se vislumbre un final. Según el RAND Institute, se ha gastado $70,000 millones en el litigio sobre el asbesto, 200,000 demandas han sido entabladas contra 8,400 empresas desde el 2002. Entonces, vemos que continúan aumentando.

La guerra del asbesto, se podría decir, parece estarse librando contra. 67 empresas estadounidenses que han sido llevadas a la bancarrota. Ahora, es así como lo veo, de cierto modo, que mientras que los abogados atacan a Estados Unidos empresarial, son los estadounidenses empresariales los que sufren. Ese es el problema. Y 60,000 puestos en empresas estadounidenses han sido eliminados como resultado de ello.

Entonces, permítanme simplemente concluir, señor Presidente. Realmente creo que debe hacerse. No hay mejor persona para hacerlo que usted, en este periodo, su segundo periodo. Y estamos encantados de que su éxodo haya sido postergado cuatro años, permítame decirlo. (Risas.) Se ha dicho muchísimo sobre este asunto, pero creo que es el momento. Creo que hay muchas opiniones fervientes al respecto, y estoy aquí, señor Presidente, para unirme a dirigir el ataque a favor del alivio de lo que denominaré el impuesto de los abogados litigantes.

Gracias por la oportunidad. (Aplausos.)

EL PRESIDENTE: Bien hecho.

SECRETARIO EVANS: Gracias, Bob. Bob, muchísimas gracias. Creo que está en lo correcto. Y cuando habla sobre los abogados que están a un lado y los negocios que están al otro lado, son las familias las que pagan el precio, los estadounidenses esmerados. Ellos son los que se están en el medio. No siempre lo ven porque no ven el rubro. quizá está en su cuenta médica. quizá deba ser un cortacésped algún día, lo que es el costo adicional de un cortacésped debido a los costos de responsabilidad civil.

SEÑORA BANKSTON: Señor Secretario, gracias por la oportunidad.

Mi nombre es Hilda Bankston. Vivo en Fayette, Mississippi. Vine a los Estados Unidos de Guatemala en 1958. Conocí a mi esposo, el cabo primero de la Marina Mitchell Bankston, cuando estuve en la Infantería de Marina. Cuando nos casamos, hicimos realidad nuestro sueño de toda la vida, de comprar y operar una farmacia. Trabajamos arduamente, y mi esposo se hizo de una reputación sólida como un farmacéutico atento y honesto en Fayette.

Pero un día, abogados que querían. querían enriquecerse en el condado de Jefferson, estremecieron nuestro mundo y nuestros sueños de raíz. Bankston Drugstore fue incluida como parte demandada en un juicio de demandas de clase nacional y pusieron al condado de Jefferson en contra de dos de las compañías más grandes, farmacéuticas, los fabricantes de Fen-Phen, medicamento aprobado por la FDA para la pérdida de peso. A pesar de que Mississippi no permite los juicios de demandas de clase, sí permite la consolidación de juicios en acciones múltiples.

Debido a que la nuestra era la única farmacia en el condado de Jefferson y había despachado recetas de Fen-Phen, los abogados de los demandantes pudieron mantener el caso en un lugar ya conocido por su ambiente favorable para las demandas. De la noche a la mañana, el trabajo de nuestra vida pasó de prestar un servicio de salud al público a ser un medio para un fin de los abogados litigantes: sacarles partido a las demandas de clase, los cuales generan dinero.

Tres semanas después de haber sido incluidos en la primera demanda, mi esposo de 35 años, que tenía 58 años de edad y buena salud, falleció de un ataque masivo al corazón. Desde entonces, hemos sido incluidos en más de cien acciones múltiples contra las compañías farmacéuticas nacionales, sobre una variedad de medicamentos diferentes.

Tuve que vender la farmacia, pero todavía dedico horas incontables a encontrar archivos para los abogados de los demandantes y ser arrastrada al tribunal una y otra vez para atestiguar. Los abogados que manejan estas demandas comparan sus procesos con ganar la lotería.

El furor de los juicios ha perjudicado a mi familia, mi comunidad y al estado de Mississippi. La reputación del condado ha llevado las tarifas de seguro de responsabilidad por las nubes, y las empresas ya no se instalan allí, por temor a los litigios. Ninguna pequeña empresa debería soportar la pesadilla que yo he experimentado. No soy abogada, pero sé que algo está mal en nuestro sistema jurídico, cuando se abusa de los espectadores inocentes, de la forma en que lo han hecho conmigo. Por favor, tomen medidas para reformar la ley, para ayudar a arreglar nuestro sistema de juicios, antes de que más propietarios de pequeñas empresas y sus familias sean perjudicados.

Gracias, señor Presidente. Gracias, señor Secretario. (Aplausos)

SECRETARIO EVANS: Gracias, Hilda, muchas, muchas gracias.

Philip Howard, socio de Covington and Burling, autor del libro, The Death of Common Sense (La muerte del sentido común). Philip contribuirá con una visión general de la responsabilidad médica en nuestra economía.

SEÑOR HOWARD: Gracias, señor Secretario, y realmente aprecio la mentalidad abierta que tienen usted y el Presidente, al permitir a un abogado que ejerce su profesión sumarse al panel. (Risas)

A veces nos olvidamos del motivo por el cual las leyes son el fundamento de la libertad, y lo son debido a que se supone que sean fiables, y las personas puedan contar con ellas en sus vidas diarias. Toman decisiones en un país libre, para seguir adelante con sus vidas, sea para hacer inversiones o tratar con otros o actuar como voluntarios en los campos de juego o en la Pequeña Liga. Se supone que las leyes existen para defender de manera positiva la conducta razonable.

Las leyes en este país, ya no son fiables, y el costo de ello, lo digo, es de lejos, mayor que cualquier cosa de la que alguno de ustedes haya hablado el día de hoy.

Y así, vayamos a la responsabilidad médica. Hemos escuchado y lo van a escuchar nuevamente, lo horrible que es que se haga que nuestros profesionales mejor capacitados dejen de ejercer. Uno de cada siete obstetras en este país ya no ejerce la obstetricia. Una de cada cuatro personas en Pensilvania tuvo que cambiar de médico el año pasado debido a que éstos se retiraron o se fueron del estado. Eso es debido al costo directo de los litigios en este país. Pero eso es sólo el comienzo. El costo de la atención de la salud está fuera de control. Ni siquiera podemos hablar de absorber el costo, pero ¿quién no va a ordenar una imagen por resonancia magnética que alguien exija, si podría ser demandado por $10 millones por no hacerlo?

Este grupo, Bien Común (Common Good), que fundé hace un par de años, contrató a Harris Poll para hacer una encuesta de todos los doctores. Cuatro de cada cinco indicaron que ellos admitían haber ordenado pruebas que no consideraban necesarias. Parte de ejercer ahora es derrochar el dinero. No podemos darnos ese lujo. Tenemos 45 millones de personas que no tienen seguro. Tenemos. y más todos los días, debido a que las pequeñas empresas no lo pueden costear. No se puede absorber los costos, no se puede prestar atención de la salud para todos, hasta que se tenga un fundamento sólido de justicia, con el que la gente pueda contar.

Calidad. todos los expertos en calidad se han incorporado a nuestra coalición debido a que sus estudios les muestran que la calidad de la atención de la salud en este país ha sufrido, debido a que los doctores y los enfermeros ya no sienten la comodidad de hablar. Temen la posibilidad de estar asumiendo una responsabilidad.

Por lo que, uno. en el mismo hospital en que recibe curaciones milagrosas, hay un error en una receta, por lo que alguien recibe 500 miligramos, en lugar de cinco miligramos. Todos los estudios. las tragedias ocurren porque la gente tiene temor de hablar, porque no confían en el sistema judicial. Se defiende con el fundamento que hace que los médicos malos rindan cuentas. Bueno, en realidad, hace exactamente todo lo contrario. El sistema legal actual. y es verdad, con leyes no fiables. generalmente favorece a quienquiera que esté equivocado.

Y, si usted es médico. si hay un doctor que no es bueno, y todos los hospitales tienen estos casos, uno trata de despedirlos. ¿Qué hacen ellos? Contratan a un abogado. Enjuician o amenazan con enjuiciar. Y, el resultado típico es que se les permite seguir ejerciendo, porque la gente no quiere pasar por los cinco años de litigio para que pase.

Así, lo que se necesita aquí es mucho más que sólo. lo que se necesita es restablecer la fiabilidad. Necesitamos retornar al estado de derecho. Y me adhiero a todo lo que George. mi amigo, George Priest, dijo allá, así como todos los panelistas, también. Tenemos que mirar esto, no como un problema de sólo una empresa, o sólo un doctor; tenemos que mirarlo como un problema de toda la sociedad y lo que significa vivir bajo el estado de derecho en un país libre. Gracias. (Aplausos.)

EL PRESIDENTE: Bien hecho.

SECRETARIO EVANS: Gracias, excelente, Howard.

Barb Coen, Andy Kazar, ambas de Generations Women's Health Care, de Norton, Ohio. De verdad apreciamos que estén aquí para hablar sobre sus casos. Barb y Andy explicarán cómo la crisis de la responsabilidad médica ha hecho que, uno, Barb deje de asistir en partos, y por otro lado, que Andy, pierda a su médico.

Barb.

DR. COEN: Gracias, señor Presidente y señor Secretario, por la oportunidad de estar hoy aquí. Aprecio el hecho, señor Presidente, que haya cumplido con su promesa de ayudar a los médicos a atender a los pacientes mejor al eliminar el problema de la responsabilidad médica que tenemos en este país.

Soy una gineco-obstetra que ya no puede llamarse más obstetra. Hace tres años, mi socia, la Dra. Susan Clark y yo empezamos un pequeño consultorio llamado Generations Women's Health Care, en Norton, Ohio. Tuvimos la ayuda del Barberton Citizen's Hospital por dos años. Después de dos años, nos correspondía independizarnos del hospital y operar por nuestra cuenta. En ese momento, decidimos buscar un seguro de responsabilidad médica y nos quedamos sorprendidos al descubrir que nuestra primas de negligencia pasaron de $60,000 por nuestro espacio actual, a $118,000 por responsabilidad por reclamos hechos.

En ese momento, teníamos a 110 mujeres embarazadas como pacientes y teníamos tres semanas para decirles que tenían que buscar un médico nuevo.

Cualquiera que alguna vez haya tenido un bebé entiende que la relación que existe entre un obstetra y la paciente es muy especial. Le están confiando a uno su posesión más preciada, la vida de ese niño. Y fue terrible llamar a esas pacientes y decirles que no podíamos hacernos cargo de ellas. Recib notas en las que me decían, "Le prometo que no la voy a demandar. Por favor asista en el parto de mi bebé". Era absolutamente descorazonador. Algunas personas estaban programadas a dar a luz la semana siguiente. Es un sistema terrible que necesita ser reformado.

Lo que más me molesta del sistema de responsabilidad médica en este país es que la Asociación de Abogados Litigantes (Trial Lawyers Association) saldrá a decir que la responsabilidad médica es solamente 1 a 2 por ciento del costo anual del cuidado de la salud. Bueno, cuando el costo del cuidado de la salud es $1.2 millones, considero que si les dijeran a todos en esta sala, "Su salario del próximo año será solamente 1 a 2 por ciento del costo nacional del cuidado de la salud", sería un aumento considerable, ¿o no? Creo que todos estaríamos muy entusiasmados por recibir eso.

Lo otro que me molesta es que el 80 por ciento de. de las demandas contra los médicos son desestimadas. ¿Qué pasaría si yo solamente estuviese acertada el 20 por ciento del tiempo? ¿Qué pasaría si esa fuera la norma al que me viese sometida? Yo atiendo a 30 pacientes al día. ¿Qué pasaría si hiciera las cosas bien solamente con seis de ellos? ¿Qué les va a pasar a los otros 24? Considero que necesitamos establecer para estas personas un parámetro más alto, el mismo parámetro que se aplica a los médicos. Y aprecio el hecho que ustedes estén dedicándose a reformar el sistema. Gracias. (Aplausos.)

SECRETARIO EVANS: Gracias, Barb. Muchísimas gracias. Buen trabajo. ¿Andy?

MS. KAZAR: Me llamo Andy, y gracias, señor, en primer lugar, por invitarnos y por dejarnos contar nuestros casos. Lo aprecio. Tengo, como podrán ver, 32 semanas de embarazo, y soy la administradora del consultorio de las Dras. Susan Clark y Barbara Coen. Cuando tomaron la decisión a fines de agosto de 2003 de no seguir ejerciendo la obstetricia porque al examinar el asunto, ¿saben?, económicamente no era viable, era como, ah, está bien, todavía puedo acudir a ellas. Han asistido en los partos de mis otros dos hijos, y considero que nadie aquí conoce la relación que una tiene con su médico; uno le cuenta cosas que no le cuenta a nadie.

Y, entonces, como Barb y Sue atendieron mis otros dos partos, era como, ah, ya no vamos a tener más hijos, terminaremos con esto, no hay mayor problema. Bueno, en mayo vamos a tener otro hijo. Y se me presentó el dilema de quién voy a tener ahora, porque las mujeres en las que confío más que nada en el mundo, que han confiado en mí para que les lleve su consultorio y para que pague sus cuentas y contrate a sus empleados y lidie con pacientes, no puedo recurrir a ellas para lo más importante que nos pasará a mi esposo y a mí.

Así que decidimos que necesitábamos buscar a otra persona, obviamente, como ellas no pueden atender mi parto, incluso si firmaba un papel. Tomamos la decisión de acudir a una partera. Y tenemos una excelente partera a la que estamos consultando, pero fuimos informados el viernes que es posible que el médico que la respaldaba no siga ejerciendo la medicina.

Así que ahora, una vez más, con 32 semanas de embarazo, estamos en la búsqueda de otro proveedor de servicios. Y no creo que nadie deba pasar por esto. Digo, conozco a la mayoría de los médicos del lugar porque he trabajado en el campo de la medicina tanto tiempo. No sé cómo la persona promedio normal que no puede ir y decir, bueno, ¿cómo elijo a este médico? ¿Saben? Caramba, ¿estarán aquí en seis meses? Se están yendo. los médicos se están yendo en un éxodo masivo de Ohio, porque no es rentable tener un consultorio allí. Y debe hacerse algo. Y se los estoy pidiendo, por favor. (Aplausos.)

SECRETARIO EVANS: Andy, gracias.

EL PRESIDENTE: No es la primera vez que lo ha pedido. ¿Puedo hacer un par. soy el Presidente.

EL PRESIDENTE: Conocí a estas dos señoras en Ohio. Philip dijo que uno de cada siete médicos está yéndose. En ciertos estados el número es mucho más alto que eso. Y en ciertas especialidades, los números son mucho más altos que eso. Y sólo un par de observaciones.

Cuando vine a Washington, pensaba que la reforma a la responsabilidad médica era un asunto estatal. Era gobernador, y una persona dijo, lo podemos hacer mejor en los estados que en el gobierno federal. Resulta ser, hasta ahora, los estados que tienen reformas a la responsabilidad médica lo han hecho mejor que el gobierno federal porque no hemos hecho nada todavía en el nivel federal. Sin embargo, examiné el impacto del ejercicio defensivo de la medicina, las pruebas innecesarias que los médicos ordenan para armar una defensa para cuando sean demandados -no "si" son demandados, sino cuando. Lo más probable es que será demandado. Y le cuesta al presupuesto federal aproximadamente $27,000 millones al año.

Y, entonces, cuando uno cita los datos de los abogados litigantes, lo que no dicen es que es ejercicio defensivo de la medicina con un costo para la sociedad. Hay un costo directo para los contribuyentes. En una cifra cuantificable; es muchísimo, $27,000 millones al año. Y, entonces, he decidido que es un asunto nacional que requiere una solución nacional.

¿Saben? Se dice mucho cuando se trata de reforma a la responsabilidad médica sobre el acceso y la capacidad de pago de la atención médica. Es un mantra simpático. Todos deberíamos favorecer el acceso y la capacidad de pago. Y, también lo deberían hacer los miembros del Senado de los Estados Unidos, que hasta la fecha han bloqueado la reforma a la responsabilidad médica, porque estas demandas están haciendo que personas excelentes, realmente competentes, dejen de ejercer la medicina, como Barb, lo que hace que la medicina sea menos accesible.

Y luego oyeron no sólo del costo en nuestro presupuesto, sino que el costo de un médico individual de ejercer medicina es pasado a los pacientes, lo que hace que la medicina sea menos económica. Necesitamos la reforma a la responsabilidad médica. Este es un asunto vital para la calidad de vida de miles de personas en nuestro país. Y quiero darles las gracias a estas dos mujeres por acompañarnos nuevamente. Las conocí en Canton, Ohio. Fueron tan elocuentes allá como lo han sido aquí, y su caso es, desdichadamente, uno que se repite en muchos estados en toda la nación.

Y les dije entonces y se los vuelvo a decir, este es un asunto prioritario, no sólo para mí, sino para muchas personas en el Senado. Digo el Senado. será aprobado en la Cámara de Representantes. Está siendo bloqueado por unos cuantos en el Senado de los Estados Unidos, y los abogados litigantes han lo han designado su problema primordial. Pero es, y creo que usted lo mencionó, Hilda, la noción de una lotería. no podemos permitir que el sistema jurídico sea una lotería legal. Queremos un sistema jurídico que sea justo y equilibrado para que la gente pueda tener buena atención médica, para que las pequeñas empresas puedan seguir operando, para que no oigamos sobre estos casos horribles sobre alguien que es arrastrado por este torbellino de demandas de clase que ha hecho que ella y ella se queden sin negocios.

Y, entonces, deseo darles las gracias a todos por venir. Me apasiona el tema porque deseo que Estados Unidos sea el mejor lugar del mundo para que la gente encuentre trabajo o críe a su familia o reciba buena atención médica. Y les puedo asegurar a todos ustedes que tengo la intención de hacer de este asunto una prioridad, ante el Congreso, cuando pronuncie el discurso sobre el Estado de la Nación, y al hablar con los líderes del Congreso sobre lo que considero que se debe hacer en la próxima sesión legislativa. (Aplausos.)

SECRETARIO EVANS: ¿Desea decir algo más? (Risas.)

Gracias, señor Presidente. ¿Saben? También me complace que este asunto vaya a ser tema de conversación en todas las casas de los Estados Unidos, porque son esos estadounidenses lo que están siendo impactados por esto de una manera tan grave y dañina, y deben enviar un mensaje a Washington, que quieren que se haga algo al respecto.

Bueno, tenemos un par de minutos para un par de preguntas. Profesor, permítame dirigirme a usted, si no le importa, por apenas un minuto. ¿Puede compartir con nosotros un ejemplo de la manera en que los abogados de los demandantes están ejerciendo influencia para amenazar a las empresas para que lleguen a resoluciones? Y además de eso, noto que en el pasado ha enseñado capitalismo, política de seguros, derecho de responsabilidad civil, responsabilidad por productos, pero que ha agregado un curso nuevo llamado "desarrollo económico". ¿Estamos viendo toda la figura, finalmente, en los Estados Unidos? ¿Cómo la sociedad litigiosa en la que nos encontramos está teniendo un impacto drástico en el desarrollo económico de nuestro país y la creación de puestos en nuestro país?

SEÑOR PRIEST: Ah, considero que sí tiene un impacto drástico en el desarrollo económico en este país. Lo que hace mi curso es examinar interculturalmente, en otros países, cómo. cuáles son los factores determinantes del desarrollo. Pero creo que no cabe duda que es nuestro sistema de litigio el que hace que nuestro país esté rezagado y no se desarrolle más rápidamente.

Ahora, en cuanto al asunto de las tácticas que usan los abogados, ¿me puede dar dos o tres horas? (Risas.) Podría responderlo. En realidad, las demandas de clase es una de las tácticas más poderosas que usan los abogados litigantes. ¿Saben? De todas las demandas de clase que se entablan, sólo unas pocas llegan a juicio. Algunas son litigadas en el campo de la discriminación, pero la gran mayoría de las de demandas de clase de responsabilidad civil nunca son litigadas. Cuando las entablan, ni siquiera esperan litigarlas. Simplemente son una manera de coaccionar el hecho que se sabe que si se certifica a la clase -que es un tecnicismo jurídico que no. que supuestamente no examina los fundamentos del caso- entonces las empresas que son enjuiciadas tienen que transar, porque, como señaló Mike, tienen que llegar a una resolución, porque de otra manera, la empresa se vendrá abajo debido a los riesgos involucrados en el caso.

Entonces, existe este ideal de las demandas de clase de representar a un gran grupo de consumidores y corregir agravios a menor nivel de una gran cantidad. no es así. Es casi en su totalidad una manera de coaccionar que actualmente está siendo utilizada por los abogados litigantes.

EL PRESIDENTE: Permítanme preguntarle algo.

SEÑOR PRIEST: Claro.

EL PRESIDENTE: Usted dijo que la ley pendiente. creo que se refirió a ella como un paso "paso" pequeño o un paso "mejor"? Fue una ventaja que, francamente, no fuese un paso "inmenso". (Risas.)

SEÑOR PRIEST: No es un paso inmenso, no, no, no.

EL PRESIDENTE: Está bien. Bueno, permítanme preguntarle algo: ¿Qué debe hacer el Congreso? Quiero decir, por ejemplo, sobre las demandas de clase. El proyecto de ley, -según entiendo, lo toma de los estados- hace que sea más difícil de mantener en los tribunales estatales y lo pasa a los tribunales federales, lo que refleja el carácter intraestatal de las demandas, que por lo tanto hacen que sea más difícil llegar a estos. ayúdeme con esto.

SEÑOR PRIEST: Bueno, lo que hace es que lo saca del área de competencia de los condados de Madison y de los Jefferson, Mississippi donde los jueces locales tienen relaciones estrechas con los abogados de los demandantes -no quiero usar la palabra "conspirar", pero tienen una relación mutuamente simbiótica- (risas) al permitir que estas demandas de clase prosigan.

EL PRESIDENTE: Entendí esa parte.

SEÑOR PRIEST: Por lo que ayudará a enviar el caso a un juez del Artículo III quien -en los tribunales federales funciona de manera diferente. Pero eso no resolverá el problema.

EL PRESIDENTE: Correcto. Y, entonces, usted dijo. ayúdenos con algunas soluciones. Esta es su oportunidad.

SEÑOR PRIEST: La solución más importante en las demandas de clases -pero tomará más que el Congreso; los tribunales van a tener que estar de acuerdo con esto, también- es, antes de la certificación, hacer que los tribunales evalúen si la demanda de clase tiene mérito alguno o no.

EL PRESIDENTE: Comprendo.

SEÑOR PRIEST: Quiero decir, el problema -incluso las demandas de clase que son certificadas en el nivel federal pueden ser agentes de coacción contra las partes demandadas que los enfrentan. Y es más difícil hacer que sea certificado en el nivel federal, y ese es el beneficio, el paso que tomaría la ley de demandas de clase que se está considerando actualmente. Pero sólo es un paso. No resolverá todo el problema.

Y lo que realmente se debe hacer. lo que usted llama litigios chatarra, litigios frívolos, el litigio en el que realmente la demanda subyacente no tiene mérito y no tendría éxito si fuese litigada, pero es demasiado peligroso que la parte demandada lo descubra y arriesgar. arriesgar toda la empresa porque sus abogados o los abogados del oponente van a tener más éxito ante el juez.

SECRETARIO EVANS: Phil, ¿desea participar?

SEÑOR HOWARD: Sí, sí deseo. Me explico, los jueces en los Estados Unidos actualmente no tienen la noción que parte de su labor es efectivamente establecer límites de lo que es una demanda razonable o excesiva, o lo que es o no es una demanda frívola. La gente presenta una demanda y actúan como réferis. Estaba debatiendo con el juez del café caliente de McDonald's. en efecto, en Oprah.(risas). fue realmente divertido. Pero durante un intermedio, dijo, ¿sabe?, sus opiniones están bien, pero ¿quién soy yo para juzgar? (Risas.)

Y existe esta idea por allí que la justicia es de cierta manera una oportunidad ilimitada. Bueno, no lo es. El estado de derecho requiere decisiones prudentes: esta es una demanda válida, esta no lo es; esta es una demanda excesiva, esta no lo es. Nadie está tomando esas decisiones actualmente, y las víctimas son todos los estadounidenses. Todos los días cuando están en clase, cuando van a trabajar y no dicen lo que piensan o no llevan a los niños de paseo porque están temerosos. están temerosos porque no confían en el sistema judicial porque los jueces no están cumpliendo con sus deberes.

SECRETARIO EVANS: Sólo tenemos unos minutos. Y deseo ir donde Mike y hablar sobre puestos de trabajo un minuto nada más, porque usted realmente representa el pilar de la economía estadounidense. Tiene una pequeña empresa; generan 70 por ciento de los puestos nuevos en los Estados Unidos. Dénos una idea sobre cómo está impactando su capacidad de crear puestos o contratar a más empleados. ¿Nos puede dar una idea de ello?

SEÑOR CARTER: Bueno, nos está impactando directamente porque no podemos hacer que nuestros negocios crezcan como nos gustaría. No podemos dotar a nuestros negocios de personal como nos gustaría hacerlo. En cuanto a tratar de crecer y entrar a otro sector, en otro estado, quizá, y tener un negocio, uno no sabe si se está exponiendo a problemas. Me explico: uno teme tratar de hacer que cualquier cosa crezca. Y cuando uno llega a tal punto, es difícil cuando siente que quiere ser emprendedor y simplemente tiene que aguantarse y jalar las riendas y sentarse allí y esperar a ver cómo se desenredan las cosas. Simplemente ha creado. y hay tantas empresas en todo Estados Unidos en la misma posición que en la que estoy, pero simplemente nadie nos ha escuchado hasta ahora. Y es una gran oportunidad, señor Presidente, estar aq uí y poder decirle esto y al señor Secretario, también.

EL PRESIDENTE: Gracias.

SEÑOR CARTER: .poder expresar esto. Y, con esperanza, este año o en algún momento en el futuro cercano, se podrá hacer algo al respecto. Y solucionaremos esto al punto que podemos continuar y hacer lo que mejor hacemos, y eso es, operar nuestros negocios y hacer que nuestras empresas crezca. Y hasta que eso suceda, tenemos que, de cierta manera, aguantarnos y esperar y ver lo que pasa con esto porque si terminamos en un tribunal con un fallo, como digo, tenemos más de cien demandas diferentes ahora mismo, y nos acaban de entablar una demanda de clase, también. Y simplemente no sabemos.

EL PRESIDENTE: Permítanme preguntarle a George algo.

¿Usted estudió los sistemas jurídicos de los diferentes países en comparación con el de los Estados Unidos?

SEÑOR PRIEST: Sí.

EL PRESIDENTE: Déle a la gente una idea de la diferencia.

SEÑOR PRIEST: Ah, bueno, es completamente diferente. La mayoría. no existe sistema jurídico como el de los Estados Unidos. No existe sistema jurídico que tiene, ni de cerca, el grado de litigio, cuantificándolo de cualquier forma, per cápita, según producto interno bruto.no, no, no, con mucho, somos la sociedad más litigante que jamás ha existido.

En Europa, por ejemplo, uno de nuestros grandes y crecientes competidores, el nivel de litigio no es para nada como este. Las decisiones las toman principalmente los jueces. No tienen jurados, lo cual es la diferencia. Y no estoy diciendo que deberíamos eliminar a los jurados. Pero es un. un sistema judicial mucho más controlado. El número de demandas es minúsculo en comparación con los Estados Unidos. Y lo que está sucediendo, por supuesto, es -y los europeos lo saben, los europeos no son tontos- están viniendo a los Estados Unidos y están tratando de entablar demandas en los tribunales de los Estados Unidos por pérdidas que han tenido allá. Y algunas de nuestras cortes están considerando tales demandas.

Y no es sólo los europeos. Hay demandas que se están entablando en los Estados Unidos por ciudadanos de todo el mundo porque, nuevamente, en términos de litigio, si uno es un demandante, es un país de oportunidades. (Risas.) De eso no se ha tratado nuestro país, por supuesto.

SECRETARIO EVANS: Realmente es una industria, sí.

EL PRESIDENTE: Considero que es importante que la gente comprenda que, particularmente la gente que va a decidir el futuro de estas propuestas, que vivimos en una economía mundial, que o tenemos una desventaja o una ventaja en base a nuestro sistema normativo, sistema jurídico, sistema de capital. Y este es un tema, obviamente, en que tenemos una desventaja con relación a la competencia.

SEÑOR PRIEST: ¿Puedo añadir algo?

EL PRESIDENTE: Sí.

SEÑOR PRIEST: Sobre cada una de las tres reformas de las que ha hablado, señor Presidente, estos aspectos del sistema jurídico no existe en Europa ni en ninguna otra parte del mundo desarrollado. No hay demandas de clase en Europa, Inglaterra, en ninguna parte. No hay, no hay responsabilidad por neglicencia en la medida que la tenemos aquí contra los médicos. Típicamente, no hay demandas para nada contra los médicos porque son diferentes -es un tipo diferente de sistema. Y en tercer lugar, no hay litigios sobre asbesto. Nuevamente, el único litigio de asbesto de magnitud alguna en el mundo es aquí en los Estados Unidos.

SECRETARIO EVANS: Permítanme preguntar acerca de Canadá, que resulta ser nuestro principal socio comercial. ¿Cómo compararía.?

SEÑOR PRIEST: Canadá. bueno, Canadá es un buen. es un buen caso, en realidad. Canadá proviene de un entorno legal inglés. El sistema de jurado no existe en gran medida. Existen algunos jurados, no muchos, como en Inglaterra. Existen diferentes conjuntos de normas de procedimiento, tales como el perdedor paga; si usted entabla una demanda y pierde el caso, entonces tiene que pagar el costo de la otra parte. Y, entonces, en Canadá no ha habido algo como la explosión de litigios que hemos visto aquí, durante las últimas tres décadas; nada como ello.

Ahora, Canadá está empezando a cambiar un poco y están empezando a pensar en diferentes formas de justicia, muy parecidas a las que se ven en Estados Unidos, y eso no es en beneficio para Canadá y no beneficia el crecimiento de Canadá. Pero, su forma. en términos de esta explosión de litigios, no están. no se aproxima. No se aproxima.

SECRETARIO EVANS: Bob, una última declaración.

SEÑOR NARDELLI: Permítanme sólo tocar dos puntos, si puedo. Considero todo este asunto sobre el Estados Unidos empresarial, el Estados Unidos que contrata servicios fuera, que no es el caso, de ninguna manera. Y, ni siquiera los otros países están generando puestos nuevos de trabajo. Esto se trata de los abogados que están empujando los puestos fuera de este país. Y, señor Presidente, usted dijo esto, desde el proveedor hasta la redistribución. Quiero decir, es sólo costo agregado. Todos tienen que añadirle.

Y, yo. sobre el punto de Mike, sólo permítanme decir, en Estados Unidos hoy, donde las corporaciones normalmente saldrían a ayudar a estos estadounidenses empresariales, quienes, sin culpa propia, están perdiendo puestos de trabajo, debido a esta continuación de responsabilidades u obligaciones, no se hacen adquisiciones. La gente no está ayudando, porque en el momento en que se hacen estas adquisiciones, asume toda la responsabilidad. Por lo que está realmente estancando el espíritu empresarial y la inversión de capital.

SECRETARIO EVANS: Bob, cómo impacta eso, su decisión sobre dónde va a ubicar su próxima planta y, por lo tanto, cuántos trabajadores estadounidenses vas a contratar.

SEÑOR NARDELLI: Bien, hacemos una labor bastante rigurosa, de identificar a la constitución de la familia per cápita, por el ingreso familiar, y tal, señor Secretario. Por lo que tenemos que ir donde esté la clientela, a pesar de estas. lo que llamaré, zonas jurisdiccionales de tierras pantanosas. Aun así pondremos una tienda allá porque estamos tratando de atender a nuestros clientes. Es una estrategia recíproca, del mercado con el cliente. Pero le diría que el costo, por toda la cadena de suministro, de todo lo que se ha hablado hoy aquí, sólo sigue aumentado. Y, mientras seguimos luchando para llevar valor a nuestros clientes, creo que quedan en desventaja en esto. sólo para tomar un ejemplo, de $2,400. ¿Saben? Sus niveles de vida son impactados por esto.

SECRETARIO EVANS: Muchísimas gracias. Bien, sólo quiero agradecerles a todos ustedes, al público y a todos los demás por asistir. Creo que nos dio una oportunidad de concentrarnos en probablemente uno de los asuntos centrales con respecto al crecimiento económico y la creación de puestos de trabajo en este país, no sólo a corto plazo, sino durante muchas generaciones. Apreciamos mucho todos estos conocimientos. Y, créanme, trabajaremos tan arduamente como podamos para asegurarnos de que el Congreso comprenda su mensaje, sus ideas, y que apruebe una reforma significativa a la responsabilidad civil, en esta próxima sesión.

Muchísimas gracias a todos. Lo apreciamos. (Aplausos.)

END 2:35 P.M. EST


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