President
|
Vice President
|
First Lady
|
Mrs. Cheney
|
News & Policies
History & Tours
|
Kids
|
Your Government
|
Appointments
|
Jobs
|
Contact
|
Graphic version
Email Updates | Español | Accessibility | Search | Privacy Policy | Help
|
For Immediate Release
Office of the Press Secretary
24 de agosto de 2005
DECLARACIONES DEL PRESIDENTE SOBRE LA GUERRA CONTRA EL TERRORISMO
(Nampa, Idaho)
11:00 A.M. MDT
EL PRESIDENTE: Gracias a todos. (Aplausos.) Muchísimas gracias a todos. (Aplausos.) Gracias por la cálida bienvenida. Qué bueno llegar finalmente. (Aplausos.) Su estado es bellísimo. (Aplausos.) Lleno de gente realmente decente. Y Laura y yo estamos encantados de estar aquí. Estoy particularmente encantado de estar con los valientes hombres y mujeres que llevan el uniforme de nuestra nación. (Aplausos.) Es un honor para mí estar de lado de los hombres y mujeres valerosos de la Guardia Nacional de Idaho. (Aplausos.)
No sé si lo saben o no, pero 19 personas han prestado servicios como tanto guardia como presidente de los Estados Unidos. Y me enorgullece ser una de ellas. (Aplausos.) En momentos de crisis, nuestra nación depende de la valentía y determinación de la guardia. Como saben, el llamado al deber activo puede llegar en cualquier momento. Ustedes están dispuestos a poner su vida en espera y responder el llamado. Y lo hacen porque aman a su estado y a su país. Estados Unidos aprecia su valiente decisión de prestar servicios. Y les agradecemos a sus familias y empleadores que los apoyan en su vital labor. Así como sus compañeros en el Ejército, la Marina, las Fuerzas Aéreas y la Reserva de Infantes de Marina, ustedes están mostrando que el patriotismo y el servicio público son fuertes en Idaho y en todo Estados Unidos de Norteamérica. (Aplausos.)
También estoy orgulloso de estar aquí con los Pistoleros de Mountain Home Air Force Base. (Aplausos.) Después de que se atacó a nuestra nación el 11 de septiembre de 2001, tripulaciones del Ala 366 volaron más de mil misiones de combate sobre Afganistán. En la guerra contra el terrorismo, están llevando la justicia donde nuestros enemigos y le hacen honra al uniforme, y nuestro país está agradecido por su servicio. (Aplausos.)
Es obvio al entrar aquí que estoy en muy buena compañía. (Risas.) Me enorgullece viajar hoy con mi fabulosa esposa, una madre maravillosa, Laura Bush. (Aplausos.) Dijo, cuando llegues, mantén tu discurso corto. (Risas.) Le dije que todavía no había ido a Idaho como Presidente, que cómo podía mantener corto mi discurso. (Aplausos.) Sin embargo, le estoy haciendo caso. (Risas.)
Me enorgullece estar aquí con su gobernador, Dirk Kempthorne, y su esposa, Patricia. Es un hombre realmente excelente y un gran gobernador para Idaho. (Aplausos.)
Pasamos la noche en Tamarack. Quiero darles las gracias a las buenas personas de Tamarack por su fabulosa hospitalidad y gracias por aguantarnos a nosotros y al séquito. (Risas.) Pero invitamos a la delegación del Congreso de su gran estado a que nos acompañe a cenar. Y, entonces, tuvimos el honor de que personas como el Senador Larry Craig y Suzanne nos acompañaran a cenar. (Aplausos.) El Senador Mike Crapo. (aplausos). el Congresista Butch Otter. (aplausos) y el Congresista Mike Simpson y su esposa Kathy están hoy con nosotros. (Aplausos.)
Me pareció particularmente interesante que la mamá de Larry Craig, Dorothy, está con nosotros, y la mamá de Butch Otter, Regina, está con nosotros. Supongo que es "el día en que las mamás llevan a los muchachos a trabajar". (Risas y aplausos.)
Deseo darles las gracias a todos los miembros del capitolio estatal que están presentes. Aprecio que estén aquí. Gracias por estar al servicio de su estado. Quiero agradecerle al Alcalde Tom Dale de Nampa. Le agradezco, señor alcalde. (Aplausos.) Señor alcalde. no me pidió consejo alguno, pero le daré algunos de todas maneras: arregle los baches. (Risas.) Quiero darle las gracias al Alcalde David Bieter de la ciudad de Boise por acompañarnos. Señor alcalde, gracias. Gracias por su hospitalidad. (Aplausos.) Aprecio que esté aquí.
Quiero agradecerles a los generales Blum, Lafrenz, Sayler por su servicio a nuestro país. Gracias por recibirme cuando entré hoy. Me enorgullece su servicio. (Aplausos.) El Coronel Charlie Shugg, comandante de la 366, está con nosotros. Coronel, gracias por estar aquí. (Aplausos.)
Pero más que nada, gracias a todos por asistir. Aprecio que se dieran el tiempo un miércoles de mañana para venir a saludarme. (Aplausos.)
Nuestra nación participa en una guerra mundial contra el terrorismo que afecta la seguridad de todos los estadounidenses. En Iraq, Afganistán y en todo el mundo, enfrentamos a enemigos peligrosos que quieren hacerle daño a nuestra gente, personas que quieren destruir nuestra forma de vida. Durante toda la historia de nuestra nación, cuandoquiera que se ha amenazado la libertad, Estados Unidos ha recurrido a la Guardia Nacional. Desde la Guerra de la Independencia hasta la guerra actual contra el terrorismo, la guardia ha defendido a este país con valentía y determinación. Me enorgullece ser comandante en jefe, y respeto y rindo homenaje a todos aquéllos en la Guardia Activa y de Reserva de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos. (Aplausos.)
La función de la guardia en nuestras fuerzas armadas es única. Son la única parte de las Fuerzas Armadas que está al servicio de tanto su estado como su país. Aquí en Idaho hay 4,300 soldados y aviadores de la guardia que cumplen con sus responsabilidades estatales y federales con distinción y con valentía. La Guardia de Idaho ha sido llamada a prestar socorro ante catástrofes ocho veces en el decenio pasado. Han ayudado a sus conciudadanos durante incendios e inundaciones y situaciones de emergencia debido a la nieve. Para la gente de este estado es un alivio saber que están a su disposición. Cuando sucede una tragedia, saben que pueden contar con los hombres y mujeres de la guardia. Y al proteger a sus vecinos de las catástrofes nacionales. catástrofes naturales, también ayudan a proteger a todos los estadounidenses de las amenazas terroristas.
Un equipo especial de respuesta a armas de destrucción masiva en la Guardia de Idaho está en Gowen Field. Estas buenas personas están listas para movilizarse en cuestión de horas en caso de un atentado terrorista. No sólo están protegiendo el territorio estadounidense, sino que están llevando la lucha donde el enemigo.
Desde el 11 de septiembre de 2001, más de 243,000 miembros de la Guardia Nacional han sido activados para diversas misiones en la guerra contra el terrorismo. Idaho ahora tiene un porcentaje más alto de fuerzas activadas de la guardia que cualquier otro estado. (Aplausos.) En este momento, más de 1,700 soldados de la Guardia de Idaho prestan servicios en Iraq. Es la mayor movilización de la guardia en la historia de Idaho. Laura y yo estamos aquí para darles las gracias por su servicio y su valentía al defender a los Estados Unidos de Norteamérica. (Aplausos.)
Los tiempos de guerra son tiempos de sacrificios, y una gran carga recae en nuestras familias militares. Los extrañan y se preocupan por ustedes. Al respaldarlos, respaldan a los Estados Unidos. las familias respaldan a los Estados Unidos. Y Estados Unidos aprecia el servicio y el sacrificio de las familias militares. (Aplausos.)
Hay pocas cosas más difíciles en la vida que ver a un ser querido ir a la guerra. Y aquí en Idaho, una mamá llamada Tammy Pruett. (aplausos). Creo
que está aquí. (risas). conoce esa sensación por seis. (Aplausos.) Tammy tiene cuatro hijos en Iraq ahora mismo con la Guardia Nacional de Idaho: Eric, Evan, Greg y Jeff. El año pasado, su esposo Leon y otro hijo, Eren, regresaron de Iraq, donde ayudaron a capacitar a bomberos iraquíes en Mosul. Tammy dice lo siguiente -y quiero que lo oigan- "Sé que si le pasa algo a alguno de mis muchachos, dejarían este mundo haciendo aquello en que creen, lo que consideran es lo correcto para nuestro país. Supongo que no se puede esperar una forma de vida mejor que darla por algo en que uno cree". Estados Unidos vive libre debido a familias como los Pruett. (Aplausos.)
Nuestra nación depende de nuestras familias de la guardia y dependemos de la comprensión y el apoyo de los empleadores de nuestros guardas. Su servicio no sería posible sin los empleadores, sin la ayuda de los empleadores. En oficinas y escuelas y fábricas en todo Idaho, sus colegas se las arreglan sin su talento para que ustedes puedan servir a nuestra nación. Los negocios ponen el patriotismo por encima de las utilidades porque saben que nuestra prosperidad y forma de vida dependen de la libertad que defienden. Los empleadores de la guardia están al servicio de esta nación y cuentan con la gratitud de todos los estadounidenses. (Aplausos.)
En estos tiempos de llamamientos y alertas y movilizaciones y despliegues, sus empleadores están de su lado, como también lo está su gobierno. (Aplausos.) El país les debe algo a cambio de su sacrificio. Hemos tomado una serie de medidas para mejorar el proceso de llamamiento para que tenga más en cuenta a ustedes y a sus familias. En la mayoría de los casos, les estamos notificando con por lo menos 30 días de anticipación antes de movilizarlos para que ustedes y sus familias tengan tiempo para hacer preparativos.
Nos esforzamos por darles la mayor certeza posible sobre la duración de su movilización, para que puedan saber cuándo pueden reanudar sus vidas civiles. Nos dedicamos a minimizar el número de prorrogaciones y movilizaciones repetidas. Nos esforzamos para garantizar que ustedes y sus familias sean tratados con la dignidad que merecen. (Aplausos.)
También tomamos medidas para mejorar la calidad de vida. Estamos expandiendo las prestaciones de salud para las fuerzas de la guardia y la reserva y sus familias, dándoles acceso al sistema militar TRICARE desde un máximo de hasta 90 días antes de que se presenten al servicio hasta 180 días después de la desactivación.
También estamos aumentando el acceso a la educación de aquellos que prestan servicios como soldados ciudadanos. El año pasado tuve el orgullo de promulgar una ley que otorgaba a nuestras fuerzas de la guardia y las reservas de 40 a 80 por ciento de las prestaciones de educación a disposición de las fuerzas en servicio activo, según la duración de su movilización en la guerra contra el terrorismo.
También hemos triplicado la cantidad que se puede pagar por volverse a alistar en la guardia y reserva. Le he pedido al Congreso que autorice una nueva bonificación por retención para los miembros de la guardia y la reserva con aptitudes críticas. Lo que les digo es lo siguiente: Comprendemos que así como los miembros de la guardia y la reserva defienden a los Estados Unidos, el poder ejecutivo y el gobierno de los Estados Unidos respaldará a los miembros de la guardia y la reserva. (Aplausos.)
Su servicio es necesario en estos tiempos de peligro. Seguimos siendo una nación en guerra. La guerra llegó a nuestras orillas el 11 de septiembre de 2001, cuando los terroristas asesinaron a casi 3,000 de nuestros ciudadanos. Y desde entonces, han continuado matando, en Madrid, en Estambul, en Jakarta, Casablanca, Riyadh, Bali, Bagdad, Londres, Sharm el-Sheikh y en otros lugares. Nuestros enemigos asesinan porque odian la libertad y nuestra forma de vida. Creemos en los derechos humanos y la dignidad humana de cada hombre, mujer y niño en esta Tierra. Los terroristas creen que todas las vidas humanas son prescindibles. Comparten una ideología de odio que rechaza la tolerancia y doblega la disensión. Vislumbran un mundo donde las mujeres son azotadas, los niños son indoctrinados y todos aquéllos que rechazan nuestra ideología de violencia y extremismo son asesinados.
Durante los últimos decenios, los terroristas llegaron a creer que si atacaban con fuerza a los Estados Unidos, como en el Líbano y Somalia, Estados Unidos se retiraría y retrocedería. Antes del 11 de septiembre, Osama bin Laden dijo que un ataque haría que Estados Unidos huyese en menos de 24 horas. Por eso, ahora trata de quebrantar nuestra voluntad con actos de violencia. Están dispuestos a matar a mujeres y niños sabiendo que las imágenes de su crueldad horrorizarán a la gente civilizada. Su objetivo es forzarnos a retirarnos. ¿Ven? Tienen una estrategia. Quieren que nos retiremos para poder derrocar gobiernos en el Medio Oriente y convertir esa región en un refugio para el terrorismo.
Vimos el daño terrible que los terroristas hicieron cuando asumieron el control efectivo del estado fracasado de Afganistán. Al fin y al cabo, fue allá que entrenaron y conspiraron y planearon el ataque que mató a miles de nuestros ciudadanos. No permitiremos que los terroristas creen nuevos lugares de refugio en estados fallidos desde los cuales puedan reclutar y capacitar y planificar atentados nuevos contra nuestros ciudadanos. (Aplausos.)
El 11 de septiembre de 2001, vimos el futuro que los terroristas tenían planeado para nuestro país y lo lejos que estaban dispuestos a llegar para lograr sus objetivos. Podíamos refugiarnos, retirarnos detrás de un sentido falso de seguridad, o podíamos llevar la guerra donde los terroristas, atacándolos antes de que pudiesen matar a más de nuestra gente. (Aplausos.)
Tomé una decisión: Estados Unidos no esperará a ser atacado nuevamente. Nuestra doctrina es clara: Les haríamos frente a las amenazas que surgían antes de que se materializaran del todo. Y si uno protege a un terrorista, es tan culpable como el terrorista. (Aplausos.)
Permaneceremos a la ofensiva. Concluiremos nuestra labor en Afganistán e Iraq. Una retirada inmediata de nuestras tropas en Iraq o en el gran Medio Oriente, como algunos han propuesto, solamente envalentonaría a los terroristas y crearía un lugar desde el cual lanzar más ataques contra los Estados Unidos y las naciones libres. Siempre que sea Presidente, permaneceremos allí, lucharemos y ganaremos la guerra contra el terrorismo. (Aplausos.)
Desde el 11 de septiembre, hemos seguido una estrategia clara para vencer a los terroristas y proteger a nuestro pueblo. Primero, defendemos el territorio nacional. Hemos reforzado nuestros servicios de inteligencia; hemos entrenado a más de 800,000 socorristas; hemos tomado medidas importantes para proteger nuestras ciudades y fronteras e infraestructura. Hemos llevado la lucha donde el enemigo entre nosotros. Hemos desbaratado células terroristas y redes de financiamiento en California y Oregon e Illinois y New Jersey y Virginia y otros estados. (Aplausos.)
Este es un tipo de guerra diferente. Los enemigos de la actualidad no se congregan en ejércitos en las fronteras ni armadas en ultramar. Se integran a la población civil. Aparecen para atacar y luego se vuelven a retirar a las sombras. Y es por eso que hay miles de nuestros conciudadanos que investigan cada dato de inteligencia que encontramos, que hacen todo lo que pueden para detener a las personas que puedan estar aquí en los Estados Unidos tratando de hacerles daño.
La segunda parte de nuestra estrategia es esta, y se basa en este hecho: En una sociedad abierta como la nuestra -y la mantendremos abierta y la mantendremos libre- es imposible protegerse de toda amenaza. Ese es un hecho con el que debemos lidiar. En una sociedad libre es imposible protegernos de toda amenaza posible. Y, entonces, la única manera de defender a nuestros ciudadanos donde vivimos es ir en pos de los terroristas donde viven. (Aplausos.)
Cuando los terroristas pasan los días y noches luchando para evitar la muerte o la captura, son menos capaces de armarse y entrenar y planear ataques nuevos contra los Estados Unidos y el resto del mundo civilizado. Entonces, perseguimos al enemigo en todo el mundo. Y estamos decididos, y somos incesantes y seguiremos tras ellos hasta que los terroristas no tengan dónde correr ni dónde esconderse. (Aplausos.)
Y la tercera parte de nuestra estrategia es esta: Estamos propagando la esperanza de libertad en todo el gran Medio Oriente. A la larga, la única manera de vencer a los terroristas es al ofrecer una alternativa a su ideología de odio y temor. Entonces, un componente clave de nuestra estrategia es propagar la libertad. La historia ha probado que las naciones libres son naciones pacíficas; las democracias no luchan contra sus vecinos. (Aplausos.) Y, entonces, al promover la causa de la libertad en el Medio Oriente, estamos llevándoles esperanza a millones, y seguridad a nuestros propios ciudadanos. Al llevar libertad y esperanza a regiones del mundo que han vivido desesperadas, sentamos las bases de la paz para nuestros hijos y nietos. (Aplausos.)
Estamos utilizando todos los elementos en nuestro poder nacional para lograr nuestros objetivos: poder militar, poder diplomático, financiero, de inteligencia y de la ley. Combatimos al enemigo en muchos frentes, desde las calles de las capitales del Occidente hasta las montañas de Afganistán, las regiones tribales de Pakistán, las islas del sudeste asiático hasta el Cuerno de África. ¿Ven? Este nuevo tipo de guerra, la primera guerra del siglo XXI, es una guerra de una escala mundial. Y para proteger a nuestro pueblo, debemos prevalecer en todos los teatros. Y es por eso que es importante que instemos a aliados y amigos a unírsenos, y lo están haciendo.
Uno de los frentes de batalla más importantes es esta guerra contra el terrorismo es Iraq. Los terroristas se han congregado en Iraq. ¿Ven? Están entrando a Iraq porque temen la marcha de la libertad. Su líder más prominente es un jordano llamado Zarqawi, que ha declarado su lealtad a Osama bin Laden. Las filas de esta gente están llenas de combatientes extranjeros que vienen de lugares como Arabia Saudí y Siria e Irán y Egipto y Sudán y Yemen y Libia. Carecen de respaldo popular por lo que están escogiendo de blanco de coches bombas y atentados suicidas a iraquíes inocentes. Saben que la única manera de prevalecer es quebrantar nuestra voluntad y la voluntad del pueblo de Iraq antes de que la democracia se arraigue. Fracasarán. (Aplausos.)
No podría haber más en juego en Iraq. La violencia cruel en Iraq actualmente es una señal clara de la determinación de los terroristas de evitar que la democracia eche raíces en el Medio Oriente. Saben que el éxito de un Iraq libre, que puede ser un aliado clave en la guerra contra el terrorismo y un símbolo de éxito para otros, será un golpe devastador para su estrategia de dominar la región y amenazar a los Estados Unidos y al mundo libre. Saben que cuando su ideología de odio sea vencida en Iraq, el Medio Oriente tendrá un ejemplo claro de libertad y prosperidad y esperanza. Y los terroristas comenzarán a perder a sus patrocinadores y a perder a sus reclutas y a perder los santuarios que necesitan para planear atentados nuevos.
Y por esa razón ellos están luchando en Iraq con toda la brutalidad que pueden engendrar. Sin embargo, independientemente de la violencia cotidiana que podemos observar a diario en Iraq, estamos alcanzando nuestros objetivos estratégicos. El pueblo iraquí está decidido a construir una nación libre y nosotros tenemos un plan para ayudarlos a tener éxito. Las fuerzas estadounidenses e iraquíes están, hombro con hombro, a la caza de los terroristas, hasta derrotarlos. Y mientras tanto nosotros continuaremos entrenando a un mayor número de fuerzas de seguridad iraquíes.
Al igual que las personas que viven en libertad en cualquier parte del mundo, los iraquíes quieren defender a su país. Ellos quieren estar en situación de defender su libertad y su democracia. Los ayudaremos a alcanzar esa meta. Nuestra estrategia, en ese sentido, puede resumirse así: En la medida que los iraquíes asuman la defensa, nos retiraremos. Cuando las fuerzas iraquíes puedan defender su libertad, participando cada vez más en la lucha contra el enemigo, nuestras tropas regresarán a casa con el honor del que se han hecho merecedoras. (Aplausos.)
Al mismo tiempo, estamos ayudando a los iraquíes a establecer una democracia sólida. El pueblo de Iraq ha tomado una decisión. A pesar de los asesinatos y las amenazas, ocho millones y medio de iraquíes concurrieron a las urnas de votación el pasado mes de enero. (Aplausos) Al depositar sus votos, desafiando a los terroristas, enviaron un claro e inequívoco mensaje al mundo: No importa dónde uno haya nacido o la fe que profese; el deseo de vivir en libertad está grabado en el alma de cada ser humano. (Aplausos). Reconozco que la libertad no es un regalo de Estados Unidos al mundo; la libertad es un regalo del Dios Todopoderoso para cada hombre y mujer en este mundo. (Aplausos.)
El pueblo de Iraq quiere vivir en libertad. Asegurar en Estados Unidos la libertad de nuestros hijos y nietos forma parte también de asegurar la libertad de los iraquíes. Los miembros de la Guardia Nacional de Idaho conocen de los anhelos de libertad del pueblo de Iraq porque ellos lo han visto de cerca. Hoy se encuentra entre nosotros el recluta Matt Salisbury. (Aplausos.) Él ayudó a garantizar la seguridad de las elecciones y ha descrito como vio a una familia iraquí ayudar a un anciano para que acudiera a las urnas ese día.
¿Lo puedo citar? (Risas.) "El orgullo que reflejaba su rostro era inequívoco", dijo Matt. "Con esa acción había recobrado la dignidad que le había sido robada por un tirano. ¿Cómo es posible describir el renacer de esperanza y dignidad que vi en los ojos de esas personas? Eso merece el sacrificio de dejar atrás la familia, el trabajo y una vida confortable. Estoy orgulloso de ser un ciudadano soldado del Equipo de Combate de la Brigada 116 destacado en Iraq. Es para mí un orgullo mantenerme firme en mi puesto de vigilancia". (Aplausos)
Como podemos ver, las elecciones iraquíes de la cual Matt fue testigo significaron mucho más que una victoria pasajera para el pueblo de Iraq. Fue parte de una serie de derrotas inflingidas a los terroristas. Los terroristas han sembrado y siembran la destrucción en todo Iraq. Pero ni siquiera esa violencia ha detenido los deseos del pueblo de construir un Iraq libre. Los terroristas fracasaron en sus intentos de impedir el traspaso de la soberanía a los iraquíes. Fracasaron en sus intentos de amedrentar a los candidatos y de evitar que los votantes acudieran a las urnas. Han fracasado en sus intentos de impedir que un gobierno democrático asuma el poder en Iraq. Los terroristas pueden asesinar inocentes, pero son incapaces de detener el proceso político que finalmente lleva a la libertad.
En estos momentos el pueblo de Iraq está logrando otra victoria importante contra los terroristas. El comité encargado de redactar la nueva Constitución de Iraq, a pesar de las amenazas, la intimidación y el asesinato de algunos de sus miembros, ha remitido ya el proyecto a la Asamblea Nacional de Transición de Iraq. Los negociadores iraquíes ahora debaten y modifican el texto constitucional. La aprobación de una constitución democrática será un hito en la historia de Iraq y también en la historia del Medio Oriente. Ello nos acercará al día en que Iraq sea una nación que pueda defenderse, sostenerse y defenderse por sí misma. (Aplausos.)
Será una clara señal para los pueblos del Medio Oriente que anhelan ser libres de que el futuro pertenece a la libertad. No hay duda de que adoptar una Constitución es un proceso difícil. Requiere muchos debates y acuerdos. Lo sabemos por nuestra propia historia. Nuestra Convención Constituyente fue el seno de rivalidades políticas y desacuerdos regionales. Y el documento que nuestros fundadores adoptaron en Filadelfia, no fue la última palabra. Desde entonces nuestra Constitución ha sido enmendada varias veces.
Los iraquíes están al inicio de un largo proceso, y al igual que les ocurrió a nuestros fundadores, están luchando con temas difíciles como la función del gobierno federal. La gente de Idaho tiene una gran experiencia de lo que significa la función del gobierno federal. (Risas y aplausos). Cómo limitarlo. (Aplausos). Los iraquíes debaten sobre el lugar que debe ocupar la religión en su nación. Y al igual que nuestros fundadores, ellos lograrán un sistema que respete las tradiciones de su país y garantice los derechos de todos sus ciudadanos.
Ellos comprenden que para que una democracia sea libre, debe respetar los derechos de las minorías. La voluntad de la mayoría que tenga en cuenta el derecho de las minorías y de las mujeres es esencial en una sociedad libre. Ellos reconocen eso. (Aplausos.) Pero lo más importante es que los iraquíes están resolviendo estos temas por medio de la discusión y el debate, y no por medio del lenguaje de las armas. (Aplausos.) Admiramos sus discusiones profundas y celebramos la voluntad de los líderes de Iraq de sentar las bases de una democracia perdurable en medio de las ruinas de una dictadura brutal. (Aplausos.)
Los campos de batalla en Iraq están ahora tan claramente deslindados que todo el mundo los puede ver, y no hay posiciones intermedias. Transformar un país que fue regido por un dictador represivo que apadrinó el terrorismo en un aliado en la guerra contra ese terrorismo llevará más tiempo, más sacrificio y una voluntad persistente. Cada nación -cada nación libre- tiene un compromiso con el éxito del pueblo iraquí. Si los terroristas ganaran en Iraq, el mundo sería más vulnerable a los ataques contra civiles inocentes. Y es por eso que, por el bien de nuestros hijos y nietos, los terroristas serán derrotados. (Aplausos.)
Surgirán más momentos difíciles en el camino hacia la victoria pero podemos tener confianza en el futuro. Ya en el pasado hemos visto cómo la libertad ha vencido al mal y ha garantizado la paz. Durante la Segunda Guerra Mundial las naciones libres se aliaron para luchar contra el fascismo. Prevaleció la libertad. Hoy, los que eran enemigos en la Segunda Guerra Mundial son aliados por la causa de la paz. (Aplausos.) La libertad derrotó a la ideología comunista en la Guerra Fría e hizo posible una Europa completamente libre y en paz. Ahora, una vez más, la libertad se enfrenta a los seguidores de una ideología de muerte; y de la misma forma en que ayer fueron vencidas las ideologías cargadas de odio, las sombras del terror serán derrotadas, y en el mundo islámico triunfarán las fuerzas de la libertad y la moderación. (Aplausos.)
Los terroristas serán finalmente derrotados porque no tienen nada positivo que ofrecer. El terrorista Zarqawi resume así su atractivo: Cualquiera que se interponga en nuestro camino es nuestro enemigo y blanco de nuestras espadas. Esa es la esencia de su cruel visión. Son brutales pero nada más. Tratan de aprovecharse de una gran religión, pero en realidad, sólo están animados por su deseo de poder y dominación sobre los otros. Aunque puedan sembrar la muerte y destrucción por un tiempo, la historia de los últimos cincuenta años es clara: la voluntad del poder no puede sofocar la voluntad de vivir en libertad. (Aplausos)
Prevaleceremos en esta batalla porque la libertad es una esperanza innata en el ser humano y porque tenemos de nuestra parte a las fuerzas de la libertad más grandiosas en la historia del mundo: Los valientes hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos. (Aplausos)
Desde que se fundó nuestra república, cada generación ha contado con patriotas dispuestos a sacrificarse por nuestra libertad. Desde la mañana del 11 de septiembre, sabemos que también la guerra contra el terrorismo requiere un gran sacrificio. En esta guerra le hemos dado el último adiós a varios de nuestros mejores hombres y mujeres, entre ellos, 491 héroes de la Guardia Nacional y la Reserva. Lamentamos la pérdida de cada vida. Oramos por sus seres queridos. Esos valientes hombres y mujeres ofrecieron sus vidas por una causa que es justa y necesaria para la seguridad de nuestra nación, y ahora nosotros honraremos ese sacrificio completando su misión. (Aplausos)
Los hombres y mujeres de la Guardia Nacional de Idaho están sirviendo a la causa de la libertad con coraje y distinción, y su coraje está cambiando el mundo. El recluta Charles Glenn, de Boise, ha estado en las líneas del frente en Iraq. Ha visto los resultados de primera mano y narra: "Sé que Idaho ha tenido un gran impacto aquí. Hemos sido parte de la historia''. Los ciudadanos soldados de Idaho están haciendo historia. Ustedes están luchando para asegurar que nuestra libertad, al igual que el estado de Idaho, pueda perdurar para siempre. Los estadounidenses estamos agradecidos por su sentido del deber y el valor demostrado en el campo de batalla. Vivimos en libertad y paz, como consecuencia de su determinación de triunfar.
Deseo agradecerles por su servicio. Que Dios bendiga al pueblo de este gran estado. Que Dios bendiga a nuestras tropas. Y que Dios continúe bendiciendo a los Estados Unidos de Norteamérica. (Aplausos.)
END 11:43 A.M. MDT
Printer-Friendly Version |
Email this page to a friend |