President  |  Vice President  |  First Lady  |  Mrs. Cheney  |  News & Policies 
History & ToursKids  |  Your Government  |  Appointments  |  JobsContactGraphic version


Email Updates  |  Español  |  Accessibility  |  Search  |  Privacy Policy  |  Help

Printer-Friendly Version
Email this page to a friend

For Immediate Release
Office of the Press Secretary
19 de julio de 2005

DECLARACIONES DEL PRESIDENTE Y EL CANDIDATO A JUEZ DE LA CORTE SUPREMA JOHN ROBERTS
The State Floor

9:02 P.M. EDT

EL PRESIDENTE: Buenas noches. Una de las decisiones más importantes que toma un Presidente es el nombramiento de un juez de la Corte Suprema. Cuando un Presidente escoge a un juez, coloca en manos humanas la autoridad y majestuosidad de las leyes. Las decisiones de la Corte Suprema afectan la vida de cada estadounidense.

Y, entonces, un candidato a esa corte debe ser una persona de credenciales excelentes y las más alta integridad; una persona que aplique fielmente la Constitución y cumpla con la promesa de nuestra fundación de justicia imparcial bajo la ley. He encontrado a tal persona: el juez John Roberts.

Y esta noche, es un honor para mí anunciar que estoy designándolo juez asociado de la Corte Suprema. John Roberts actualmente es parte de una de las cortes de mayor influencia en la nación, la Corte de Apelación del Distrito de Columbia.

Antes de ser. antes de ser un juez respetado, era conocido como uno de los abogados más distinguidos y hábiles de los Estados Unidos. John Roberts ha dedicado toda su vida profesional a la causa de la justicia y es muy admirado por su intelecto, su juicio sensato y su decencia personal.

El juez Roberts nació en Buffalo y creció en Indiana. En la escuela secundaria fue capitán de su equipo de fútbol y trabajó durante los veranos en una planta siderúrgica para ayudar a pagar sus estudios. Se graduó con honores de tanto Harvard College como la Facultad de Derecho de Harvard. En su carrera, se desempeñó como asistente del juez William Rehnquist, asesor legal asociado del Presidente Ronald Reagan y el principal procurador general adjunto del Departamento de Justicia.

En el servicio publico y en el ejercicio privado, argumentó 39 casos ante la Corte Suprema y se hizo merecedor de una reputación como el mejor jurista de su generación. El juez Roberts se ha hecho merecedor del respeto de personas de ambos partidos políticos. Después de ser nombrado a la Corte de Apelación en 2001, un grupo bipartidista de más de 150 abogados envió una carta al Comité Judicial del Senado. Escribieron lo siguiente:

"Aunque como personas reflejamos un amplio espectro de afiliación a partidos políticos e ideología, concordamos que John Roberts será un excelente juez federal de apelación y debe ser confirmado por el Senado de los Estados Unidos".

Entre los firmantes de esta carta se encontraban un antiguo asesor legal de un Presidente republicano, un antiguo asesor legal a dos Presidente demócratas y un antiguo. y antiguos funcionarios de alto rango del Departamento de Justicia de ambos partidos.

Mi decisión de nombrar al juez Roberts a la Corte Suprema tuvo lugar después de un proceso exhaustivo y deliberativo. Mi personal y yo consultamos con más de 70 miembros del Senado de los Estados Unidos. Recib consejos buenos de tanto republicanos como demócratas. Aprecio que lo hicieran cuidadosamente. Examiné las credenciales de muchos hombres y mujeres muy competentes. Me reuní personalmente con muchos candidatos potenciales.

En mis reuniones con el juez Roberts quedé muy impresionado. Es un hombre de logros y capacidad extraordinarios. Tiene un buen corazón. Tiene las cualidades que los estadounidenses esperan en un juez: experiencia, sabiduría, imparcialidad y cortesía. Tiene un respeto profundo del estado de derecho y las libertades garantizadas a cada ciudadano. Aplicará estrictamente la Constitución y las leyes, mas no legislará desde el tribunal.

También es un hombre honorable que ama a su país y su familia. Me complace que su esposa, Jane, y sus dos bellos hijos, Jack y Josie, pudiesen estar con nosotros esta noche. El juez Roberts ha prestado un gran servicio a sus conciudadanos y está preparado para un servicio aun superior.

Conforme a la Constitución, el juez Roberts ahora pasa al Senado de los Estados Unidos para su confirmación. Recientemente hablé con los líderes, el senador First y el senador Reid, y con los miembros de alto rango del Comité Judicial, el presidente Specter y el senador Leahy. Estos senadores comparten mi objetivo de un proceso de confirmación digno, realizado con imparcialidad y cortesía. Los nombramientos de los dos jueces más recientes a la Corte Suprema prueban que esta confirmación se puede hacer en un tiempo razonable.

Entonces, tengo plena confianza que el Senado estará a la altura de las circunstancias y actuará prontamente en este nombramiento. Es importante que el juez más reciente esté en el tribunal cuando la Corte Suprema se vuelva a reunir en octubre. Creo que tanto demócratas como republicanos verán las sólidas calificaciones de este excelente juez como lo hicieron cuando lo confirmaron unánimemente a su tribunal judicial actual.

Espero con interés que el Senado vote para confirmar al juez John Roberts como el 109no juez de la Corte Suprema de los Estados Unidos. Juez Roberts, gracias por acceder al servicio y felicitaciones.

JUEZ ROBERTS: Gracias, señor Presidente. Gracias. Muchísimas gracias. Es un honor ser nombrado a la Corte Suprema.

Antes se hacerme juez, ejercía una abogacía que consistía mayormente en argumentar casos ante la corte. Esa experiencia generó en mí una profunda apreciación del papel de la corte en nuestra democracia constitucional y un respeto profundo por la corte como institución. Siempre sentía un nudo en la garganta cuando subía esos escalones de mármol para argumentar un caso ante la corte, y no creo que haya sido sólo por nervios.

Estoy muy agradecido por la confianza que ha mostrado al designarme, y espero con interés el próximo paso en el proceso ante el Senado de los Estados Unidos.

También es apropiado que reconozca que no estaría hoy aquí si no hubiese sido por el sacrificio y la ayuda de mis padres, Jack y Rosemary Roberts, mis tres hermanas, Cathy, Peggy y Barbara, y por supuesto, mi esposa, Jane. Y también quiero reconocer a mis hijos; mi hija, Josie, y mi hijo, Jack, quienes me recuerdan todos los días por qué es tan importante que nos esforcemos por resguardar las instituciones de nuestra democracia.

Muchísimas gracias nuevamente.

END 9:09 P.M. EDT


Printer-Friendly Version
Email this page to a friend

Issues

More Issues

News

RSS Feeds

News by Date

Appointments

Federal Facts

West Wing