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For Immediate Release
Office of the Press Secretary
21 de mayo de 2003

DECLARACIONES DEL PRESIDENTE DURANTE CEREMONIA DE GRACUACIÓN DE LA UNITED STATES COAST GUARD ACADEMY
Cadet Nitchman Field
New London, Connecticut

11:37 A.M. EDT

EL PRESIDENTE: Muchísimas gracias. Gracias por la cálida bienvenida. Almirante Collins y Almirante Olsen, Secretario Ridge, Vicegobernador Rell, Sr. Presidente, me complace que estén aquí, gracias por asistir, señor; Congresista Simmons, excelentes profesores de la Academia de Guardacostas de los Estados Unidos (U.S. Coast Guard Academy), distinguidos invitados, orgullosos familiares y graduandos. Gracias por su bienvenida y gracias por el honor de dirigirme a los oficiales más recientes de la Guardacostas.

¿Saben? Nací en este estado, no muy lejos. (Risas y aplausos.) Aún tengo familiares que viven allí. (Risas.) Y parece que algunos de ellos estuvieron despiertos hasta tarde anoche pintando Pride Rock. (Risas y aplausos.)

Este es un día orgulloso para la Clase del 2003; sé que se han esmerado mucho para llegar a este punto. Han perseverado a pesar de los rigores de verano de instrucción de reclutas, han enfrentado pruebas difíciles, en clase, a bordo del Eagle. Y ahora, con dólares de plata en sus bolsillos, están listos para ser oficiales del servicio marítimo más antiguo y continuo de nuestra nación. Han mostrado diariamente que "reverencian el honor" y que "honran el deber". Han hecho que sus familias, sus profesores y su país se sientan orgullosos. En nombre del pueblo estadounidense, gracias por escoger una vida de servicio y felicitaciones por un gran logro. (Aplausos.)

Traigo conmigo un regalo de graduación. Conforme a la antigua tradición, por el presente les concedo amnistía a todos los cadetes bajo restricción debido a faltas menores de conducta. (Risas y aplausos.) Dejaré que el Almirante Olsen determine la definición de "menores". (Risas.)

La vida de la Coast Guard Academy es exigente y debe serlo, porque se les impone responsabilidades solemnes, en tiempos de paz y en guerra. Estados Unidos cuenta con el Servicio de Guardacostas para hacer cumplir las leyes marítimas, proteger nuestras vías marítimas y puestos, rescatar a aquellos en necesidad e interceptar las drogas ilegales. En este nuevo siglo, contamos con ustedes aún más. Los hombres y las mujeres de esta clase son los primeros en graduarse al Departamento de Seguridad del Territorio Nacional, el cual está encargado de proteger al pueblo estadounidense de los ataques terroristas. Aportan una larga tradición de deber a esta tarea nueva y urgente. Los terroristas que tratan de hacerle daño a nuestro país ahora enfrentan su Escudo de Libertad (Shield of Freedom). Cada ciudadano puede estar agradecido de que los Guardacostas protejan a los Estados Unidos.

El Servicio de Guardacostas también desempeña un papel vital en la estrategia de los Estados Unidos para afrontar el terrorismo antes de que llegue a nuestras orillas. En el teatro iraquí, los escampavías y botes de patrulla y balizadores del Servicio de Guardacostas, y más de mil de nuestros mejores miembros en servicio activo y de reserva, protegieron puertos y plataformas petroleras clave, detuvieron a prisioneros de guerra iraquíes y ayudaron a acelerar la entrega de provisiones de ayuda al pueblo iraquí. Muchos han regresado a puerto a salvo y muchos aún sirven en el Golfo Pérsico. Todos han ayudado a liberar a un gran pueblo. Y todos han sido una gran honra para el uniforme del Servicio de Guardacostas de los Estados Unidos. (Aplausos.)

En Iraq, las fuerzas armadas de los Estados Unidos y nuestros aliados desempeñaron cada misión y superaron cada expectativa. Las unidades de armamento pesado e infantería se desplazaron con una velocidad y agilidad que mantuvo al enemigo constantemente sorprendido y fatalmente confundido. Los ataques aéreos y los misiles de crucero destruyeron los poderosos centros y lugares de reunión del régimen, mientras que se examinaron cuidadosamente los objetivos para proteger del peligro a los inocentes. Nuestras fuerzas confrontaron a un enemigo que rechazaba cada ley y uso de guerra y moralidad - pero nuestros hombres y mujeres en uniforme mostraron su decencia y mantuvieron su honor. En un mes de batalla, los servicios armados de Estados Unidos sentaron un ejemplo de habilidad y valentía que perdurará para siempre. (Aplausos.)

Estados Unidos no aplacará en la guerra contra el terrorismo mundial. (Aplausos.) Buscaremos a los terroristas en cada rincón oscuro de la Tierra. Y estamos alcanzando muchos logros. Casi la mitad de los operativos principales de al-Qaida han sido capturados o matados. (Aplausos.) Les negaremos a los terroristas el refugio y las bases que necesitan para planear y atacar, como lo hicimos en la batalla de Afganistán. No permitiremos que las redes de terrorismo o los estados terroristas amenacen ni extorsionen al mundo con las armas de destrucción en masa - como lo mostramos en la batalla de Iraq. (Aplausos.) Nuestro país ha sido atacado por villanía en sus propias ciudades, y la villanía continúa en lugares como Riyadh y Casablanca. Hemos visto las intenciones despiadadas de nuestros enemigos. Y ellos han visto nuestras intenciones: continuaremos hasta que concluya este peligro para nuestro país y el mundo. (Aplausos.)

Sin embargo, los intereses nacionales de los Estados Unidos involucran más que eliminar las amenazas agresivas a nuestra seguridad. También defendemos los valores que vencen la violencia y la esperanza que derrota al odio. Encontramos nuestra mayor seguridad en la promoción de la libertad humana. Las sociedades libres buscan posibilidades para el futuro, en vez de alimentar los resentimientos y la amargura antiguos. Los países libres acumulan riqueza y prosperidad para el pueblo en una atmósfera de estabilidad y orden, en vez de procurar obtener armas de asesinato en masa y atacar a sus vecinos. Ya que Estados Unidos ama la paz, Estados Unidos siempre se dedicará y sacrificará por la difusión de la libertad. (Aplausos.)

La promoción de la libertad es más que un interés al que nos dedicamos. Es un llamado que seguimos. Nuestro país fue creado en nombre y a causa de la libertad. Y si las verdades evidentes de nuestra fundación se aplican a nosotros, se aplican a todos. Como pueblo dedicado a los derechos civiles, nos vemos impulsados a defender los derechos humanos de otros. Somos la nación que liberó continentes y campos de concentración. Somos la nación del Plan Marshall, el Puente Aéreo de Berlín y el Peace Corps. Somos la nación que puso fin a la opresión de las mujeres afganas y somos la nación que clausuró las cámaras de tortura de Iraq. (Aplausos.)

La ambición nacional de los Estados Unidos es la diseminación de los mercados libres, el libre comercio y las sociedades libres. Estos objetivos no se logran a costa de otras naciones; se logran para beneficio de todas las naciones. Estados Unidos pretende ampliar no las fronteras de nuestro país, sino el imperio de la libertad.

Se oponen a nuestra visión los terroristas y los tiranos que atacan a un mundo al que nunca logran inspirar. Esta visión también se ve amenazada por enemigos anónimos de la dignidad humana: las plagas y la hambruna y la pobreza desesperada. Y Estados Unidos está también en guerra contra estos enemigos.

La promoción de la libertad y la esperanza se ven opugnados por la diseminación del SIDA. Hoy, en el continente africano, a casi 30 millones de personas les aflige el VIH/SIDA, entre ellas 3 millones de niños menores de 15 años. El continente africano ha perdido 7 millones de trabajadores agrícolas. En algunos países, casi un tercio de los maestros están infectados con el VIH. Un niño de 15 años que vive en Botswana tiene 80 por ciento de probabilidades de morir de SIDA. Forjar un futuro bajo la sombra de la muerte es una lucha desesperada para cualquier persona o cualquier nación.

Sin embargo, se puede eliminar esta sombra. Se puede prevenir el SIDA y se puede tratar el SIDA. Se pueden salvar vidas y se puede extender otras por muchos años. En mi Discurso acerca del Estado de la Nación de enero, presenté un Plan de Emergencia para la Mitigación del SIDA (Emergency Plan for AIDS Relief) que destinaba $15,000 millones durante los próximos cinco años a la lucha contra el SIDA en el extranjero. Y concentraremos nuestros esfuerzos en particular en 14 países africanos y caribeños donde el VIH/SIDA está muy concentrado.

Me complace que ambas cámaras del Congreso hayan aprobado un proyecto de ley que autoriza estos fondos; espero con interés promulgar este proyecto de ley la próxima semana. (Aplausos.) El Plan de Emergencia para la Mitigación del SIDA es el mayor compromiso por anticipado en la historia para una iniciativa internacional de salud pública con respecto a una enfermedad específica.

Con la gran expansión de los esfuerzos de los Estados Unidos, prevendremos 7 millones de infecciones nuevas de VIH; brindaremos tratamiento a por lo menos 2 millones de personas con medicamentos que prolongan la vida; y proporcionaremos atención humanitaria a 10 millones de personas infectadas por el VIH y huérfanos del SIDA.

Cuando viaje a Europa la próxima semana, desafiaré a nuestros aliados a que hagan un compromiso similar que salve aún más vidas. Les recordaré que pasa el tiempo - que todos los días, 8,000 personas adicionales morirán de SIDA en el África. Habrá 14,000 infecciones adicionales. Instaré a nuestros asociados europeos y al Japón y Canadá a que se unan a esta gran misión de rescate y que combinen sus buenas intenciones con recursos reales. (Aplausos.)

La promoción de la libertad y la esperanza en el mundo también es opugnada por un antiguo enemigo: el hambre. Nuestro mundo produce más que suficientes alimentos para alimentar a sus 6,000 millones de personas. Sin embargo, decenas de millones están en peligro de inanición y millones más carecen de agua potable. Esta crisis también se concentra en el África. Tenemos la habilidad de afrontar este sufrimiento. Y aceptamos el deber, tan antiguo como las Sagradas Escrituras, de dar consuelo a los afligidos y alimentar a los hambrientos.

Estados Unidos ya es el mayor proveedor del mundo de asistencia alimentaria y da más de $1,400 millones en asistencia alimentaria mundial de emergencia, y la mitad de las contribuciones al Programa Mundial de Alimentos. Y hemos decidido hacer más. He comprometido casi $1,000 millones a una iniciativa para proporcionar agua potable a 50 millones de personas en el mundo en desarrollo. También le he pedido al Congreso que proporcione $200 millones para el Fondo de Hambruna (Famine Fund), lo cual nos dará la flexibilidad para actuar rápidamente cuando aparezcan las primeras señales de hambruna. Hago un llamado a las otras naciones a que sigan nuestro ejemplo al establecer sus propios fondos de emergencia. Al ahorrar a tiempo para responder a la crisis, salvaremos vidas.

También podemos reducir muchísimo el problema del hambre en el África a largo plazo al aplicar los avances más recientes de la ciencia. He propuesto una Iniciativa para Acabar con el Hambre en África (Initiative to End Hunger in Africa). Al extender el uso de los nuevas cultivos biotecnológicos de alto rendimiento y desencadenar el poder de los mercados, podemos aumentar sustancialmente la productividad agrícola y alimentar a más personas en todo el continente.

Sin embargo, nuestros asociados en Europa están impidiendo este esfuerzo. Han bloqueado todos los cultivos biotecnológicos nuevos debido a temores sin fundamento y poco científicos. Esto ha causado que muchas naciones africanas eviten invertir en la biotecnología por temor a que sus productos sean bloqueados de los mercados europeos. Los gobiernos europeos deberían unirse - mas no impedir - la gran causa de poner fin al hambre en África. (Aplausos.)

También les debemos dar a los agricultores en África, América Latina y Asia y en otras partes oportunidades equitativas de competir en los mercados mundiales. Cuando las naciones ricas subsidian sus exportaciones agrícolas, previenen que los países pobres desarrollen sus propios sectores agrícolas, por lo que propongo que todos los países desarrollados, entre ellos nuestros asociados en Europa, eliminen inmediatamente los subsidios de los productos agrícolas para la exportación a los países en desarrollo para que puedan producir aún más alimentos para exportar y más comida para alimentar a su propia gente. (Aplausos.)

La promoción de la libertad es menoscabada por la pobreza persistente y la desesperación.

La mitad de la población humana vive con menos de $2 al día. Miles de millones de hombres y mujeres apenas pueden imaginarse los beneficios de la vida moderna porque nunca los han gozado.

Durante decenios, muchos gobiernos en todo el mundo han hecho un esfuerzo sincero y generoso por apoyar el desarrollo mundial. Demasiado a menudo, estos fondos solamente han enriquecido a los gobernantes corruptos y han tenido poco o ningún impacto en las vidas de los pobres. Es hora de que los gobiernos de los países desarrollados dejen de hacer la pregunta simplista: ¿Cuánto dinero estamos transfiriendo de las naciones ricas? La única pregunta que importa es: ¿Cuánto bien estamos haciendo al ayudar a la gente pobre? (Aplausos.) El único estándar que vale la pena establecer y cumplir es el estándar de los resultados.

La lección de nuestra época está clara: Cuando las naciones libres abrazan los mercados libres, el imperio de la ley y el libre comercio, prosperan y se sacan a millones de vidas de la pobreza y la desesperación. Por lo que he propuesto la creación de una nueva Cuenta del Desafío del Milenio (Millennium Challenge Account) - una estrategia completamente nueva para la ayuda para el desarrollo. Este dinero estará destinado a los países en desarrollo cuyos gobiernos están comprometidos a tres estándares: deben gobernar de manera justa, deben invertir en la salud y la educación de sus pueblos y deben tener políticas que fomentan la libertad económica. (Aplausos.)

Para suplir fondos para esta cuenta, he propuesto un aumento de 50 por ciento en la asistencia básica para el desarrollo durante los próximos tres años. Según esta propuesta, nuestra asistencia anual para el desarrollo será eventualmente $5 mil millones mayor de lo que es actualmente. Insto al Congreso a que le de su pleno respaldo a la Millennium Challenge Account. Y cuando esté en Europa, haré un llamado a los asociados de los Estados Unidos a que se nos unan para ir más allá de las políticas fracasadas de desarrollo del pasado y fomentar la libertad y las reformas que llevan a la prosperidad. (Aplausos.)

Estos objetivos - alcanzar logros contra las enfermedades, el hambre y la pobreza - resultarán en más seguridad para nuestro país. También son el propósito moral de la influencia estadounidense. Señalan un plan de trabajo para nuestro gobierno y dan a los ciudadanos idealistas una gran causa a la cual servir. El Presidente Woodrow Wilson dijo, "Estados Unidos tiene una energía espiritual que ninguna otra nación puede contribuir a la liberación de la humanidad". En este nuevo siglo, debemos aplicar esa energía al bien de la gente en todas partes.

Durante más de cuatro decenios, los voluntarios de la Peace Corps han llevado la buena voluntad de los Estados Unidos a muchas regiones del mundo. Hay más interés en este programa que nunca antes. Estoy decidido a doblar la magnitud del Peace Corps durante los próximos cinco años. (Aplausos.) Hoy, me gustaría anunciar una nueva iniciativa de USA Freedom Corps llamada Voluntarios para la Prosperidad (Volunteers for Prosperity), la cual le dará a los profesionales altamente calificados de los Estados Unidos oportunidades nuevas para prestar servicios en el extranjero. El programa reclutará médicos y enfermeros y profesores y economistas y especialistas en informática e ingenieros estadounidenses, y muchos otros, para trabajar en iniciativas específicas de desarrollo; entre ellas, aquellas que acabo de mencionar hoy. Estos voluntarios estarán al servicio de los países de su elección durante el tiempo que dure el proyecto. Como las generaciones anteriores a la nuestra, esta generación de ciudadanos le mostrará al mundo la energía y el idealismo de los Estados Unidos de Norteamérica. (Aplausos.)

Veo ese idealismo en los rostros de nuestros soldados y marineros y aviadores e infantes de marina. Veo ese idealismo en los rostros de esta clase de la academia. Los hombres y las mujeres del Servicio de Guardacostas "siempre están listos" para defender la seguridad de esta nación. "Siempre están listos" para rescatar a aquellos en apuros. Estos dos compromisos definen su misión - y definen la función de los Estados Unidos en la historia. Entendemos que es necesaria la fuerza para hacer que fracasen los designios de los hombres malvados. Y sabemos que la compasión y la generosidad de este país pueden ayudar a los que sufren e inspirar al mundo. Usaremos el gran poder de los Estados Unidos para el servicio de los grandes ideales de los Estados Unidos. Y por medio de estos esfuerzos forjaremos una paz perdurable y democrática - para nosotros mismos y para toda la humanidad. (Aplausos.)

Felicitaciones. Que Dios bendiga a la Clase del 2003. Que Dios continúe bendiciendo a los Estados Unidos de Norteamérica. Semper Paratus. (Aplausos.)

END 12:03 P.M. EDT


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