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Oficina del Secretario de Prensa
26 de mayo de 2008

Declaraciones del Presidente en el Cementerio Nacional de Arlington Durante la Conmemoración del Día del Soldado Caído
Arlington National Cemetery

11:15 A.M. EDT

EL PRESIDENTE: Gracias. Señor secretario, gracias por la amable presentación. Miembros de mi gabinete, miembros del gobierno, almirante Mullen, miembros del Congreso de Estados Unidos, senador Warner y congresista Skelton, miembros de las fuerzas armadas, nuestros veteranos, invitados de honor, familiares de los caídos: Es un honor para Laura y para mí estar con ustedes el Día del Soldado Caído (Memorial Day) y gracias por venir.

Pausing for a moment of silence, President George W. Bush is accompanied by Major General Richard J. Rowe Jr., commander of the Military District of Washington, right, after laying a wreath at the Tomb of the Unknowns Monday, May 26, 2008, during a Memorial Day ceremony at Arlington National Cemetery in Arlington, VA. White House photo by Chris Greenberg Hace unos momentos, coloqué una corona en la tumba de tres valientes estadounidense[s] que dieron la vida mientras prestaban servicios a nuestra nación. Los nombres de estas personas a las que rendimos homenaje los conoce sólo el Creador que los recogió de la angustia de la guerra y los trajo a casa. pero todos nosotros conocemos su valentía. Es la misma valentía que aguantó el insoportable frío de Valley Forge. Es la misma valentía que izó los colores que tanto enorgullecen a esta gran nación en la cima de una montaña en Iwo Jima. Es la misma valentía que osadamente arremete en medio del fuego enemigo desde las montañas de Afganistán hasta el desierto de Iraq. Es la valentía que ha caracterizado a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos de Norteamérica durante toda nuestra historia.

Hoy, nos congregamos para rendir homenaje a quienes lo dieron todo por conservar nuestra forma de vida. Los hombres y mujeres a los que rendimos homenaje aquí se pusieron al servicio de la libertad. Se sacrificaron por la libertad. Y en innumerables actos de valentía, murieron por la libertad. Desde tierras lejanas, fueron devueltos a cementerios como éste, donde su cuerpo maltrecho fue recibido por corazones desgarrados. encontraron la paz debajo de las lápidas blancas en el territorio que lucharon por defender.

Cada año, en el Día del Soldado Caído, el número de lápidas en un lugar como éste es mayor, un recordatorio solemne del precio de la libertad. En un mundo en el que la libertad está bajo ataque constante y en un mundo donde nuestra seguridad es sometida a prueba, los gozos de la libertad a menudo se adquieren con los sacrificios de quienes están al servicio de una causa superior a sí mismos. Hoy estamos de luto y recordamos a todos los que dieron la vida cumpliendo con su deber. Hoy elevamos nuestras plegarias, en particular, por los caídos durante el año pasado.

Recordamos al especialista del Ejército Ronald Tucker de Fountain, Colorado. De joven, Ronnie era conocido por su sonrisa contagiosa y el sentido del humor de un bromista. Y luego se incorporó al Ejército de Estados Unidos, lo que sacó a relucir un lado más maduro en él. Ronnie se transformó de adolescente despreocupado a soldado dedicado e hijo devoto que llamaba a su madre todos los días desde su puesto en Iraq. En su acto final en cumplimiento del deber, hace menos de un mes, trabajó con otros miembros de su unidad para crear una cancha de fútbol para niños iraquíes. Mientras conducía de regreso a su base, una bomba del enemigo le quitó la vida. Y nuestra nación se aflige por la pérdida de Ronnie Tucker.

President George W. Bush, accompanied by Major General Richard J. Rowe Jr., commander of the Military District of Washington, foreground left, lays a wreath at the Tomb of the Unknowns Monday, May 26, 2008, during a Memorial Day ceremony at Arlington National Cemetery in Arlington, VA. White House photo by Shealah Craighead Recordamos a dos miembros del cuerpo de operaciones especiales de la Marina (Navy SEALS): Nathan Hardy de Durham, New Hampshire, y Michael Koch de State College, Pensilvania. Nate y Mike eran colegas en el terreno y eran buenos amigos en el cuartel. Después de varias misiones juntos, habían forjado el singular vínculo de hermandad que proviene de encomendar la propia vida a otra persona. Incluso compartían una tradición en el campo de batalla: A menudo entraban en acción con banderas estadounidenses sujetas al pecho debajo del uniforme. Nate y Mike realizaron este ritual por última vez el 4 de febrero. ambos perdieron la vida en Iraq después de que terroristas les tendieron una emboscada. Estos dos amigos pasaron juntos sus últimos minutos en la Tierra, haciendo lo que más amaban: defendiendo a Estados Unidos de Norteamérica. Hoy, Nathan Hardy y Mike Koch descansan uno al lado del otro aquí mismo en Arlington.

Los hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos realizan actos extraordinarios de heroísmo todos los días. Al igual que la nación a la que sirven, no disfrutan la destrucción de la guerra. Tampoco temen el combate cuando la libertad y la justicia están en juego. Ronald Tucker, Nathan Hardy y Mike Koch lo dejan muy claro: no vacilan ni siquiera ante el peligro.

Y, entonces, hoy, aquí en Washington y en todo el país, rendimos homenaje a los caídos, un homenaje que nunca se equipara a la deuda que tenemos con ellos. Siempre honraremos su recuerdo. Siempre buscaremos a sus compañeros, los prisioneros de guerra y a los desaparecidos en acción. Y prometemos. hacemos la solemne promesa de perseverar y proporcionarles seguridad a nuestros ciudadanos y proteger la paz por la cual lucharon.

El terreno de Arlington y otros lugares está lleno de defensores de la libertad. Lo nutre su heroísmo. Lo riegan las lágrimas silentes de madres y padres, esposos y esposas, hijos e hijas que dejaron atrás. Hoy le pedimos a Dios que bendiga a todos los que necesitan consuelo y le pedimos al Todopoderoso que les dé fuerza y los consuele hoy y todos los días.

En este Día del Soldado Caído, me pongo de pie ante ustedes como Comandante en Jefe y trato de decirles lo orgulloso que me siento por el sacrificio y servicio de los hombres y mujeres que llevan nuestro uniforme. Son un grupo extraordinario de personas, y Estados Unidos tiene la dicha de tener tales ciudadanos. (Aplausos.)


President George W. Bush delivers remarks during a Memorial Day commemoration ceremony Monday, May 26, 2008, at Arlington National Cemetery in Arlington, VA. "Here in Washington and across our country, we pay tribute to all who have fallen -- a tribute never equal to the debt they are owed. We will forever honor their memories." White House photo by Shealah Craighead Es un honor estar ante quienes hicieron el sumo sacrificio que permite que una civilización libre perdure y florezca. Está en nuestras manos, los herederos de su legado, tener la valentía y la calidad moral para seguir su ejemplo. y hacer que Estados Unidos siga siendo la más grandiosa nación en la Tierra y la última y mejor esperanza de la humanidad.

Que Dios los bendiga y que Dios bendiga a Estados Unidos. (Aplausos.)

END 11:23 A.M. EDT


President George W. Bush is accompanied by Major General Richard J. Rowe Jr., commander of the Military District of Washington, right, as he holds his hand over his heart during the playing of taps at the Tomb of the Unknowns during a Memorial Day ceremony Monday, May 26, 2008 at Arlington National Cemetery in Arlington, VA. White House photo by Chris Greenberg


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