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Oficina del Secretario de Prensa
10 de abril de 2008

Declaraciones del Presidente Sobre Iraq
Cross Hall

11:24 A.M. EDT

EL PRESIDENTE: Buenos días. Hace quince meses, anuncié el aumento de tropas. Y esta semana, el general Petraeus y el embajador Crocker le presentaron al Congreso un informe detallado sobre los resultados.

El objetivo inmediato del aumento de tropas era disminuir la violencia sectaria que amenazaba con abrumar al gobierno en Bagdad, reestablecer la seguridad básica en las comunidades de Iraq y echar a los terroristas de sus refugios. Como el general Petraeus le dijo al Congreso, las tropas estadounidenses e iraquíes han alcanzado logros significativos en todos estos campos. Aunque queda más por hacer, la violencia sectaria ha disminuido considerablemente. Las muertes civiles y las muertes militares también han disminuido. Muchos vecindarios controlados alguna vez por Al Qaida han sido liberados. Y la cooperación de parte de los iraquíes es cada vez mayor… más pistas de los residentes, más iraquíes que se incorporan a sus fuerzas de seguridad, y un movimiento en crecimiento contra Al Qaida, denominado "Hijos de Iraq".

President George W. Bush delivers a statement on Iraq Thursday, April 10, 2008, from Cross Hall in the White House. Said the President, "All our efforts are aimed at a clear goal: A free Iraq that can protect its people, support itself economically, and take charge of its own political affairs." White House photo by Joyce N. Boghosian Las mejoras en seguridad han ayudado a despejar el camino para los sucesos políticos y económicos descritos por el embajador Crocker. Estos logros reciben menos cobertura de la prensa, pero son vitales para el futuro de Iraq. A nivel local, las empresas están volviendo a abrir y los concejos provinciales se están reuniendo. A nivel nacional, queda mucho trabajo por delante, pero el gobierno de Iraq ha aprobado un presupuesto y tres importantes e indicativas leyes. El gobierno nacional está compartiendo los ingresos del petróleo con las provincias. Y muchos índices económicos en Iraq –desde la producción de petróleo hasta la inflación– ahora van por buen camino.

Quedan desafíos serios y complejos en Iraq, desde la presencia de Al Qaida hasta la influencia destructiva de Irán y los difíciles acuerdos necesarios para mayor progreso político. Sin embargo, con el aumento de tropas, ha sucedido un importante cambio estratégico. Hace quince meses, Estados Unidos y el gobierno de Iraq estaban a la defensiva; hoy, llevamos la iniciativa. Hace quince meses, los extremistas sembraban la violencia sectaria; hoy, muchos suníes y chiítas de la corriente principal se enfrentan activamente a los extremistas. Hace quince meses, Al Qaida tenía bases en Iraq que utilizaba para matar a nuestros soldados y aterrorizar al pueblo iraquí; hoy, hemos puesto a Al Qaida a la defensiva en Iraq y ahora estamos a punto de darle un golpe devastador. Hace quince meses, los estadounidenses se preocupaban de la perspectiva de fracasar en Iraq; hoy, gracias al aumento de tropas, hemos instaurado y resucitado la perspectiva del éxito.

Standing in Cross Hall at the White House, President George W. Bush delivers a statement Thursday, April 10, 2008, on Iraq after meeting with General David Petraeus, Commander of Multi-National Force-Iraq, and U.S. Ambassador to Iraq Ryan Crocker. White House photo by Chris Greenberg Con este objetivo en mente, el general Petraeus y el embajador Crocker han hecho recomendaciones sobre el camino a seguir. Tras conversaciones detalladas con mi equipo de seguridad nacional, que incluyeron al secretario de Defensa, la secretaria de Estado y los jefes del Comando Conjunto, he aceptado estas recomendaciones.

La recomendación que probablemente reciba más atención es el nivel de tropas. El general Petraeus ha reportado que las condiciones de seguridad han mejorado lo suficiente como para retirar para fines de julio las cinco brigadas que se aumentaron. Eso significa que para el 31 de julio, el número de brigadas de combate de Estados Unidos en Iraq será 25 por ciento menor que el año pasado.

Además de eso, el general Petraeus dice que necesitará tiempo para consolidar sus fuerzas y evaluar cómo esta presencia estadounidense reducida afectará las condiciones en el terreno requerirán tiempo, antes de hacer recomendaciones ponderadas sobre reducciones adicionales. Y le he dicho que tendrá todo el tiempo que necesite.

Hay quienes han sugerido que este periodo de evaluación será una "pausa". Eso lleva a conclusiones erróneas, porque no se suspenderá ninguna de nuestras operaciones en Iraq. Más bien, usaremos los próximos meses para aprovechar las oportunidades creadas por el aumento de tropas… y continuar operaciones en general.

Todos nuestros esfuerzos tienen un objetivo claro: Un Iraq libre que pueda proteger a su pueblo, mantenerse económicamente y encargarse de sus propios asuntos políticos. Nadie anhela más lograr este objetivo que los propios iraquíes. Quienes dicen que la forma de fomentar mayor progreso es retroceder y forzar a los iraquíes a valerse por sí mismos simplemente están equivocados. Los iraquíes son un pueblo lleno de orgullo que comprende la enormidad de los desafíos que enfrenta y deseoso de hacerles frente. Pero saben que todavía necesitan nuestra ayuda, hasta que puedan valerse por sí mismos. Nuestra labor en el periodo por delante es permanecer de lado del gobierno de Iraq mientras toma decisiones difíciles y hace la transición a encargarse de su propia seguridad y su propio destino.

Entonces, ¿cómo será esta transición? En el frente de seguridad, gracias a los logros significativos que el general Petraeus reportó esta semana, está claro que vamos por buen camino. En el periodo por delante, permaneceremos a la ofensiva contra el enemigo. En este momento, las Fuerzas Especiales de Estados Unidos están lanzando operaciones múltiples todas las noches para capturar o eliminar a líderes de Al Qaida en Iraq. Las tropas de la coalición e Iraq también están aumentando las operaciones convencionales contra Al Qaida en el norte de Iraq, donde los terroristas se han concentrado tras ser echados, en gran parte, del centro y oeste de Iraq. Y el gobierno del Primer Ministro Maliki ha iniciado operaciones en Basra que han dejado en claro que un Iraq libre ya no tolerará la criminalidad de los militantes respaldados por Irán.

En el periodo por delante, también continuaremos entrenando, equipando y respaldando a las fuerzas de seguridad de Iraq, continuaremos transfiriéndoles la responsabilidad por la seguridad a medida que las provincias estén listas y con el tiempo pasaremos a tener una función de supervisión. El Ejército y la policía de Iraq cada vez más son capaces y están a cargo de proteger a su país. A medida que los iraquíes asuman la función principal de proporcionar seguridad, las fuerzas estadounidenses se concentrarán cada vez más en redadas contra terroristas y extremistas, continuarán entrenando a las fuerzas iraquíes y estarán disponibles para ayudar a las fuerzas de seguridad de Iraq, de ser necesario.

En el frente económico, Iraq está avanzando. Con el crecimiento de la economía de Iraq, el aumento en los ingresos del petróleo y la expansión de su capital de inversión, nuestra función económica en el país está cambiando. En su presupuesto reciente, los iraquíes gastarán diez veces más que nosotros en la reconstrucción. Y ya casi no se gasta fondos estadounidenses en proyectos de reconstrucción en gran escala. Nuestra proporción de los costos de seguridad de Iraq disminuirá, también, a medida que los iraquíes paguen la gran mayoría de (los gastos) de su propio Ejército y policía. Y así debe ser. Esperamos que Iraq pague todos estos gastos a fin de cuentas. En el periodo por delante, la economía de Iraq prescindirá cada vez más de la asistencia estadounidense, dependerá de la inversión privada y será autosuficiente.

En el frente político, Iraq ha visto progreso de abajo a arriba, ya que las tribus y otros grupos en las provincias que combatieron el terrorismo ahora están dedicándose a reconstruir sus estructuras políticas locales y encargándose de sus propios asuntos. El progreso en las provincias está llevando al progreso en Bagdad, a medida que los líderes iraquíes cada vez más actúan en unísono y comparten el poder y llegan a acuerdos en nombre de la nación. Las próximas elecciones consolidarán este progreso. Proporcionarán una vía para que los iraquíes resuelvan disputas por medio del proceso político en vez de la violencia. Los iraquíes planean celebrar elecciones provinciales posteriormente este año, a las cuales seguirán elecciones nacionales en el 2009.

En el frente diplomático, Iraq participará más en el mundo, y el mundo debe aumentar su cooperación con Iraq. Para contribuir a este esfuerzo, estoy dando instrucciones al embajador Crocker y al general Petraeus para que visiten Arabia Saudita cuando viajen de regreso a Iraq. Estoy dando instrucciones a los diplomáticos de más alto rango de nuestro país para que se reúnan con los líderes de Jordania, los Emiratos Árabes Unidos y Catar y Kuwait y Egipto. En cada capital, los informarán sobre la situación en Iraq y alentarán a estas naciones a que reabran sus embajadas en Bagdad y aumenten su respaldo general de Iraq. A esto lo seguirá el viaje de la secretaria Rice al tercer Congreso Ampliado de Países Vecinos (Expanded Neighbors Conference) en la ciudad de Kuwait y la reunión del segundo Pacto Internacional con Iraq (International Compact with Iraq) en Estocolmo.

Un Iraq estable, exitoso, independiente es de interés estratégico para las naciones árabes. Y todos aquéllos que desean la paz en el Oriente Medio deben respaldar un Iraq estable, democrático. E instaremos a todas las naciones a que aumenten su respaldo este año.

El régimen de Teherán también debe tomar una decisión. Puede vivir en paz con su vecino, gozar de estrechos vínculos económicos y culturales y religiosos. O puede continuar armando y entrenando y financiando a grupos militantes, que están aterrorizando al pueblo iraquí y poniéndolo en contra de Irán. Si Irán toma la decisión correcta, Estados Unidos alentará una relación pacífica entre Irán e Iraq. Si Irán toma la decisión incorrecta, Estados Unidos tomará medidas para proteger nuestros intereses y a nuestras tropas y nuestros aliados iraquíes.

En cada uno de estos frentes –de seguridad, económico, político y diplomático– los iraquíes están ofreciéndose a asumir más responsabilidad a favor del bienestar de su pueblo y el destino de su país. En todos estos frentes, Estados Unidos continuará jugando un papel cada vez más secundario.

Nuestro trabajo en Iraq continuará exigiendo sacrificios de parte de toda nuestra nación, especialmente de nuestros militares, por un tiempo. Para aliviar la carga para nuestros soldados y sus familias, he dado instrucciones al secretario de Defensa para que reduzca de 15 meses a 12 meses el periodo de movilización de todos los soldados activos del Ejército en la zona de operaciones del Comando Central. Estos cambios se aplicarán a los que sean movilizados a partir del 1º de agosto. También nos aseguraremos de que las unidades de nuestro Ejército tengan por lo menos un año en casa por cada año en el terreno. Nuestra nación tiene una deuda especial con los soldados y familias que han soportado movilizaciones prolongadas. Les debemos dar las gracias en particular a todos aquéllos que están al servicio de la causa de la libertad en Iraq.

El estrés en nuestras tropas es real, pero los jefes del Comando Conjunto me han asegurado que unas fuerzas compuestas íntegramente por voluntarios, nuestras fuerzas compuestas íntegramente por voluntarios son lo suficientemente fuertes y resistentes como para librar y ganar esta guerra contra el terrorismo. Las tendencias en Iraq son positivas. Nuestros soldados quieren ganar. El reclutamiento y la retención han permanecido buenos durante el aumento de tropas. Y pienso lo siguiente: Pienso que la manera más segura de bajarle la moral y debilitar las fuerzas sería perder en Iraq.

Un elemento clave para asegurar que nuestros militares permanezcan listos es proporcionar los recursos que necesitan prontamente. El Congreso debe considerar pronto una vital solicitud de emergencia de fondos para la guerra. Los miembros del Congreso deben aprobar un proyecto de ley que otorgue a nuestras tropas los recursos que necesitan… y no ate de manos a nuestros comandantes ni imponga cronogramas artificiales para la retirada. Este proyecto de ley también debe ser fiscalmente responsable. No debe exceder la solicitud razonable de $108,000 millones que le remití al Congreso hace meses. Si el proyecto de ley cumple con todos estos requisitos, será una firme muestra de apoyo para nuestras tropas. Si no, lo vetaré.

Hay quienes argumentan en Washington que la guerra cuesta demasiado dinero. No hay duda de que los costos de esta guerra han sido altos. Pero durante otros conflictos importantes en nuestra historia, el costo relativo ha sido incluso más alto. Piensen en la Guerra Fría. Durante los gobiernos de los Presidentes Truman y Eisenhower, nuestro presupuesto de defensa aumentó hasta 13 por ciento del total de nuestra economía. Incluso durante el gobierno del Presidente Reagan, cuando nuestra economía creció significativamente, el presupuesto de defensa representó aproximadamente 6 por ciento del PIB. Nuestros ciudadanos reconocieron que la necesidad de detener la expansión soviética justificaba este gasto. Hoy, nos enfrentamos a un enemigo que no sólo tiene propósitos expansionistas, sino que en efecto ha atacado nuestro territorio nacional… y tiene la intención de volver a hacerlo. Sin embargo, nuestro presupuesto de defensa representa poco más de 4 por ciento de nuestra economía… menos que lo que asignamos en cualquier momento durante las cuatro décadas de la Guerra Fría. De todos modos, se trata de una gran suma de dinero, pero es una modesta fracción de la riqueza de nuestra nación, y es insignificante comparada con el costo de otro ataque terrorista contra nuestro pueblo.

Deberíamos poder concordar en que ésta es una carga que vale la pena sobrellevar. Y deberíamos poder concordar en que nuestros intereses nacionales requieren el éxito de nuestra misión en Iraq.

Iraq es un punto de convergencia para dos de las mayores amenazas para Estados Unidos en este nuevo siglo: Al Qaida e Irán. Si fracasamos allá, Al Qaida declararía una victoria propagandística de proporciones colosales y obtendría refugios en Iraq desde los cuales atacar a Estados Unidos, nuestros amigos y nuestros aliados. Irán se esforzaría por llenar el vacío en Iraq, y nuestro fracaso envalentonaría a sus líderes radicales y daría alas a sus ambiciones de dominar la región. El Talibán en Afganistán y Al Qaida en Pakistán se volverían más seguros y audaces. Y extremistas violentos alrededor del mundo llegarían a las mismas conclusiones peligrosas que sacaron de nuestras retiradas de Somalia y Vietnam. Esto rebajaría la posición de nuestra nación en el mundo y llevaría a bajas humanitarias masivas, y aumentaría la amenaza de otro ataque terrorista contra nuestro territorio nacional.

Por otro lado, si tenemos éxito en Iraq después de todo lo que Al Qaida e Irán han invertido allá, sería un golpe histórico para el movimiento terrorista mundial y un serio revés para Irán. Le mostraría a un mundo pendiente que los árabes en la corriente principal rechazan la ideología de Al Qaida, y los chiítas de la corriente principal rechazan la ideología del régimen radical de Irán. Le daría a Estados Unidos un nuevo socio con una economía en crecimiento y un sistema político democrático en el que suníes y chiítas y curdos trabajan juntos por el bien de su país. Y de todas estas formas, nos acercaría más a nuestro más importante objetivo: hacer que el pueblo estadounidense esté más seguro aquí dentro del país.

Deseo dirigirles unas palabras a nuestros soldados y civiles en Iraq. Han actuado con gran destreza bajo circunstancias difíciles. El cambio que ustedes han hecho posible en Iraq es un logro brillante en la historia de Estados Unidos. Y aunque esta guerra es difícil, no es interminable. Y tenemos previsto que, a medida que las condiciones en el terreno continúen mejorando, nos permitirán continuar la política de regresar tras el éxito. Llegará el día en que Iraq sea un socio capaz de Estados Unidos. Llegará el día en que Iraq sea una democracia estable que nos ayude a luchar contra nuestros enemigos comunes y a promover nuestros intereses comunes en el Oriente Medio. Y cuando llegue ese día, ustedes volverán a casa con orgullo por su éxito. Y con la gratitud de toda su nación. Que Dios los bendiga. (Aplausos.)

END 11:42 A.M. EDT


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