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Oficina del Secretario de Prensa
27 de marzo de 2008
Declaraciones del Presidente Sobre la Guerra Mundial Contra el Terrorismo
Museo Nacional de la Fuerza Aérea de Estados Unidos
Wright-Patterson Air Force Base
Dayton, Ohio
10:21 A.M. EDT
EL PRESIDENTE: Muchas gracias a todos. (Aplausos.) General Metcalf, muchas gracias, le agradezco por volver a darme la bienvenida. Me complace mucho regresar a Wright-Patt, y es estupendo estar en el Museo Nacional de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, que es un lugar fabuloso. Espero que nuestros conciudadanos vengan a verlo. Es un gran tributo a los aviadores que volaron en misiones y aseguraron nuestros cielos y defendieron la libertad de Estados Unidos.
Quiero agradecerles a quienes mantienen este santuario. Gracias por darme un lugar para estacionar el Air Force One. (Risas.) Y aprecio la hospitalidad de la gente que sirve a nuestro país aquí en Wright-Patt. Y quiero agradecerles por venir y darme la oportunidad de compartir con ustedes un reporte actualizado de la labor histórica que nuestra nación está llevando a cabo en Iraq.
Todo el año pasado, hemos visto significativos avances en seguridad como resultado del aumento de tropas. Los cambios políticos y económicos que se están dando son menos visibles, desde importantes leyes que están siendo aprobadas hasta simples indicios de normalidad. Este progreso no es glamoroso, pero es importante. Y de eso les voy a hablar hoy.
Pero antes de hacerlo, quiero agradecer no sólo al general Metcalf, sino también al congresista Jim Jordan por sus servicios a nuestro país. (Aplausos.) Le agradezco a la auditora estatal Mary Taylor por acompañarnos. Gracias por venir. (Aplausos.) Le agradezco a la alcaldesa, la alcaldesa McLin, por darse el tiempo para venir y saludar. Señora alcaldesa, muchísimas gracias por su. (aplausos.) Mi agradecimiento a los otros funcionarios estatales y locales.
Le quiero agradecer al general Bruce Carlson, comandante del Comando de Servicios de Infraestructura de la Fuerza Aérea, a la coronela Colleen Ryan y a todos los que visten el uniforme. Me enorgullece estar con ustedes y me enorgullece ser su Comandante en Jefe. (Aplausos.)
Y le agradezco por haber venido a Susan Kettering, vicepresidenta de la Kettering Family Foundation. Y su presencia es importante, y la fundación es importante, porque son generosos auspiciadores de este museo.
Y finalmente, quiero agradecer la presencia de Amanda Wright-Lane, sobrina bisnieta de Orville y Wilbur Wright. (Aplausos.) Gracias por venir. Tener parientes famosos no tiene nada de malo. (Risas.)
Este museo le rinde tributo a. a grandes aviones, y grandes aviadores y aviadoras, desde los primeros pilotos de la Primera Guerra Mundial, hasta los ases de la Segunda Guerra Mundial, a los audaces aviadores de Corea y Vietnam. Y en los últimos seis años, una nueva generación de aviadores y aviadoras estadounidenses han pasado a formar parte de esa legendaria historia. Después de todo, la Fuerza Aérea desempeñó un papel fundamental en la liberación del pueblo de Afganistán y el pueblo de Iraq, y en llevar la lucha al enemigo en el extranjero para no tener que enfrentarlos aqu dentro del país. Un histórico día en esta guerra fue cuando los aviadores llevaron ante la justicia al terrorista Zarqawi de Al Qaida, a manera de dos bombas de alta precisión, de 500 libras. (Aplausos.)
Los logros militares en Iraq han estado acompañados por transformación política. Parece historia antigua, pero hace sólo cinco años, Iraq era una de las dictaduras más brutales en la Tierra, una pesadilla totalitaria donde todas las elecciones eran una farsa y los disidentes a menudo terminaban enterrados en fosas comunes. En cuestión de 15 meses, el pueblo iraquí ha recuperado su soberanía. Procedieron a elegir un gobierno interino y ratificaron la constitución más democrática del mundo árabe. Y en diciembre del 2005, 12 millones de iraquíes eligieron un gobierno conforme a esa constitución, una demostración de valentía que desafió a los terroristas, que demostró que los críticos estaban equivocados y que debería ser siempre una inspiración para el mundo.
Trágicamente, el progreso amenazaba con desmoronarse en el 2006. El nuevo gobierno elegido por los iraquíes tomó meses para constituirse. En el ínterin, un ataque terrorista al templo chiíta de Samarra hizo que las tensiones sectarias llegaran al punto de quiebre. Extremistas suníes, entre ellos terroristas de Al Qaida y extremistas chiítas, algunos con el respaldo de Irán, masacraron a iraquíes inocentes en ataques brutales y hubo asesinatos en represalia. Y en todo el país, la actividad económica y política se vio afectada.
Examinamos cuidadosamente la situación y respondimos con el aumento de tropas. Este cambio radical en la estrategia tenía dos metas principales. La primera era mejorar las condiciones de seguridad. Así que ordené que 30,000 soldados e infantes de Marina adicionales fueran a Iraq y les di una nueva misión: que se enfocaran en la protección del pueblo iraquí y que mantuvieran el terreno ganado.
La otra meta del aumento de tropas fue abrir un espacio para el progreso político y económico después de que la seguridad retornara. Así que movilizamos a expertos civiles adicionales y aumentamos a más del doble el número de Equipos de Reconstrucción Provincial (Provincial Reconstruction Teams o PRT), cuya misión es asegurar que los logros de seguridad resulten en prontas mejoras en la vida cotidiana.
El general Petraeus y el embajador Crocker proporcionarán más detalles sobre el progreso del aumento de tropas cuando testifiquen ante el Congreso a principios del próximo mes. Pero no hay duda de esto: El aumento de tropas está logrando lo que se quería que lograra. Está ayudando a que los iraquíes recuperen la seguridad y reinicien la vida política y económica. Está acercando a Estados Unidos a una victoria estratégica en la guerra contra estos extremistas y radicales.
En materia de seguridad, el aumento de tropas ha llevado a logros importantes, de los cuales hablé en detalle la semana pasada en un discurso ante el Pentágono. En Bagdad, hemos trabajado con las fuerzas de seguridad de Iraq para disminuir significativamente la violencia sectaria y las muertes de civiles. Le hemos arrebatado a Al Qaida el control de la capital. Hemos debilitado la influencia de las milicias respaldadas por Irán. En lo que algunos han llamado "reliberación", hemos mejorado considerablemente las condiciones de seguridad en muchos de los vecindarios devastados.
En la provincia de Anbar, que hace 18 meses fuera declarada 'perdida' porque estaba en manos de Al Qaida, nos unimos a los valientes jeques locales quienes lanzaron el primer levantamiento árabe a gran escala contra Al Qaida. Juntos, hemos desmantelado sistemáticamente a Al Qaida en esa provincia. En poco más de un año, en Ramadi, la capital de Anbar, el número promedio de ataques diarios ha disminuido de más de 18 al día a menos de uno por semana. Ahora está claro que no perdimos Anbar a manos de Al Qaida, que Al Qaida ha sido. ha perdido Anbar. Y eso es importante, porque éste es el lugar donde los líderes de Al Qaida dijeron que establecerían un refugio desde donde lanzar futuros ataques contra Estados Unidos de Norteamérica.
En otras partes de Iraq, desde la periferia de Bagdad a la provincia de Diyala hasta regiones del sur. hemos trabajado con la coalición y las fuerzas iraquíes para expulsar a los terroristas de sus baluartes y hacer que se batan en retirada. Ahora Al Qaida ha concentrado sus esfuerzos en el área de Mosul, al norte de Iraq. Y en las próximas semanas y meses habrá combates arduos en Mosul y en las zonas aledañas a Mosul. Pero estamos decididos, y los iraquíes también, a asegurarnos de que Al Qaida corra la misma suerte que corrió en otras partes de Iraq. (Aplausos.)
Un factor clave de estos logros en seguridad ha sido la nueva cooperación del pueblo iraquí. Los iraquíes promedio han ayudado con datos de inteligencia. Ciudadanos que antes eran hostiles a la coalición se han cambiado de bando y ahora se nos han unido. Durante el año pasado, más de 100,000 iraquíes se han incorporado a las fuerzas de seguridad de su país. En otras palabras, hubo un aumento de tropas iraquíes que igualó el nuestro. Estos iraquíes están luchando y sacrificándose por su país. Quieren vivir en una sociedad libre. Las madres iraquíes quieren que sus hijos crezcan en paz. quieren lo mismo que las madres estadounidenses. (Aplausos.)
Las fuerzas iraquíes están aumentando su capacidad. Recientemente, planearon y ejecutaron una operación altamente eficaz para proteger a aproximadamente nueve millones de peregrinos que celebraban la festividad religiosa de Arbain. En estos mismos momentos, las fuerzas de seguridad de Iraq están combatiendo ardorosamente contra los milicianos y criminales en Basra, muchos de los cuales han recibido armas y entrenamiento y financiación de Irán.
La audaz decisión del Primer Ministro Maliki --y fue una decisión audaz-- de perseguir a los grupos ilegales en Basra demuestra su liderazgo y compromiso de asegurar el cumplimiento de la ley de manera firme. También muestra el progreso hecho por las fuerzas de seguridad de Iraq durante el aumento de tropas. Las fuerzas iraquíes planearon este operativo y movilizaron tropas adicionales para ello. Están liderando el operativo. El Primer Ministro Maliki viajó a Basra para supervisarlo directamente.
Esta ofensiva tiene como base los logros de seguridad obtenidos por el aumento de tropas y le demuestra al pueblo iraquí que su gobierno se ha comprometido a protegerlos. El gobierno central de Iraq ha asumido el firme compromiso de que nadie sea impune a las leyes. Este operativo va a tomar tiempo, y el enemigo tratará de llenar las pantallas de televisión con violencia. Pero el resultado final será éste: Los terroristas y extremistas en Iraq sabrán que no hay lugar para ellos en una sociedad libre y democrática. (Aplausos.)
El aumento de tropas está produciendo cambios significativos en la vida política de Iraq. Y eso es importante. Antes del aumento de tropas, la política a todo nivel estaba colapsando. Y para los líderes, las crisis de seguridad impedían las funciones rutinarias de gobierno. Y para el ciudadano promedio, la política era una preocupación remota. Es decir, al fin y al cabo, simplemente estaban tratando de mantener viva a su familia. Y para todos los iraquíes, la violencia radicalizó las actitudes sectarias e hizo imposible llegar a difíciles compromisos políticos.
Un año después, después de un año, después de que enviamos tropas adicionales a Iraq, la situación ha cambiado notablemente. Con las mejoras en la seguridad, los ciudadanos locales han reiniciado el proceso político en sus vecindarios y ciudades y provincias. Permítanme darles un ejemplo. En Ramadi, los jeques tribales que lideraron un levantamiento contra Al Qaida ahora encabezan una renovación política. Con el apoyo de nuestros PRT, Ramadi ahora tiene una alcaldía plenamente dotada de personal, y se han formado concejos vecinales. Jueces presiden tribunales y restauran el imperio de la ley.
Al diseminarse la noticia sobre el éxito en Anbar, han surgido similares movimientos de base en todo el país. Hoy en día, unos 90,000 iraquíes pertenecen a grupos locales de ciudadanos que se llaman con orgullo "Hijos de Iraq". Muchos de estos grupos son suníes; algunos son chiítas; algunos son una mezcla. Pero independientemente de quiénes los constituyen, estos grupos de ciudadanos están decididos a proteger a sus comunidades, están decididos a combatir el extremismo y participan cada vez más en la vida cívica. En otras palabras, la gente se ha puesto de pie y ha dicho, estamos hartos de que nuestras familias tengan que vivir en la violencia. No toleramos la idea de que la gente asesine a inocentes para lograr objetivos políticos y tenemos la intención de hacer algo al respecto. Y lo han hecho. (Aplausos.)
Y el gobierno central está comenzando a responderles a estos Hijos de Iraq. Y no es fácil. Me explico, al fin y al cabo, algunos de ellos eran miembros del antiguo régimen o ex insurgentes. Sin embargo, el gobierno de Iraq ha prometido incorporar, aproximadamente, de 20 a 30 por ciento de los Hijos de Iraq al Ejército y fuerzas policiales de Iraq. Para el resto, el gobierno nacional ahora ha asignado $196 millones para financiar programas laborales. de modo que los valientes iraquíes que se enfrentan a los extremistas y los asesinos y los criminales puedan aprender las destrezas que necesitan para ayudar a forjar una nación libre y próspera.
El movimiento de los Hijos de Iraq es apenas un elemento del proceso político de abajo a arriba. ¿Saben? A veces es necesaria la política de base para hacer que la gente del gobierno central responda. (Aplausos.) A veces eso sucede en nuestro propio país. (Risas.) Pero está sucediendo en Iraq.
¿Saben? Otro indicio de progreso político de abajo a arriba es el resurgimiento de la sociedad civil de Iraq. En Estados Unidos damos por hecho la sociedad civil. Pero la sociedad civil fue destruida durante la época del brutal dictador, Sadam Husein. Sin embargo, ahora está comenzando a cobrar vida. Están surgiendo organizaciones cívicas. Las instituciones que afianzan una nación libre están fortaleciéndose. Nuestro PRT en Karbala, por ejemplo, ayudó a residentes de la localidad a establecer un centro femenino que ofrecerá servicios educativos y promoverá la igualdad. En Anbar, acaba de haber una carrera de 5 kilómetros en lo que solían ser las calles más peligrosas de Iraq.
Hablé con el general Odierno. es el segundo en Iraq. Acaba de regresar tras prestar servicios valientemente a nuestro país, y vino a la Oficina Oval, y esto es lo que me dijo: Dijo que sobrevoló Bagdad hace 15 meses y entonces no se veía ni un solo partido de fútbol. En su vuelo final el mes pasado, contó más de 180. Ahora, eso quizá nos suene normal y lo demos por hecho, pero es una señal de que el aumento de tropas está funcionando y que la sociedad civil está comenzando a desarrollarse. Es una señal de que Iraq está regresando a la normalidad.
Y con el tiempo, estos sucesos a nivel local han ejercido mayor presión para que haya acción a nivel nacional. Los líderes en Bagdad están respondiendo. Usando cualquier criterio sensato, los logros legislativos en Bagdad durante los últimos cuatro meses han sido notables.
En diciembre, el gobierno promulgó una ley de pensiones que permitirá que decenas de miles de suníes cobren los beneficios de jubilación que se les prometieron. Parte de la reconciliación es acercarse a grupos que quizá no confíen en un gobierno central. Se fomenta la confianza cumpliendo promesas.
En enero, los líderes promulgaron una ley de desbaazificación que permite que miembros de nivel medio del Partido Baaz se reincorporen a la vida política y cívica. Hubo un periodo en que si uno estaba asociado al Partido Baaz no podía enseñar en una escuela. Sin embargo, había necesidad de maestros. Y esta ley facilitará el desarrollo de la sociedad civil y contribuye a la reconciliación con el pasado.
En febrero, los líderes promulgaron un presupuesto que aumenta el gasto en proyectos de envergadura en materia de reconstrucción a favor de la seguridad y gobiernos provinciales. Y ese mismo día, los líderes promulgaron una ley de amnistía para resolver la situación de muchos iraquíes bajo custodia en Iraq. La semana pasada, los líderes llegaron a un acuerdo sobre una ley de poderes provinciales que ayuda a definir el federalismo iraquí y prepara el escenario para elecciones provinciales que se realizarán este año. Y ésa es una ley importante porque a los iraquíes que boicotearon las últimas elecciones provinciales, como los suníes en las provincias de Anbar o Ninewa, les dará la oportunidad de acudir a las urnas y tener voz y voto en su futuro.
Estas leyes tratan asuntos complejos que son vitales para la reconciliación del país y fundamentales para una sociedad democrática. Es decir, llevamos discutiendo sobre la función del gobierno federal con relación a los estados durante mucho tiempo aquí en Estados Unidos. Hemos estado tratando de llegar al equilibrio adecuado. Es una lucha constante entre la debida función del gobierno estatal y local frente a la función del gobierno federal. Bueno, a eso se enfrentan los iraquíes ahora.
¿Saben? Lograron aprobar su presupuesto, y a veces a nuestro Congreso le toma un tiempo aprobar su presupuesto. (Risas.) De todos modos, algunos miembros del Congreso decidieron que la mejor manera de fomentar el progreso en Bagdad era criticar y amenazar a los líderes de Iraq mientras tratan de resolver sus diferencias. Pero lo que los líderes iraquíes necesitaban no era que los amedrentaran. Lo que necesitaban era seguridad. Y eso es lo que ha aportado el aumento de tropas. Cuando la situación de seguridad mejoró y los líderes iraquíes sintieron confianza en que Estados Unidos no los dejaría, que Estados Unidos los apoyaría, entonces llegaron a acuerdos difíciles y necesarios para lograr la aprobación de leyes clave.
Y es una lección que vale la pena recordar mientras el gobierno nacional de Iraq se dedica al importante trabajo que queda, que incluye implementar leyes aprobadas, analizar su constitución, redactar una ley electoral y aprobar leyes para reformar su sector petrolero y reglamentar la participación en los ingresos. También vale la pena recordar la enormidad de lo que los iraquíes están tratando de hacer. Están esforzándose por forjar una democracia moderna en los escombros de tres décadas de tiranía, en una región del mundo que ha sido hostil hacia la libertad. Y lo están haciendo mientras los ataca una de las redes terroristas más brutales de la historia.
Cuando los iraquíes se demoran en llegar a un acuerdo, no es que estén "arrastrando los pies", como lo describió un senador durante el receso de dos semanas que tuvo el Congreso por Pascua. Es un proyecto enorme que requiere de gran valentía. ¿Saben? Un líder iraquí recientemente admitió que sufrió cuatro atentados contra su vida cada año desde la liberación. Sin embargo, está orgulloso de prestar servicios a su nación, con firme determinación, porque quiere vivir en una sociedad libre y comprende lo que yo comprendo: las sociedades libres producen la paz que queremos. Y nos conviene apoyar firmemente a líderes como los de Iraq y darles todo el apoyo necesario para que tengan éxito. (Aplausos.)
Las mejoras en seguridad como resultado del aumento de tropas también están permitiendo que los iraquíes alcancen logros en materia de economía. Iraq tiene un enorme potencial económico. tiene una población joven, llena de energía, tiene muchos recursos naturales. Sin embargo, de muchas formas, el legado del tirano continúa agobiando la economía iraquí. El gobierno se ve forzado a depender del sistema centralizado de racionamiento de alimentos y combustible que Sadam usó para controlar a su población y para castigar a sus enemigos. La infraestructura del sector petrolífero de Iraq aún es propiedad del gobierno central que lo tiene a su cargo, y padece de décadas de inversión insuficiente. Los problemas económicos de Iraq empeoraron durante la violencia sectaria anterior al aumento de tropas: los ingresos derivados del petróleo bajaron, las empresas cerraron sus puertas y la infraestructura fue destruida.
Un año más tarde, casi todo indicador económico ha repuntado. Desde el inicio del aumento de tropas, las inscripciones empresariales han aumentado más de 9 por ciento. La inflación total se ha reducido en más de 60 puntos porcentuales. La inversión en los sectores de energía y telecomunicaciones ha aumentado. El sector agrícola está mejorando. La producción de petróleo se ha incrementado, particularmente al norte de Bagdad. Los campos petrolíferos allá han aumentado la producción en más del doble, y las exportaciones a través de Turquía se han incrementado significativamente.
El gobierno nacional ha anunciado un plan para reformar el sistema de racionamiento de alimentos. Se proyecta que el crecimiento económico sea de un robusto 7 por ciento este año. Y la confianza de los iraquíes está aumentando; están comenzando a vislumbrar un futuro más promisorio. Más de 75 por ciento de las empresas iraquíes, según una encuesta reciente, esperan que la economía continúe creciendo durante los próximos dos años.
A medida que se estabiliza la situación económica, el gobierno de Iraq se ha ofrecido a cubrir más de sus propios gastos. Esto es una cuestión de orgullo para los iraquíes y es algo en lo que insistimos. En los periodos iniciales de la guerra, Estados Unidos financió la mayoría de los proyectos de reconstrucción de gran escala en Iraq, y cambiamos nuestra orientación. Ahora nos concentramos en fomentar el sentido empresarial. El gobierno iraquí está aumentando sus proyectos de reconstrucción. Han gastado 11 veces más que nosotros en el presupuesto reciente, y pronto esperamos que los iraquíes cubran 100 por ciento de esos gastos. (Aplausos.)
Ése es el caso con respecto a gastos en materia de seguridad. Inicialmente, Estados Unidos pagaba la mayoría del costo de capacitar y equipar a las fuerzas de seguridad de Iraq. Ahora el presupuesto de Iraq cubre tres cuartos del costo de sus fuerzas de seguridad, que en el 2008 asciende a más de $9,000 millones. Y pronto, Iraq debe pagar todos los gastos de sus fuerzas de seguridad, y eso esperamos que haga.
Tienen otras labores pendientes con respecto a su economía. Las reformas necesarias para hacer la transición de una economía controlada por decreto a un sistema moderno basado en el mercado son complejas, y van a tomar tiempo. La generación centralizada de electricidad ahora supera los niveles previos a la guerra, pero no es suficiente para atender las necesidades de Iraq porque la demanda está aumentando. Otras necesidades clave de infraestructura deben ser mejoradas, especialmente los ductos de energía e instalaciones de almacenamiento. El desempleo aún es demasiado alto; la corrupción sigue siendo un desafío. Pero la buena noticia es que los iraquíes reconocen estas deficiencias. Comprenden lo que deben hacer. Y vamos a ayudarlos a tener éxito. Estamos enviando expertos para ayudarlos a que tengan éxito en el cumplimiento de sus objetivos.
Escuchen las palabras del viceprimer ministro de Iraq: "El año pasado fue el año de la seguridad", afirmó. "Este año es el año de la reconstrucción, es el año de los servicios y es el año de combatir la corrupción". Vamos a ayudarlos a cumplir con esos objetivos.
El aumento de tropas también está ayudado a darles a los líderes de Iraq la confianza necesaria para aumentar su participación internacional. Los líderes iraquíes se esfuerzan mucho por cumplir con los criterios necesarios para incorporarse a la OMC, lo que ayudaría a sus empresarios para que beneficien de las oportunidades de la economía mundial. Iraq ha dado pasos para atraer la inversión extranjera, lo que incluye celebrar su primer evento de "negocio a negocio" desde la Guerra del Golfo. El gobierno está cumpliendo con su promesa de reformar su economía a cambio de asistencia para el desarrollo y condonación de la deuda por medio del Pacto Internacional a favor de Iraq.
Gran parte del mundo está aumentando su compromiso con Iraq. El Reino Unido, Italia y Corea del Sur están dirigiendo varios PRT. Las Naciones Unidas han ampliado sus funciones en Iraq y ayudarán con los preparativos para las elecciones provinciales de este año. Y el mes entrante, el tercer Congreso Ampliado de Países Vecinos (Expanded Neighbors Conference) se reunirá en la Ciudad de Kuwait para tratar las formas en que la región y el mundo pueden aumentar su apoyo al progreso en materia política, económica y de seguridad en Iraq. Éste es un importante programa diplomático. Incluirá a todos los países vecinos de Iraq, como también a los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, el G8, la Liga Árabe y la Organización de la Conferencia Islámica.
Los países vecinos de Iraq pueden hacer mucho más. Y estamos enviando constantemente misiones diplomáticas para alentarlos a hacer más. Esta semana, el rey de Bahrain me vino a visitar a la Oficina Oval, y su gobierno anunció que enviará un embajador a Iraq. Y se lo agradezco, e insto a otras naciones en la región a que hagan lo mismo. Les conviene el desarrollo de un Iraq pacífico. Y al mismo tiempo, los regímenes en Irán y Siria deben dejar de apoyar la violencia y el terrorismo en Iraq. (Aplausos.)
Iraq también quiere solidificar su relación con Estados Unidos. El año pasado, los líderes iraquíes acudieron a nosotros con una solicitud para establecer una alianza estratégica a largo plazo. Esta alianza ayudaría a asegurarles a los iraquíes la cooperación en materia política y económica y de seguridad entre nuestras naciones. Esta alianza también aseguraría protecciones para las tropas estadounidenses cuando se venza el mandato de la ONU para las Fuerzas Multinacionales en Iraq en diciembre. Ahora, esta alianza no obligaría a futuros presidentes a mantener niveles específicos de tropas. Esta alianza no establecería bases permanentes en Iraq. Sería similar a alianzas que tenemos con Afganistán y otras naciones libres en todo el mundo. Mi gobierno se esforzará por llevar a cabo esta alianza estratégica en los próximos meses. El pueblo de Iraq ha optado por permanecer al lado de Estados Unidos contra nuestros enemigos comunes. Y es de interés nuestro permanecer a su lado.
Habiendo sido testigos de todo este progreso por el aumento de tropas, la pregunta lógica es: ¿Cuál será el siguiente paso? Bueno, esta semana, discutimos ese asunto con mi equipo de seguridad nacional en Washington, así como con el general Petraeus y el embajador Crocker en Bagdad. Ellos discutirán ese asunto con miembros del Congreso cuando vengan y presten testimonio en abril. Describirán los logros del aumento de tropas, así como los desafíos que quedan, entre ellos la presencia continua de Al Qaida, la violencia provocada por extremistas chiítas, la influencia destructiva de Irán, el flujo de terroristas suicidas a través de Siria, las actividades de los terroristas del PKK.
Consideraré detenidamente las recomendaciones del secretario Gates, los jefes del Comando Conjunto y la gente en el terreno, el general Petraeus y el embajador Crocker. Y anunciaré mis decisiones poco después de que haya concluido mis reuniones con ellos y escuchado sus recomendaciones. Y al considerar el camino a seguir, siempre recordaré que el progreso en Iraq es real, es significativo, pero es reversible. Y, entonces, el principio que informará mi decisión sobre nuestros niveles de tropas será asegurar que tengamos éxito en Iraq. (Aplausos.)
A medida que este debate continúe, les pido a las personas de ambos partidos que mantengan una mente abierta y examinen detenidamente la situación en el terreno. He aquí lo que un estudioso y crítico de la guerra escribió recientemente: "Nadie puede pasar 10 días de visita en los campos de batalla en Iraq sin ver grandes logros en todas las áreas. Si Estados Unidos proporciona apoyo sostenido al gobierno iraquí --en seguridad, gobierno y desarrollo-- existe ahora una verdadera oportunidad de que Iraq surja como un Estado seguro y estable".
Sin embargo, hay quienes no están dispuestos a reconocer que se está progresando. A inicios de la guerra, dijeron que la situación política no era suficientemente buena. Luego, después de que Iraq realizó tres elecciones históricas, dijeron que la seguridad no era suficientemente buena. Luego, después de que la seguridad comenzó a mejorar, dijeron nuevamente que la situación política no era suficientemente buena. Y ahora que ese progreso político se está dando, están buscando una nueva excusa.
Pero hay algo que es constante. No importa cuál sea el diagnóstico de estos críticos con respecto a las fallas, su receta siempre es la misma: la retirada. Afirman que nuestros intereses estratégicos son otros y que si simplemente saliéramos de Iraq, podríamos concentrarnos en las batallas realmente importantes. Este argumento no tiene sentido. (Aplausos.) Si Iraq no es parte de los intereses estratégicos de Estados Unidos. Iraq, el punto de convergencia para la doble amenaza de Al Qaida e Irán, la nación que el lugarteniente de Osama bin Laden ha llamado "el lugar de la más grandiosa batalla", el país en el corazón de la región más volátil de la Tierra, ¿entonces qué lo es?
El hecho es que Estados Unidos pagaría un enorme precio estratégico si nos retiráramos de Iraq. [Una retirada] incitaría caos y asesinatos, destruiría los logros políticos que los iraquíes han alcanzado, abandonaría a nuestros amigos a merced de terroristas y escuadrones de la muerte. Pondría en peligro los recursos petrolíferos de Iraq y podría provocar una severa alteración de la economía mundial. Aumentaría las probabilidades de que al Qaida obtenga refugios que podría usar para atacarnos aquí dentro del país. Sería una victoria propagandística de proporciones colosales para el movimiento terrorista mundial, que obtendría nueva financiación y encontraría nuevos reclutas y concluiría que la forma de derrotar a Estados Unidos es sangrarnos hasta someternos. Le indicaría a Irán que no hablamos en serio con respecto a confrontar sus esfuerzos por imponer su voluntad en la región. Enviaría una señal a los pueblos de todo el Oriente Medio de que no se puede confiar en que Estados Unidos cumpla su palabra. Una derrota en Iraq tendría consecuencias que se remontarían mucho más allá de ese país. y los estadounidenses las sentirían aquí dentro del país.
Por ese mismo motivo, ayudar a los iraquíes a vencer a sus enemigos y forjar una sociedad libre sería una victoria estratégica que resonaría mucho más allá de las fronteras de Iraq. Si se derrota a Al Qaida en Iraq después de todos los recursos que ha invertido en la batalla allá, sería un duro golpe contra el movimiento terrorista mundial. Si se hace retroceder a Irán en su tentativa de influir indebidamente sobre Iraq, será un revés para sus ambiciones de dominar la región. Si los pueblos de todo el Oriente Medio ven prevalecer la libertad en un Iraq multiétnico y multisectario, será una brecha decisiva en el largo dominio de la tiranía en esa región. Y si el Oriente Medio se vuelve más libre y próspero, disminuirá la atracción del extremismo, las posibilidades de paz aumentarán, y el pueblo estadounidense estará más seguro aquí dentro del país. El aumento de tropas ha abierto la puerta a esta victoria estratégica. Ahora debemos aprovechar la oportunidad y mantener el programa y hacer lo necesario para prevalecer. (Aplausos.)
Hacer realidad esta visión no será fácil. Sin embargo, nunca debemos permitir que la dificultad de la lucha eclipse la justicia de la causa. Nunca debemos permitir que la dificultad del momento nos haga eludir nuestro deber de sentar las bases de la paz para las próximas generaciones de estadounidenses.
¿Saben? Cuando mencioné la justicia de la causa. esto se ve cuando estadounidenses vestidos en completo atuendo de batalla entregan libros a niños, entregan libros a completos extraños. Se ve cuando desactivan bombas para proteger a inocentes o ayudan a organizar una reunión del consejo municipal. Y cuando se ve eso, no puede haber la menor duda de que Estados Unidos es una fuerza a favor del bien y la decencia. (Aplausos.)
Cuatro mil de nuestros mejores ciudadanos han sacrificado la vida por esta misión. Cada uno de ellos era amado. Los extrañamos a todos. Y le agradecemos a Dios por el don de estos valientes estadounidenses, y le pedimos que consuele a sus familias. Se rendirá homenaje a cada uno de ellos durante toda nuestra historia. Pero la mejor manera de rendirles homenaje a los caídos es concluir la misión y sentar las bases de la paz. (Aplausos.)
Todos aquellos que sirven en los frentes de esta lucha, esta lucha ideológica, esta confrontación contra quienes asesinan a hombres, mujeres y niños inocentes para lograr sus objetivos políticos, son patriotas que están defendiendo los más altos ideales de nuestro país. Muchos de ellos son aviadores, hombres y mujeres. Están contribuyendo a la tradición de los grandes aviadores a los que este museo rinde homenaje, y de otros conocidos por nosotros como familiares, amigos, vecinos. o en mi caso, papá. La labor que la generación de hoy está cumpliendo es igualmente difícil, igualmente noble e igualmente vital para nuestra seguridad que cualquier otra previa. Cuando se escriba la historia de esta era, se verá que la Fuerza Aérea --y todas las Fuerzas Armadas de Estados Unidos-- se desempeñaron con habilidad y valentía inquebrantables. Mostrará que Estados Unidos de Norteamérica prevaleció y la libertad avanzó, así como también la paz.
Que Dios los bendiga. Que Dios bendiga a nuestro país. (Aplausos.)
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