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Oficina del Secretario de Prensa
13 de septiembre de 2007
"Retorno tras éxitos" principio que guiará el número de tropas en Iraq
Presidente Bush acepta recomendaciones para mantener logros en materia de seguridad con menos tropas estadounidenses
El 13 de septiembre el Presidente Bush anuncio que acepta las recomendaciones del General David Petraeus para reducir la presencia estadounidense en Iraq y, en diciembre, empezar la transición a la siguiente fase de nuestra estrategia. Antes de llegar a esta decisión, el Presidente consultó con los jefes del Estado Mayor, otros miembros de su equipo de seguridad nacional, funcionarios iraquíes y líderes de ambos partidos en el Congreso. El principio que guiará sus decisiones sobre el nivel de tropas en Iraq es "retorno tras éxitos": Mientras más éxitos tengamos, más soldados estadounidenses podrán regresar a casa.
- El camino a seguir que el Presidente describirá esta noche hará posible que concuerden personas que han estado en extremos opuestos de este difícil debate. Los estadounidenses quieren que haya seguridad en nuestro país y que nuestros soldados comiencen a regresar de Iraq. Sin embargo, quienes creemos que el éxito en Iraq es esencial para nuestra seguridad, y quienes creen que debemos empezar a traer a nuestros soldados a casa, hemos estado en desacuerdo. Ahora, debido a los éxitos en Iraq, podemos comenzar a ver el regreso de soldados a casa.
- El general Petraeus considera que ahora hemos llegado al punto en que podemos mantener nuestros logros en materia de seguridad con menos tropas estadounidenses. Ha recomendado que no remplacemos a aproximadamente 2,200 infantes de Marina que se tiene previsto que partan de la provincia de Al Anbar este mes. Además, dice que pronto será posible traer de regreso a una brigada de combate del Ejército, con una reducción total de fuerzas de 5,700 soldados para la Navidad. Y espera que para julio, podremos reducir nuestro nivel de tropas en Iraq de 20 brigadas de combate a 15.
- El general Petraeus recomienda que en diciembre comencemos a hacer la transición a la nueva fase de nuestra estrategia en Iraq. Con la derrota de los terroristas, el afianzamiento de la sociedad civil y mayor control por los iraquíes de su propia seguridad, nuestra misión en Iraq evolucionará. Con el tiempo, nuestros soldados pasarán de dirigir operaciones a cooperar con fuerzas iraquíes y, por último, prestarán apoyo y cubrirán a dichas fuerzas. Y a medida que tenga lugar esta transición en nuestra misión, nuestras tropas se concentrarán en una serie más limitada de tareas, como operativos antiterroristas y capacitar, equipar y apoyar a las fuerzas iraquíes.
- El Presidente ha dado instrucciones al general Petraeus y al embajador Crocker para que actualicen su plan conjunto de campaña para Iraq, a fin de que podamos hacer ajustes en nuestros recursos militares y civiles de acuerdo a él. El Presidente Bush les ha pedido que presenten otro informe al Congreso en marzo. Entonces, proporcionarán una evaluación actualizada de la situación en Iraq y del nivel de tropas y recursos que necesitamos para cumplir con nuestros objetivos de seguridad nacional.
Nuestro imperativo moral y estratégico es uno: Debemos ayudar a Iraq a vencer a quienes amenazan su futuro, y que también amenazan el nuestro
El éxito de un Iraq libre es crucial para la seguridad de Estados Unidos. Si nos retiráramos de Iraq, esto envalentonaría a extremistas de todo tipo y nuestros hijos tendrían que enfrentarse a un mundo mucho más peligroso. Al Qaida obtendría nuevos reclutas y santuarios. Irán se beneficiaría del caos y renovaría sus esfuerzos por obtener armas nucleares y dominar la región. Los extremistas podrían controlar una región clave en el suministro mundial de energía. Iraq, un aliado que ha depositado su confianza en Estados Unidos, podría enfrentar una pesadilla humanitaria y los movimientos democráticos en toda la región serían revertidos violentamente.
- Será difícil hacer realidad la visión de un Iraq libre que sea un aliado en la lucha contra el terrorismo, pero se puede lograr. Nuestros comandantes militares creen que podemos tener éxito. Nuestros diplomáticos creen que podemos tener éxito. Y por la seguridad de generaciones futuras de estadounidenses, debemos tener éxito.
- El Congreso debe llegar a un acuerdo sobre una política de firmeza en el Oriente Medio. El Presidente agradece a los miembros del Congreso por proporcionar fondos y recursos cruciales para nuestras fuerzas armadas. Y les pide que, junto con él, apoyen las recomendaciones que ha hecho el general Petraeus y el nivel de tropas que ha solicitado.
El principio que guía la decisión del Presidente es "retorno tras éxitos"
Nuestro éxito en el cumplimiento de los objetivos del aumento de tropas ahora permite que comencemos a traer de regreso a algunos de nuestros soldados. La premisa de nuestra estrategia es que proteger a la población de Iraq es la base de todo otro progreso. Esta semana, el general David Petraeus y el embajador Ryan Crocker prestaron declaraciones ante el Congreso y dejaron en claro que el desafío que enfrentamos en Iraq es tremendo. Sin embargo, su conclusión fue que las condiciones en Iraq están mejorando, que estamos arrebatándole la iniciativa al enemigo y que el aumento de tropas está funcionando.
- La provincia de Al Anbar es un buen ejemplo de la eficacia de nuestra estrategia. El año pasado, un informe de inteligencia daba por perdida la provincia de Al Anbar, entonces controlada por Al Qaida. Algunos citaron este informe como evidencia de que habíamos fracasado y que debíamos minimizar nuestras pérdidas y retirarnos de Iraq. En lugar de eso, mantuvimos la presión sobre los terroristas. Los lugareños estaban cansados de sufrir bajo el régimen de Al Qaida, similar al Talibán, y nos pidieron ayuda. Fue entonces que el Presidente envió a Al Anbar 4,000 infantes de Marina más, como parte del aumento de tropas.
- Hoy, una ciudad que Al Qaida consideraba su baluarte, está empezando a volver a la normalidad. Los residentes de Al Anbar que antes temían ser decapitados por hablar con un soldado estadounidense o iraquí ahora se nos acercan para decirnos dónde se esconden los terroristas. Jóvenes suníes que antes eran reclutados por los insurgentes ahora se unen al ejército y la policía. Y con la ayuda de nuestros Equipos de Reconstrucción Provincial (Provincial Reconstruction Teams), se están generando empleos y los gobiernos locales han vuelto a funcionar.
- Para la mayoría de los iraquíes, la calidad de vida dista mucho de lo que debería ser. Sin embargo, el general Petraeus y el embajador Crocker informan que el éxito en Al Anbar está empezando a repetirse en otras partes del país. Estos logros son un tributo a nuestras fuerzas militares, a la valentía de las fuerzas de seguridad de Iraq y a un gobierno iraquí que ha decido vencer a los extremistas.
- Bagdad: Hace un año, gran parte de Bagdad se encontraba bajo ataque constante. Hoy, la mayoría de los vecindarios de Bagdad son patrullados por fuerzas iraquíes y de la coalición que viven entre las personas que protegen. Muchas escuelas y mercados están volviendo a abrir, los ciudadanos aportan vital información de inteligencia, las matanzas sectarias han disminuido, y la vida cotidiana está comenzando a volver a la normalidad.
- Provincia de Diyala: Hace un año, gran parte de la provincia de Diyala era un santuario de Al Qaida y otros grupos extremistas; y Baquba, su capital, se estaba volviendo un baluarte de Al Qaida. Hoy en día, Baquba está despejada, la provincia de Diyala es el centro de una sublevación popular cada vez más extensa contra los extremistas, y algunas tribus locales están trabajando al lado de la coalición y las fuerzas iraquíes para expulsar al enemigo y recuperar sus comunidades.
- Extremistas y militantes chiítas: Hace un año, extremistas chiítas y militantes respaldados por Irán eran cada vez más fuertes y perseguían a suníes para asesinarlos. Hoy, estos grupos están siendo desarticulados, y muchos de sus líderes están siendo capturados o eliminados.
- A fin de cuentas, el camino a seguir depende de la capacidad de los iraquíes de mantener los logros en materia de seguridad. Según el general Petraeus y un panel presidido por el general retirado Jim Jones, el Ejército de Iraq es cada vez más capaz, aunque aún hay mucho trabajo por hacer para mejorar la policía nacional. Las fuerzas iraquíes están recibiendo mayor cooperación de los pobladores locales y esto está mejorando su capacidad de retener las zonas que han sido despejadas.
El gobierno de Iraq debe valerse de esa misma determinación que mostró al enfrentarse a los terroristas en sus esfuerzos para lograr la reconciliación.
El gobierno no ha cumplido con sus propios parámetros legislativos, y el Presidente Bush ha dejado en claro que deben hacerlo; sin embargo, los líderes nacionales de Iraq están alcanzando logros políticos. Por ejemplo, han aprobado un presupuesto, están compartiendo los ingresos del petróleo con las provincias, están permitiendo que los baazistas se reincorporen a las fuerzas militares o reciban pensiones del gobierno. Asimismo, se está dando la reconciliación local, y la clave ahora es vincular ese progreso en las provincias con progreso en Bagdad. En la medida que cambie la política local, también cambiará la política nacional.
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