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Oficina del Secretario de Prensa
6 de octubre de 2006

Declaraciones del Presidente en la Celebración Por el Mes de la Hispanidad
The East Room

2:29 P.M. EDT

El PRESIDENTE: Gracias. Por favor, tomen asiento.

MIEMBRO DE LA AUDIENCIA: ¡Viva Bush! (Risas y aplausos.)

President George W. Bush welcomes invited guests Friday, Oct. 6, 2006 to the East Room of the White House, as part the festivities in celebration of National Hispanic Heritage Month. White House photo by Kimberlee Hewitt EL PRESIDENTE: Shhh. (Risas.) Bienvenidos. Nos complace su presencia. Gracias por venir. Laura les envía sus saludos. Ella, al igual que yo, está contenta de que hayan venido. y les damos la bienvenida a la Casa Blanca, - (Risas.) - la casa de todos. Nos complace que estén aquí. Me alegra que tantos de ustedes nos acompañen por el Mes de la Hispanidad. Hoy honraremos los aportes de los hispanoamericanos a nuestro país, nuestra cultura y al carácter de nuestra nación.

Celebramos los valores de la familia y la fe. A fin de cuentas, esos valores constituyen el corazón de la comunidad hispana. Le damos la bienvenida a la diversidad que enriquece nuestra vida, una diversidad que hace que Estados Unidos sea un país más fuerte y mejor. Gracias por venir.

Me enorgullece darle la bienvenida a un amigo de mi familia, su Alteza Real el Príncipe Felipe de Borbón, el Príncipe de la Corona del Reino de España. (Aplausos.) Su Alteza Real está aquí para ayudarnos a celebrar el Mes de la Hispanidad, un gesto muy amable y noble de un país muy importante. Nos enorgullece su presencia, señor. Gracias por venir. Por favor, deles nuestros saludos a Su Majestad el Rey y a su madre. Y yo haré lo mismo a nombre suyo con mi padre y Su Majestad la Reina, mi madre. (Risas.)

Me enorgullece la presencia del Fiscal General de Estados Unidos, Alberto Gonzales. (Aplausos.) La Secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Ana Cabral. Ana, gracias por venir. (Aplausos.) Y su esposo, Víctor. Bienvenido, Víctor. Es un gusto verlo. (Aplausos.)

Hoy tenemos una invitada especial, Ana Cristina, que interpretará dos canciones cuando yo termine de hablar, lo que probablemente significa que quieren que termine de hablar pronto, para que Ana pueda empezar. Estamos orgullosos de usted, Ana. Quiero agradecerle a mi amigo Emilio Estefan por encargarse de los preparativos para amenizar esta reunión. Él es un gran amigo nuestro de Miami. Es un gusto verlo, señor.

Me enorgullece la presencia de la Teniente Coronel Consuelo Kickbusch. Ella es la ganadora del Premio a la Hispanidad 2006. Nombre interesante, Kickbusch. (Risas.) Suena a campaña política. (Risas.) Felicitaciones.

Agradezco la presencia de todos los embajadores que nos acompañan hoy. Gracias por venir. Tenemos a los embajadores de nuestros países vecinos. Me gustaría recordarle a la gente que la mejor política exterior es asegurarse de que tenemos una buena política exterior en nuestro propio vecindario. Así que estamos muy contentos con su presencia. Gracias por venir.

President George W. Bush joins singer Ana Cristina on stage to thank her and guitarist Marco Linares for their performance Friday, Oct. 6, 2006, in the East Room of the White House, in celebration of Hispanic Heritage Month. White House photo by Paul Morse También nos acompañan distinguidos miembros del Banco Interamericano de Desarrollo, la USO, todo tipo de organizaciones. Y me siento orgulloso de que estén aquí. Gracias por venir.

Nuestra nación tiene la bendición de tener miles de personas de ascendencia hispana. Creo firmemente en ello. Sé que es verdad. Pienso que nuestros ciudadanos deben reconocer el gran aporte de los hispanoamericanos a este país. Los hispanoamericanos son gente muy trabajadora. Son gente emprendedora que desea realizar grandes sueños. Son gente que ama a Dios y, especialmente, que ama a su familia. Pero más que nada, aman a su país, Estados Unidos.

Al celebrar el Mes de la Hispanidad, debemos reconocer que el gobierno tiene la responsabilidad de asegurarse de que todos en este país puedan hacer realidad el Sueño Americano. En el siglo XXI, la mejor manera de hacerlo es asegurarse de que todos los niños accedan a una buena educación; no sólo unos cuantos niños, sino todos y cada uno de los niños deben recibir educación de calidad.

Creo firmemente que todos los niños pueden aprender sin importar el color de la piel o si sus padres hablan inglés como primer idioma. Sé que para asegurarnos de que todos los niños reciban educación, tenemos que fijar estándares altos. Y debemos evaluar para determinar si las escuelas están logrando lo que esperamos o no. Y cuando encontramos a un niño que no puede leer al nivel de su grado, entonces ese niño merece ayuda adicional para asegurarnos de que hacemos. para asegurarnos de que cumplimos con el objetivo nacional que es que ningún niño se quede rezagado.

Me complace informarles que los alumnos hispanos están obteniendo puntajes más altos en matemáticas y ciencias, y que, en nuestro país, la disparidad en el rendimiento está empezando a desaparecer. Estamos progresando, pero les aseguro que no vamos a descansar hasta que todos los niños reciban educación de calidad en nuestro país. (Aplausos.)

Creo que Estados Unidos debe seguir siendo un país de empresarios, y que nuestro país se beneficia de la gente que tiene un sueño y trabaja arduamente para conseguirlo. La comunidad de pequeñas empresas es muy sólida en Estados Unidos. Es sólida porque tenemos empresarios entre nosotros. Y el papel del gobierno es alentar el espíritu empresarial. El gobierno no crea riqueza, pero el gobierno puede crear un ambiente en el que la gente que tiene sueños tenga la oportunidad de hacerlos realidad.

Me enorgullece informarles que el número de empresas de propiedad de hispanos está creciendo tres veces más que el promedio nacional y eso es positivo, particularmente si usted es alguien como yo, que se preocupa si la gente encuentra trabajo o no, porque la verdad de las verdades es que 70 por ciento de los nuevos puestos de trabajo en nuestro país lo crean las pequeñas empresas. Entonces, cuando el sector de pequeñas empresas crece, el número de empleos también crece. Igualmente importante es que cuando las pequeñas empresas crecen, eso significa que la propiedad inmobiliaria también aumenta; cuanto más propietarios haya en los Estados Unidos de Norteamérica, tendremos un país más prometedor para todos nosotros.

Nos enorgullecen los servicios de los hispanoamericanos. Cuando celebramos el Mes de la Hispanidad, es la hora de agradecerles a nuestros conciudadanos por sus servicios al país. (Aplausos.) Le agradezco a nuestro Fiscal General por sus servicios al país. Le agradezco al Secretario de Comercio, Carlos Gutiérrez por sus servicios al país. Ellos son parte de mi gabinete. Son personas que sirven en los más altos niveles de gobierno y pueden entrar a la Oficina Oval en cualquier momento que lo deseen y decir, "Señor Presidente, opino lo siguiente". Y aprecio sus consejos porque me ayudan a tomar buenas decisiones en beneficio de nuestro país.

Tenemos ciudadanos hispanos en todo el país que sirven al país amando a su prójimo como a sí mismos. Miles de nuestros conciudadanos alimentan a los pobres, les dan refugio a los desamparados o acogen a un niño que necesita cariño para ayudar a crear una sociedad que recibe a todos con los brazos abiertos. Y para aquéllos de ustedes que participan en comunidades basadas en la fe y comunidades benéficas, les agradezco a nombre de una nación agradecida.

A la comunidad hispana también se le conoce por su voluntad para prestar servicios en las fuerzas armadas de Estados Unidos y proteger nuestras libertades. Hoy en día, tenemos más de 200,000 hispanos vistiendo el uniforme de las mejores fuerzas armadas en todo el mundo. Hoy nos acompañan miembros de la comunidad hispana que visten el uniforme y que representan a esos 200,000, y quiero agradecerles por sus servicios. (Aplausos.)

Estos bravos estadounidenses, como otros estadounidenses en nuestras fuerzas armadas, trabajan arduamente para proteger a este país. Están respondiendo al llamado de la historia. Se han ofrecido voluntariamente para servir en un momento histórico, un momento en el que Estados Unidos hace lo que tiene que hacer para defendernos de gente que propaga la maldad matando a inocentes; un momento en el que Estados Unidos comprende que para propagar la paz, tenemos que respaldar a quienes anhelan la libertad. Me siento orgulloso de ser el Comandante en Jefe de un grupo tan fantástico de hombres y mujeres.

Y al renovar nuestro compromiso con los ciudadanos hispanos, también debemos renovar nuestro compromiso de asegurarnos de que somos una sociedad acogedora. Somos un país de inmigrantes y en los debates sobre la política de inmigración, siempre debemos tener en mente ese hecho fundamental. Una de las cosas más importantes en nuestro país es que damos esperanza y reconocemos que somos una nación más fuerte cuando estamos unidos bajo un Dios, cuando unimos diferentes culturas y diferentes tradiciones bajo un Dios.

Vamos a conducir este debate sobre la inmigración de un modo respetuoso por nuestra herencia. Somos una nación donde impera la ley y haremos cumplir las leyes. Pero al mismo tiempo, debemos recordar que para proteger nuestras fronteras, para asegurarnos de cumplir con nuestra tradición, la reforma de inmigración debe ser de naturaleza integral. Debemos comprender que no se puede echar a 12 millones de personas de un país, y que debemos encontrar la manera de decirles que si respetan la ley y han contribuido con los Estados Unidos de Norteamérica, habrá un modo, con el tiempo, de que consigan la ciudadanía. (Aplausos.)

Nadie en nuestro país quiere otorgar una amnistía automática. Pero todos en nuestro país comprenden que esta gente debe ser tratada con respeto y dignidad. Hay colas para que la gente de nuestro vecindario consiga su ciudadanía. La gente debe tener la oportunidad de entrar al final de esa cola y se les debe dar esa oportunidad. Así, amigos míos, les aseguro que voy. que voy a reforzar la frontera como la gente espera que lo hagamos. Pero al mismo tiempo, lo vamos a hacer de una manera humana, de una manera que honre la gran tradición de los Estados Unidos de Norteamérica, una nación bajo Dios.

Así, en este día en que reconocemos los aportes de nuestros ciudadanos hispanos, renovamos la gran. nuestra fe en la grandeza de nuestro país. Les doy la bienvenida a la Casa Blanca. Es un honor para nosotros, Alteza Real, que nos haya acompañado hoy. Y a ustedes, les agradezco por servir a los Estados Unidos de Norteamérica. Y ahora invito al estrado a Ana Cristina. (Aplausos.)

END 2:42 P.M. EDT


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