The White House
President George W. Bush
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Office of the Press Secretary
7 de diciembre de 2005

Declaraciones del Presidente Acerca de la Guerra Contra el Terrorismo al Council on Foreign Relations
Omni Shoreham Hotel
Washington, D.C.

10:44 A.M. EST

EL PRESIDENTE: Gracias, a todos. Richard, gracias por la invitación. Gracias por permitirme venir y dirigirme al Consejo de Relaciones Exteriores (Council on Foreign Relations). El consejo es una de las organizaciones de política exterior más antiguas y admiradas de los Estados Unidos, y agradezco la oportunidad de venir y hablar sobre la política exterior.

Richard es un buen hombre y está realizando una buena labor como presidente del Council on Foreign Relations. Y agradezco su servicio al país. Quiero darle las gracias a Nancy Roman. Deseo agradecer a los miembros de la junta del consejo. Y deseo darles las gracias a todos por estar hoy aquí.

Hoy conmemoramos el aniversario de un día funesto de la historia de Estados Unidos. El 7 de diciembre de 1941, nuestra nación pacífica se despertó con un ataque tramado en secreto y ejecutado sin merced. El ataque en Pearl Harbor fue el inicio de una larga guerra para Estados Unidos. una lucha masiva contra aquéllos que nos atacaron y aquéllos que compartieron sus ambiciones destructivas. Afortunadamente para todos nosotros, una gran generación de estadounidenses estuvo más que a las alturas del desafío. Nuestra nación se unió. y a pesar de los reveses y derrotas en el campo de batalla, no vacilamos con respecto a la causa de la libertad. Con valentía y determinación, ganamos una guerra en dos frentes: liberamos a millones, contribuimos al surgimiento de la democracia en Europa y Asia, vimos a enemigos convertirse en aliados y sentamos las bases de la paz para muchas generaciones.

El 11 de septiembre de 2001, nuestra nación despertó con otro ataque repentino. Al cabo de apenas 102 minutos, se mató a más estadounidenses de los que perdimos en Pearl Harbor. Como las generaciones anteriores, aceptamos nuevas responsabilidades y enfrentamos nuevos peligros con una resolución firme. Como las generaciones anteriores, estamos llevando la lucha donde aquéllos que nos atacaron. y aquéllos que comparten su visión sangrienta de ataques futuros. Como las generaciones anteriores, hemos enfrentado reveses camino a la victoria. sin embargo, libraremos esta lucha sin titubear. Y como las generaciones anteriores, prevaleceremos.

Como en luchas previas por la libertad, esta guerra tomará muchos giros, y el enemigo debe ser vencido en cada campo de batalla. desde las calles de las ciudades del Occidente, hasta las montañas de Afganistán, a las regiones tribales de Pakistán, a las islas del sudeste de Asia y al Cuerno de África. Sin embargo, los terroristas han dejado en claro que Iraq es el frente central en su guerra contra la humanidad. Entonces, debemos reconocer a Iraq como el frente central de la guerra contra el terrorismo.

La semana pasada en la Academia Naval, pronuncié el primero de una serie de discursos que describirá nuestra estrategia para la victoria en Iraq. Expliqué que nuestra estrategia comienza con un entendimiento claro del enemigo que enfrentamos. El enemigo en Iraq es una combinación de opositores y partidarios de Sadam y terroristas. Los opositores son iraquíes comunes y corrientes, la mayoría de ellos árabes sunitas, que extrañan el estatus privilegiado que tenían con el régimen de Sadam Husein. rechazan un Iraq en el que ya no son el grupo dominante. Creemos que, con el tiempo, gran parte de este grupo será persuadida a respaldar un Iraq democrático dirigido por un federal gobierno que sea lo suficientemente fuerte como para proteger los derechos de los grupos minoritarios.

Los solidarios con Sadam son partidarios del antiguo régimen que sueñan con regresar al poder. y están tratando de fomentar una opinión en contra de la democracia en la comunidad sunita. Sin embargo, carecen de respaldo popular. y con el tiempo, serán marginados y vencidos por las fuerzas de seguridad de un Iraq libre.

Los terroristas afiliados a al Qaida o inspirados por él son el grupo más pequeño pero más letal. Muchos son extranjeros que vienen a combatir el progreso de la libertad en Iraq. Son dirigidos por un terrorista brutal llamado Zarqawi -el jefe de operaciones de al Qaida en Iraq- que ha prometido su lealtad a Osama bin Laden. El objetivo declarado de los terroristas es echar a las fuerzas de Estados Unidos y la coalición de Iraq, y tomar el control del país. Luego usarían a Iraq como una base desde la cual lanzar atentados contra Estados Unidos, derrocar a los gobiernos moderados en el Oriente Medio y tratar de establecer un imperio islámico totalitario que vaya desde Indonesia hasta España.

Los terroristas en Iraq comparten la misma ideología que los terroristas que atacaron a Estados Unidos el 11 de septiembre, hicieron explotar bombas contra los viajeros suburbanos en Londres y Madrid, y asesinaron a turistas en Bali, mataron a trabajadores en Riyadh, y masacraron a los invitados a una boda en Amán, Jordania. Este es un enemigo sin consciencia. no pueden ser apaciguados. Si no estuviésemos luchando y destruyendo al enemigo en Iraq, ellos no estarían llevando las vidas de los ciudadanos decentes. Estarían conspirando y matando a nuestros ciudadanos. en todo el mundo y dentro de nuestras propias fronteras. Al combatir a los terroristas en Iraq, le hacemos frente a una amenaza directa al pueblo estadounidense. y no aceptaremos nada menos que la victoria absoluta.

Estamos siguiendo una estrategia integral en Iraq. La semana pasada, mi gobierno publicó un documento llamado "Estrategia Nacional para la Victoria en Iraq" ("National Strategy for Victory in Iraq"). Nuestro objetivo es la victoria. y la victoria se logrará cuando los terroristas y partidarios de Sadam ya no puedan amenazar la democracia de Iraq, cuando las fuerzas de seguridad de Iraq puedan velar por la seguridad de sus propios ciudadanos, y cuando Iraq no sea un refugio para que los terroristas planeen nuevos atentados contra nuestra nación.

Nuestra estrategia para lograr la victoria tiene tres elementos. En el aspecto político, estamos ayudando a los iraquíes a crear instituciones democráticas globales que protegerán los intereses de todos los iraquíes. Estamos trabajando con los iraquíes para ayudarlos a involucrar a aquéllos a quienes se puede persuadir de que sean parte del nuevo Iraq, y marginando a aquéllos que nunca lo harán. En dos años y medio, el pueblo de Iraq ha alcanzado logros asombrosos. Han pasado de vivir bajo la bota de un tirano brutal, a la liberación, a elecciones libres y a una constitución democrática. En ocho días, acudirán a las urnas para elegir a un gobierno plenamente constitucional que los liderará durante los próximos cuatro años. Al ayudar a los iraquíes a continuar forjando su democracia, obtendremos un aliado en la guerra contra el terrorismo; al ayudarlos a forjar una democracia, inspiraremos a reformistas desde Damasco hasta Teherán, y al ayudarlos a forjar una democracia, haremos que el pueblo estadounidense esté más seguro.

Con respecto al aspecto de seguridad, las fuerzas de la coalición y de seguridad de Iraq están a la ofensiva contra el enemigo. Estamos despejando las zonas controladas por los terroristas y partidarios de Sadam, dejando que las fuerzas iraquíes se aferren al territorio tomado del enemigo y haciendo seguimiento con la reconstrucción de elementos específicos para ayudar a los iraquíes a rehacer sus vidas. Y al combatir a los terroristas, nos dedicamos a desarrollar fuerzas de seguridad iraquíes capaces y eficaces, para que puedan tomar la delantera en la lucha. y a fin de cuentas asumir la responsabilidad por la seguridad de sus ciudadanos sin mucha asistencia del exterior.

En la medida que las fuerzas de Iraq se hacen más capaces, asumen la responsabilidad por más y más del territorio de Iraq; estamos transfiriendo bases a su control, para llevar la lucha donde el enemigo. Eso significa que las fuerzas de Estados Unidos y la coalición pueden concentrarse en entrenar a los iraquíes y perseguir objetivos importantes como Zarqawi.

En cuanto al aspecto económico, ayudamos a los iraquíes a reconstruir su infraestructura y reformar su economía, y generar la prosperidad que dará a los iraquíes una participación en un Iraq libre y pacífico. Al hacer todo esto, hemos involucrado a las Naciones Unidas, otros organismos internacionales, nuestros aliados en la coalición y países amigos en la región.

Hace una semana en la Academia Naval, hablé sobre nuestros esfuerzos para entrenar a las fuerzas de seguridad de Iraq. Describí los cambios que hemos hecho a la manera en que estas fuerzas son entrenadas y los logros resultantes alcanzados por las fuerzas de Iraq durante el año pasado. Hoy, hablaré sobre cómo estamos trabajando con esas fuerzas iraquíes y los líderes de Iraq para mejorar la seguridad y reestablecer el orden para ayudar a los iraquíes a reconstruir sus ciudades y para ayudar al gobierno nacional en Bagdad a revitalizar la infraestructura y economía de Iraq.

Durante el transcurso de esta guerra, nos hemos percatado de que para las ciudades de Iraq, ganar la batalla es sólo un primer paso. También tenemos que ganar la "batalla después de la batalla". al ayudar a los iraquíes a consolidar sus logros y evitar que los terroristas vuelvan. Solía ser que después de que las tropas de Estados Unidos echaban a los terroristas de una ciudad y proseguían con la siguiente misión, no había suficientes fuerzas, fuerzas iraquíes, para aferrarse a la zona. Descubrimos que después de que partíamos, los terroristas volvían a ingresar a la ciudad, intimidaban a los líderes y policía local, y a fin de cuentas recobraban el control. Esto menoscababa los logros de nuestros militares, frustraba nuestros esfuerzos de ayudar a los iraquíes a reconstruir y hacía que los residentes locales perdiesen la confianza en el proceso y en sus líderes.

Por eso modificamos nuestra estrategia. En la medida que las mejoras en el entrenamiento produjeron fuerzas de seguridad iraquíes más capaces, hemos podido conservar mejor las ciudades que despejamos juntos. Con la ayuda de nuestro personal militar y civil, el gobierno de Iraq luego puede trabajar con líderes y residentes locales para iniciar la reconstrucción. en la que los iraquíes encabezan los esfuerzos de construcción, y nuestra coalición tiene una función de apoyo.

Esta estrategia está surtiendo efecto. Y hoy, deseo describir nuestras medidas en dos ciudades que han tenido un progreso alentador: Najaf y Mosul.

La ciudad de Najaf está ubicada a unas 90 millas al sur de Bagdad, y uno de los lugares más santos de los chiítas islámicos, el templo Imam Ali, está ubicado allí. Ya que es una ciudad predominantemente chiíta, Najaf sufrió mucho durante el mando de Sadam. Prácticamente todos los elementos de la infraestructura y servicios básicos han sido afectados debido a muchos años de mantenimiento insuficiente. En 1991, miles de residentes de Najaf fueron matados durante una ofensiva brutal por el dictador. Nuestras tropas liberaron a Najaf en el 2003. sin embargo, aproximadamente un año más tarde, la ciudad cayó en manos de una milicia radical y violenta. La lucha dañó casas y empresas, y la economía local se desplomó, ya que los visitantes y peregrinos dejaron de ir al templo por temor por sus vidas.

En el verano del 2004, hablamos sobre el problema cada vez más grave en Najaf con los líderes políticos de Iraq. y la coalición y el gobierno de Iraq decidieron volver a tomar el control de la ciudad. Y lo hicimos. Juntas, las fuerzas de la coalición y de Iraq echaron a las milicias en combates urbanos difíciles. Fue una batalla intensa; nuestra gente se desempeñó muy bien, como también lo hicieron las fuerzas de Iraq. Junto con el gobierno de Iraq y la comunidad de clérigos chiítas, forzamos a las milicias a abandonar el templo y entregarlo a las autoridades iraquíes legítimas. Las milicias se comprometieron a deponer las armas y salir de Najaf.

Tan pronto se acabó el combate en Najaf, prosiguió la reconstrucción de proyectos específicos. El gobierno de Iraq desempeñó un papel activo, como también lo hicieron nuestros comandantes militares, diplomáticos y empleados de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (U.S. Agency for International Development). Juntos, trabajaron con el gobernador de Najaf y otros funcionarios locales para reorganizar las fuerzas policiales, reparar las casas de los residentes, reconstruir las escuelas, restablecer el servicio de agua y otros de carácter esencial, y volver a abrir el estadio de fútbol, con todo y luces y pasto nuevo. Quince meses más tarde, se han abierto empresas y mercados nuevos en algunas de las zonas más pobres de Najaf, los peregrinos religiosos vuelven a visitar la ciudad y los trabajos de construcción están haciendo que los residentes vuelvan a tener trabajo. Uno de los proyectos mayores fue la reconstrucción del hospital docente de Najaf, que había sido saqueado y se había convertido en una fortaleza de las milicias. Gracias a los esfuerzos de médicos iraquíes y líderes locales, con la ayuda del personal estadounidense, el hospital está ahora abierto y tiene la capacidad de atender diariamente a cientos de pacientes.

Ahora Najaf está en manos de los funcionarios electos del gobierno. Un concejo provincial electo está trabajando. se dedica a hacer planes para atraer más turismo y comercio a la ciudad. Se ha reactivado la vida política, y se han iniciado las campañas para las próximas elecciones, en las que diferentes partidos compiten por votos. La policía de Iraq ahora es responsable por la seguridad cotidiana. Un batallón iraquí ha consumido [sic] el control de la antigua base militar estadounidense, y nuestras fuerzas ahora están a unos 40 minutos de la ciudad.

Un sargento del Ejército de Estados Unidos explica nuestra función de la siguiente manera: "Vamos allá si nos llaman. Y eso no sucede muy a menudo. Generalmente, nos mantenemos fuera de su camino". Los residentes de Najaf están viendo señales claras de progreso. y no tienen ninguna intención de volver a los días de la tiranía y el terrorismo. Un hombre de Najaf lo puso de la siguiente manera: "Hace tres años estábamos en las ruinas. Hace un año luchábamos en las calles... [Ahora] miren a la gente comprar y comer, y sin temor".

Aún queda mucho trabajo por hacer en Najaf. Como en gran parte de Iraq, la reconstrucción en Najaf ha procedido sin regularidad. ha sido dispareja. Mantener la energía eléctrica continúa siendo un desafío importante. y se ha iniciado la construcción en tres subestaciones nuevas para ayudar a aumentar la capacidad. Debido a que existe una escasez de agua potable, se están instalando nuevas unidades de tratamiento de agua y desagüe. La seguridad en Najaf ha mejorado considerablemente, pero siguen existiendo amenazas. Aún hay secuestros, y las milicias y las pandillas armadas tienen más influencia de la que deberían tener en una sociedad libre. Los líderes locales y las fuerzas de seguridad de Iraq enfrentan esos problemas. y nosotros los estamos ayudando.

Otro lugar en el que ha habido grandes logros es la antigua ciudad de Mosul. Mosul es una de las ciudades principales de Iraq y reside allí una población diversa, de árabes sunitas, curdos y otros grupos étnicos. Mosul también es la ciudad donde nuestras tropas hicieron que los hijos de Sadam rindieran cuentas el verano del 2003. Mosul estuvo relativamente calmada durante los meses posteriores a la liberación. y entonces, comenzamos a redistribuir nuestras fuerzas en otras partes del país. Y cuando los terroristas y partidarios de Sadam infiltraron la ciudad, la policía de Iraq no estaba preparada para detenerlos. Estos rufianes intimidaron a los residentes y agobiaron a la policía.

A finales del año pasado, los terroristas y partidarios de Sadam había logrado el control de gran parte de Mosul, y lanzaron una serie de ataques con coche bomba y emboscadas. incluido un ataque contra un comedor de la coalición que mató a 14 miembros del servicio militar de Estados Unidos. Los terroristas y partidarios de Sadam mataron a civiles iraquíes inocentes, y los dejaron en las calles con notas prendidas en sus cuerpos amenazando a otros. Las fuerzas estadounidenses e iraquíes respondieron con una serie de ataques coordinados en las regiones más peligrosas de la ciudad. Juntos eliminamos, capturamos y echamos a muchos de los terroristas y partidarios de Sadam. y ayudamos a la policía de Iraq y los líderes políticos legítimos recobrar el control de la ciudad. En la medida que las filas de las fuerzas iraquíes han aumentado y se han capacitado más, han asumido más responsabilidad por la seguridad de Mosul. y las fuerzas de la coalición han pasado a tener una función de apoyo.

Cuando mejoró la seguridad en Mosul, comenzamos a trabajar con líderes locales para acelerar la reconstrucción. Los iraquíes mejoraron carreteras y puentes importantes sobre el río Tigris, reconstruyeron escuelas y hospitales, y comenzaron a rehabilitar el aeropuerto de Mosul. Se reconstruyeron las estaciones de policía y bomberos, y los iraquíes han hecho mejoras considerables a la red de agua y desagüe de la ciudad.

Mosul aún enfrenta verdaderos desafíos. Se hizo estragos a la infraestructura de Mosul, como la de Najaf, durante el reino de Sadam. La ciudad no está recibiendo suficiente electricidad, por lo que los iraquíes tienen en camino un proyecto nuevo para ampliar la subestación energética de Mosul. La intimidación por los terroristas aún es causa de preocupación. Esta semana, personas que colgaba afiches electorales fueron atacadas y matadas. Pero la libertad está prendiendo en Mosul, y los residentes se están haciendo oír. La participación en el. el referendo de octubre fue de más de 50 por ciento en la provincia en que Mosul está ubicada. Esa participación es tres veces mayor a la de las elecciones de enero. Y se realizan campañas enérgicas en Mosul para las elecciones de la próxima semana.

En lugares como Mosul y Najaf, los residentes ven logros tangibles en sus vidas. Están obteniendo un interés personal en un futuro pacífico, y aumenta su confianza en la democracia en Iraq. El progreso de estas ciudades se está reproduciendo en gran parte de Iraq. y más de los iraquíes están viendo los beneficios reales que puede producir una sociedad democrática.

En todo Iraq, también estamos viendo desafíos comunes entre las democracias incipientes. La corrupción es un problema tanto a nivel nacional como local del gobierno de Iraq. No toleraremos el fraude. por lo que nuestra embajada en Bagdad está contribuyendo a exigir transparencia y responsabilidad por el dinero que se está invirtiendo en la reconstrucción. Hemos ayudado a los iraquíes a crear instituciones como una comisión para la integridad pública y una junta suprema de auditoría, que es más fuerte, para mejorar la supervisión en el proceso de reconstrucción. Oigan, el pueblo de Iraq espera que el dinero se gaste de manera abierta y honrada. como también el pueblo estadounidense.

Otro problema es la infiltración de grupos de milicias en las fuerzas de seguridad de Iraq. especialmente la policía de Iraq. Estamos ayudando a los iraquíes a hacerle frente a este problema al incorporar equipos de transición de la coalición en las unidades iraquíes para asesorar a la policía y los soldados. También trabajamos con los líderes de Iraq en todos los niveles del gobierno para establecer altos estándares para el reclutamiento por la policía. En un Iraq libre, los antiguos miembros de la milicia deben pasar a ser leales al gobierno nacional y aprender a operar bajo el estado de derecho.

Al ayudar a los líderes iraquíes a hacerles frente a estos desafíos, también estamos ayudándolos a reconstruir una economía sólida que crecerá y producirá una vida mejor para su gente. Iraq es una nación con un potencial de gran prosperidad. El país tiene una fuerza laboral joven y educada, tiene abundantes tierras y agua, y tiene uno de los mayores recursos petrolíferos del mundo. Sin embargo, durante varias décadas, Sadam Husein utilizó la riqueza de Iraq para enriquecerse a sí mismo y a unos cuantos privilegiados. Mientras construía palacios, abandonó la infraestructura del país. Arruinó la economía y despilfarró el recurso más valioso de Iraq: el talento y la energía del pueblo iraquí.

Por lo tanto, estamos ayudando a un nuevo gobierno de Iraq a revertir muchas décadas de destrucción, revitalizar su economía y hacer reformas responsables. Estamos ayudando a los iraquíes a reconstruir su infraestructura y desarrollar las instituciones de una economía de mercado. El espíritu empresarial es fuerte en Iraq. Nuestras políticas están dirigidas a dar rienda suelta a la creatividad de los iraquíes.

Como nuestra estrategia para capacitar a las fuerzas de seguridad de Iraq, nuestra estrategia para ayudar a los iraquíes a reconstruir ha cambiado y mejorado. Cuando iniciamos el progreso de la reconstrucción en la primavera del 2003, nos concentramos en construir la infraestructura de gran escala. como las plantas eléctricas e instalaciones grandes de tratamiento de agua. Proseguimos con algunos de estos proyectos grandes, pero descubrimos que nuestra estrategia no atendía las prioridades del pueblo de Iraq. En muchos lugares, especialmente aquéllos que eran blancos de los terroristas y partidarios de Sadam, las necesidades más urgentes eran proyectos más pequeños y localizados, como tuberías de desagüe y pistas. Producir logros visibles a favor del pueblo de Iraq requirió que nos concentrásemos en proyectos que se concluirían rápidamente.

Y, entonces, tras consultar con el gobierno de Iraq, comenzamos a usar más recursos para financiar proyectos locales más pequeños que producirían mejoras rápidas y notables, y ofrecerían una alternativa a la visión destructiva de los terroristas. Aumentamos la cantidad de dinero que nuestros comandantes militares tenían a su disposición para usarlo flexiblemente. Trabajamos con los líderes de Iraq para otorgar más contratos directamente a firmas iraquíes. Y al adaptar nuestro programa de reconstrucción para atender las necesidades en el terreno, ayudamos a los líderes de Iraq a prestar servicios a su pueblo, y los iraquíes están comenzando a ver que una vida libre será una vida mejor.

La reconstrucción no siempre se ha desarrollado tan bien como se esperaba, principalmente debido a los desafíos de seguridad en el terreno. Reconstruir una nación desolada por un dictador es una gran empresa. Es incluso más difícil cuando los terroristas hacen volar lo que los iraquíes están tratando de construir. Los terroristas y partidarios de Sadam han podido retrasar el progreso, pero no han podido detenerlo.

Durante dos años y medio, hemos ayudado a los iraquíes a realizar casi 3,000 proyectos de remodelación de escuelas, capacitar a más de 30,000 maestros, distribuir más de 8 millones de textos, reconstruir la infraestructura de irrigación para ayudar a más de 400,000 iraquíes de zonas rurales, y mejorar el agua potable para más de 3 millones de personas.

Nuestra coalición ha ayudado a los iraquíes a introducir una nueva moneda, reiniciar sus actividades bursátiles y otorgar crédito por montos pequeños y préstamos a pequeñas empresas con un valor de más de $21 millones a empresarios iraquíes. Como resultado de estos esfuerzos y la libertad que Iraq acaba de obtener, se han inscrito más de 30,000 nuevas empresas iraquíes desde la liberación. Y según una encuesta reciente, más de tres cuartos de los dueños de negocios de Iraq tienen previsto que la economía nacional crezca en los próximos dos años

Este desarrollo y crecimiento económico será muy importante para hacerle frente a la alta tasa de desempleo en algunas regiones del país. Los iraquíes han negociado una condonación significativa de la deuda. Y por primera vez en 25 años, Iraq ha concluido un informe económico al Fondo Monetario Internacional. una señal a la comunidad financiera mundial de que los iraquíes están comprometidos a la reforma y decididos a ocupar el lugar que le corresponde en la economía mundial.

Con todas estas mejoras, estamos ayudando al gobierno de Iraq a producir cambios significativos a favor del pueblo de Iraq. Este es otro golpe importante contra los partidarios de Sadam y los terroristas. Los iraquíes que estaban desilusionados con su situación están comenzando a ver un futuro lleno de esperanza para el país. Muchos que alguna vez cuestionaron la democracia están definiéndose; están escogiendo el lado de la libertad. Este es un progreso silencioso, continuo. No siempre se refleja en los titulares en los noticieros vespertinos. Pero es real y es importante y es innegable a aquéllos que lo ven de cerca.

Uno de aquéllos que ha visto ese progreso es el senador demócrata Joe Lieberman. El senador Lieberman viajó a Iraq cuatro veces en los pasados 17 meses, y el artículo que escribió cuando regresó de su viaje más reciente ofrece una descripción clara de la situación en el terreno. Esto es lo que escribió el senador Lieberman: el senador Lieberman escribió sobre el Iraq que vio: "El progreso es evidente y práctico. Hay muchísimos más autos en las calles, discos de televisión por satélite en los techos y literalmente millones de teléfonos celulares más que antes en manos iraquíes". Describe una encuesta de Iraq que demuestra que "dos tercios [de los iraquíes] dicen que tienen una mejor situación de la que tenían con Sadam Husein".

El senador Lieberman continúa, "¿Tiene Estados Unidos un buen plan para hacer esto, una estrategia para la victoria en Iraq? Sí, la tenemos. Y es importante aclararle al pueblo estadounidense que el plan no ha permanecido tercamente estacionario, pero que ha cambiado con el transcurso de los años". El senador dice que se han cometido errores. Pero continúa al decir que le preocupa un error mayor. Escribe, "Qué error tan colosal sería que los líderes políticos de ambos partidos de Estados Unidos escogieran este momento de la historia para perder su propósito y, usando la conocida frase, "tomar la derrota de las garras de la victoria que se aproxima". El senador Lieberman está en lo correcto.

Un debate importante sobre Iraq está teniendo lugar en la capital de nuestra nación, y el hecho que podamos debatir estos asuntos libremente en medio de una guerra peligrosa dice mucho de nuestra democracia. En este debate, hay quienes están proponiendo que nos retiremos de Iraq según un cronograma fijo, sin tener en cuenta las condiciones en el terreno. Recientemente, un líder democrático se expresó a favor de una fecha límite artificial para el repliegue, y dijo que una retirada inmediata de nuestras tropas "haría al pueblo estadounidense más seguro, a nuestros servicios militares más fuertes, y produciría estabilidad en la región". Esa es la política equivocada para nuestro gobierno. Retirarnos según una fecha artificial pondría al pueblo estadounidense en peligro, perjudicaría a nuestros militares y haría que el Oriente Medio fuese menos estable. Daría a los terroristas exactamente lo que quieren.

En una carta al líder terrorista Zarqawi, un líder de al Qaida, Zawahiri ha descrito sus objetivos para Iraq con estos pasos: "Expulsar a los estadounidenses de Iraq, establecer un poder islámico sobre la mayor extensión posible para propagar su poder en Iraq y extender la ola del yijad". Los terroristas tienen la esperanza de que Estados Unidos se retire antes de que se cumpla con la labor, para poder tomar el control del país y convertirlo en una base para ataques futuros. Zawahiri dijo que la guerra de Vietnam era una razón para creer que los terroristas podrían prevalecer. Escribió, "La secuela del colapso del poder estadounidense en Vietnam -y cómo huyeron y dejaron a sus agentes- son dignos de notar". En el pasado, al Qaida ha dicho que las retiradas de Estados Unidos de Líbano y Somalia le mostraron que éste era débil y se podía hacer que se replegara. Y ahora los terroristas creen que pueden hacer que Estados Unidos se retire de Iraq, y eso no sucederá mientras yo sea el comandante en jefe. (Aplausos.)

No cederemos el futuro de Iraq a hombres como Zarqawi, ni cederemos el futuro del Oriente Medio a hombres como bin Laden. Completaremos nuestra misión en Iraq, y dejaremos atrás una democracia que pueda gobernarse a s misma, sostenerse y defenderse. Nuestros militares continuarán persiguiendo a los terroristas en Iraq. y preparando a las fuerzas de seguridad de Iraq para hacerse cargo de más de la lucha y tomar más control del territorio por sí mismos. Continuaremos ayudando a los iraquíes a reconstruir sus ciudades y rehacer sus vidas para que puedan gozar de la prosperidad que produce esa libertad. Continuaremos del lado del pueblo de Iraq mientras prosigan por el camino de la democracia. Y cuando se logre la victoria, nuestros soldados volverán con el honor del que se han hecho merecedores.

La próxima semana, hablaré en más detalle sobre el elemento político de nuestra estrategia. cómo estamos ayudando a los iraquíes a desarrollar una democracia que será un aliado firme en esta guerra mundial contra los terroristas. Una de las grandes lecciones de la historia es que las sociedades libres son sociedades pacíficas, y las naciones libres les dan a sus ciudadanos un camino para resolver sus discrepancias pacíficamente por medio del proceso democrático.

La democracia puede ser difícil y complicada, e incluso caótica. Puede tardar muchos años de arduos esfuerzos forjar una sociedad civil saludable. Los iraquíes deben sobreponerse a muchos desafíos, entre ellos las tensiones étnicas y religiosas que datan de hace mucho tiempo, y el legado de la represión brutal. Pero están dándose cuenta de que la democracia es la única manera de establecer una sociedad justa y pacífica, porque es el único sistema que otorga a cada ciudadano una voz y voto sobre su futuro.

Antes de que se logre nuestra misión en Iraq, habrá días difíciles por delante. La victoria en Iraq requerirá el sacrificio continuo de nuestros hombres y mujeres en uniforme, y la determinación continua de nuestros ciudadanos. Habrá días buenos y días malos en esta guerra. Rechazo a los pesimistas en Washington que dicen que no podemos ganar esta guerra. A pesar de todo, diariamente, podemos sentir confianza sobre el resultado porque sabemos que la libertad tiene el poder de superar el terrorismo y la tiranía. Podemos sentir confianza sobre el resultado porque conocemos el carácter y la fuerza de los hombres y mujeres en la lucha. Su valentía enorgullece a todos los estadounidenses.

Esta generación de estadounidenses que llevan el uniforme es tan valiente y resuelta como la generación que participó en la guerra después del ataque contra nuestra nación hace exactamente 64 años. Como aquéllos que los precedieron, están venciendo a un enemigo peligroso, llevando la libertad a millones y transformando a una región en dificultades. Y como aquéllos que los precedieron, siempre contarán con la gratitud del pueblo estadounidense.

Nuestra nación defenderá la causa por la cual nuestros hombres y mujeres en uniforme arriesgan sus vidas. Continuaremos persiguiendo a los terroristas dondequiera que se escondan. Ayudaremos al pueblo de Iraq para que pueda forjar una sociedad libre en el centro de una región aquejada de problemas. Y al sentar las bases de la libertad en Iraq y en todo el gran Oriente Medio, sentaremos las bases de la paz para las generaciones futuras.

Gracias por darme una oportunidad de venir y hablar con ustedes hoy. Que Dios continúe bendiciendo a nuestro país. (Aplausos.)

END 11:18 A.M. EST


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