The White House
President George W. Bush
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Office of the Press Secretary
1 de julio de 2003

DECLARACIONES DEL PRESIDENTE DURANTE EL REENGANCHE DE LOS MIEMBROS DE LOS SERVICIOS MILITARES
The East Room

2:00 P.M. EDT

EL PRESIDENTE: Sírvanse tomar asiento. (Aplausos.) Bienvenido. Muchísimas gracias a todos. Bienvenidos a la Casa Blanca. Nos acompañan hoy 30 hombres y mujeres que han decidido reengancharse a las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos. Cada uno de ellos decidió hace años servir y defender a nuestro país. Hoy reafirman su compromiso y prestan juramento nuevamente.

Como miles de otros soldados, marinos, aviadores, guardacostas e infantes de marina quienes se volverán a alistar este año, estos hombres y mujeres están respondiendo el más alto llamado de la ciudadanía. Se han interpuesto entre el pueblo estadounidense y los peligros del mundo, y nos complace que permanezcan de servicio. (Aplausos.)

Quiero darle las gracias a Paul Wolfowitz, el secretario adjunto de Defensa, por acompañarnos, y a los miembros del equipo de defensa. Deseo agradecerles a Richard Myers, jefe del comando conjunto; y Pete Pace, the subjefe del estado conjunto. Además deseo darles las gracias a James Roche, secretario de las Fuerzas Aéreas; Les Brownlee, secretario interino del Ejército; HT Johnson, secretario interino de la Marina, por acompañarnos hoy.

Agradezco al Almirante Vernon Clark, el jefe de Operaciones Navales, por estar aquí; al General Michael W. Hagee, el Comandante del Cuerpo de Infantería de Marina; el General John

M. Keane, jefe interino de estado mayor del Ejército. Aprecio que Terry D. Scott, suboficial mayor jefe de Marina, por estar hoy con nosotros; John L. Estrada, sargento mayor de la Infantería de Marina; Frank A. Welch, suboficial mayor jefe del Servicio de Guardacostas; los miembros de las Fuerzas Armadas y nuestros conciudadanos.

Antes de concluir la conscripción el 1° de julio de 1973, varias generaciones de hombres ingresaron al servicio militar por decisión ajena. Y durante dos guerras mundiales y en Corea y en Vietnam, sirvieron noblemente y sirvieron bien. Sin embargo, durante los últimos 30 años, hemos visto las grandes ventajas de unas fuerzas armadas en las que todos sirven por decisión propia. Las fuerzas íntegramente voluntarias de nuestro país atraen a jóvenes estadounidenses idealistas y dedicados. Permanecen en el servicio durante más tiempo porque han elegido la vida militar. El resultado es unas fuerzas armadas con los más altos niveles de capacitación, experiencia, motivación y profesionalismo.

La vida militar es gratificante. Sin embargo, aún bajo las mejores de las circunstancias, esa vida es difícil y a menudo involucra la separación y el peligro. Aquellos que voluntariamente hacen esos sacrificios y las familias que comparten sus dificultades cuentan con el respeto y la gratitud de sus conciudadanos.

Todos aquellos en nuestras fuerzas armadas prestan servicios durante uno de los momentos más críticos de la historia. Hace menos de dos años, enemigos decididos de los Estados Unidos ingresaron a nuestro país, cometieron actos de asesinato contra nuestro pueblo y dejaron en claro sus intenciones de atacar nuevamente. Siempre que los terroristas y sus aliados conspiren para hacerle daño a los Estados Unidos, Estados Unidos estará en guerra. No optamos por esta guerra. Sin embargo, cuando la seguridad del pueblo estadounidense está en peligro, continuaremos a librar esta guerra con todo nuestro poderío.

Desde el comienzo supimos que el esfuerzo sería largo y difícil, y que nuestra determinación sería puesta a prueba. Sabemos que ese sacrificio es inevitable. Hemos visto victorias en la derrota decisiva de dos regímenes terroristas, y en la persecución implacable de una red mundial de terrorismo. Sin embargo, la guerra contra el terrorismo continúa. No nos distraeremos y prevaleceremos. (Aplausos.)

Casi todos aquellos involucrados en organizar los ataques del 11 de septiembre se encuentran ahora bajo custodia o se ha confirmado que han muerto. Sesenta y cinco por ciento de los líderes principales de al-Qaida, directores operativos y tramitadores clave que hemos estado buscando han sido capturados o matados.

Aún así, reconocemos que al-Qaida ha entrenado a miles de soldados en muchos países y que es posible que surjan líderes nuevos. Y sospechamos que algunos de los desertores de al- Qaida se unirán a otros grupos terroristas para atacar objetivos estadounidenses. Los terroristas que queden pueden tener la certeza de lo siguiente: Los buscaremos de día y de noche en todos los rincones del mundo hasta que ya no sean una amenaza para los Estados Unidos y nuestros amigos. (Aplausos.)

En este momento, las fuerzas estadounidenses y aliadas continúa la labor de combatir a los terroristas y establecer el orden en Afganistán. Cuando derrocamos al Talibán, los miembros sobrevivientes de al-Qaida huyeron de gran parte del país. Sin embargo, muchos terroristas buscaron albergue en la frontera entre Afganistán y Pakistán, y algunos aún se esconden allí. Estos puntos de resistencia han atacado las bases aliadas con cohetes no guiados, realizado emboscadas y disparado contra los puestos de guardafronteras. En estrecha cooperación con el gobierno de Afganistán y Pakistán, Estados Unidos participa en operaciones para encontrar y destruir a dichos terroristas.

Es importante que nuestros ciudadanos sepan que desde el comienzo de la Operación Libertad Perdurable, Pakistán ha capturado a más de 500 terroristas, entre ellos, cientos de miembros de al-Qaida y el Talibán.

Al continuar la lucha, el pueblo de Afganistán prosigue con la reconstrucción de su país y el establecimiento de un gobierno democrático. Han elegido a un Presidente. Están montando un ejército nacional. Y ahora se encuentran en las etapas finales de redactar una constitución nueva.

Estados Unidos y otros países continúan proporcionando ayuda humanitaria y asistencia en la construcción de clínicas y escuelas y carreteras. Acompañados por otras naciones, estamos desplegando el primero grupo de equipos provinciales de reconstrucción en diversas ciudades en Afganistán, grupos de expertos que colaboran con los funcionarios locales para mejorar la seguridad pública, promover la reconstrucción y solidificar la autoridad de los gobiernos electos.

Afganistán aún enfrenta muchos desafíos, pero ese país está alcanzando logros y existe un mundo de distancia para su pueblo de la pesadilla que sobrellevó bajo el Talibán. Pakistán y Afganistán se encuentran entre los muchos gobiernos que comprenden la amenaza del terrorismo y están decididos a eliminarla.

Después de los terribles ataques en Riyadh el 12 de mayo, el gobierno de Arabia Saudita intensificó sus largos esfuerzos contra la red de al-Qaida. Recientemente, los servicios de seguridad saudita capturaron a Abu Bakr, quien se cree que es el personaje central del bombardeo en Riyadh, y mataron a un importante planificador operativo y recaudador de fondos de al- Qaida, un hombre conocido en círculos terroristas como "Espada Veloz".

Las autoridades sauditas también han descubierto operaciones terroristas en la ciudad santa de Meca, demostrando una vez más que los terroristas no respetan nada y no tienen ni hogar ni religión. Estados Unidos y Arabia Saudita enfrentan una amenaza terrorista común y apreciamos los esfuerzos firmes y continuos del gobierno saudita para combatir dicha amenaza.

La guerra contra el terrorismo también continúa en Iraq, donde las fuerzas de la coalición combaten restos del antiguo régimen, además de miembros de grupos terroristas.

Cumplimos con los objetivos principales de combate en la Operación Libertad Iraquí. Pusimos fin a un régimen que poseía armas de destrucción en masa, protegía y apoyaba a los

terroristas, conculcaban los derechos humanos y desafiaban las exigencias justas de las Naciones Unidas y del mundo.

Los verdaderos monumentos del dominio de Saddam Hussein han sido puestos a la luz: las fosas comunes, las cámaras de tortura, las celdas para los niños. Y ahora proseguimos con la reconstrucción de ese país al restaurar los servicios básicos, mantener el orden, buscar armas escondidas y ayudar a los iraquíes a establecer un gobierno representativo.

El ascenso de Iraq como ejemplo de moderación y democracia y prosperidad es un cometido masivo y a largo plazo. Y la restauración de ese país es crítica para vencer el terrorismo y radicalismo en todo el Medio Oriente. Con tanto en balance, no es ninguna sorpresa que la libertad tenga enemigos dentro de Iraq. Los saqueos y la violencia ocasional que comenzaron inmediatamente después de la guerra aún representan un desafío en algunas zonas. Un desafío mayor proviene del Partido Baaz y los oficiales de seguridad quienes no se detendrán ante nada para recobrar el poder y sus privilegios.

Pero no se regresará a la tiranía en Iraq. Y aquellos que amenacen el orden y la estabilidad de ese país enfrentarán la ruina, con la misma certeza que el régimen al cual alguna vez prestaron servicios.

También presente en Iraq se encuentran grupos terroristas que buscan diseminar el caos y atacar a las fuerzas estadounidenses y de la coalición. Entre dichos terroristas se encuentran miembros de Ansar al-Islam, los cuales operaron en Iraq antes de la guerra y ahora están activos en la región central sunita del país. Sospechamos que los restos de un grupo con vínculos al al-Zarqawi, un asociado de al-Qaida, aún permanece en Iraq, esperando una oportunidad de atacar. También estamos comenzando a ver combatientes extranjeros ingresar a Iraq.

Estos dispersos grupos de terroristas, extremistas y partidarios de Saddam son particularmente activos al norte y oeste de Bagdad, donde han destruido cables y torres eléctricas, creado explosiones en las tuberías de gas y prendido incendios de azufre. Han atacado a las fuerzas de la coalición y están tratando de amedrentar a los ciudadanos iraquíes. Estos grupos creen que han encontrado una oportunidad de hacerle daño a los Estados Unidos, hacer tambalear nuestra determinación en la guerra contra el terrorismo y hacer que nos vayamos de Iraq antes de que se establezca la libertad plenamente. Están equivocados y no tendrán éxito. (Aplausos.)

Aquellos que tratan de menoscabar la reconstrucción de Iraq no sólo están atacando nuestra coalición, sino que atacan al pueblo de Iraq. Y permaneceremos de lado del pueblo iraquí, firmemente. Tras haber liberado a Iraq tal como prometido, ayudaremos a ese país a encontrar un gobierno justo y representativo, tal como prometimos. Nuestro objetivo es una transición rápida al control por los iraquíes de sus propios asuntos. La gente de Iraq será protegida y el pueblo de Iraq dirigirá su propio país.

Actualmente, 230,000 estadounidenses prestan servicios en Iraq o cerca. Todo nuestro país, particularmente sus familias, reconocen que nuestras personas en uniforme enfrentan peligros continuos. Apreciamos su servicio bajo circunstancias difíciles y su disposición a luchar por la seguridad de Estados Unidos y la libertad de Iraq. Como su comandante en jefe, les aseguro que permaneceremos a la ofensiva contra el enemigo. Y todos aquellos que ataquen a nuestras tropas serán enfrentados con fuerza directa y decisiva.

Mientras Estados Unidos libre nuestra guerra contra el terrorismo, continuaremos dependiendo de la habilidad y la valentía de nuestras fuerzas armadas voluntarias. Durante los pasados 22 meses, nuestras Fuerzas Armadas han sido puestas a prueba una y otra vez. En todos los casos, en cada misión, los militares de los Estados Unidos han sido una honra al uniforme, nuestra bandera y nuestro país. Los necesitamos y no nos defraudaron.

Deseo darles las gracias por cumplir con su promesa de deber con los Estados Unidos y gracias por renovar hoy esa exigente promesa.

Y ahora, el General Myers tomará el juramente de alistamiento de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos. Que Dios los bendiga. (Aplausos.)

END 2:17 P.M. EDT


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