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President George W. Bush
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Office of the Press Secretary
16 de enero de 2003

DECLARACIONESS DEL PRESIDENTE SOBRE LA REFORMA DE RESPONSABILIDAD MÉDICA
University of Scranton
Scranton, Pennsylvania

12:00 EST

EL PRESIDENTE: Gracias a todos. Sírvanse tomar asiento. Gracias por asistir y gracias por la cálida bienvenida... adentro. (Risas)... Es muy grato volver a estar en Scranton, Pennsylvania... (aplausos) tierra de mucha gente magnífica y de una gran universidad.

Quiero agradecer a la Universidad de Scranton... (aplausos)... quiero agradecer a la Universidad de Scranton por su hospitalidad. Quiero agradecer al Padre Joe McShane por recibirme en estas hermosas instalaciones y a los miembros de la delegación al Congreso que han venido y al gran Secretario de Salud y Servicios Humanos, Tommy Thompson. (Aplausos).

Aprecio que ustedes aguanten esto y me den la oportunidad de hablar sobre un problema importante que enfrenta los Estados Unidos. Y ese problema es el hecho de que nuestro sistema de responsabilidad médica no funciona, y por lo tanto, muchos estadounidenses no tienen acceso a recibir cuidados de la salud a precios razonables. Estoy aquí para declarar en Pennsylvania que tengo la intención de colaborar con el Congreso para tratar de hacer algo para solucionar este problema. (Aplausos).

Vamos a necesitar su ayuda. La democracia puede responder. La gente de Washington tiende a responder cuando el pueblo se pronuncia. (Risas). As que voy a pasar un rato hoy animándolos a ustedes y a todos aquellos que estén viendo televisión a que empiecen a expresar sus deseos con el fin de asegurar que puedan contar con cuidados de la salud al alcance de sus bolsillos en los Estados Unidos. (Aplausos).

Viajo hoy con un grupo de personas de primera. Una persona decidió regresar a Washington para representar los intereses Pennsylvania ante el Senado. Él viajó conmigo y hablé con él sobre este tema. Es el Senador Arlen Specter. Quiero agradecerle por su amistad. (Aplausos). Parece que finalmente se están organizando en el Senado de los Estados Unidos. (Aplausos). Y es probable que empiecen a votar por el proyecto de ley de asignaciones para el 2003, lo que sería de gran ayuda. (Risas).

También viajé con Jim Greenwood. Es un honor para mí que Jim estuviera en el avión. Jim fue uno de los que apoyó el proyecto de ley del que voy a hablar hoy ante la Cámara de Representantes y que espero promulgar este año, para así ayudar a los médicos y pacientes del estado de Pennsylvania. Los aprecio. (Aplausos).

Paul Kanjorski, miembro de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, se encuentra también aquí. Paul, es un honor para mí que esté aquí. El tema de hoy no es un asunto republicano, no es un asunto demócrata; es un problema que afecta a personas de todas las esferas. Y es un asunto que se tiene que resolver. (Aplausos).

Alguien que solía representar a Scranton es Don Sherwood.  Aprecio a Don y su amistad. Gracias por asistir.  (Aplausos.)  También con nosotros se encuentran dos excelentes miembros de la delegación de Pennsylvania ante el Congreso, Todd Platts y Pat Toomey, y quiero darles las gracias por su presencia hoy. (Aplausos.)

Me honra que el alcalde de Scranton, Chris Doherty, esté con nosotros. Señor alcalde, gracias. (Aplausos). Él estaba parado afuera en el frío esperando a Air Force One. Quiero que sepan que eso va más allá de sus obligaciones. (Risas). Pero gracias, señor.

Agradezco mucho al procurador general del estado de Pennsylvania, mi amigo, Mike Fisher. Me complace que esté aquí, Mike. (Aplausos). John Perzel está aquí, ha venido de... en representación de la Cámara de Diputados, junto con senadores y miembros de la Cámara de Representantes de esta zona de Pennsylvania. Me honra que todos ustedes estén aquí. Gracias por venir. Gracias por su interés en este asunto. (Aplausos).

Hoy cuando llegué, me reuní con Ed Gilmartin. Él es un representante del USA Freedom Corps de los Estados Unidos. Es voluntario del Goodwill Industries of Northeastern Pennsylvania. Quiero darle las gracias a Ed por asistir. Quiero agradecerle por trabajar con el Goodwill. Él nos recuerda que mientras uno de nosotros no puede hacer todo para aliviar el sufrimiento de los Estados Unidos, cada uno de nosotros puede hacer algo para lograr mejorar la vida de una persona de nuestra comunidad... (aplausos)... y que, mientras seguimos en la lucha contra personas malvadas que quieren hacerle daño a los Estados Unidos, lo podemos hacer no sólo por medio de nuestros militares sino al hacer el bien en nuestras comunidades. Cada uno de nosotros puede hacer algo bueno al amar a su prójimo de la misma manera que quisiera ser amado.

Ven, tenemos grandes problemas en este país. Estoy aquí para hablar de un problema, pero tenemos más. Uno de ellos es buscar cómo afianzar la paz. Una manera de afianzar la paz es no olvidar nunca lo que nos sucedió el 11 de septiembre, acorralar a los asesinos uno a uno y entregarlos a la justicia. Esto es lo que los Estados Unidos va a hacer. (Aplausos).

Seguiremos enfrentando problemas antes que éstos se agudicen. Sabemos que el mundo cambió el 11 de septiembre. Los océanos ya no nos protegen contra las grandes amenazas que se forman en el extranjero. Y es por ello que he sido claro sobre mi deseo de mantener la paz confrontando a Saddam Hussein. Ahora le toca decidir. Está en manos del Señor Hussein hacer lo que el mundo entero le está pidiendo. El mundo, a través del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, le ha dicho que deponga las armas en nombre de la paz. Es su decisión. Hasta el momento, no hay pruebas concretas del desarme. Y se está acabando el tiempo. En algún momento se acabará la paciencia de los Estados Unidos. En el nombre de la paz, si no depone las armas, encabezaré una coalición de quienes quieran desarmar a Hussein. (Aplausos).

Lidiaremos con esos problemas en el extranjero y lidiaremos con los problemas que tenemos en casa también. Nuestra economía no tiene la fuerza que debería tener. Y por eso, he propuesto al Congreso maneras para reforzar la economía, comenzando por el siguiente principio: Si nos preocupa la vitalidad de la economía, lo mejor sería permitir que los estadounidenses retuviesen más de su propio dinero.

Si queremos que la gente consiga trabajo, si nos preocupa alguien en particular que está buscando trabajo, como me sucede a mí, la mejor manera de fomentar el crecimiento económico es permitir que las personas retengan más de su propio dinero. Y una lección que intento explicarle a Washington, claro que estos miembros no quieren oírlo, es que el dinero que gastamos en Washington no es el dinero del gobierno sino el dinero de los estadounidenses. (Aplausos).

Espero con interés colaborar con el Congreso. Espero con interés colaborar con el Congreso para crear condiciones propicias para que las pequeñas empresas crezcan y se vuelvan grandes empresas, para que el espíritu empresarial se fortalezca, y finalmente y más importante, para que las personas que buscan trabajo lo encuentren. (Aplausos).

Pero el problema del que les quiero hablar hoy es el problema que tenemos con nuestro sistema del cuidado de la salud. Espero que estén tan orgullosos como yo de nuestro sistema del cuidado de la salud. Me refiero a que somos muy buenos en lo que hacemos. (Aplausos). En los Estados Unidos tenemos grandes médicos... (aplausos)... muy hábiles, bien capacitados, personas que se preocupan por sus pacientes. En Los Estados Unidos tenemos enfermeros espléndidos... (aplausos)... personas que aman a sus pacientes. Tenemos hospitales excelentes, muy buenos investigadores. Estamos a la vanguardia de los cambios tecnológicos en este país. Realizamos nuevos descubrimientos constantemente. Desarrollamos nuevas curas y, por lo tanto, damos nuevas esperanzas a los enfermos. Somos buenos en lo que hacemos. Y estoy orgulloso del sistema de cuidado de la salud de los Estados Unidos. (Aplausos).

Pero tenemos algunos problemas. Y parte de mi trabajo es hablar francamente sobre los problemas y alentar a las personas a que encuentren soluciones a los problemas y luego los resuelvan. Tenemos un problema porque demasiados estadounidenses carecen de cuidado de la salud. Por eso propongo un crédito fiscal reembolsable para que el pueblo pueda tener la capacidad de elegir y pagar un plan de cuidado de la salud.

Hay muchas personas que llegan a las salas de urgencia en busca de cuidados básicos y eso las satura. Es muy difícil para los hospitales comunitarios. Por eso abogo por los centros de salud comunitarios, que constituyen una forma realista y efectiva para que las personas que no tienen un plan de cuidado de la salud puedan recibir atención médica básica.

Nuestros ancianos necesitan un plan de Medicare reformado que incluya medicamentos recetados. (Aplausos). Tenemos un sistema que está estancado en el pasado. Medicare está estancado. La medicina se ha modernizado y Medicare no lo ha hecho. Me parece que sería un buen comienzo que el Congreso revisase su propio sistema del cuidado de la salud. Ellos tienen las opciones. Los congresistas y senadores, así como sus empleados, pueden escoger el plan que satisface sus necesidades de la mejor manera. Me parece un buen principio para nuestros ancianos, confiar en que ellos tomen las decisiones correctas en su favor.

El cuidado de la salud es costoso. De cada $100 que se gastan en este país, $11 se gastan en cuidados de salud. La tasa de aumento de costos es la más elevada en casi una década. En mi opinión, ese es un problema. La mayoría de los costos en nuestra economía están controlados en buena medida; la inflación es baja. Pero el caso del cuidado de la salud es distinto. Y necesitamos hacer algo al respecto, antes de que el pueblo sea el perjudicado.

Los costos del cuidado de la salud aumentan por diversas razones. La investigación es costosa. La tecnología cuesta mucho. Algunos de estos costos son necesarios. Pero yo creo que existen costos innecesarios. Y el problema es que los costos innecesarios no se generan en las salas de espera o en las salas de operación, sino en los tribunales. (Aplausos). Somos una sociedad litigiosa, parece que todos estuviéramos demandando a alguien. En los Estados Unidos hay muchas demandas judiciales y se entablan demasiadas demandas sin sustento contra médicos y hospitales. (Aplausos).

Lo que los estadounidenses deben entender es que aunque muchas de estas demandas son infundamentadas y sin sustento, siguen siendo costosas. Es costoso pelearlas. Es costoso defender una demanda sin fundamento. Y muchas veces, para evitar el litigio y para reducir los costos, los médicos y las compañías aseguradoras prefieren llegar a acuerdos con los demandantes. Ven, aunque la demanda no tenga fundamento, y para salir del problema, dicen, "bueno, pagamos. Nos sacamos el problema de encima". En vez de sufrir las consecuencias de un jurado y un veredicto que no les favorezca, prefieren pagar. Esto es caro para el sistema cuando sucede una y otra vez, como nos está sucediendo en los Estados Unidos en estos tiempos. (Aplausos).

Y lo que sucede es que las pólizas de seguro están por las nubes. Y los médicos necesitan seguro para poder ejercer. Hoy me reuní con muchas personas dedicadas al cuidado de la salud, con sanadores, gente decente, personas compasivas que aman a sus pacientes. Ellos son médicos - también estuve con pacientes - que hablan sobre las consecuencias de nuestra sociedad litigiosa. Oí casos de personas que no pueden pagar las primas de sus seguros. Eso quiere decir que muchas personas ya no tienen acceso al cuidado de la salud. Cuando un médico no puede pagar la prima de su seguro, y por ende, no puede ejercer, alguien se queda sin servicios médicos. Esto pone mucha presión en el sistema.

Lo que sucede, lo que dicen los médicos es, "bueno ya no me alcanza el dinero en Pennsylvania, me voy. Llevaré mi corazón y mi habilidad a otra comunidad donde me alcance el dinero". Pero cuando eso sucede, alguien sale perjudicado. Alguien se queda sin atención médica. Alguna madre esperando bebé se pregunta si su médico estará presente a la hora del parto. Es - escuchamos un relato sobre ello, por cierto - es una situación penosa. Existe mucha incertidumbre en nuestra sociedad. Las demandas judiciales encarecen los costos del paciente. Pero también crean un sentido de incertidumbre en Los Estados Unidos para el pueblo que necesita estabilidad en el cuidado de la salud.

Cuando conversé con los médicos, tuve la oportunidad de hablar sobre personas que literalmente tenían lágrimas en los ojos al explicar su situación. Debra DeAngelo y su esposo se están yendo de Scranton para mudarse a Hershey. Ellos querían quedarse en Scranton; crecieron en Scranton. Conocí a uno de los pacientes de Debra que realmente necesita que ella esté en Scranton. Ellos se van a mudar porque pueden conseguir seguro allá y no acá.

El tema del seguro está generando problemas en comunidades a lo largo de Los Estados Unidos. Las personas tienen que mudarse. Personas que no quieren hacerlo tienen que mudarse para poder mantener sus empresas y poder seguir trabajando.

Jack Brooks es un patólogo reconocido del University of Pennsylvania Hospital . Estuvo aquí hoy. Se ha ido a Búfalo. Se había vuelto a mudar a su estado de origen pero tres compañías aseguradoras rechazaron asegurarlo cuando regresó a Pennsylvania. La cotización de una cuarta compañía aseguradora fue tan alta que no la podía pagar. Jack Brooks jamás ha sido demandado judicialmente. Es uno de los médicos más importantes de Pennsylvania, es uno de los mejores recursos humanos que tienen. Nunca ha estado ante los tribunales; no obstante, cómo el sistema no funciona, no pudo quedarse en Pennsylvania. Afortunadamente, consiguió seguro a través de un hospital, ya que él mismo no podía conseguirlo. Tienen un problema en este estado. (Aplausos).

Greg Przybylski estuvo aquí. Es un especialista en el cerebro. Se ha tenido que mudar de Pennsylvania a Illinois y luego a New Jersey porque los costos eran demasiado altos. No puede mantener su negocio. No puede ejercer la profesión para la que está capacitado, lo que ama hacer, tratar pacientes. Habló sobre su experiencia en Chicago, habló sobre un paciente suyo que tenía complicaciones graves y como no pudo conseguir ayuda en Pennsylvania, tomó el auto y manejó hasta Chicago para que Greg lo tratara. Eso dice mucho sobre Greg. Dice mucho sobre sus pacientes. Y desgraciadamente prueba que algo está mal en nuestro sistema del cuidado de la salud. Los costos de seguro de responsabilidad médica son tan altos que uno no puede recibir el cuidado médico necesario en Pennsylvania.

Pero no son los únicos. Este no es el único estado que tiene problemas. Una ginecóloga/obstetra del estado de Florida nos contó cómo no consiguió seguro. Y en Nevada, las mujeres embarazadas a veces tienen que salir del estado para encontrar un médico. Una mujer llamó a más de 50 médicos de su región y no pudo conseguir a ninguno que la tratara. Así que tiene que ir a Utah a dar a luz.

Hace poco estuve en Mississippi hablando sobre este problema. Hay un médico y su esposa que también es médica, que llegaron del norte de Mississippi a la región del delta del estado. Y en la región del delta existen muchas personas enfermas, personas necesitadas, muchas personas que requieren de cuidados de la salud. Y ellos se fueron, no a crear una gran fortuna, sino porque tienen corazones grandes. Sintieron un llamado. Ellos atribuían el llamado al Todopoderoso. Habiéndolo visto, también yo lo hubiese atribuido al Todopoderoso. Él tiene un gran corazón. Yo me percaté de su inspiración. Me dijo que tenía que irse del delta porque los abogados no lo dejaban tranquilo. No podía ejercer sin que lo demandaran.

Algo pasa con el sistema. Y un sistema como este, que no funciona, atenta contra los pacientes y contra el pueblo estadounidense. (Aplausos).

En todo el país, el veinte por ciento de los hospitales ha tenido que dejar de proveer algún servicio: traer bebés al mundo, o neurocirugía o cirugía cardiovascular o cirugía ortopédica. Es un hecho. Así que el problema no sólo radica en Pennsylvania, sino en todo el país.

Además hay otro motivo en el incremento de los costos. Si uno está siempre preocupado por la posibilidad de ser demandado, es natural que ponga en práctica lo que llamamos medicina defensiva. En otras palabras, pedir a los pacientes que se hagan exámenes innecesarios para poder defenderse uno en corte. Eso cuesta y es una de las razones por las que los costos están incrementando. Estas demandas están afectando en gran medida a nuestro país y tenemos que entenderlo.

Este es un asunto de vital importancia para los estados. Espero que el estado de Pennsylvania pueda abordar este problema. Pueden hacerlo en el capitolio del estado. Cuando llegué a Washington dije, "Es un asunto importante para los estados". Y no me tomó mucho tiempo darme cuenta que era un tema importante también para el gobierno federal, y les diré por qué. (Aplausos). El costo directo de seguros de negligencia médica, as como el costo indirecto que deviene de la medicina defensiva, han incrementado el costo del cuidado de la salud del gobierno federal por lo menos en 28 mil millones de dólares al año. La negligencia médica y la práctica de medicina defensiva afectan los costos de Medicare, de Medicaid, de la salud de los veteranos, y de los empleados de gobierno. Afectan al gobierno federal. Por lo tanto, es un asunto federal. (Aplausos).

Es un problema nacional que requiere de una solución a nivel nacional. (Aplausos). Y aquí la tenemos - primero quiero decirles lo siguiente claramente - queremos que nuestro sistema de justicia funcione. Las personas que tengan un reclamo, un reclamo legítimo, deben tener un juicio. Alguien que se ha perjudicado en manos de un médico debe ser protegido. Y ellos se merecen una corte no atiborrada de casos frívolos y sin fundamento. Si tienen pruebas que fundamenten su caso, deben poder recuperar el costo de su tratamiento y curación y los ingresos perdidos y las pérdidas económicas durante el resto de sus vidas. Es lo justo. Es razonable. Y es necesario que podamos tener confianza en el sistema médico, así como en el sistema judicial. (Aplausos).

Sin embargo, para conseguir un sistema de cuidado de la salud al alcance del bolsillo y económico en los Estados Unidos, debemos poner un límite a lo que llamamos daños no-económicos. (Aplausos). Y propongo establecer un tope de $250,000. (Aplausos). De otra manera, los montos excesivos adjudicados por el jurado, como los de Pennsylvania, y aquellos que - recién me describieron uno - hoy un hombre levantó un aviso de una página entera en el periódico que fue pagado con el dinero adjudicado por el jurado. (Risas y aplausos). Estos montos en exceso siguen incrementando los costos de seguros, y conllevarán a que médicos buenos quiebren o los hará que se muden de su comunidad, perjudicando a comunidades como Scranton, Pennsylvania. Es un hecho. (Aplausos). Por eso debemos establecer un tope al monto por daños no-económicos; por eso debemos establecer un tope a los daños punitivos, también. (Aplausos).

Como les había mencionado - y es muy importante que nuestro pueblo lo entienda - el miedo a los daños no-económicos y daños punitivos ilimitados son la causa primordial que lleva a los médicos y las empresas aseguradoras a realizar acuerdos sin recurrir a un juicio con los demandantes. Ven, es muy fácil chantajear a un médico para convencerlo a que llegue a un acuerdo en vez de entablar una demanda contra él una y otra vez ya que el sistema se comporta a manera de lotería gigante. (Aplausos). Gracias.

También necesitamos otras reformas. Muchas veces, los abogados demandan a cualquiera en su camino para tratar de ganar algo. En los casos en que la responsabilidad del perjuicio de un paciente recae en más de una persona, se debe culpar justamente a los responsables. Necesitamos reformas diversas y conjuntas en nuestro sistema de responsabilidad médica.

Tenemos que asegurar que los médicos puedan cuidar a sus pacientes sin tener el miedo que algún día los pacientes usen los consejos dados por los médicos contra ellos mismos. No es fácil creer en el sistema. (Aplausos). Se oye hablar mucho sobre la relación médico-paciente, una relación sumamente importante para que el sistema de cuidado de la salud funcione bien. Imagínense un sistema en el que los médicos no pueden intercambiar información entre sí, o peor aún, no pueden hablar con sus pacientes, por miedo a que lo que dicen sea luego utilizado en su contra, algún día, en corte.

El sistema carece de equilibrio. El sistema no es justo. El sistema no necesita cortar la relación entre el médico y el paciente por el temor a que luego un abogado use lo que dice el médico para demandarlo. Por eso necesitamos estas reformas, por el bien del país.

Conseguimos que el proyecto de ley fuera aprobado en la Cámara de Representantes, gracias a Jim y los miembros de la delegación aqu presentes. Quiero agradecerles por su liderazgo y su voto. (Aplausos). Y el Senado no tomó una decisión, así que debemos comenzar desde cero. Estoy listo para comenzar nuevamente. (Aplausos). Y los tiempos se están poniendo peores. Eso es lo que la gente de allá arriba en Washington, allá en Washington, allá abajo en Washington, lo que sea. (Risas). Pensé por un momento que estaba en Crawford. (Risas y aplausos).

Es, repito, es un problema nacional y no podemos permitir que un montón de partidismo innecesario prevenga que se llegue a una solución buena y concreta. (Aplausos). Y déjenme decir algo más. Este problema no se solucionará echándole dinero al problema. Este problema se solucionará desde sus raíces, que son las demandas injustificadas.

Si buscan soluciones en Pennsylvania, miren los casos de los estados que han logrado ayudar a los pacientes. California es un buen ejemplo. Hace más de 25 años se aprobó una ley que puso un límite al monto a pagarse por juicios de negligencia médica. Y la ley ha surtido efecto.

Veamos las estadísticas. Los informes de Filadelfia arrojan que el monto adjudicado por juicios de negligencia médica supera a los montos adjudicados en todo el estado de California en los tres últimos años. Eso nos indica dos cosas: Que deberían tomar en cuenta el ejemplo de la ley de California y que tienen un problema en Pennsylvania. (Aplausos).

Hubo una historia con final feliz en Mississippi. Fui allá - y no fue por mi, sino porque los doctores y pobladores entendían el costo de un sistema descontrolado, así que redactaron una ley, una ley de responsabilidad médica. Establecieron montos máximos, topes reales. Adivinen lo que sucedió. En algunos condados, las demandas por negligencia médica se redujeron sustancialmente, antes de que la ley entrara en vigencia. (Risas). Bien. ¿Qué nos indica esto sobre el sistema? Nos indica que el sistema tiene menos de justicia y más de lo que parece ser una lotería. Eso es lo que me parece. (Aplausos). Y los abogados demandantes reciben hasta el 40 por ciento de los veredictos, a veces sólo hay un ganador en la lotería. (Aplausos).

Necesitamos reformas. Necesitan reformas en Pennsylvania, y necesitamos reformas en los Estados Unidos, y necesitamos que el Congreso de los Estados Unidos apruebe una reforma. (Aplausos). Es una ley que reconoce que el centro de un buen sistema de cuidado de la salud es la preocupación por el paciente, el pueblo estadounidense. Es una ley que entiende que lograremos un mejor sistema del cuidado de la salud si imponemos límites, límites en montos adjudicados por daños no económicos y daños punitivos. Eso es lo que creo. (Aplausos).

El Congreso debe tomar una decisión sobre esta ley. El Congreso tiene que escuchar al pueblo y no dar excusas para no actuar. Creo que conseguiremos algo en la Cámara de Representantes. Creo que conseguiremos una buena ley en la Cámara de Representantes. Y luego el Senado no debe dejar de cumplir con su responsabilidad ante el pueblo estadounidense nuevamente. (Aplausos).

Ustedes pueden ayudar. Cada estado tiene un par de senadores. (Risas). Tienen que dirigirse a ellos. Considero que sus dos senadores son aliados, pero ellos deben escuchar lo que ustedes tienen que decir. En cada estado, las personas que se preocupan por tener un sistema del cuidado de la salud al alcance de sus bolsillos o cualquier tipo de cuidado de la salud, deben contactarse con sus representantes. La democracia funciona. La democracia puede tener un impacto. Cuando el pueblo se pronuncia, las personas en Washington, D.C. escuchan. (Aplausos). Y estoy aquí para pedirles que se sumen a esta causa, por el bien de las personas que ustedes quieren, sus seres queridos, sus vecinos, y la gente de su comunidad.

No, tenemos muchos problemas en los Estados Unidos. Tenemos la responsabilidad de hacer del mundo un lugar donde reine la paz. Tenemos la responsabilidad de hacer de nuestro territorio nacional un lugar seguro. Tenemos la responsabilidad de asegurar que cada niño reciba una educación. Tenemos la responsabilidad de asegurar que nuestro sistema del cuidado de la salud funcione. Tenemos muchos problemas. Pero les voy a decir algo sobre este país. Yo creo que no hay duda que los problemas los vamos a resolver, porque esta es la nación más grandiosa, llena de gente magnífica, de la faz de la Tierra.

Gracias por asistir. Que Dios los bendiga. Gracias a todos.

END 12.36 P.M. EST


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