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Office of Media Affairs
19 de octubre de 2002
DISCURSO RADIAL DEL PRESIDENTE A LA NACIÓN
Buenos Días. Quiero discutir con ustedes medidas que estamos tomando para ayudar a fortalecer la seguridad del retiro para los trabajadores estadounidenses. Más de 40 millones de estadounidenses ahorran para su retiro a través de cuentas 401(k) - contribuyendo regularmente y creando la seguridad económica a lo largo de sus vidas. Una cuenta 401(k) ofrece la oportunidad de invertir en el crecimiento a largo plazo de la economía estadounidense - y una oportunidad de crear riqueza e independencia. Los trabajadores hoy en día son dueños de bienes que valen más de un trillón y medio de dólares a través de sus 401(k). Los trabajadores más jóvenes tienen como promedio cerca de 10,000 dólares en sus cuentas, mientras que los trabajadores que se acercan a la jubilación tienen cerca de 100,000 dólares en sus 401(k). Esto es dinero verdadero para trabajadores verdaderos, y debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para ayudar a asegurar que esté allí cuando ellos se retiren.
La turbulencia en los mercados financieros nos recuerda que toda inversión conlleva algún riesgo. Pero los trabajadores estadounidenses también tienen derechos, que deben ser respetados y cumplidos.
He formulado cinco propuestas de sentido común para ayudar a proteger los ahorros para el retiro de los trabajadores estadounidenses. Primero, todo trabajador deberá recibir 30 días de aviso previo a cualquier período de "apagón" - períodos en que no pueden comprar, vender, o prestar de sus 401(k). Segundo, los ejecutivos corporativos deberán tener que seguir las mismas reglas que todos los demás empleados durante esos períodos de "apagón" - si no se puede vender en el primer piso, tampoco se deberá poder vender en el piso de más arriba. Tercero, los trabajadores deberán poder vender acciones en su compañía después de tenerlas tres años, de modo que nadie tenga sus ahorros amarrados en las acciones de una sola compañía. Cuarto, los inversionistas deberán recibir mejor información - incluyendo informes trimestrales, no sólo anuales, sobre cómo están rindiendo sus 401(k). Y quinto, los trabajadores deberán tener acceso a asesoramiento profesional en inversiones, de modo que puedan tomar decisiones más ponderadas en cuanto a sus ahorros.
El Congreso de Estados Unidos ha aprobado sólo dos de estas propuestas - la de dar a los trabajadores aviso previo de períodos de "apagones" y la de aplicar a los ejecutivos las mismas reglas que a sus empleados. Yo firmé estas reformas como ley. Mi administración está implementando esa ley con nuevos reglas estrictas que requieren que las compañías den a sus trabajadores 30 días de aviso antes de cualquier período de "apagón". Bajo la nueva regla, los empleados tendrán tiempo de comprar o vender acciones, o de prestar de sus cuentas antes de que estas sean temporalmente congeladas. Esta importante protección ayudará a asegurar que los trabajadores no se vean cautivos en una mala inversión simplemente porque sus empleadores les bloquearon el acceso a sus propias cuentas.
La Comisión de Valores también está formulando una nueva regla para evitar que ejecutivos corporativos vendan sus propias tenencias en acciones de su compañía cuando los empleados no estén permitidos a hacerlo. Los ejecutivos corporativos ya no podrán vender las acciones decadentes de sus compañías mientras que los empleados se queden varados. Ambas reglas entrarán en vigor a principios del año entrante y darán mayores protecciones a los trabajadores contra el fraude y el abuso corporativo.
Estas reglas son un paso hacia adelante en la protección de los derechos de los inversionistas. Más medidas son necesarias. Mis tres propuestas adicionales -más diversidad en las cuentas 401(k), actualización más frecuente de cuentas, y asesoramiento para los trabajadores - ya han sido aprobadas por la Cámara de Representantes, pero después de seis meses el Senado todavía no ha actuado. Por el bien de los trabajadores estadounidenses que se preocupan por la seguridad de su retiro, pido al Senado que apruebe mis propuestas restantes para convertirlas en ley. Las personas que trabajan duro y ahorran para el futuro merecen toda la protección que les podemos dar.
Gracias por escuchar.
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