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Office of the Press Secretary
16 de mayo de 2002
DECLARACIONES DEL PRESIDENTE EN EL DESAYUNO NACIONAL HISPANO DE LA ORACIÓN
Capital Hilton
Washington, D.C.
8:07 A.M. EDT
EL PRESIDENTE: Gracias a todos. (Aplauso.) Siéntense. (Risas.)
MIEMBRO DEL PÚBLICO: (Inaudible.)
EL PRESIDENTE: Sí. Muchas gracias. (Risas.)
Gracias a todos por tan cálida bienvenida. Es un honor para mí estar aquí para el -- el primer -- el primer -- no, el último, pero el primer -- (risas y aplauso) -- Desayuno Nacional Hispano de Oración. Les quiero decir que es un honor estar acá entre gente que dedica su vida a mejorar a otros seres humanos. Lo aprecio mucho.
Quiero agradecerle a Luis -- Me reuní con; una de las cosas que me impresionaron fue que es un -- él dirá sargento, yo digo general -- del ejército de la compasión de Filadelfia. Me encantó su compasión. No sólo es un hombre de Dios, sino que también entiende la importancia de la educación. Hablamos sobre una escuela pública independiente que quería iniciar en su vecindario. Entiende lo que yo entiendo, que cuando uno cuenta con educación de calidad, mejora los vecindarios pobres del centro de Estados Unidos. Y entonces, Luis, quiero agradecerle por su atención a la educación. Debemos continuar esforzándonos para asegurarnos que todos los niños puedan leer. (Aplauso.)
Quiero agradecerle a Mel Martínez -- ¿Dónde está Mel? De igual manera, está por alguna parte acá. Es un miembro de mi Gabinete. Quizá recuerden la historia de Mel. Es el Secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano ahora. De niñito, su madre y su papi lo montaron en un avión de Estados Unidos a Cuba. Era parte de Operación Pedro Pan. Querían que su hijo fuera criado libre. Ansiaban la libertad y estaban dispuestos a correr el riesgo de enviar a su querido hijo a la tierra de la libertad. Y ahora estoy orgullosos que ha pasado de ser un niñito en Pedro Pan a ahora, que es el Secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano. Y muestra el maravilloso espíritu y fuerza de nuestro país. (Aplauso.)
Quiero agradecer a los miembros del Congreso que están acá. Veo que tengo senadores acá y miembros del Congreso. Gracias a todos por venir. Es importante que estén acá y agradezco que estén acá, también. Quiero agradecerles a todos aquellos que se han esforzado mucho por hacer los arreglos para este desayuno. Me da la oportunidad de venir y recordarnos a todos que Estados Unidos tiene muchas tradiciones de fe y es importante recordar eso siempre.
Nunca hemos impuesto ninguna religión y también es realmente importante recordar eso. Acogemos a todas las religiones en los Estados Unidos. Honramos la diversidad en este país. Respetamos las fuertes convicciones de la gente.
Sabemos que los hombres y las mujeres pueden ser buenos sin fe. Lo sabemos. También sabemos que la fe es una fuente increíblemente importante de bondad en nuestro país. Durante el transcurso de nuestra historia, los estadounidenses de fe siempre se han volcado en la oración -- para la sabiduría, oración para determinación, oraciones para compasión y fuerza, oraciones para la dedicación a la justicia y un espíritu de perdón.
Desde que se fundó Estados Unidos, la oración nos ha dado la confianza que la mano de Dios está guiando los asuntos de este país. (Aplauso.) Nunca hemos mantenido tener un derecho especial a Su gracia, sin embargo, siempre hemos creído en la presencia de Dios en nuestras vidas. Esto siempre ha sido cierto. Pero nunca ha sido más cierto que desde el 11 de septiembre. La oración ha consolado a las personas afligidas. La oración ha servido como un factor unificador en nuestra nación. La oración nos da fuerza en el trayecto por delante. Millones de estadounidenses se han volcado en la oración durante estos tiempos y han sido recordados de la importancia de la verdad -- aunque el llanto perdure durante una noche, el gozo viene por la mañana. (Aplauso.)
Los últimos ocho meses han mostrado al mundo que el carácter estadounidense es increíblemente fuerte y confiado. Sin embargo, la oración nos recuerda que un gran pueblo debe ser humilde ante Dios y procurar la sabiduría -- procurar constantemente la sabiduría -- de Dios todopoderoso.
La oración es un aspecto vital de nuestra vida nacional. Es por eso que su desayuno es tan importante. La oración y la fe es un aspecto particularmente vital de la vida de los hispanos en este país. Vemos el papel de la fe en su devoción a la iglesia, a sus familias y a la caridad. El poder de la fe se encuentra entre los jóvenes, y eso es una gran noticia, realmente una gran noticia. Los pastores dicen que está teniendo lugar una revolución espiritual entre los jóvenes hispanos aquí. Eso es bueno. (Aplauso.)
Quiero agradecerles a todos por encabezar ese esfuerzo. Es una contribución importante a nuestro país. Un líder juvenil lo puso de esta manera: "El resurgimiento está teniendo un impacto más que nada en la juventud, porque no le pone límites a Dios. Dios está haciendo algo tan grandioso con los jóvenes de esta nación". Esas son palabras muy poderosas a ser oídas por un Presidente.
Sabemos cuán importante puede ser la fe y sabemos que la fe sin obras, sin acción, está muerta. La verdadera fe nunca está aislada del resto de la vida. Se manifiesta por medio de las acciones y el sacrificio, por medio de los actos de bondad y el cariño hacia aquellos necesitados.
Para algunas personas, la admonición de Jesús de querer a "los más pequeños de estos" es una enseñanza moral admirable. Para muchos hispano- americanos, es un estilo de vida. (Aplauso.) Entienden que Dios se preocupa particularmente por los pobres y que los ayudantes y consoladores de la comunidad están haciendo la labor más importante de todas -- componer las vidas destruidas al llevar amor a los sectores de desesperanza y desesperación.
Los grupos benéficos y comunitarios y las instituciones basadas en la fe hacen una labor increíble en nuestro país, una labor realmente importante -- al proporcionar albergues a las mujeres maltratadas; al ayudar a los desalojados; la importante labor de guiar a los niños sin padres; la labor de amar a un niño cuyo padre o madre quizá esté en prisión al recordarles que existe amor y compasión y decencia y esperanza; al ayudar a la gente a sobreponerse a las adicciones a las drogas y las bebidas alcohólicas al ayudarlos primero y antes que nada a cambiar sus corazones. (Aplauso.)
Estos grupos, estos pelotones en los ejércitos de la compasión, demuestran e inspiran esperanza de una manera que el gobierno nunca puede hacerlo. E inspiran una fe que cambia vidas de una manera que el gobierno nunca debería hacerlo. (Aplauso.)
La iniciativa basada en la fe y comunitaria a la que me he estado dedicando y otras a las que el Congreso se ha estado dedicando son realmente importantes. Es un aspecto realmente importante de nuestra estrategia para combatir la desesperanza y la desesperación y la soledad, para hacer a los Estados Unidos el país de la oportunidad y la esperanza y la promesa para todos, para todos. (Aplauso.)
Este conjunto de leyes proporcionará iniciativas nuevas para las donaciones caritativas y eso es importante, realmente importante. Permitirá que las personas que no detallan puedan deducir las donaciones caritativas. Eso ayudará a recaudar fondos. Ayudará a fomentar el flujo de personas que se dan cuenta que es importante no sólo dar de su tiempo, sino también de su dinero.
Cuando se trate de proporcionar recursos federales a programas efectivos, esta ley tendrá un impacto, porque, ven, acoge a los programas privados y basados en la fe. Dice que se debe poner fin a los días de la discriminación -- cuando se trate de usar fondos federales, los días de la discriminación a las instituciones religiosas simplemente porque son religiosas. (Aplauso.)
Entiendo que oirán de o han oído del Senador Joe Lieberman, Rick Santorum y sé que acaban de oír de J.C. Watts. Menciono a estos caballeros porque primero, son excelentes líderes. Provienen de distintos credos, distintos partidos políticos, pero están unidos por un deseo común de aprobar esta importante ley que desencadena la fuerza del país, la cual es la compasión de nuestros conciudadanos. Agradezco sus arduos esfuerzos. Agradezco su voluntad de concentrarse en un bien común. Espero con interés firmar un proyecto de ley tan pronto como podamos sacarlo del Senado de los Estados Unidos. (Aplauso.)
Saben, a menudo le digo a la gente que si quiere reaccionar a lo que le ha sucedido a nuestro país, lo puede hacer con la oración, pero de la misma importancia, lo puede hacer al amar a su prójimo como le gustaría ser amada. Si quieren combatir el mal, hagan algo de bien. (Aplauso.) Una persona no puede hacer todo en nuestra sociedad, por supuesto. Pero una persona puede hacer algo. Y por ello quiero decir que podemos cambiar a nuestro país, una persona a la vez. Una persona a la vez. Y eso es lo que debemos hacer. Eso es de lo que debemos pensar.
Y no existe nada tan poderoso para contribuir al cambio en el país que la fe -- fe en Dios. Quiero decirles, el mayor regalo que una persona le puede dar a un Presidente o a la gente en cargos de responsabilidad -- a cualquier otra persona, en tal caso -- es la oración.
Hablo mucho con la gente en las calles y me dice, "Sr. Presidente, rezo por usted y su familia". Me volteo hacia ellos, los miro a los ojos y les digo, ese es el regalo que puede dar. Es el mejor regalo que puede dar. Lo digo con toda sinceridad.
Y entonces, quiero agradecerles por sus oraciones. Quiero agradecerles por sus oraciones. Quiero agradecerles por lo que hacen por nuestro país. Quiero agradecerles por sus buenas obras. Quiero agradecerles por ayudar a cambiar a los Estados Unidos un corazón, un alma, una conciencia a la vez. (Aplauso.)
Considero que se dirá, se dirá de los estadounidenses tales como ustedes, "Bien, siervo bueno y fiel". (Aplauso.)
Es un honor estar con ustedes esta mañana. Que Dios los bendiga y a sus pastorados y que Dios continúe bendiciendo a los Estados Unidos de Norteamérica.
(Aplauso.)
END 8:21 A.M. EDT