The White House, President George W. Bush Click to print this document

For Immediate Release
Office of the Press Secretary
23 de enero de 2002

DECLARACIONES POR EL PRESIDENTE DURANTE EL ALMUERZO DE LA RESERVE OFFICERS ASSOCIATION
Washington Hilton Hotel
Washington, D.C.

1:23 P.M. EST

     EL PRESIDENTE:  Gracias a todos.  Descanso.  (Risas.)  Quiero agradecerles mucho a todos por una bienvenida tan cálida.  Es un honor estar aquí y es un honor recibir el  Minuteman Award.  Estoy en muy buena compañía.  (Aplauso.) Scoop Jackson, Strom Thurman, el Presidente Ford, el Presidente Reagan y el mejor papá que un hombre jamás pueda tener. (Aplauso.)

     Es un gran privilegio estar aquí con los hombres y mujeres de la Asociación de Oficiales de Reserva (Reserve Officers Association).  Durante 80 años han honrado a los Estados Unidos y a las personas que portan este uniforme.  Hoy, muchos oficiales de reserva se encuentran de guardia en nuestra campaña contra el terror.  Hoy, la Guardia y la Reserva están luchando en una guerra de dos frentes, uno en Asia central y el otro aqu en casa.

     La Reserva de las Fuerzas Armadas por sí sola ha volado más de 3,000 salidas sobre

Afganistán y más de 800 salidas para proteger ciudades estadounidenses.  En este momento de gran necesidad, Estados Unidos depende de nuestros oficiales de reserva.  No nos están defraudando y Estados Unidos está agradecido. (Aplauso.)

     Nos encontramos en una lucha por la libertad y por la seguridad del pueblo estadounidense.

Nos encontramos en una lucha por los valores de la civilización.  Y los terroristas, los malvados quienes atacaron a los Estados Unidos están aprendiendo algo - seleccionaron al enemigo equivocado.  (Aplauso.)  Tome lo que tome, cueste lo que cueste, este país paciente y resuelto ganará la primera guerra del Siglo XXI.  (Aplauso.)

     Quiero dar las gracias a Chip por su excelente presentación y por seleccionarme para el premio.  (Risas y aplausos.)  Veo que el Secretario del Ejército White está aquí.  El General Jumper está aquí.  Estoy seguro que me va a faltar alguien -- David Chu está aquí y otros miembros de uno de los mejores equipos, uno de los mejores equipos de seguridad nacional que un presidente jamás hayan formado.  Gracias a todos por venir. (Aplauso.)  Y agradezco a los comandantes de la reserva, también.  Gracias por su servicio al país.  (Aplauso.)

     Saben, han transcurrido cuatro meses y medio desde el 11 de septiembre.  Han transcurrido cuatro meses y medio desde que fuimos atacados.  A veces parece mucho tiempo.  Pero algo es definitivo - cuando se considera el tipo de guerra que enfrentamos, cuatro meses y medio no es mucho tiempo.  Sin embargo, hemos hecho mucho.  Hemos logrado mucho. (Aplauso.)

     Algo es definitivo; este gran país se ha puesto a la altura del desafío.  (Aplauso.)  Uno de los regímenes más brutales y represivos jamás, el Talibán, ahora está fuera de operación.  (Aplauso.)  Hemos ahuyentado a los miembros de al-Qaida fuera de sus cuevas.  Hemos destruido sus refugios.  Y la red global de terroristas le ha echado un primer vistazo a su destino.

     Hemos realizado envíos de alimentos y medicinas al sufriente pueblo de Afganistán.  Los hemos ayudado a organizar un nuevo gobierno que representa a todo el pueblo.  Y estas orgullosas fuerzas armadas y este gran país han liberado a gente.  Hemos liberado a mujeres y niños que vivían bajo el mandato severo del muy represivo Talibán.  (Aplauso.)

     Y estos logros son un tributo a las fuerzas militares de los Estados Unidos.  No cabía duda en mi mente que cuando desencadenamos nuestras grandiosas fuerzas armadas, nuestros hombres y mujeres se comportarían valientemente.  No nos han defraudado.  (Aplauso.)  Nuestras fuerzas armadas son incesantes - quiero decir, incesantes - en cazar a los terroristas.  Y al mismo tiempo, han mostrado mucho interés en proteger las vidas inocentes.

     Sirven con aptitud y dedicación.  Nuestros comandantes son pacientes; no son inquietos.  Saben que cuentan con el apoyo del gobierno y del pueblo estadounidenses; que soy paciente; que el pueblo es paciente.  Todos sabemos que hemos ingresado a una fase difícil en nuestro primer teatro de la guerra contra el terror; que mientras que durante los dos primeros meses vimos muchos éxitos en el terreno, ahora nos encontramos en una caza de una persona a la vez.  Sin importar cuánto se demore, sin importar dónde tengamos que buscar, nuestras fuerzas armadas de los Estados Unidos perseguirán y encontrarán pacientemente e infaliblemente a los asesinos y los homicidas y los terroristas y los llevarán, uno por uno, ante la justicia.  (Aplauso.)

     Nuestra lucha contra el terrorismo se inició en Afganistán, pero no va a concluir allí.  Aún enfrentamos un enemigo tenebroso que mora en las esquinas oscuras de la tierra.  Por delante hay peligros y sacrificios. Sin embargo, Estados Unidos no descansará.  No nos cansaremos hasta que cada grupo terrorista de alcance global haya sido encontrado, detenido y vencido.  (Aplauso.)

     Tenemos una responsabilidad especial de defender la libertad.  Y acepto esa responsabilidad, como así la aceptan nuestras fuerzas armadas y así la acepta el pueblo estadounidense.  Y yo tengo la responsabilidad de preparar al país para lo que viene por delante.  La próxima semana acudir al Congreso para presentar mis prioridades para el próximo año.  No habrá lugar para malentendidos.  El compromiso más básico de nuestro gobierno será la seguridad de nuestro país.  Ganaremos esta guerra; protegeremos a nuestro pueblo; y nos esforzaremos por restituir la fuerza de nuestra economía.

     Nuestra primera prioridad es las fuerzas armadas.  La vocación suprema de proteger al pueblo es fortalecer nuestras fuerzas armadas.  Y esa será la prioridad del presupuesto que propondré al Congreso de los Estados Unidos.  (Aplauso.)  Aquellos que examinen mi presupuesto deben entender que estamos pidiendo mucho de nuestros hombres y mujeres en uniforme y pediremos más de ellos en el futuro.  A cambio, merecen todos los recursos, todas las armas necesarias para lograr la victoria final y absoluta.

     Mi presupuesto para el 2003 propone más de $48 millones en gastos adicionales de defensa.  Este será el mayor incremento en gastos de defensa de los últimos 20 años e incluye otro aumento de sueldo para los hombres y mujeres que portan el uniforme. (Aplauso.)

     Invertiremos en más armas de precisión, en defensas antibalísticas, en vehículos sin pilotos, en equipos de alta tecnología para los soldados en el terreno.  Las herramientas de los conflictos modernos son efectivas. Son costosas.  Pero para ganar esta guerra contra el terror, son esenciales.  Comprar estas herramientas quizá ejerza presión sobre el presupuesto, pero no tomaremos el camino fácil cuando se trata de la defensa de nuestro gran territorio.  (Aplauso.)

     Otra prioridad es proteger a nuestro pueblo de ataques terroristas futuros.  Entonces, la segunda prioridad en mi presupuesto será un importante aumento en gastos de seguridad nacional.  El gobierno federal ya ha actuado rápidamente para aumentar el número de alguaciles aéreos, para apoyar la mayor investigación criminal de la historia de los Estados Unidos, para adquirir antibióticos para el tratamiento a gran escala del ántrax, para desplegar cientos de escampavías y aeronaves y embarcaciones pequeñas del Servicio de Guardacostas para patrullar los puertos y destacar a 8,000 Guardias Nacionales en los aeropuertos del país.

     Todo esto surgió en respuesta a una emergencia repentina.  Ahora debemos emprender una estrategia sostenida de la defensa del territorio nacional.  En nuestro próximo presupuesto, seguimos adelante para concluir la contratación de 30,000 nuevos empleados federales de la seguridad aeropuertos.  Contrataremos 300 agentes adicionales del FBI para ayudar a luchar la guerra contra el terror.  Compraremos equipos nuevos para mejorar la seguridad del correo y proteger a los hombres y mujeres que reparten nuestro correo.  Comenzaremos con un importante programa de investigación para combatir la amenaza del bioterrorismo.  Modernizaremos los laboratorios de salud pública por todo el país, mejorando su capacidad de detectar y tratar epidemias.  Nos aseguraremos que los bomberos y la policía y los socorristas estatales y locales estén preparados para el terrorismo.  Y haremos más por resguardar nuestras fronteras.

     El pueblo estadounidense está al acecho de ataques futuros.  Y también lo estará su gobierno.  La verdad de las cosas es, sin embargo, que para poder proteger plenamente a los Estados Unidos y a nuestros aliados, aquellos de nosotros que amamos y defendemos la libertad, para asegurarnos de estar seguros a largo plazo, debemos encontrar a los terroristas dondequiera que piensen que se pueden esconder y, como me gusta decir, atraparlos.  (Aplauso.)

     Otra prioridad del presupuesto es combatir la recesión y dedicarnos a la seguridad económica de nuestro pueblo.  Saben, nuestro país está unido cuando se trata de luchar la guerra.  Necesitamos estar unidos también cuando se trata de combatir la recesión.  Es hora de poner de lado toda la política, todas las actitudes y determinar cómo encargarnos de los trabajadores cuyas vidas fueron afectadas debido a los ataques del 11 de septiembre.

     Pero al hacerlo, siempre recuerden que quizá la gente quiera un cheque de desempleo para ayudarlos a atravesar una época difícil, pero lo que realmente quieren es un salario permanente.  Y, por lo tanto, los puestos de trabajo deben ser el centro de cualquier plan de desarrollo económico que podamos dirigir desde el Congreso de los Estados Unidos. (Aplauso.)

     Entonces, cuando presente mi presupuesto al Congreso de los Estados Unidos, estas serán mis prioridades.  Hemos escogido nuestras opciones para que correspondan a los grandes retos y oportunidades de nuestros tiempos. Nuestro gran desafío es proteger al pueblo estadounidense.  Nuestra gran oportunidad es promover la causa de la justicia y la dignidad humana y la libertad por todo el mundo.  (Aplauso.)  En esta causa, nuestras fuerzas militares están mostrando al mundo lo mejor de los Estados Unidos. (Aplauso.)

     Y entonces a favor del país entero, quiero dar las gracias a los hombres y mujeres que portan nuestro uniforme y gracias a la Reserve Officers Association por sus sacrificios y por su apoyo a nuestro gran país.

     Gracias por invitarme y que Dios los bendiga.  (Aplauso.)

                             END            1:40 P.M. EST


Return to this article at:
/news/releases/2002/01/20020123-16.es.html

Click to print this document