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Oficina del Secretario de Prensa
15 de enero de 2009

Declaraciones del Presidente para Conmemorar los Logros de Política Exterior y para Otorgar la Medalla de la Libertad al Embajador Ryan Crocker
Departamento de Estado de Estados Unidos
Washington, D.C.

11:14 A.M. EST

EL PRESIDENTE: Gracias a todos. Me quedan cinco días; sírvanse tomar asiento. (Risas.)

Señora secretaria, muchísimas gracias por su amable presentación y gracias por estos bellos recordatorios de lo fabuloso que ha sido trabajar con usted.

Por cierto, éstas estarán en la Universidad Metodista del Sur (Southern Methodist University). (risas), desplegadas con orgullo en el centro que construiré para recordarle a nuestro país el valor imperecedero de la libertad. Y será un honor llevarlas a Texas. También es un honor para m llevar a mi esposa de regreso a Texas. (Risas.)

President George W. Bush and Mrs. Laura Bush applaud as U.S. Ambassador to Iraq Ryan Crocker acknowledges the audience after receiving the Presidential Medal of Freedom Thursday, Jan. 15, 2009, during a ceremony to commemorate foreign policy achievements at the U.S. Department of State. White House photo by Eric Draper Condi, el premio que le otorgó a Laura es muy merecido en mi opinión nada imparcial. Ha sido una Primera Dama fabulosa. Y es un orgullo para mí haber estado aquí en Washington. Y usted ha sido una gran amiga y una gran secretaria de Estado.

¿Saben? La gente. le digo a la gente todo el tiempo, me preguntan sobre Condi, y les digo, ella es como mi hermana. Hemos pasado por mucho juntos. (Risas.) Y algo que ella tiene es que nunca pierde su gran optimismo. Es muy firme cuando es necesario ser firme; es encantadora cuando es necesario ser encantadora. Pero durante los días más funestos, siempre tuvo un sentido de optimismo y me recordaba constantemente lo que es posible y lo que sucederá si no perdemos confianza en las verdades fundamentales. La historia determinará que Condi Rice estuvo entre los mejores secretarios de Estado que jamás tuvo nuestro país. (Aplausos.)

Y le agradezco a mi amigo John Negroponte. Lo llamo Ponte. mejor será que ustedes lo llamen. (risas). señor secretario. Ha trabajado arduamente a favor del país y realmente lo ha hecho bien. ocupó una variedad de cargos que han requerido aptitud y dedicación y valentía, y siempre hizo su trabajo con mucha clase, realmente.

Quiero darles las gracias a los embajadores que nos acompañan. Gracias por venir. Aprecio sus servicios a sus respectivos países. También deseo agradecerles a quienes trabajan aquí, ya sean veteranos o novatos. (Risas.) Éste es un fabuloso departamento y un elemento vital que permite asegurarnos de que este país permanezca seguro a largo plazo. Y ha sido un gusto trabajar con ustedes.

Esta noche pronunciaré mi discurso de despedida al pueblo estadounidense. Esta vez, será breve. (Risas.) Pero en cuanto a mí respecta, es muy significativo. Instaré a nuestra nación a continuar participando en asuntos mundiales con confianza. confianza en el poder transformador de la libertad.

Éstos son los ideales que dieron origen a nuestra propia nación, estos ideales universales dieron origen a Estados Unidos. Y en los últimos ocho años, hemos trabajado juntos para promover estos ideales. Y todos los miembros de este departamento pueden estar orgullosos de los resultados.

President George W. Bush places the Presidential Medal of Freedom to U.S. Ambassador to Iraq Ryan Crocker during a ceremony Thursday, Jan. 15, 2009, at the U.S. Department of State to commemorate foreign policy achievements. White House photo by Eric Draper En el Oriente Medio, respaldamos a los disidentes y a las jóvenes democracias. A veces no fue fácil hacerlo. Pero fuimos firmes en nuestro respaldo a esas jóvenes democracias. Propusimos una visión de dos Estados democráticos, Israel y Palestina, viviendo lado a lado en paz y seguridad.

En Asia, fortalecimos nuestras alianzas con viejos amigos, Japón y Corea del Sur, y reforzamos vínculos con China. No estoy seguro si esto es exacto en términos históricos, pero posiblemente seamos el único gobierno que ha tenido vínculos realmente buenos con Japón, Corea del Sur y China simultáneamente.

Y la nueva alianza estratégica que suscribimos con India fue histórica.

En Europa, ampliamos la OTAN para incluir a nuevas democracias, desde los países bálticos hasta los balcánicos. Trabajamos de manera multilateral para abordar asuntos como Irán y Corea del Norte.

En África, ayudamos a resolver viejos conflictos y entablar nuevas alianzas para hacerle frente a la enfermedad y la pobreza. ¿Saben? A menudo me preguntan, ¿por qué usted que es de Texas se interesa en África? Y le recuerdo a la gente. me acuerdo de una de mis conversaciones iniciales con Condi. Dijo: Si voy a trabajar con usted, deseo asegurarme de que se concentre en África. A ella se debe en gran parte la atención prestada a África.

También actué en base a esta convicción inmemorial: A quien mucho se da, mucho se exige. Nuestro país ha recibido mucho. Y no sólo nos conviene por motivos estratégicos lidiar con el hambre y las enfermedades, sino que nos conviene también hacerlo por motivos morales. En el Hemisferio Occidental, expandimos el comercio y ayudamos a otras democracias a producir prosperidad y justicia social a favor de sus pueblos. Y alrededor del mundo, forjamos una coalición de más de 90 naciones para combatir el terrorismo y promover la causa de la libertad en la gran lucha ideológica de nuestros tiempos.

Para abreviar, hemos fortalecido nuestras alianzas, hemos hecho que nuestro país sea más seguro y hemos hecho que el mundo sea más libre. El mérito de la trayectoria es de quienes han prestado servicios, entre ellos nuestros sobresalientes funcionarios del Servicio Diplomático. Ésta es una profesión que requiere compromiso y sacrificio. Cuando postularon al servicio diplomático, aceptaron poner las necesidades de su país antes que las propias y las de sus familias. Aceptaron pasar años lejos de su país y sabían que su trabajo posiblemente los pondría en peligro.

President George W. Bush is introduced by U.S. Secretary of State Condoleezza Rice at the U.S. Department of State Thursday, Jan. 15, 2009, during a ceremony commemorating foreign policy achievements. White House photo by Eric Draper Hoy recordamos y oramos por todos los hombres y mujeres que representan a Estados Unidos en países distantes, y prometemos que nunca olvidaremos a las valientes personas que no retornaron a casa.

Como Presidente, le he confiado al Servicio Diplomático las misiones más importantes para nuestro país. Me he apoyado en su pericia, su asesoría y su buen criterio. Siempre estaré agradecido por su valor y su profesionalismo.

Los miembros del Servicio Diplomático aportan valor y profesionalismo a su trabajo todos los días. Y hay un hombre que, por encima de todos, personifica esas cualidades: el embajador Ryan Crocker. En el ejercicio de su cargo, Ryan se ha hecho merecedor de muchos galardones, entre ellos la Medalla Presidencial al Servicio Meritorio, y el rango de embajador de carrera. Hoy tengo el privilegio de premiar al embajador Crocker con el más alto honor que puedo conferir: la Medalla Presidencial de la Libertad. (Aplausos.) Aún no ha sido otorgada. (Risas.)

Ryan Crocker, hijo de un oficial de la Fuerza Aérea, nunca fue el típico diplomático. Cuando invita a reuniones sociales, le gusta decirles a sus invitados: "No se requieren calcetines". (Risas.) Una vez, para practicar un idioma, cuidó ovejas con una tribu en el desierto de Jordania. Como deporte, ha trotado en zonas de guerra y ha corrido maratones en cuatro continentes. Y para misiones diplomáticas, prefiere cualquier lugar del mundo a Washington. (Risas.)

En sus casi cuatro décadas en el Servicio Diplomático, Ryan Crocker se ganó el apelativo de "el Lawrence de Arabia" estadounidense. Su carrera lo ha llevado a los rincones más recónditos del Oriente Medio. Conoce la región mejor que nadie. Sus hazañas son legendarias. Ha sido embajador en cinco países. Repetidas veces ha asumido las misiones más difíciles.

Éste es un hombre que nunca le ha temido al peligro. Cuando era un joven funcionario, a fines de los años setenta, Ryan fue testigo del sangriento golpe militar de Sadam Husein. En 1983, sobrevivió el ataque terrorista contra la embajada estadounidense en el Líbano. En 1998, como embajador en Siria, presenció cómo una turba violenta saqueaba su residencia.

Después de sólo uno de estos roces con el peligro, cualquiera habría perdido el gusto por la aventura, pero no Ryan Crocker. En los años posteriores al 11 de septiembre del 2001, le pedí a Ryan que ocupara varios cargos en los frentes de la guerra contra el terrorismo, y siempre aceptó con entusiasmo.

Cuando la embajada estadounidense en Kabul reabrió a principios del 2002, Ryan Crocker fue nuestro primer funcionario. Cuando liberamos Iraq y depusimos al rufián de Sadam Husein en el 2003, envié a Ryan para que ayudara a encabezar los esfuerzos de reconstrucción. Cuando la embajada estadounidense en Pakistán necesitó un nuevo líder, Ryan Crocker asumió el cargo. En el 2007, le pedí a Ryan que volviera en una misión final como embajador de Estados Unidos ante Iraq.

President George W. Bush and U.S. Secretary of State Condoleezza Rice stand during a presentation oft he Color Guard and the playing of the national anthem Thursday, Jan. 15, 2009, during a ceremony at the U.S. Department of State commemorating foreign policy achievements. White House photo by Eric Draper Dos años después, Iraq se está convirtiendo en una democracia emergente, un aliado en la guerra contra el terrorismo, un inspirador modelo de libertad para los pueblos de todo el Oriente Medio. Cuando la historia de esta transformación se escriba, los historiadores recalcarán la extraordinaria colaboración entre dos hombres excepcionales: el General Petraeus y el embajador Ryan Crocker. A medida que el general llevaba a cabo el aumento de tropas para mejorar la seguridad, el embajador encabezaba un aumento de personal civil para mejorar la vida cotidiana. En diciembre, después de meses de intensas negociaciones, el mundo vio la culminación del experto manejo diplomático del embajador Crocker: dos históricos acuerdos para la cooperación a largo plazo entre Estados Unidos e Iraq.

Ésta no es la primera vez que el embajador Crocker ha ejecutado una brillante maniobra diplomática en Bagdad. Durante una rotación en la embajada estadounidense, hace casi 30 años, persuadió a una joven funcionaria del Servicio Diplomático llamada Christine Barnes para que sea su esposa. (Risas.) Han viajado por todo el mundo juntos, y ahora que Ryan se dispone a jubilarse del Servicio Diplomático, les deseamos a ambos muchos años de felicidad. (Aplausos.)

Sobre su colega en proceso de jubilación, el General Petraeus dijo recientemente: "Fue un gran honor para mí ser su colaborador militar". Y hoy, es un gran honor para mí otorgarle la Medalla Presidencial de la Libertad a uno de los mejores funcionarios en la historia del Servicio Diplomático estadounidense: Ryan Clark Crocker. Y ahora el edecán militar leerá la mención de la condecoración. (Aplausos.)

EDECÁN MILITAR: Ryan C. Crocker.  Por casi cuatro décadas, Ryan Crocker ha promovido los intereses e ideales de nuestro país en todo el mundo. Cultivó y afianzó nuestras relaciones con países clave, personificando los más altos principios del Servicio Diplomático de Estados Unidos. Después de los ataques del 11 de septiembre del 2001, se esforzó por forjar una coalición mundial para combatir el terrorismo y ayudar a millones de personas que vivían en la opresión a seguir el sendero de la libertad y la democracia.

Estados Unidos le rinde homenaje a Ryan C. Crocker por su valentía, su integridad y su inquebrantable compromiso con el fortalecimiento de nuestro país y el desarrollo de un mundo con más libertad y paz.

(Se otorgó la medalla.) (Aplausos.)

END                11:30 A.M. EST


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