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Oficina del Secretario de Prensa
13 de diciembre de 2008

Discurso Radial del Presidente a la Nación

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          Buenos Días.

          Esta semana nuestro país recibió buenas noticias en cuanto a la lucha contra drogas ilegales.  Nuevos datos indican que el uso de drogas ilícitas entre jóvenes continúa disminuyendo – y que estamos logrando buen progreso en nuestros esfuerzos para ayudar a miles de estadounidenses a renovar su salud y su esperanza.

          El abuso de sustancias es un desafío serio para nuestra Nación.  La adicción rompe corazones, destruye familias, y no deja que nuestros ciudadanos realicen el potencial que Dios otorga a cada persona.  El narcotráfico también enriquece a nuestros enemigos y trae crimen y violencia a nuestras calles.  Por lo tanto, en 2002 yo comprometí a nuestra Nación en un esfuerzo ambicioso para reducir el uso de drogas limitando la demanda… reduciendo la oferta… y ayudando a los adictos a recibir tratamiento.

          Durante los últimos seis años, hemos logrado grandes progresos hacia estas metas.  Padres, maestros, mentores y consejeros han desarrollado una labor extraordinaria para educar a los niños sobre los peligros del abuso de drogas.  Las autoridades del orden público han arriesgado sus vidas para reducir la oferta de drogas en las calles de nuestras ciudades.  Y con la ayuda de nuestros socios internacionales, estamos persiguiendo a narcotraficantes alrededor del mundo, e interceptando su oferta antes de que entre a nuestro territorio. Este año, las Guardacostas capturaron más de 360,000 libras de cocaína sudamericana – un nuevo récord.

          Para ayudar a los estadounidenses a romper las cadenas de la adicción, hemos creado fuertes asociaciones con grupos basados en la fe y comunitarios.  Estos grupos abren las mentes y cambian los corazones en una forma que no puede hacerlo ninguna burocracia gubernamental – por lo cual mi Administración ha apoyado su trabajo que cambia vidas.  A través de nuestro programa Acceso a la Recuperación, los adictos pueden recibir cupones para usar en centros de tratamiento de su elección – incluyendo centros basados en la fe.  Hasta el momento, este programa ha ayudado a 260,000 adictos en el camino hacia vidas más sanas.

          Tomados en su conjunto, nuestros esfuerzos para reducir la demanda, eliminar la oferta y ayudar a las personas a romper las cadenas de la adicción están rindiendo resultados que se pueden medir.  En los últimos siete años, el uso de la marihuana entre jóvenes ha disminuido en un 25 por ciento.  El uso de metamfetamina  entre jóvenes ha disminuido en un 50 por ciento.  Y el uso de cocaína, alucinógenos, esteroides y alcohol entre jóvenes estadounidenses ha bajado en un 25 por ciento – lo que significa que hemos ayudado a aproximadamente 900,000 jóvenes a mantenerse libre de drogas.

          Estas estadísticas reflejan políticas gubernamentales exitosas. También representan el valor y la compasión de estadounidenses que están comprometidos a ayudar a sus conciudadanos a ganar su lucha contra las drogas.  El jueves me reuní con algunas de estas personas en la Casa Blanca – y estoy inspirado por sus historias.

          Me interesó en especial un joven llamado Josh. A los 19 años de edad, Josh nunca había tocado  drogas ni alcohol.  Tenía una vida y carrera prometedoras por delante. Sin embargo, después que un accidente de automóvil lo dejó lesionado y sin poder trabajar, Josh comenzó a abusar el alcohol y la cocaína.  Puso en peligro su matrimonio y su carrera.  Ocho programas de tratamiento distintos no lograron darle vuelta a su vida – pero la intervención de su abuela, el apoyo de su esposa, y la influencia bondadosa de Dios si lo lograron.  Hoy en día, este joven está libre de drogas.  Es un esposo y padre afectuoso.  Y Josh Hamilton de los Texas Rangers es uno de los mejores jugadores en el béisbol de las grandes ligas.  De mayor importancia, él y su esposa Katie toman tiempo para compartir sus bendiciones. A través de su ministerio, están ayudando a otros estadounidenses a evitar el sufrimiento que su familia soportó.

          Josh Hamilton muestra que la devastación de la adicción a las drogas le puede pasar a cualquiera – pero que con fe y determinación, cualquiera puede darle la vuelta a su vida.  Por lo tanto, hoy le pido a todo estadounidense que tenga un problema de drogas o de alcohol que busque tratamiento – porque su vida es preciosa para las personas que lo aman… nuestra Nación necesita sus contribuciones… y hay un futuro de mayor esperanza por delante.  Les pido a todos los estadounidenses que les ofrezcan una mano a sus vecinos que necesiten ayuda – y que pongan de su parte para ayudar a nuestra Nación a ganar la lucha contra las drogas ilegales.

          Gracias por escuchar.


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