The White House
President George W. Bush
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Para su publicación inmediata
Oficina del Secretario de Prensa
17 de abril de 2007

Declaraciones del Presidente en la Ceremonia Recordación en Virginia Tech
Cassell Coliseum
Virginia Tech
Blacksburg, Virginia

2:36 P.M. EDT

EL PRESIDENTE: Gobernador, gracias. Rector Steger, muchísimas gracias. Estudiantes y profesores y personal y familiares afligidos y miembros de este extraordinario lugar:

Laura y yo vinimos hoy a Blacksburg con el corazón acongojado. Éste es un día de duelo para la comunidad de Virginia Tech. y es un día de pesadumbre para toda la nación. Hemos venido a expresar nuestro pésame. En estos momentos de angustia, espero que sepan que en todo el país hay gente que piensa en ustedes y le pide a Dios que les ofrezca consuelo a todos los que han sido afectados.

Ayer comenzó como un día cualquiera. Los estudiantes se despertaron, se pusieron las mochilas y se encaminaron a clase. Y pronto, el día tomó un giro macabro, y alumnos y profesores se parapetaron en aulas y residencias de estudiantes. confundidos, aterrados y sumamente preocupados. Cuando la mañana llegó a su fin, había ocurrido el peor día de violencia en un recinto universitario en la historia de Estados Unidos. y para muchos de ustedes aquí presentes, fue el peor día de su vida.

Es imposible encontrarle sentido a tanta violencia y sufrimiento. Las personas a quienes se les arrebató la vida no hicieron nada para merecer ese fin. Simplemente se encontraban en el lugar equivocado en el momento equivocado. Ahora, ya no están con nosotros. y dejan atrás a familias afligidas y compañeros afligidos y una nación afligida.

En momentos como éste, buscamos fuentes de fortaleza para que nos sostengan. Y en este momento de pérdida, están encontrando dichas fuentes alrededor de ustedes. Estas fuentes de fortaleza manan de esta comunidad, la comunidad universitaria. Tienen una comunidad compasiva y fuerte aquí en Virginia Tech. Incluso mientras se desarrollaban los sucesos de ayer, miembros de esta comunidad se encontraron unos a los otros; se congregaron en las residencias de estudiantes y comedores y en blogs. Un graduado reciente escribió lo siguiente: "No conozco a la mayoría de ustedes, pero todos somos Hokies, lo que significa que somos una familia. A todos ustedes que están bien, me alegro por ello. A aquéllos de ustedes que sienten dolor o han perdido a alguien cercano, estoy seguro de que pueden llamar a cualquiera de nosotros y recibir ayuda cuando y dondequiera la necesiten".

Estas fuentes de fortaleza están en sus seres queridos. Para muchos de ustedes, su primer instinto fue llamar a casa y notificarles a sus padres que estaban bien. Otros asumieron el terrible deber de llamar a los familiares de un compañero de clase o colega al que habían herido o matado. Sé que muchos de ustedes se sienten terriblemente tan lejos de casa, de la gente en la que se apoyan y de la gente con la que cuentan en tiempos difíciles. Pero como padre, les puedo asegurar, el amor de un padre nunca está lejos deI corazón de su hijo. Y al acercarse a sus propias familias en los próximos días, les pido que les extiendan la mano a las personas que sufren el terrible dolor de tener hijos e hijas que nunca regresarán a casa.

Estas fuentes de fortaleza también están en la fe que sostiene a tantos de nosotros. En todo el pueblo de Blacksburg y en pueblos de todo Estados Unidos, templos de todas las religiones han abierto sus puertas y los han encomendado en sus oraciones. Personas que nunca los conocieron están rezando por ustedes; están orando por sus amigos que fallecieron y que fueron heridos. El poder de esas oraciones es enorme, realmente enorme. En tiempos como éste, podemos encontrar consuelo en la gracia y la guía de un Dios bondadoso. Como nos dicen las Escrituras, "No seas vencido por el mal, sino vence el mal con el bien".

Y en este terrible día de duelo, es difícil imaginarse que llegará el día en que Virginia Tech regresará a la normalidad. Pero ese día llegará. Y cuando así sea, siempre recordarán a los amigos y profesores que perdieron ayer, y los momentos que compartieron con ellos, y las vidas que ellos esperaban llevar. Que Dios los bendiga. Que Dios bendiga y guarde las almas de los caídos. Y que Su amor se extienda a los que sufren y lloran a un ser querido. (Aplausos.)

END 2:45 P.M. EDT


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