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Oficina del Secretario de Prensa
31 de enero de 2006

El Estado de La Nación: Un Estados Unidos Fuerte Guía al Mundo

En su Discurso sobre el Estado de la Nación, el Presidente Bush trató el liderazgo de Estados Unidos en el mundo y compartió su visión para llevar a Estados Unidos hacia adelante. En un momento de mucha trascendencia, el Presidente presentó un plan de gobierno de liderazgo para actuar de manera segura al perseguir a los enemigos de la libertad y aumentar nuestra prosperidad guiando la economía mundial. El Presidente rechazó los caminos del aislacionismo y proteccionismo, y pidió cooperación y valentía al hacerles frente a los desafíos. Estados Unidos dirigirá el avance de la libertad, competirá y sobresaldrá en la global mundial, y renovará los compromisos morales que definen a este país, con confianza en la victoria.

Liderazgo hacia la paz en el mundo

Cada paso camino a la libertad en el mundo hace que nuestro país esté más seguro, por lo que Estados Unidos actuará audazmente por la causa de la libertad. Hoy nuestra nación está comprometida a un objetivo histórico, a largo plazo: el fin de la tiranía en nuestro mundo. El 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos descubrió que problemas que se originaron en un país fallido y opresivo a 7,000 millas de distancia podían traerle asesinatos y destrucción a nuestro país. Las dictaduras protegen a los terroristas y alimentan el resentimiento y el radicalismo, y procuran obtener armas de destrucción masiva. Las democracias reemplazan el resentimiento con esperanza, respetan los derechos de sus ciudadanos y sus vecinos, y se unen a la lucha contra el terrorismo. Al celebrar la propagación de la libertad en lugares como Afganistán e Iraq, no olvidamos a las personas que viven en lugares como Siria, Burma, Zimbabwe, Corea del Norte e Irán, porque las exigencias de la justicia y la paz de este mundo requieren también su libertad.

  • Estados Unidos no se retirará del mundo ni capitulará a la maldad. En una era de pruebas, Estados Unidos no puede encontrar la seguridad al abandonar nuestros compromisos y retirarnos al aislamiento dentro de nuestras fronteras. Si dejásemos en paz a los terroristas, ellos no nos dejarían en paz. Simplemente trasladarían el campo de batalla a nuestras propias orillas. No hay paz ni honor en la retirada. Estados Unidos rechaza la comodidad falsa del aislacionismo. Aceptamos el llamado de la historia de ayudar a los oprimidos y llevar a este mundo hacia la paz.

Estados Unidos está a la ofensiva en la guerra contra el terrorismo. Estados Unidos y sus aliados han eliminado o capturado a muchos líderes de redes terroristas. A los demás, les llegará su turno.

  • Permanecemos a la ofensiva en Afganistán. En ese país, un excelente Presidente y Asamblea Nacional combaten el terrorismo mientras forjan las instituciones de una democracia incipiente.

  • Estados Unidos permanece a la ofensiva en Iraq, con un plan claro para la victoria. Primero, la coalición está ayudando a los iraquíes a desarrollar un gobierno que incluya a todos, para que disminuyan los viejos resentimientos y se margine a la insurgencia. En segundo lugar, la coalición continúa los programas de reconstrucción y ayuda al gobierno de Iraq a combatir la corrupción y desarrollar una economía moderna. En tercer lugar, la coalición ataca objetivos terroristas mientras entrena a las fuerzas iraquíes. En menos de tres años, Iraq, ha pasado de la dictadura a la liberación, a la soberanía, a una constitución a elecciones nacionales.

  • La crueldad de los terroristas no puede detener el progreso significativo de una nueva democracia. La coalición ha sido incesante al interrumpir la infiltración terrorista, despejar los baluartes de insurgentes y entregar el territorio a las fuerzas de seguridad. Al alcanzar logros en el terreno y las fuerzas de Iraq tomar la delantera cada vez más, deberíamos poder disminuir más el nivel de nuestras tropas, pero aquellas decisiones serán tomadas por nuestros comandantes militares, no los políticos en Washington, D.C.

  • Nuestra estrategia para la victoria en Iraq se beneficia de la crítica responsable y la asesoría. El esfuerzo en Iraq se ha beneficiado de la crítica responsable y la asesoría ofrecida por miembros del Congreso de ambos partidos. El Presidente continuará comunicándose con ellos y pidiendo sus buenos consejos. Sin embargo, hay una diferencia entre la crítica responsable que procura el éxito y el derrotismo que se rehúsa a reconocer nada más que el fracaso. Independientemente de lo que opinen las personas sobre las decisiones y debates del pasado, nuestra nación tiene una sola opción: Debemos cumplir con nuestra palabra, vencer a nuestros enemigos y respaldar a los militares estadounidenses en esta misión vital.

El progreso continuará en todo el Oriente Medio, ya que Estados Unidos ofrece una alternativa optimista al odio y el temor. La ofensiva de los Estados Unidos contra el terrorismo va más allá de la acción militar, y estamos enviando un mensaje claro en todo el gran Oriente Medio. En regiones del Oriente Medio, se han dado pasos hacia la reforma, pero es necesario alcanzar más logros. Las elecciones son vitales, pero son sólo un inicio. Montar una democracia requiere el imperio de la ley, la protección de las minorías e instituciones fuertes, que rindan cuentas por sus actos y duren más que un solo voto. El pueblo palestino ha votado en elecciones. Ahora los líderes de Hamas deben reconocer a Israel, deponer las armas, rechazar el terrorismo y dedicarse a la paz duradera. En otra parte del Oriente Medio, el régimen represivo en Irán está desafiando al mundo con sus ambiciones nucleares, y las naciones del mundo no deben permitir que el régimen de Irán obtenga armas nucleares.

  • A medida que Estados Unidos fomenta la propagación de la libertad, también debemos diseminar la prosperidad. Para superar los peligros en nuestro mundo, Estados Unidos fomentará el progreso económico, combatirá las enfermedades y propagará la esperanza en países abatidos. El aislacionismo no sólo nos ataría de manos al combatir a los enemigos, sino que evitaría que Estados Unidos ayudase a nuestros amigos desesperadamente necesitados. Estados Unidos ha tomado medidas sin precedente para combatir el SIDA y la malaria, ampliar la educación de las niñas y recompensar a las naciones en desarrollo que avanzan con reformas económicas y políticas. Defraudar esos esfuerzos aumentaría el sufrimiento y el caos del mundo, menoscabaría la seguridad de Estados Unidos a largo plazo y adormecería la conciencia de nuestro país.

La ofensiva contra el terrorismo debe continuar dentro del país. El enemigo no ha perdido el deseo ni la capacidad de atacarnos. Estados Unidos tiene profesionales magníficos de la ley, inteligencia, fuerzas armadas y seguridad nacional que están protegiéndolo. Merecen nuestro agradecimiento y las mismas herramientas que ya usan para combatir el narcotráfico y el crimen organizado, por lo que el Presidente instó al Congreso a que reautorice la Patriot Act.

Ganar la guerra contra el terrorismo requiere aprender las lecciones del 11 de septiembre. Para evitar otro ataque, en base al poder que la Constitución y la ley le otorga al Presidente, éste ha autorizado el programa de vigilancia de terroristas para, de manera enérgica, mantenernos al tanto de las comunicaciones internacionales de presuntos agentes y afiliados de al-Qaida desde y hacia Estados Unidos. Presidentes anteriores han utilizado el mismo poder constitucional que tiene el Presidente, y los tribunales federales han aprobado el uso de ese poder. Los miembros pertinentes del Congreso han sido informados al respecto. Este programa de vigilancia de terroristas ha ayudado a evitar atentados terroristas. Sigue siendo esencial para la seguridad de Estados Unidos. Si hay gente dentro de nuestro país que está hablando con al-Qaida, queremos saberlo, porque no nos sentaremos de brazos cruzados a esperar que se nos ataque nuevamente.

Liderazgo para la prosperidad en el país y en el extranjero

La fuerza económica de Estados Unidos continúa guiando al mundo. La economía estadounidense es saludable y vigorosa, y crece más rápidamente que cualquier otro gran país industrializado. En los últimos dos años y medio, Estados Unidos ha generado 4.6 millones de empleos nuevos, más que Japón y la Unión Europea juntos. Incluso ante precios más altos de energía y catástrofes naturales, el pueblo estadounidense ha producido un rendimiento económico que es la envidia del mundo.

Nuestra nación competirá con confianza y ampliará nuestro liderazgo económico en el mundo. En una economía mundial dinámica, estamos viendo competidores nuevos. Esto crea incertidumbre, lo que hace que sea más fácil alimentar los temores del pueblo. Los proteccionistas quieren evadir la competencia, mientras que otros quieren que el gobierno desempeñe una función más extensa en la dirección de la economía. El Presidente presentó un camino mejor que aumentará los estándares de vida y generará empleos nuevos. Los estadounidenses no deben temer nuestro futuro económico, porque tenemos la intención de darle forma

El Congreso debe hacer permanentes los recortes tributarios. Mantener competitivo a Estados Unidos comienza con hacer que nuestra economía siga creciendo. Nuestra economía crece cuando los estadounidenses tienen más de su propio dinero para gastar, ahorrar e invertir. En los últimos cinco años, la desgravación fiscal ha dejado $880,000 millones en manos de los trabajadores, inversionistas, pequeñas empresas y familias estadounidenses, y ellos los han usado para producir más de cuatro años de crecimiento económico ininterrumpido. Sin embargo, está programado que los recortes tributarios se venzan en los próximos años. Si el Congreso no actúa, las familias estadounidenses enfrentarán un aumento masivo de impuestos.

El crecimiento del gobierno debe limitarse por medio de la austeridad fiscal. Todos los años desde que el Presidente Bush asumió el mando, se ha reducido el aumento de gastos discrecionales no relacionados con la seguridad y, el año pasado, se redujeron estos gastos. Este año el presupuesto del Presidente los volverá a recortar y reducirá o eliminará más de 140 programas que se están desempeñando deficientemente o no están atendiendo prioridades esenciales. Al aprobar estas reformas, les ahorraremos a los contribuyentes estadounidenses otros $14,000 millones el próximo año, y seguiremos yendo por buen camino para reducir el déficit a la mitad para el 2009. El Congreso también debe proseguir con las reformas de las asignaciones y aprobar el veto de rubros individuales para limitar los proyectos de los intereses especiales.

  • El gobierno debe hacerle frente al mayor desafío de los programas de prestaciones garantizadas. La jubilación próxima de la generación del Baby Boom ejercerá presión sin precedente en el gobierno federal. Para el 2030, sólo los gastos para el Seguro Social, Medicare y Medicaid constituirán casi 60 por ciento de todo el presupuesto federal. Y esto significará decisiones imposibles para Congresos futuros: alarmantes aumentos de impuestos, un déficit inmenso y reducciones drásticas en cada categoría de gasto. El Presidente propuso una comisión bipartidista que examine el impacto de este problema.

Estados Unidos debe continuar abriendo mercados para los productos estadounidenses. Uno de cada cinco puestos industriales en Estados Unidos está relacionado con el comercio mundial, y queremos que la gente en todas partes compre productos estadounidenses. Con mercados abiertos y condiciones equitativas, nadie podrá producir más ni competir más que el trabajador estadounidense.

La reforma inmigratoria debe ser una prioridad. Estados Unidos necesita un sistema de inmigración que respete nuestras leyes, refleje nuestros valores y tenga en cuenta los intereses de nuestra economía. Nuestra nación necesita fronteras ordenadas y seguras. Para cumplir con este objetivo, debemos tener una aplicación más estricta de las leyes inmigratorias y de protección de la frontera. Y debemos tener un programa sensato, humano de trabajadores invitados que rechace la amnistía, permita empleos temporales para personas que procuran obtenerlos legalmente y reduzca el contrabando y el crimen en la frontera.

Se debe hacer que el cuidado de la salud sea de bajo costo y posible. Nuestro gobierno tiene una responsabilidad de ayudar a proporcionarles atención médica a los pobres y las personas de edad avanzada, y estamos cumpliendo con esa responsabilidad. Por el bien de todos los estadounidenses, debemos hacerle frente al costo en aumento del cuidado de salud, fortalecer la relación entre médicos y pacientes, y ayudar a la gente para que pueda pagar el seguro médico que necesita.

  • Las cuentas mejoradas de ahorros para la salud ofrecerán precios más bajos y seguridad entre empleos. El Presidente propuso mejorar las Cuentas de Ahorros para la Salud al asegurar que las personas particulares y los empleados de pequeñas empresas puedan comprar seguros con las mismas ventajas que las personas que trabajan para las grandes empresas reciben ahora. Haremos más para hacer esta cobertura portátil, para que los trabajadores puedan cambiar de trabajo sin tener que preocuparse de perder su seguro médico.

  • La tecnología ofrece la posibilidad de una atención médica más eficaz y de más bajo costo. El Presidente propuso el uso más extenso de historiales electrónicos y otras tecnologías de información en la salud para ayudar a controlar los gastos y reducir los peligrosos errores médicos.

  • La reforma de la responsabilidad médica ayudará a retener a los médicos buenos. El Presidente instó al Congreso a que apruebe este año la Reforma de la Responsabilidad Médica. Las demandas están haciendo que muchos médicos buenos dejen de ejercer, dejando a mujeres en casi 1,500 condados de Estados Unidos sin un solo obstetra/ginecólogo.

El Programa Avanzado de Energía (Advanced Energy Initiative) contribuirá a acabar con la dependencia de Estados Unidos de las fuentes extranjeras de energía. La mejor manera de acabar con la adicción al petróleo de Estados Unidos es por medio de la tecnología. El Presidente fijó un objetivo de reemplazar más de 75 por ciento de las importaciones de petróleo del Oriente Medio para el 2025. Desde el 2001, hemos gastado casi $10,000 millones para desarrollar fuentes alternativas de energía menos contaminantes, más económicas y más seguras. El Advanced Energy Initiative producirá un aumento de 22 por ciento en la investigación de la energía no contaminante para promover innovaciones en dos campos vitales:

  • Nuevas fuentes de energía para casas y empresas. Para cambiar la manera en que proporcionamos energía a nuestras casas y oficinas, invertiremos más en plantas de carbón con emisión cero, tecnología solar y eólica revolucionaria, y energía nuclear no contaminante, segura.

  • Nuevas fuentes de energía para el transporte. También debemos cambiar la manera en que les proporcionamos energía a nuestros automóviles e ir más allá de una economía basada en el petróleo. Aumentaremos nuestra investigación sobre mejores baterías para autos híbridos y eléctricos, y sobre autos no contaminantes operados con hidrógeno. También financiaremos investigación adicional en métodos de vanguardia para producir etanol, no sólo del maíz, sino de trozos y palillos de madera, o pasto aguja. El objetivo es hacer este nuevo tipo de etanol práctico y competitivo dentro de seis años.

El Programa de Competitividad Estadounidense (American Competitiveness Initiative) del Presidente fomentará la innovación en toda la economía. Estados Unidos debe continuar liderando al mundo en talento humano y creatividad. Nuestra mayor ventaja en el mundo siempre ha sido nuestra gente educada, trabajadora y ambiciosa, y vamos a mantener esa ventaja.

  • Fondos federales nuevos para la investigación. El Presidente propuso doblar el compromiso federal a la mayoría de los programas básicos y críticos de investigación en las ciencias físicas durante los próximos 10 años. Esto respaldará la labor de los cerebros más creativos de Estados Unidos mientras exploren campos prometedores como la nanotecnología, supercomputación y las fuentes alternativas de energía.

  • Proporcionar certeza con respecto a los impuestos para la investigación y el desarrollo. El Presidente propuso hacer permanente el crédito tributario a la investigación y el desarrollo para fomentar la inversión más audaz por el sector privado en la tecnología. Con más investigación en tanto el sector público como el privado, mejoraremos nuestra calidad de vida y garantizaremos que Estados Unidos sea el primero del mundo en oportunidades e innovación en décadas futuras.

  • Mejorar la enseñanza de matemáticas y ciencias. En base al éxito de la No Child Left Behind Act, el Presidente propuso capacitar a 70,000 maestros de secundaria para que dicten cursos avanzados de matemáticas y ciencias; llevar a 30,000 profesionales de las matemáticas y ciencias a enseñar en las aulas, y prestar ayuda oportuna a los estudiantes que tienen dificultades con las matemáticas, para que tengan una mejor oportunidad de obtener puestos buenos con salarios altos.

Estados Unidos se está volviendo una nación más optimista. Las tasas de crímenes violentos han alcanzado los niveles más bajos desde los años setenta. Los casos de asistencia pública se han reducido a menos de la mitad durante la década pasada. El uso de drogas entre los jóvenes ha disminuido 19 por ciento desde el 2001. Hay menos abortos en Estados Unidos que en cualquier momento en las últimas tres décadas, y el número de niños nacidos a madres adolescentes ha bajado durante doce años consecutivos. El gobierno ha desempeñado un papel en esta transformación silenciosa, y las políticas sensatas, como la reforma de la asistencia pública, la educación sobre las drogas y el respaldo de la abstinencia y adopción han tenido un impacto en el carácter de nuestro país.

Estados Unidos aún tiene más por hacer para reforzar nuestra cultura y nuestras instituciones. Muchos estadounidenses, especialmente los padres de familia, aún tienen grandes inquietudes acerca de la dirección de nuestra cultura y el bienestar de nuestras instituciones más básicas. Están preocupados por la conducta poco ética de los funcionarios públicos y desanimados por las cortes activistas que tratan de redefinir el matrimonio. Se preocupan por los niños necesitados, los conciudadanos aún desalojados por las catástrofes naturales y por el sufrimiento causado por enfermedades tratables.

  • Las cortes deben impartir justicia conforme a la ley y no legislar desde el tribunal. El Senado ha confirmado a dos excelentes miembros nuevos del Tribunal Supremo, el Presidente del Tribunal John Roberts y el Juez Sam Alito. El Presidente continuará nombrando a hombres y mujeres que comprendan que los jueces deben estar al servicio de la ley y no legislar desde el tribunal.

  • Estados Unidos debe reconocer el valor de cada vida. El Presidente instó al Congreso a aprobar leyes que prohíban los abusos más flagrantes de investigación médica: todo tipo de clonación humana, la creación o implantación de embriones para experimentos, la creación de híbridos de seres humanos y animales, y la compra, venta o las patentes de embriones humanos. La vida humana es un don de nuestro Creador, y ese don nunca debe ser descartado, despreciado ni puesto a la venta.

  • Los funcionarios electos deben respetar la confianza del público. El Presidente respalda los esfuerzos de personas honorables en ambos partidos que trabajan en reformas para reforzar los estándares éticos de Washington. Los funcionarios públicos prometen ser merecedores de la responsabilidad pública, y esa es una promesa que nunca debe ser olvidada, descartada, ni traicionada.

  • Estados Unidos debe proteger y alentar a sus niños. Por medio del Programa para Ayudar a la Juventud de Estados Unidos (Helping America's Youth Initiative) dirigido por la Primera Dama Laura Bush, Estados Unidos alienta a adultos interesados a que participen en la vida de un niño. El Presidente propuso recursos adicionales para alentar a los jóvenes a permanecer en la escuela, para que más jóvenes de Estados Unidos tengan mayores aspiraciones y puedan hacer realidad sus sueños.

  • Un compromiso continuo a la reconstrucción del golfo. Estados Unidos ayudará a nuestros conciudadanos en momentos de sufrimiento y emergencia, y permanecerá con ellos hasta que se vuelvan a poner de pie. Hasta ahora el gobierno federal ha prometido $85,000 millones a las personas de la costa del golfo y Nueva Orleáns. Estamos retirando escombros, reparando carreteras, construyendo diques más fuertes y otorgando préstamos comerciales y asistencia de vivienda. También debemos abordar los desafíos más profundos que existían antes de la llegada de la tormenta y proporcionar no sólo socorro temporal, sino escuelas que enseñen a cada niño, aptitudes laborales que produzcan la superación y más oportunidades para ser dueño de una casa y montar un negocio.

  • Continuar luchando por prevenir, tratar y vencer el VIH/SIDA. El Presidente instó al Congreso a reformar y reautorizar la Ryan White Act para proporcionar fondos nuevos a los estados, de manera que acabemos con las listas de espera para medicamentos contra el SIDA en Estados Unidos. Más de un millón de estadounidenses viven con el VIH y la mitad de todos los casos de SIDA ocurren entre los afroamericanos. El Presidente propuso un esfuerzo nacional, en el que se trabaje más estrechamente con las iglesias y grupos religiosos afroamericanos, para ofrecer pruebas rápidas de VIH a millones, acabar con el estigma del SIDA y aproximarnos más al día en que no haya infecciones nuevas en Estados Unidos.

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