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Office of the Press Secretary
7 de diciembre de 2005

La reconstrucción de Iraq

Medida presidencial de hoy:

Para vencer al enemigo, Estados Unidos está ayudando a los iraquíes a reconstruir. Durante el transcurso de esta guerra, la coalición ha aprendido que para las ciudades de Iraq, ganar la batalla es sólo un primer paso. La coalición ha hecho modificaciones para ganar "la batalla tras la batalla" al ayudar a los iraquíes a consolidar sus logros y evitar que los terroristas regresen.  

  • Las fuerzas de Iraq están resguardando las ciudades, lo que permite la reconstrucción de proyectos específicos. En la medida que el entrenamiento sostenido ha producido fuerzas de seguridad de Iraq mejor capacitadas, éstas han podido aferrarse más a las ciudades despejadas conjuntamente por las fuerzas iraquíes y de la coalición. Con la ayuda del personal militar y civil de la coalición, el gobierno de Iraq luego puede colaborar con los líderes y residentes locales para iniciar la reconstrucción, en la que los iraquíes están al mando de los programas de reconstrucción, y la coalición desempeña una función de apoyo. Esta estrategia está surtiendo efecto en ciudades como Najaf y Mosul.

  • Las fuerzas de Iraq y la coalición han despejado y conservan la ciudad de Najaf. Uno de los lugares más santos de los chiítas islámicos, el templo Imam Ali, está ubicado 90 millas al sur de Bagdad, en Najaf. Ya que es una ciudad predominantemente chiíta, Najaf sufrió muchísimo durante el régimen de Sadam. Aproximadamente un año después de que las tropas de Estados Unidos liberasen la ciudad, cayó en manos de milicias radicales y violentas. La lucha dañó casas y empresas, y la economía local se desplomó ya que los visitantes y peregrinos dejaron de ir al templo por temor por sus vidas. En el verano del 2004, el gobierno de Iraq y la coalición decidieron volver a tomar el control de la ciudad. Las fuerzas de Iraq y la coalición echaron a las milicias en combates urbanos difíciles. Junto con el gobierno de Iraq y la comunidad de clérigos chiítas, forzamos a las milicias a abandonar el templo y entregarlo a las autoridades iraquíes legítimas. Las milicias se comprometieron a deponer las armas y salir de Najaf.  

    • Tan pronto se acabó el combate en Najaf, prosiguió la reconstrucción de proyectos específicos. El gobierno de Iraq desempeñó un papel activo, como también lo hicieron nuestros comandantes militares, diplomáticos y empleados de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (U.S. Agency for International Development). Juntos, trabajaron con el gobernador de Najaf y otros funcionarios locales para reorganizar las fuerzas policiales, reparar las casas de los residentes, reconstruir las escuelas, restablecer el servicio de agua y otros de carácter esencial, y volver a abrir el estadio de fútbol. Quince meses más tarde, se han abierto empresas y mercados nuevos en algunas de las zonas más pobres de Najaf, los peregrinos religiosos vuelven a visitar la ciudad, y los trabajos de construcción están haciendo que los residentes vuelvan a tener trabajo. Uno de los proyectos mayores fue la reconstrucción del hospital docente de Najaf, que había sido saqueado y se había convertido en una fortaleza de las milicias. Gracias a los esfuerzos de médicos iraquíes y líderes locales, con la ayuda del personal estadounidense, el hospital está ahora abierto y tiene la capacidad de atender diariamente a cientos de pacientes. 

    • Ha habido muchísimo progreso en Najaf. Ahora Najaf está en manos de los funcionarios electos del gobierno. Un concejo provincial electo se dedica a hacer planes para atraer más turismo y comercio a la ciudad. Se ha reactivado la vida política, y se han iniciado las campañas para las próximas elecciones, en las que diferentes partidos compiten por votos. La policía de Iraq ahora es responsable por la seguridad cotidiana. Un batallón iraquí ha tomado el control de la antigua base militar estadounidense, y las fuerzas de Estados Unidos ahora están a unos 40 minutos de la ciudad. Queda mucho trabajo por hacer. Mantener el suministro eléctrico sigue siendo un desafío importante, y se ha iniciado la construcción en tres subestaciones nuevas para ayudar a aumentar la capacidad. Para lidiar con la escasez de agua potable, se están instalando nuevas unidades de tratamiento de agua y desagüe. La seguridad ha mejorado considerablemente, pero siguen existiendo amenazas. Los líderes locales y las fuerzas de seguridad de Iraq se dedican a resolver esos problemas, y los estadounidenses están ayudando.

  • Las fuerzas de Iraq y Estados Unidos han despejado y conservan la ciudad de Mosul. Mosul es una de las ciudades principales de Iraq. Tiene una población diversa, de árabes sunitas, curdos y otros grupos étnicos. Fue allí que las tropas estadounidenses hicieron que los hijos de Sadam rindieran cuentas el verano del 2003. Mosul estuvo relativamente calmada durante los meses posteriores a la liberación, y las fuerzas estadounidenses comenzaron a redistribuirse en otras partes del país. Luego, el enemigo infiltró la ciudad, y para fines del año pasado, lograron controlar gran parte de Mosul. Las fuerzas de Estados Unidos e Iraq respondieron con una serie de ataques coordinados en las zonas más peligrosas de la ciudad, y eliminaron, capturaron y echaron a muchos de los terroristas y partidarios de Sadam. Con el tiempo, la policía de Iraq y los líderes políticos legítimos recobraron el control. En la medida que las filas de las fuerzas iraquíes han aumentado y se han capacitado más, han asumido más responsabilidad por la seguridad de la ciudad, y las fuerzas de la coalición han pasado a tener una función de apoyo.

    • Después de que mejoró la situación de la seguridad, la reconstrucción se aceleró. Los líderes iraquíes locales, con el respaldo de la coalición, mejoraron carreteras y puentes importantes sobre el río Tigris, reconstruyeron escuelas y hospitales, y comenzaron a rehabilitar el aeropuerto de Mosul. Se reconstruyeron las estaciones de policía y bomberos, y los iraquíes han hecho mejoras considerables a la red de agua y desagüe de la ciudad. Pero aún existen verdaderos desafíos. Ya que la ciudad no está recibiendo suficiente electricidad, los iraquíes tienen en camino un proyecto nuevo e importante para ampliar la subestación energética de Mosul. La intimidación por los terroristas aún es causa de preocupación, pero la participación en el referendo de octubre fue de más de 50 por ciento en la provincia en que Mosul está ubicada, una participación de más de tres veces la de las elecciones de enero.

  • Al alcanzar logros, se abordan desafíos serios. La corrupción existe tanto a nivel nacional como local del gobierno de Iraq. No se tolerará el fraude, por lo que la Embajada de Estados Unidos en Bagdad está contribuyendo a exigir transparencia y responsabilidad por el dinero que se está invirtiendo en la reconstrucción. Otro problema es la infiltración de milicias en las fuerzas de seguridad de Iraq, especialmente la policía de Iraq. Estamos ayudando a los iraquíes a hacerle frente a este problema al incorporar equipos de transición de la coalición en las unidades iraquíes para asesorar a la policía y los soldados. En un Iraq libre, los antiguos miembros de la milicia deben cambiar de bando, ser leales al gobierno nacional y aprender a operar bajo el estado de derecho.

Estados Unidos está trabajando con los líderes de Iraq para establecer una economía sólida que pueda producir una vida mejor para los iraquíes. Iraq es una nación con el potencial de ser muy próspera. El país tiene una fuerza laboral joven y educada, abundantes tierras y agua, y uno de los mayores recursos petrolíferos del mundo. Sin embargo, durante varias décadas, Sadam Husein utilizó la riqueza de Iraq para enriquecerse a sí mismo y a unos cuantos privilegiados, y abandonó la infraestructura y economía del país. La coalición está ayudando a un nuevo gobierno de Iraq a revertir muchas décadas de destrucción económica, revitalizar su economía y hacer reformas responsables. Con la ayuda de la coalición, los iraquíes están reconstruyendo la infraestructura y desarrollando las instituciones de una economía de mercado. El espíritu empresarial es fuerte. El pueblo libre de Iraq reconstruirá un Iraq libre, y Estados Unidos se enorgullece de ayudar.

  • Los esfuerzos de reconstrucción se concentran en proyectos locales que producirán mejoras rápidas y notables. La estrategia de la coalición para ayudar a los iraquíes en la reconstrucción ha cambiado y ha sido mejorada con el tiempo. Cuando se inició el proceso de reconstrucción en la primavera del 2003, se concentró en construir la infraestructura de gran escala, como las plantas eléctricas y las instalaciones de tratamiento de agua. Esta estrategia no atendió las prioridades del pueblo de Iraq. En muchos lugares, las necesidades más urgentes eran proyectos más pequeños y localizados, como tuberías de desagüe y pistas. Tras consultar con el gobierno de Iraq, se comenzó a usar recursos para financiar proyectos más pequeños y locales que producirían mejoras rápidas y notables. Se otorgó a los comandantes militares de Estados Unidos más dinero para ser usado con flexibilidad, y la coalición trabajó con los líderes de Iraq para otorgar más contratos a firmas iraquíes. Al adaptar el programa de reconstrucción, Estados Unidos ahora está más preparado para ayudar a los líderes de Iraq a atender las necesidades de su pueblo.

  • Juntos, los iraquíes y estadounidenses están alcanzando logros. La reconstrucción no siempre se ha desarrollado tan bien como se esperaba, principalmente debido a los desafíos de seguridad. La reconstrucción de una nación desolada por un dictador es una gran empresa, y es incluso más difícil cuando los terroristas tratan de destruir los logros. Sin embargo, en dos años y medio, Estados Unidos ha ayudado a los iraquíes a realizar casi 3,000 proyectos de remodelación de escuelas, capacitar a más de 30,000 maestros, distribuir más de 8 millones de textos, reconstruir la infraestructura de irrigación para ayudar a más de 400,000 iraquíes de zonas rurales, y mejorar el agua potable para más de 3 millones de personas. La coalición ha ayudado a los iraquíes a introducir una nueva moneda, reiniciar sus actividades bursátiles y otorgar crédito por montos pequeños y préstamos a pequeñas empresas por más de $21 millones. Como resultado de estos esfuerzos y la libertad que Iraq acaba de obtener, se han inscrito más de 30,000 nuevas empresas iraquíes desde la liberación, y según una encuesta reciente, más de tres cuartos de los dueños de negocios de Iraq tienen previsto que la economía crezca en los próximos dos años. Este desarrollo y crecimiento económico será muy importante para hacerle frente a la alta tasa de desempleo en muchas regiones del país. Además, los iraquíes han negociado una condonación significativa de la deuda y concluido un informe económico al Fondo Monetario Internacional, una señal de que los iraquíes están comprometidos a la reforma.

Victoria en Iraq

Estados Unidos no se contentará con nada menos que la victoria absoluta en Iraq. Retirarse en una fecha límite artificial pondría en peligro al pueblo estadounidense, perjudicaría a nuestros militares y haría al Oriente Medio menos estable. También daría a los terroristas exactamente lo que desean. Zawahiri, un líder de al-Qaida, recientemente le escribió al terrorista Zarqawi en Iraq, y mencionó la guerra de Vietnam como el motivo para creer que los terroristas podrían prevalecer. Los terroristas creen que pueden hacer que Estados Unidos salga de Iraq; los terroristas esperan que Estados Unidos se retire antes de que se acabe con la labor, para que puedan tomar control del país y convertirlo en una base para ataques futuros. Estados Unidos no dará el control del futuro de Iraq a hombres como Zarqawi, ni dará el control del futuro del Oriente Medio a hombres como bin Laden.

  • Desarrollar la democracia en Iraq creará una sociedad civil pacífica que sea aliada en la guerra contra el terrorismo. Las sociedades libres son sociedades pacíficas, y las democracias no se atacan unas a las otras. Las naciones libres les dan a sus ciudadanos una manera de resolver sus desacuerdos pacíficamente por medio del proceso democrático. La democracia puede ser difícil, complicada e incluso caótica. Los iraquíes han superado muchos desafíos, entre ellos las tensiones étnicas y religiosas que datan de hace mucho tiempo, y el legado de la represión brutal. Pero están dándose cuenta de que la democracia es la única manera de establecer una sociedad justa y pacífica, porque es el único sistema que otorga a cada ciudadano una voz y voto sobre su futuro.

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