The White House
President George W. Bush
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For Immediate Release
Office of the Press Secretary
2 de febrero de 2005

DISCURSO SOBRE EL ESTADO DE LA NACIÓN POR EL PRESIDENTE GEORGE W. BUSH
Cámara de Representantes de los Estados Unidos
Capitolio de los Estados Unidos
Washington, D.C.

9:10 P.M. EST

EL PRESIDENTE: Señor Presidente de la Cámara de Representantes, Vicepresidente Cheney, miembros del Congreso, conciudadanos:

Al congregarse un nuevo Congreso, todos nosotros en los poderes electos del gobierno compartimos un gran privilegio: los votos del pueblo al que servimos nos otorgaron nuestros cargos. Y esta noche ese es un privilegio que compartimos con los líderes recientemente elegidos de Afganistán, los territorios palestinos, Ucrania y un Iraq libre y soberano. (Aplausos).

Hace dos semanas, me paré en los escalones de este Capitolio y reiteré mi compromiso de nuestra nación al ideal rector de libertad para todos. Esta noche, presento políticas para promover ese ideal dentro del país y en todo el mundo.

Esta noche, que nuestra economía está robusta y crece, que más estadounidenses regresan a trabajar y que nuestra nación es una fuerza activa a favor del bien en el mundo, el estado de nuestra nación es seguro y fuerte. (Aplausos). Nuestra generación ha sido bendecida por la expansión de las oportunidades, los avances en la medicina, la seguridad adquirida con el sacrificio de nuestros padres. Ahora que vemos un poco de canas en el espejo -o muchas canas- (risas) y observar a nuestros hijos hacerse adultos, nos hacemos la pregunta: ¿Cuál será el estado de su nación?

Miembros del Congreso, las decisiones que tomemos juntos responderán esa pregunta. Durante los próximos meses, en asunto tras asunto, hagamos lo que los estadounidenses siempre han hecho y creemos un mundo mejor para nuestros hijos y nuestros nietos. (Aplausos).

En primer lugar, debemos ser buenos administradores de esta economía y renovar las grandes instituciones en las que dependen millones de nuestros conciudadanos.

La economía de los Estados Unidos es la de mayor crecimiento entre las principales naciones industrializadas. En los últimos cuatro años, otorgamos recortes tributarios a todas las personas que pagan impuestos sobre la renta, superamos una recesión, abrimos mercados nuevos en el extranjero, procesamos a delincuentes empresariales, llevamos la propiedad de vivienda a su más alto nivel en la historia y, en tan solo el año pasado, Estados Unidos generó 2.3 millones de empleos nuevos. (Aplausos). Cuando era necesario actuar, el Congreso produjo resultados, y la nación está agradecida.

Ahora debemos continuar tales logros. Al hacer que nuestra economía sea más flexible, más innovadora y más competitiva, haremos que Estados Unidos continúe siendo el líder económico del mundo. (Aplausos).

La prosperidad de Estados Unidos requiere refrenar las ganas de gastar del gobierno federal. Acojo el entusiasmo de ambos partidos por la disciplina fiscal. Les remitiré un presupuesto que mantiene los gastos discrecionales por debajo de la inflación, hace permanentes los recortes tributarios y mantiene el curso para reducir el déficit en mitad para el 2009. (Aplausos). Mi presupuesto reduce o elimina considerablemente más de 150 programas gubernamentales que no están obteniendo resultados o duplican esfuerzos actuales o no hacen realidad prioridades esenciales. El principio es claro en este caso: se debe gastar el dinero de los contribuyentes de manera sensata o no gastarse en absoluto. (Aplausos).

Para hacer que nuestra economía sea más fuerte y dinámica, debemos preparar a una generación que surge a ocupar los puestos de trabajo del siglo XXI. Con la Ley para que Ningún Niño Se Quede Atrás (No Child Left Behind Act), los estándares son más elevados, los puntajes de las pruebas aumentan y estamos disminuyendo la disparidad en el rendimiento de los estudiantes de grupos minoritarios. Ahora debemos exigir mejores resultados de nuestras escuelas secundarias, para que cada diploma de secundaria sea un pasaporte al éxito. Ayudaremos a 200,000 trabajadores adicionales a prepararse para una carrera mejor al reformar nuestro sistema de capacitación laboral y las instituciones comunitarias de enseñanza superior de los Estados Unidos. Y al aumentar los montos de las becas Pell haremos que costear una educación universitaria sea más fácil para los estadounidenses. (Aplausos).

Para hacer que nuestra economía sea más fuerte y competitiva, Estados Unidos debe recompensar, mas no castigar, los esfuerzos y sueños de los empresarios. Las pequeñas empresas son el camino a la superación, particularmente para las mujeres y las minorías, por lo que debemos liberar a las pequeñas empresas de la reglamentación innecesaria y proteger a las honradas personas que generan empleos de las demandas chatarra. (Aplausos). La justicia es distorsionada y nuestra economía es refrenada por las acciones de clase irresponsables y las demandas frívolas en torno al asbesto, e insto al Congreso a aprobar reformas jurídicas este año. (Aplausos).

Para hacer que nuestra economía sea más fuerte y productiva, debemos hacer que la atención médica sea más económica y dar a las familias mayor acceso a seguros buenos. (aplausos). y más control de sus decisiones sobre la salud. (Aplausos). Le pido al Congreso que proceda con un plan integral para la atención de la salud con créditos tributarios para ayudar a los trabajadores de bajos ingresos a comprar seguro, un centro comunitario de salud en cada condado pobre, mejor informática para evitar los errores médicos y los costos innecesarios, planes de salud de asociaciones para las pequeñas empresas y sus empleados. (aplausos). cuentas de ahorro para la salud más extensas. (aplausos). y la reforma a la responsabilidad médica, que reducirá los costos de la atención de la salud y garantizará que los pacientes cuenten con los médicos y la atención que necesiten. (Aplausos).

Para hacer que nuestra economía siga creciendo, también necesitaremos fuentes seguras de energía económica y respetuosa del medio ambiente. (Aplausos). Hace casi cuatro años, presenté una estrategia energética global que fomenta la conservación, las fuentes alternativas, un sistema eléctrico modernizado y más producción nacional que incluya la energía nuclear segura e inocua. (Aplausos). Mi propuesta Clear Skies reducirá la contaminación por las plantas energéticas y mejorará la salud de nuestros ciudadanos. (Aplausos). Y mi presupuesto dispone muchos fondos para la tecnología de vanguardia, desde los automóviles a hidrógeno hasta el carbón limpio y las fuentes renovables como el etanol. (Aplausos). Basta con cuatro años de debate. Insto al Congreso a aprobar una ley que haga que Estados Unidos esté más protegido y dependa menos de la energía extranjera. (Aplausos).

Todas estas propuestas son esenciales para expandir esta economía y generar puestos nuevos, pero son apenas el inicio de nuestro deber. Para aumentar la prosperidad de generaciones futuras, debemos actualizar las instituciones que fueron creadas para satisfacer las necesidades de tiempo atrás. Año tras año, los estadounidenses son abrumados por un código tributario federal arcaico e incoherente. He nombrado a un panel con miembros de ambos partidos para que examinen el código tributario de arriba abajo. Y cuando hagan sus recomendaciones, ustedes y yo trabajaremos juntos para darle a esta nación un código tributario que favorezca el crecimiento, sea fácil de comprender y sea equitativo para todos. (Aplausos).

El sistema de inmigración de los Estados Unidos también es anticuado e inadecuado para las necesidades de nuestra economía y los valores de nuestro país. No deberíamos estar satisfechos con leyes que penalizan a las personas trabajadoras que sólo quieren cubrir las necesidades de sus familias, les niegan a los negocios trabajadores dispuestos y propician el caos en nuestras fronteras. Es hora de tener una política de inmigración que permita que trabajadores invitados temporales ocupen los puestos que los estadounidenses no toman, que rechaza la amnistía, que nos dice quiénes están entrando y saliendo de nuestro país, y que cierra la frontera para los narcotraficantes y terroristas. (Aplausos).

Una de las instituciones más importantes de los Estados Unidos -un símbolo de la confianza entre las generaciones- también necesita una reforma sensata y eficaz. El Seguro Social fue un gran éxito moral del siglo XX, y debemos cumplir con su propósito en este nuevo siglo. (Aplausos). Sin embargo, el sistema en su curso actual está camino a la bancarrota. Y, entonces, debemos unirnos para mejorar y salvar el Seguro Social. (Aplausos).

Hoy, más de 45 millones de estadounidenses reciben prestaciones de Seguro Social, y millones más están a punto de jubilarse, y para ellos, el sistema es sólido y fuerte en términos fiscales. Tengo un mensaje para todos los estadounidenses que tiene 55 años o más: No dejen que nadie los engañe; el sistema de Seguro Social no cambiará de ninguna manera para ustedes. (Aplausos). Para los trabajadores más jóvenes, el sistema de Seguro Social enfrenta problemas graves que aumentarán con el tiempo. El Seguro Social fue creado hace décadas, para una era muy diferente. En aquellos tiempos las personas no vivían tanto. Las prestaciones eran mucho más bajas de lo que son hoy, y hace medio siglo, aproximadamente 16 trabajadores contribuían al sistema por cada persona que recibía prestaciones.

Nuestra sociedad ha cambiado de maneras que los fundadores del Seguro Social no podrían haber previsto. En el mundo actual, las personas viven más y, por lo tanto reciben prestaciones, durante más tiempo. Y se tiene programado que dichas prestaciones aumenten drásticamente durante las próximas décadas. Y en vez de 16 trabajadores que pagan por cada beneficiario, ahora es solamente aproximadamente tres trabajadores. Y durante las próximas décadas, esa cifra se reducirá a apenas dos trabajadores por beneficiario. Con cada año que pasa, menos trabajadores pagan las prestaciones cada vez más altas a un grupo cada vez más cuantioso de jubilados.

Entonces, este es el resultado: Dentro de trece años, en el 2018, el Seguro Social pagará más de lo que recibirá. Y cada año a partir de entonces resultará en un déficit mayor que el del año anterior. Por ejemplo, en el año 2027, el gobierno de una manera y otra tendrá que producir $200,000 millones adicionales para mantener el sistema a flote, y para el 2033, el déficit anual sería de más de $300,000 millones. Para el año 2042, todo el sistema estaría agotado y en bancarrota. Si no se toman medidas para evitar ese resultado, las únicas soluciones serían los impuestos drásticamente más altos, préstamos nuevos y masivos o recortes repentinos y grandes recortes en las prestaciones del Seguro Social u otros programas del gobierno.

Estoy conciente de que tal vez parezca que falta mucho para el 2018 y 2042. Pero esas fechas no están tan lejanas, como cualquier padre dirá. Si uno tiene un hijo de cinco años, ya se preocupa de cómo pagará la matrícula universitaria dentro de 13 años. Si uno tiene hijos que tienen 20 y tantos años, como algunos de nosotros, la noción de que el Seguro Social colapse antes de que se jubilen no parece un asunto sin importancia. Y no debe ser un asunto sin importancia para el Congreso de los Estados Unidos. (Aplausos).

Ustedes y yo compartimos una responsabilidad. Debemos aprobar reformas que resuelvan los problemas económicos del Seguro Social de una vez por todas.

Solucionar los problemas del Seguro Social permanentemente requerirá que se examinen las opciones de manera abierta y franca. Hay quienes han sugerido limitar las prestaciones de los jubilados adinerados. El ex Congresista Tim Penny ha mencionado la posibilidad de hacer que las prestaciones dependan de los precios en vez de los salarios. Durante los años noventa, mi predecesor, el Presidente Clinton, habló de aumentar la edad de jubilación. El ex Senador John Breaux sugirió desalentar que se cobren antes de tiempo las prestaciones del Seguro Social. El difunto Senador Daniel Patrick Moynihan recomendó cambiar la manera en que se calculan las prestaciones.

Todas estas ideas están bajo consideración. Sé que ninguna de estas reformas sería fácil. Pero debemos proseguir con valentía y honradez, porque la seguridad durante la jubilación de nuestros hijos es más importante que la política partidista. (Aplausos). Trabajaré con los miembros del Congreso para encontrar la combinación más eficaz de reformas. Escucharé a cualquiera que tenga una buena idea que ofrecer. Sin embargo, nos deben guiar ciertos principios básicos. Debemos hacer que el Seguro Social tenga solidez permanente, mas no dejar la tarea para otros tiempos. No debemos poner en peligro nuestra solidez económica al aumentar los impuestos sobre la nómina. Debemos garantizar que los estadounidenses de bajos ingresos reciban la ayuda que necesitan para tener dignidad paz y tranquilidad de espíritu en su jubilación. Debemos garantizar que no haya cambio alguno para aquellos que están jubilados ahora o a punto de jubilarse. Y debemos asegurarnos de que cualquier cambio al sistema sea gradual, para que los trabajadores más jóvenes tengan varios años para prepararse y planear para su futuro.

Al solucionar los problemas del Seguro Social, también tenemos la responsabilidad de hacer que el sistema les ofrezca a los trabajadores condiciones mejores. Y la mejor manera de alcanzar ese objetivo es por medio de las cuentas voluntarias y personales para la jubilación. (Aplausos). La idea funciona de la siguiente manera. Ahora, una porción fija del dinero que ganan es restada de sus cheques de pago para pagar las prestaciones de Seguro Social de los jubilados de la actualidad. Si es un trabajador joven, creo que debería poder guardar parte de ese dinero en su propia cuenta para la jubilación, para que pueda ahorrar para su propio futuro.

Las cuentas personales son un buen negocio por el siguiente motivo. Con el tiempo, su dinero aumentará con una tasa más alta que cualquiera que pueda ofrecer el sistema actual, y su cuenta aportará dinero para la jubilación muy por encima de lo que recibirá del Seguro Social. Además, si desea, podrá legarles ese dinero que se acumule en su cuenta personal a sus hijos y. o nietos. Y lo mejor de todo, el dinero en la cuenta es suyo, y el gobierno nunca se lo puede quitar. (Aplausos).

El objetivo en este caso es más seguridad para la jubilación, por lo que dictaremos pautas detalladas para las cuentas personales. Nos aseguraremos de que el dinero sólo pueda destinarse a una combinación de fondos de bonos y acciones. Nos aseguraremos de que sus ingresos no sean devorados por las cuotas escondidas de Wall Street. Nos aseguraremos de que existan buenas opciones para proteger sus inversiones de cambios súbitos en el mercado justo antes de su jubilación. Nos aseguraremos de que no se pueda sacar todo el dinero de una cuenta personal de una sola vez, sino que se desembolse con el transcurso del tiempo, como complemento a las prestaciones del Seguro Social. Y nos aseguraremos de que este plan sea responsable en términos fiscales, al iniciar las cuentas personales para la jubilación gradualmente y aumentar los límites anuales a las contribuciones con el tiempo, y permitir finalmente que todos los trabajadores ahorren cuatro puntos porcentuales de sus impuestos sobre la nómina en sus cuentas.

Los empleados federales probablemente estén familiarizados con las cuentas personales para la jubilación, porque ustedes ya tienen algo similar, denominado el Thrift Savings Plan, que permite que los trabajadores depositen una porción de sus cheques de pago en uno de cinco fondos diferentes de inversión con una base muy diversa. Es hora de otorgar la misma seguridad y poder de decisión y propiedad a los jóvenes estadounidenses. (Aplausos).

Nuestra segunda gran responsabilidad con nuestros hijos y nietos es respetar y heredar los valores que apoyan a una sociedad libre. Tantos de mi generación, después de una larga travesía, han encontrado refugio en la familia y la religión, y están decididos a criar hijos responsables y morales. El gobierno no es la fuente de tales valores, pero el gobierno nunca debe menoscabarlos.

Ya que el matrimonio es una institución sagrada y la base de la sociedad, no debe ser redefinido por jueces activistas. Por el bien de las familias, los niños y la sociedad, respaldo una enmienda constitucional para proteger la institución del matrimonio. (Aplausos).

Ya que una sociedad es evaluada por la manera en que trata a los débiles y vulnerables, debemos esforzarnos por forjar una cultura de vida. La investigación médica nos puede ayudar a lograr ese objetivo, al desarrollar tratamientos y curas que salven vidas y ayuden a las personas a sobreponerse a las discapacidades, y le agradezco al Congreso por aumentar en dos los fondos para el National Institutes of Health. (Aplausos). Para forjar una cultura de vida, también debemos garantizar que los avances científicos siempre respeten la dignidad humana y no se aprovechen de algunas vidas para beneficiar a otras. Deberíamos poder ponernos de acuerdo sobre ciertas normas claras. . (aplausos). Trabajaré con el Congreso para garantizar que los embriones humanos no se creen para la experimentación ni se desarrollen para obtener órganos, y que la vida humana nunca sea comprada y vendida como mercadería. (Aplausos). Estados Unidos continuará siendo el líder del mundo en la investigación médica que es ambiciosa, enérgica y siempre ética.

Ya que las cortes siempre deben impartir justicia imparcial, los jueces tienen un deber de interpretar las leyes fielmente, no legislar desde el tribunal. (Aplausos). En mi calidad de Presidente, tengo una responsabilidad constitucional de nombrar a hombres y mujeres que comprendan la función de las cortes en nuestra democracia y estén debidamente calificados para ser jueces, y lo he hecho. (Aplausos). La Constitución también le otorga una responsabilidad al Senado: Cada candidato designado a juez merece un voto afirmativo o negativo. (Aplausos).

Ya que uno de los valores más arraigados de nuestro país es la compasión, nunca debemos rechazar a ningún ciudadano que se sienta aislado de las oportunidades de los Estados Unidos. Nuestro gobierno continuará respaldando a los grupos comunitarios y basados en la fe que llevan la esperanza a lugares duros. Ahora debemos concentrarnos en darles a los jóvenes, particularmente los varones de nuestras ciudades, mejores opciones que la apatía, las pandillas o la cárcel. Esta noche propongo una iniciativa de tres años para ayudar a las organizaciones a mantener a los jóvenes fuera de las pandillas y mostrarles a los muchachos un ideal de hombría que respete a la mujer y rechace la violencia. (Aplausos). Combatir la vida de las pandillas puede ser parte de un programa de extensión más amplio para los jóvenes que corren peligros, que involucren a los padres y pastores, entrenadores y líderes de la comunidad en programas que vayan desde el alfabetismo hasta los deportes. Y me enorgullece que la líder de este esfuerzo nacional será nuestra Primera Dama, Laura Bush. (Aplausos).

Ya que el VIH/SIDA causa sufrimiento y temor en tantas vidas, les pido que vuelvan a aprobar la Ryan White Act para fomentar la prevención y prestar atención y tratamiento a las víctimas de esa enfermedad. (Aplausos). Y al actualizar esta importante ley, debemos concentrar nuestros esfuerzos en los conciudadanos con las tasas más altas de casos nuevos, los hombres y mujeres afro-americanos. (Aplausos).

Ya que una de las principales fuentes de nuestra unidad nacional es que creemos en la justicia equitativa, debemos asegurarnos de que los estadounidenses de todas las razas y orígenes tengan confianza en el sistema que imparte justicia. En Estados Unidos debemos asegurarnos además de que no se haga que ninguna persona rinda cuentas por un delito que no cometió, por lo que estamos expandiendo drásticamente el uso de las pruebas de ADN para evitar las condenas injustificadas. (Aplausos). Pronto remitir al Congreso una propuesta para financiar la capacitación especial para los abogados defensores en los casos con la pena de muerte, porque las personas cuyas vidas están en juego en los juicios deben tener abogados capaces de su lado. (Aplausos).

Nuestra tercera responsabilidad con las generaciones futuras es dejarles un Estados Unidos que esté libre de peligros y protegido por la paz. Les pasaremos a nuestros hijos todas las libertades de las que gozamos, y la principal entre ellas es estar libres del temor.

En los tres años y medio desde el 11 de septiembre de 2001, hemos tomado medidas sin precedentes para proteger a los estadounidenses. Hemos creado un nuevo departamento del gobierno para defender nuestro territorio nacional, dedicado a la FBI a impedir el terrorismo, comenzado a reformar nuestras agencias de inteligencia, desarticulado células terroristas en todo el país, aumentado la investigación sobre las defensas contra los ataques biológicos y químicos, reforzado la seguridad de las fronteras y capacitado a más de medio millón de socorristas. Los policías, bomberos, comisarios aéreos, investigadores y muchos otros trabajan diariamente para hacer nuestro territorio nacional más seguro, y les agradecemos a todos ellos. (Aplausos).

Nuestra nación, trabajando con aliados y amigos, también ha confrontado al enemigo en el extranjero, con medidas que son decididas, exitosas y continuas. La red de terrorismo al-Qaida que atacó nuestro país aún tiene líderes, pero se ha eliminado a muchos de sus principales comandantes. Aún existen gobiernos que patrocinan y albergan a los terroristas, pero su número ha declinado. Aún existen regímenes que tratan de obtener armas de destrucción masiva, pero ya no sin que nadie les preste atención y sin tener que enfrentar las consecuencias. Nuestro país aún es blanco de terroristas que quieren matar a muchos e intimidarnos a todos, y permaneceremos a la ofensiva contra ellos, hasta que se gane la lucha. (Aplausos).

Perseguir a nuestros enemigos es un compromiso vital de la guerra contra el terrorismo, y le agradezco al Congreso por otorgar a nuestros soldados los recursos que han necesitado. Durante estos tiempos de guerra, debemos continuar apoyando a nuestros militares y darles las herramientas para la victoria. (Aplausos).

Otras naciones en todo el mundo nos han respaldado. En Afganistán, una fuerza internacional está ayudando a prestar servicios de seguridad. En Iraq, 28 países tienen tropas en el terreno, las Naciones Unidas y la Unión Europea han prestado ayuda técnica para las elecciones, y OTAN dirige una misión para ayudar a capacitar a los oficiales iraquíes. Cooperamos con 60 gobiernos en la Iniciativa Seguridad contra la Proliferación para detectar y detener el tráfico de materiales peligrosos. Trabajamos estrechamente con los gobiernos en Asia para convencer a Corea del Norte de que abandone sus ambiciones nucleares. Pakistán, Arabia Saudita y nueve otros países han capturado o detenido a terroristas de al-Qaida. En los próximos cuatro años, mi gobierno continuará estableciendo coaliciones que vencerán los peligros de nuestros tiempos. (Aplausos).

A largo plazo, la paz que buscamos sólo se alcanzará al eliminar las condiciones que alimentan el radicalismo y las ideologías de asesinato. Si en regiones enteras del mundo sigue existiendo la desesperación, y aumenta en ellas el odio, serán caldo de cultivo para el terrorismo, y ese terrorismo acosará a los Estados Unidos y otras naciones libres durante varias décadas. La única fuerza suficientemente poderosa como para detener el surgimiento de la tiranía y el terrorismo, y reemplazar el odio con la esperanza es la fuerza de la libertad humana. (Aplausos). Nuestros enemigos lo saben, y es por eso que el terrorista Zarqaui recientemente le declaró la guerra a lo que denominó el "principio malévolo" de la democracia. Y hemos declarado nuestra propia intención: Estados Unidos permanecerá de lado de los aliados de la libertad para apoyar los movimientos democráticos en el Medio Oriente y otros lugares, con el objetivo final de acabar con la tiranía en nuestro mundo. (Aplausos).

Estados Unidos no tiene ningún derecho, deseo ni intención de imponerle nuestro tipo de gobierno a nadie. Esa es una de las principales diferencias entre nosotros y nuestros enemigos. Ellos pretenden imponer un imperio de opresión, en que un grupo de dirigentes brutales y auto designados controlen todos los aspectos de cada vida. Nuestro objetivo es crear y mantener una comunidad de naciones libres e independientes, con gobiernos que rindan cuentas a sus ciudadanos y reflejen sus propias culturas. Y ya que las democracias respetan a sus propios pueblos y a sus vecinos, la diseminación de la libertad llevará a la paz. (Aplausos).

Ese avance tiene mucho impulso en nuestros tiempos, el cual fue mostrado por las mujeres que votaron en Afganistán y los palestinos que escogieron un nuevo rumbo y los ciudadanos de Ucrania que afirmaron sus derechos democráticos y eligieron a un presidente. Somos testigos de sucesos singulares en la historia de la libertad. Y en los próximos años, contribuiremos a esa historia. (Aplausos).

Los inicios de la reforma y democracia en los territorios palestinos muestran ahora el poder de la libertad para romper los patrones de violencia y fracaso. Mañana en la mañana, la Secretaria de Estado Rice parte en un viaje que la llevará a Israel y la Ribera Occidental para reuniones con el Primer Ministro Sharon y el Presidente Abas. Tratará con ellos las maneras en que nosotros y nuestros amigos podemos ayudar al pueblo palestino a acabar con el terrorismo y desarrollar las instituciones de un estado pacífico, independiente y democrático. Para promover tal democracia, le pido al Congreso $350 millones para apoyar las reformas políticas, económicas y de seguridad de Palestina. El objetivo de dos estados democráticos, Israel y Palestina, que conviven lado a lado en paz está al alcance, y Estados Unidos los ayudará a lograr ese objetivo. (Aplausos).

Para promover la paz y estabilidad en el gran Medio Oriente, Estados Unidos trabajará con nuestros amigos en la región para combatir la amenaza común del terrorismo y, a la vez, fomentar un estándar más alto de libertad. Reformas esperanzadoras ya están siendo aceptadas en un arco desde Marruecos hasta Jordania hasta Bahrein. El gobierno de Arabia Saudita puede demostrar su liderazgo en la región al aumentar el papel de sus ciudadanos para determinar su futuro. Y la gran y orgullosa nación de Egipto, que mostró el camino hacia la paz en el Medio Oriente, ahora puede mostrar el camino hacia la democracia en el Medio Oriente. (Aplausos).

Para promover la paz en el gran Medio Oriente, debemos enfrentar a los regímenes que continúan protegiendo a los terroristas y procurando obtener armas de asesinato masivo. Siria aún permite que su territorio y partes de Líbano sean utilizados por terroristas que quieren destruir toda posibilidad de paz en la región. Ustedes aprobaron y nosotros estamos aplicando la Ley de Responsabilidad Siria (Syrian Accountability Act) y esperamos que el gobierno de Siria ponga fin a todo el apoyo al terrorismo y abra la puerta a la libertad. (Aplausos). Hoy, el estado de Irán continúa siendo el principal gobierno patrocinador de terrorismo en el mundo y procura obtener armas nucleares a la vez que priva a sus ciudadanos de la libertad que anhelan y merecen. Estamos trabajando con aliados europeos para dar a entender claramente al régimen de Irán que debe renunciar a su programa de enriquecimiento de uranio y cualquier reelaboración del plutonio, y dejar de respaldar el terrorismo. Y al pueblo de Irán le digo esta noche: En su busca de su propia libertad, Estados Unidos está de su lado. (Aplausos).

Nuestro compromiso generacional a promover la libertad, especialmente en el Medio Oriente, está siendo sometido a prueba y honrado en Iraq. Ese país es un frente vital en la guerra contra el terrorismo, motivo por el cual los terroristas han optado por oponer resistencia allí. Nuestros hombres y mujeres en uniforme combaten a terroristas en Iraq para que no tengamos que enfrentarlos aquí en casa. (Aplausos). Y la victoria de la libertad en Iraq robustecerá a un nuevo aliado en la guerra contra el terrorismo, inspirará a los reformistas democráticos desde Damasco hasta Teherán, llevará más esperanza y progreso a una región aquejada de problemas, y por lo tanto eliminará una terrible amenaza de las vidas de nuestros hijos y nietos.

Tendremos éxito porque el pueblo de Iraq valora su propia libertad, como le mostró al mundo el domingo pasado. (Aplausos). En todo Iraq, a menudo corriendo grandes peligros, millones de ciudadanos acudieron a las urnas y eligieron a 275 hombres y mujeres para que los representen en una nueva Asamblea Nacional de Transición. Una joven en Bagdad contó que se despertó con el ruido de fuego de morteros el día de las elecciones y se preguntó si sería demasiado peligroso votar. Dijo, "Al escuchar esas explosiones, pensé, los insurgentes son débiles, le tienen temor a la democracia, están perdiendo. Por lo que fui por mi esposo, fui por mis padres, y todos salimos y votamos juntos".

Los estadounidenses reconocen ese espíritu de libertad, porque lo compartimos. En cualquier nación, votar es un acto de responsabilidad cívica; para millones de iraquíes, también es un acto de valentía personal, y se han hecho merecedores del respeto de todos nosotros. (Aplausos).

Una de los principales defensores de la democracia y los derechos humanos de Iraq es Safia Taleb al-Suhail. Dice de su país, "Estuvimos ocupados por Sadam Husein durante 35 años. Esa fue la verdadera ocupación. Gracias al pueblo estadounidense que pagó el costo. pero, más que nada, a los soldados". Hace once años, el padre de Safia fue asesinado por el servicio de inteligencia de Sadam. Hace tres días en Bagdad, Safia finalmente pudo votar por los líderes de su país, y es un honor para nosotros que nos acompañe esta noche. (Aplausos).

Los terroristas e insurgentes se oponen violentamente a la democracia y continuarán atacándola. Sin embargo, se está destruyendo el mito más poderoso de los terroristas. Todo el mundo está viendo que los conductores de coches suicidas y los asesinos no sólo combaten a las fuerzas de la coalición, sino que tratan de destruir la esperanza de los iraquíes, expresada en las elecciones libres. Y todo el mundo sabe ahora que un grupo pequeño de extremistas no invalidará la voluntad del pueblo de Iraq. (Aplausos).

Tendremos éxito en Iraq porque los iraquíes están decididos a luchar por su propia libertad y dictar su propia historia. Como dijo el Primer Ministro Allawi en su discurso al Congreso el pasado septiembre, "Los iraquíes comunes y corrientes están deseosos. de asumir todas las responsabilidades de seguridad de nuestro país tan pronto como sea posible". Este es el anhelo natural de una nación independiente y también es la misión declarada de nuestra coalición en Iraq. La nueva situación política en Iraq inicia una nueva fase de nuestra labor en ese país. Bajo la recomendación de nuestros comandantes en el terreno y tras consultar con el gobierno de Iraq, concentraremos nuestros esfuerzos cada vez más en ayudar a entrenar fuerzas de seguridad iraquíes más capaces, fuerzas con oficiales cualificados, una estructura de mando eficaz. En la medida que dichas fuerzas se vuelvan más autosuficientes y asuman mayores responsabilidades de seguridad, Estados Unidos y sus aliados en la coalición desempeñarán cada vez más un papel secundario. A la larga, los iraquíes deben poder defender su propio país, y ayudaremos a esa nación nueva y orgullosa a proteger su libertad.

Un intérprete iraquí recientemente le dijo a un reportero, "Dígale a Estados Unidos que no nos abandone". Él y todos los iraquíes deben tener la certeza: Aunque nuestra estrategia militar se adapta a las circunstancias, nuestro compromiso sigue siendo firme e inalterable. Defendemos la libertad de nuestros amigos iraquíes, y la libertad en Iraq hará a Estados Unidos más seguro para las generaciones venideras. (Aplausos). No fijaremos un cronograma artificial para salir de Iraq, porque eso envalentonaría a los terroristas y los haría creer que pueden esperar a que nos vayamos. Estamos en Iraq para lograr un resultado: Un país que es democrático, representativo de todos sus ciudadanos, en paz con sus vecinos y capaz de defenderse. Y cuando se logre ese resultado, nuestros hombres y mujeres que prestan servicios en Iraq regresarán a casa con el honor del que se han hecho merecedores. (Aplausos).

Ahora mismo, los estadounidenses que llevan el uniforme están al servicio en puestos por todo el mundo bajo mis órdenes, a menudo corriendo muchos riesgos. Los hemos entrenado y dotado de equipo; y ellos nos han dado una muestra de idealismo y carácter que nos enorgullece a todos los estadounidenses. (Aplausos). Los voluntarios de nuestras fuerzas armadas son tenaces en la lucha, de lealtad inquebrantable, de honor y decencia sin par, y todos los días hacen que nuestra nación esté más protegida. Algunos de nuestros soldados han sufrido lesiones horribles, y este país agradecido hará todo lo que pueda para ayudarlos a recuperarse. (Aplausos). Y nos hemos despedido de algunos hombres y mujeres muy buenos, que murieron por nuestra libertad, y cuya memoria esta nación honrará para siempre.

Un nombre que honramos es el del sargento de la Infantería de Marina Byron Norwood de Pflugerville, Texas, que fue matado durante el asalto de Faluya. Su mamá, Janet, me envió una carta y me dijo cuánto le gustaba a Byron ser infante de Marina y cuán orgulloso estaba de estar en el frente contra el terrorismo. Me escribió, "Cuando Byron estuvo en casa la última vez, dije que deseaba protegerlo como lo había hecho desde que nació. Él simplemente me abrazó y me dijo: 'Tú has cumplido con tu labor, mamá. Es hora de que yo te proteja". Damas y caballeros, con agradecimiento, honramos a los defensores de la libertad y a nuestras familias militares, representadas aquí esta noche por la mamá y el papá del sargento Norwood, Janet y Bill Norwood. (Aplausos)

En estos cuatro años, los estadounidenses han presenciado el desarrollo de grandes acontecimientos. Hemos visto tiempos de dolor y horas de incertidumbre y días de victoria. En toda esta historia, incluso cuando hemos discrepado, hemos visto los lazos de determinación que nos unen. El ataque contra la libertad en nuestro mundo ha reafirmado nuestra confianza en el poder de la libertad para cambiar el mundo. Todos somos parte de un gran proyecto: Extender la promesa de la libertad en nuestro país, para renovar los valores que sustentan nuestra libertad y para diseminar la paz que conlleva esa libertad.

Como Franklin Roosevelt recordó a los estadounidenses alguna vez, "Cada era es un sueño que muere o uno que está a punto de nacer". Y vivimos en el país donde se originan los sueños más grandiosos. La abolición de la esclavitud era apenas un sueño, hasta que se hizo realidad. La liberación de Europa del fascismo era apenas un sueño, hasta que se logró. La caída del comunismo imperial era apenas un sueño, hasta que un día, se consiguió. Nuestra generación tiene sus propios sueños y también proseguimos con confianza. El camino de la Providencia es desnivelado e imprevisible, pero sabemos a dónde lleva: lleva a la libertad.

Gracias, y que Dios bendiga a los Estados Unidos. (Aplausos).

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END 10:03 P.M. EST


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