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Office of the Press Secretary
13 de febrero de 2003

DECLARACIONES DEL PRESIDENTE EN NAVAL STATION MAYPORT
Naval Station Mayport
Jacksonville, Florida

 11:58 A.M. EST

EL PRESIDENTE: Muchísimas gracias a todos. Almirante, gracias por esas... esas bondadosas palabras. Y gracias por la cálida bienvenida. Es un honor para mí estar en la presencia de hombres y mujeres militares, y las familias de la comunidad naval de Jacksonville. Estoy orgulloso de estar en la Naval Station Mayport.

President George W. Bush shares a light moment after lunch with sailors aboard the USS Philippine Sea at Naval Station Mayport in Mayport, Fla., Thursday, Feb. 13, 2003.  White House photo by Eric Draper El pasado agosto, los marinos y pilotos del Big John... (Aplausos)... regresaron después de cuatro meses en la región norte del Mar Arábigo, donde prestaron servicios durante la operación Enduring Freedom. Con su sobresaliente actuación, probaron que "Jack is back" (Jack ha vuelto). (Risas.)

Algunos de los presentes prestaron servicios en el grupo de combate USS Enterprise. Estuvieron entre las primeras embarcaciones estadounidenses en el teatro afgano. Y cuando llegó el momento de atacar a los terroristas en Afganistán, estaban listos al llegar. (Aplausos.) Juntos, el Big John y el Big E lanzaron miles de ataques desde sus escritorios que apoyaban las fuerzas de la coalición en el terreno. Ayudaron a liberar al pueblo afgano. Defendieron al pueblo estadounidense. Y cada uno de ustedes aquí ha enorgullecido a los Estados Unidos.

La Marina de los Estados Unidos lleva el poderío y la misión de los Estados Unidos a los rincones más recónditos de este mundo. Durante este periodo desafiante para nuestro país, hay grandes tareas por delante para la Marina y para todas nuestras fuerzas armadas. Y sé que podemos depender en ustedes, porque estas fuerzas armadas de los Estados Unidos no tienen par. (Aplausos.)

Aprecio al Almirante Natter por su liderazgo. Quiero darle las gracias al Gobernador de

Florida por su liderazgo, también. (Risas.) Está haciendo todo precisamente como su madre le dijo. (Risas.) Yo estoy escuchando a la misma madre, quiero que sepan. (Risas.)

Quiero darles las gracias a los miembros de la delegación al Congreso: Ander Crenshaw,

quien representa a este distrito. Sé que apoya mucho a las familias de las fuerzas armadas aquí en Jacksonville. Y aprecio que John Mica haya venido también. Estos son dos miembros del el Congreso de los Estados Unidos en quienes sé que puedo contar cuanto se trata de asegurarse de que las fuerzas armadas de los Estados Unidos sean fuertes y estén listas. (Aplausos.)

Quiero darles las gracias al Senador estatal Jim King, y a su esposa Linda, por estar aquí hoy. Aprecio todo el liderazgo de los distintos grupos de combate aquí... basados aquí.

Hoy, cuando aterricé el Air Force One, conocí a un hombre llamado Arden Battle. Es un maquinista subalterno, jefe mayor, de las fuerzas armadas que me enorgullece. No sólo somos combatientes recios y buenos; él dirige a cientos de sus compañeros de la Marina que se ofrecen de voluntarios en la comunidad de Jacksonville, Florida. Él y otros como él sirven de ejemplo para los muchachos. Es tutor. Él y su grupo enseñan a los niños a leer. No sólo sirve a su país para mantener la paz, sino que sirve a su país para que sea más compasivo con todos nuestros ciudadanos.

 President George W. Bush speaks to sailors in front of the USS Philippine Sea at Naval Station Mayport in Mayport, Fla., Thursday, Feb. 13, 2003.  White House photo by Eric Draper Mi llamado a ustedes hoy es, mucha gente los admira porque llevan el uniforme. Cumplan con sus deberes. No sólo trabajen duro para ser un buen soldado y marino, sino que también amen a alguien como les gustaría ser amados.

Quiero darles las gracias a Arden y a todos aquellos de ustedes que han escuchado el llamado a participar en sus vecindarios y en sus comunidades para ayudar a alguien que sufre. Estados Unidos es un lugar mejor gracias a su compasión y su amor. (Aplausos.)

Quiero darles las gracias a los otros miembros presentes de la comunidad. Agradezco a todos aquellos que apoyan a nuestras fuerzas armadas. Pero estoy particularmente agradecido a todas aquellas familias militares que están aquí con nosotros hoy. (Aplausos.) Los familiares ofrecen sus servicios y se sacrifican por nuestra nación. Cada uno de ustedes sabe que la vida de la Marina es gratificante, pero puede ser peligrosa, puede ser difícil. Todos los días, nuestras familias militares ponen por delante los intereses de los Estados Unidos, y Estados Unidos les agradece.

En todo este gran país, lo oigo todo el tiempo: La gente de este país admira a nuestros hombres y mujeres en uniforme. Están rezando por ustedes. Están preocupados por ustedes y sus familias. Nuestro personal en uniforme y sus familias merecen nuestra gratitud y merecen su apoyo.

El año pasado, firmé el mayor aumento en gastos de defensa de la última generación. (Aplausos.) La semana pasada, remití un presupuesto al Congreso con otro aumento significativo en gastos de defensa. (Aplausos.) Aquellos que llevan nuestro uniforme y sus familias merecen la mejor vivienda posible, los mejores sueldos posibles y la mejor capacitación posible. Con el apoyo de este Congreso, me aseguraré de que nuestras fuerzas armadas tengan todos los recursos, todos los armamentos, todo lo que necesitan para defender a los Estados Unidos y mantener la paz. (Aplausos.)

Durante seis décadas, desde la Segunda Guerra Mundial, Mayport ha ofrecido el mejor servicio a la mejor flota. Este puerto ha sido el hogar de generaciones de marinos que lucharon las batallas de los Estados Unidos con distinción y valentía. Ahora se les llama a defender nuestra libertad y defender la seguridad de los Estados Unidos contra un tipo nuevo de enemigo.

Este enemigo cruza océanos; escoge a los inocentes como blanco. No hay leyes y usos de guerra para estos crueles asesinos. Tratan de obtener armas biológicas y químicas y

nucleares para cometer asesinatos en masa. Este enemigo no será controlado por la misericordia ni la conciencia. Este enemigo será detenido y será detenido por el poderío y la voluntad de los Estados Unidos y nuestros amigos y nuestros aliados. (Aplausos.)

Los terroristas nos trajeron esta guerra... y ahora estamos devolviéndosela. (Aplausos.) Estamos tras su pista, los estamos ahuyentando con humo, los tenemos en fuga. Los estamos acorralando uno por uno, en todo el mundo. Con nuestros aliados, hemos arrestado o lidiado de otra manera con... (risas)... muchos de los comandantes clave de al-Qaida. Y eso incluye al terrorista que planeó el bombardeo del USS Cole. (Aplausos.)

Hasta ahora, más de 3,000 presuntos terroristas han sido arrestados en muchos países. Casi el mismo número encontró la muerte. Ya no son un problema. (Aplausos.)

El mundo cambió el 11 de septiembre de 2001. Ven, nos dimos cuenta de que los océanos ya no nos protegían; que crece una amenaza al otro lado de la tierra que puede atacar nuestras ciudades, puede matar a nuestra propia gente. Eso es lo que aprendimos. Y no me voy a olvidar de esa lección. Ven, vimos lo que pueden hacer los terroristas con cuatro aviones como armas. No vamos a esperar a ver lo que pueden hacer con armas aún más mortíferas. (Aplausos.)

Actualmente, el peligro más serio en la guerra contra el terrorismo... el peligro más serio que enfrenta Estados Unidos y el mundo... son los regímenes al margen de la ley que tratan de conseguir y poseen armas nucleares, químicas y biológicas. Estos regímenes podrían utilizar dichas armas para la extorsión, el terrorismo, el asesinato en masa. También podrían dar o vender estas armas a los aliados terroristas quienes las utilizarían sin la menor duda. Esa es la realidad en el mundo en que vivimos y es para vencer eso que vamos a utilizar cada onza de nuestro poder.

Tenemos una obligación de proteger a los Estados Unidos y a los estadounidenses. Entendemos nuestra responsabilidad y juntos haremos eso mismo: protegeremos a los Estados Unidos y a nuestros amigos y aliados de estos secuaces. (Aplausos.)

El mundo civilizado se ha percatado del peligro creciente que posa el régimen iraquí. Hace doce años, Saddam Hussein acordó desarmarse como una condición para suspender la Guerra del Golfo. Hace tres meses, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas le dio una última oportunidad de cumplir con esa obligación. Saddam Hussein no se está desarmando, está engañando.

Estados Unidos ha presentado los hechos para que los vea el mundo. Saddam Hussein tiene un programa de armas químicas y los medios para utilizarlas. Saddam Hussein tiene un programa de armas biológicas, y los medios para dispersar esas armas. Ha tratado secretamente de obtener los materiales necesarios para producir armas nucleares. Saddam Hussein ayuda y protege a los terroristas, incluso a los miembros de al-Qaida. Brinda albergue al líder principal de al-Qaida que ordenó el asesinato de un diplomático estadounidense, el mismo hombre que conspiró contra España e Italia y la República de Georgia y Rusia, y Gran Bretaña y Francia y Alemania. El régimen iraquí está participando en una campaña masiva para esconder sus armas de destrucción en masa y sus vínculos con los terroristas. Y esa decepción continúa actualmente.

En cualquier momento durante los últimos 97 días - y durante los últimos 12 años -- Saddam

Hussein podría haberse desarmado de manera total e inmediata. En vez, ha usado ese tiempo para construir y esconder armas. Debe estar esperando que al retardar las cosas tendrá 12 años más. Está equivocado. (Aplausos.) Este país no aceptará una amenaza seria y creciente contra nuestra nación, nuestro pueblo y nuestros amigos y aliados. (Aplausos.)

La fuerza militar siempre es la última opción de esta nación. Sin embargo, si se hace necesaria la fuerza para desarmar a Iraq y hacer cumplir la voluntad de las Naciones Unidas, si se hace necesaria la fuerza para proteger a nuestro país y mantener la paz, Estados Unidos actuará con deliberación, Estados Unidos actuará decisivamente y Estados Unidos actuará victoriosamente con las mejores fuerzas armadas del mundo. (Aplausos.)

Estados Unidos también actuará con amigos y aliados. Una abrumadora mayoría de los miembros de la OTAN se oponen a la amenaza de Iraq, y entienden las difíciles decisiones que posiblemente sean necesarias para mantener la paz. Muchas naciones han ofrecido proporcionar fuerzas y otra ayuda para desarmar al régimen iraquí. Cada nación del Gulf Cooperation Council (Consejo para la Cooperación en el Golfo) ha acordado ayudar a defender y proteger a Kuwait. Y ahora el organismo multilateral más importante del mundo enfrenta una decisión.

La decisión es esta para las Naciones Unidas: Cuando uno dice algo, ¿Tiene algún significado? Uno tiene que decidir, si aprueba una resolución, ¿Tiene algún significado? El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ahora puede decidir si tiene la voluntad o no de hacer cumplir sus resoluciones.

Estoy optimista que el Consejo de Seguridad de la ONU se pondrá a las alturas de sus responsabilidades y se asegurará que se haga cumplir lo que le dijo a Saddam Hussein que debe hacer. Ven, considero que cuando todo haya concluido, las naciones libres no permitirán que las Naciones Unidas pasen a la historia como una sociedad de debate inefectiva e irrelevante. (Aplausos.) Estoy optimista que las naciones libres mostrarán fuerza y valentía antes amenazas reales contra la paz y la libertad.

Si hay un conflicto, las fuerzas estadounidenses actuarán según las honorables tradiciones de nuestras fuerzas armadas, y según las más altas tradiciones morales de este país. Nuestras fuerzas armadas estarán luchando contra los opresores de Iraq, no el pueblo de Iraq. (Aplausos.)

Las fuerzas armadas de los Estados Unidos no luchan para conquistar, sino para liberar. (Aplausos.)

En caso de un conflicto, esta gran nación ya está desarrollando planes y preparando provisiones para que los alimentos y otra ayuda humanitaria fluyan rápidamente hacia el pueblo iraquí. Ven, buscamos más que vencer al terrorismo; buscamos el avance de la libertad y un mundo en paz. (Aplausos.) Esa es la responsabilidad que nos ha dado la historia, y esa es la responsabilidad con la que cumpliremos. (Aplausos.)

En los momentos críticos, el éxito de nuestra causa dependerá de nuestros hombres y mujeres de nuestras fuerzas armadas. Ustedes honran los ideales de esta nación y ustedes viven esos ideales por medio de su código y en su carácter. He visto el amor por su país y su devoción a una causa superior a ustedes mismos. He visto su disciplina, su idealismo y su sentido del honor. Sé que cada misión que se les dé será realizada con destreza y valentía desinteresada.

La primera vez que se desplegó al USS Enterprise en una crisis fue en octubre de 1962, cuado el Presidente John F. Kennedy ordenó que bloqueara a Cuba, la cual se armaba con misiles nucleares dirigidos hacia nuestra nación. El Presidente Kennedy entendía que los peligros contra la libertad debían ser enfrentados temprano y decisivamente. Dijo de la Guerra Fría: "Estos son tiempos extraordinarios. Enfrentamos un desafío extraordinario. Nuestra fuerza, como también nuestras convicciones, le han impuesto a esta nación el papel de líder por la causa de la libertad".

Actualmente, al iniciarse un siglo nuevo, Estados Unidos aún es el líder por la causa de la libertad. (Aplausos.) Y se ha hecho un llamado a nuestra generación a un papel central en la historia de esta nación. Como estadounidenses, debemos tener confianza: El pueblo estadounidense es fuerte y decidido. Las fueras armadas estadounidense son valientes y están listas. Y por la causa de la libertad, prevaleceremos. (Aplausos.)

Que Dios los bendiga a todos. (Aplausos.) Que Dios bendiga a su familia... sus familias, y que Dios continúe bendiciendo a los Estados Unidos de Norteamérica. (Aplausos.)

END 12:20 P.M. EST


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