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Office of the Press Secretary
10 de abril de 2002

DECLARACIONES DEL PRESIDENTE SOBRE LA LEY DE CLONACIÓN HUMANA
The East Room

1:18 P.M. EDT

     EL PRESIDENTE:  Bueno, muchísimas gracias a todos por venir a la Casa Blanca. Es un honor para mí darles la bienvenida a la casa de la nación.

     Quiero rendir homenaje en particular a tres personas a quienes tuve el honor de conocer más temprano:  Joni Tada, Jim Kelly y Steve McDonald. Quiero agradecerles por su valentía, quiero agradecerles por su prudencia, quiero agradecerles por su extraordinaria perseverancia y fe. Han triunfado ante la discapacidad física y una dedicación profunda a la medicina que se ejerce de manera ética y humana.

     Todos nosotros acá hoy creemos en la promesa de la medicina moderna. También estamos esperanzados sobre dónde pueden llevarnos las ciencias. Y también estamos aquí porque creemos en los principios de la medicina ética.

     Al tratar de mejorar la vida humana, siempre debemos preservar la dignidad humana.

(Aplauso.)  Y por lo tanto, debemos prevenir la clonación humana al detenerla antes que se inicie.  (Aplauso.)

     Quiero darle la bienvenida a Tommy Thompson, quien es el Secretario de Salud y Servicios Humanos, un hombre que está realizando una excelente labor por los Estados Unidos.  (Aplauso.)  Quiero agradecer a los miembros del Congreso de los Estados Unidos, miembros de ambos partidos políticos, quienes están acá. Quiero agradecer en particular al Senador Brownback y la Senadora Landrieu por patrocinar el proyecto de ley sobre el cual estoy a punto de hablar. (Aplauso.)

     Además, tenemos al Senador Frist al Senador Bond y al Senador Hutchinson y al Senador Santorum y los Congresistas Weldon, Stupak y eventualmente Smith y Kerns.  No se dan cuenta  --  (aplauso)  --  gracias a todos por venir --  parecen haberse olvidado que comenzamos las cosas puntualmente aquí en la Casa Blanca. (Risas.)

     Vivimos en una época de tremendos avances médicos. Hace poco más de un año, los científicos descifraron por primera vez el código genético, uno de los avances más importantes de la historia científica. Los científicos ya están desarrollando nuevas herramientas de diagnóstico para que cada uno de nosotros conozca nuestro riesgo a las enfermedades y tome medidas para prevenirlas.

     Algún día cercano, se harán terapias precisas, individualizadas para nuestra constitución genética.  Nos encontramos en el umbral de descubrimientos históricos contra le SIDA y la enfermedad de Alzheimer y el cáncer y la diabetes y las enfermedades coronarias y la enfermedad de Parkinson.  Y eso es increíblemente positivo.

     Nuestra era quizá pase a la historia como la era de la medicina genética, una época en la que se vencieron muchas de las enfermedades más temidas.

     Nuestra era también debe definirse por el cuidado y el control y la responsabilidad con los que asumimos estos nuevos poderes científicos.

     Los adelantos en la tecnología biomédica nunca deben darse a cuestas de la conciencia humana.  (Aplauso.)  Al procurar lo que es posible, siempre debemos preguntar qué es lo correcto y no debemos olvidarnos que aún los objetivos más nobles no justifican cualquier medio.  (Aplauso.)

     La ciencia ha posado ante nosotros decisiones de consecuencias inmensas. Podemos dedicarnos a la investigación médica con un sentido claro de propósito moral o podemos navegar sin una brújula moral a un mundo que podríamos llegar a deplorar. Las ciencias ahora presentan el asunto de la clonación humana.  Cómo respondemos al dilema de la clonación humana nos llevará por un camino u otro.

     La clonación humana es la producción en laboratorio de personas que son genéticamente idénticas a otro ser humano. La clonación se logra al poner el material genético de un donante en el óvulo de una mujer, al cual se le ha sacado el núcleo. Como resultado, el embrión nuevo o clonado es una copia idéntica de solamente el donante.  La clonación humana ha pasado de la ciencia-ficción a la ciencia.

     Una compañía de biotecnología ya ha comenzado a producir clones embrionarios humanos para fines de investigación. Los científicos chinos han derivado células primarias de embriones clonados creados al combinar el ADN humano con óvulos de conejos. Otros han anunciado planes de producir niños clonados, a pesar del hecho que la clonación de animales en el laboratorio ha llevado a abortos espontáneos y anormalidades terribles, terribles.

     La clonación humana me preocupa profundamente a mí y a la mayoría de los estadounidenses.  La vida es una creación, no un producto.  (Aplauso.) Nuestros hijos son regalos a ser amados y protegidos, no productos a diseñarse y fabricarse. Permitir la clonación sería tomar un paso significativo hacia una sociedad en la cual los seres humanos se crían para obtener repuestos de órganos y los niños son diseñados bajo especificaciones a medida; y eso no es aceptable.

     En el actual debate sobre la clonación humana, se usan dos términos: clonación reproductiva y clonación para la investigación.  La clonación reproductiva involucra crear un embrión clonado e implantarlo en una mujer con el objetivo de crear un niño. Afortunadamente, casi todos los estadounidenses concuerdan que se debe prohibir esta práctica.  La clonación para la investigación, por otro lado, involucra crear embriones humanos clonados que luego son destruidos para obtener células primarias.

     Considero que toda clonación es incorrecta y ambas formas de clonación deben prohibirse por las siguientes razones. Primero, cualquier cosa que no sea la prohibición total de la clonación humana carecería de ética. La clonación para la investigación contradiría el principio más fundamental de la ética médica, que no se debe explotar ni destruir ninguna vida humana para beneficio de otra.  (Aplauso.)

     Sin embargo, una ley que permita la clonación para la investigación, mientras que a la vez prohíba el nacimiento de un niño clonado, requeriría la destrucción de vidas humanas emergentes.  En segundo lugar, cualquier cosa que no sea una prohibición total de la clonación humana sería virtualmente imposible de hacer cumplir. Los embriones humanos clonados creados para la investigación serían ampliamente aceptables en los laboratorios y las fábricas de embriones. Una vez que los embriones clonados estuvieran a la disposición, tendría lugar la implantación. Aún las regulaciones más firmes y la vigilancia más estricta no prevendría o detectaría el nacimiento de bebés clonados.

     En tercer lugar, los beneficios de la clonación para la investigación son altamente especulativos.  Los propugnadores de la clonación para la investigación argumentan que las células primarias obtenidas de los embriones clonados serían inyectadas en personas genéticamente idénticas sin correr el riesgo del rechazo de tejidos. Pero existen pruebas basadas en estudios en animales que las células derivadas de embriones clonados ciertamente pueden ser rechazadas.

     Sin embargo, aún si la clonación para la investigación fuera médicamente efectiva, todas las personas que quisieran beneficiarse requerirían de una clonación embrionaria propia para proporcionar los tejidos de modelo. Esto crearía un mercado nacional masivo de óvulos y donantes de óvulos y la explotación de los cuerpos de las mujeres que no podemos ni debemos permitir.  (Aplauso.)

     Me mantengo firmo en mi oposición a la clonación humana.  Y al mismo tiempo, debemos dedicarnos a otras maneras prometedoras y éticas de aliviar el sufrimiento por medio de la biotecnología. Este año por primera vez, se dedicarán dólares federales a apoyar la investigación sobre las células embrionarias primarias consistente con las pautas de ética que anuncié el pasado agosto.

     El National Institutes of Health también está fundando una gran variedad de investigaciones sobre células primarias de adultos humanos. Las células primarias adultas que no requieren la destrucción de embriones humanos y que producen tejidos que pueden ser transplantados sin rechazo son más versátiles de lo que se creía originalmente.

     Estamos logrando adelantos. Estamos aprendiendo más sobre ellas. Y las terapias desarrolladas de las células primarias adultas ya están ayudando a personas sufrientes.

     Apoyo aumentar el presupuesto de investigación de NIH y pido al Congreso que se me sume en ese apoyo. Y al mismo tiempo, apoyo firmemente una ley integral contra toda clonación humana.  Y respaldo el proyecto de ley  -- respaldo incondicionalmente el proyecto de ley  --  patrocinado por el Senador Brownback y la Senadora Mary Landrieu.  (Aplauso.)

     Este cuidadosamente redactado proyecto de ley prohibiría toda clonación humana en los Estados Unidos, incluso la clonación de embriones para la investigación. Es casi idéntica a la ley bipartita aprobada el año pasado en la Cámara de Representantes con un margen de más de 100 votos. Tuvo amplio respaldo de todo el espectro político, los liberales y los conservadores la apoyan, la gente religiosa y la gente no religiosa lo apoyan. Aquellos que son partidarios de la libre elección y aquellos que oponen el aborto lo apoyan.

     Esta es una coalición diversa, unificada por la dedicación a prevenir la clonación y la explotación de los seres humanos.  (Aplauso.)  Sería un error que el Senado de los Estados Unidos permitiera que cualquier tipo de clonación humana saliera de esa cámara.  (Aplauso.)

     Soy un optimista incurable sobre el futuro de nuestro país. Sé que podemos lograr cosas grandiosas. Podemos hacer al mundo más pacífico, podemos convertirnos en una nación más compasiva. Podemos llevar la ciencia médica al límite. Realmente creo que vamos a traer nueva esperanza y curas a un sinnúmero de vidas por todo el país. Y al hacerlo, insistiremos que siempre mantengamos los más altos estándares éticos.

     Gracias a todos por venir.  (Aplauso.)  Que Dios los bendiga.

                              END                1:33 P.M. EDT

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