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Oficina del Secretario de Prensa
24 de octubre de 2001

Declaraciones por el President a los Empleados de Dixie Printing Company
Dixie Printing Company
Glen Burnie, Maryland

1:42 P.M. EDT

EL PRESIDENTE: Muchas gracias a todos. Sírvanse tomar asiento. Newth, muchas gracias. Y Ray, y Susan Blavett, (fonético) — gracias también por estar aquí. Me complace que mi director del SBA esté aquí — Héctor Barreto está encargado de la Small Business Association. Y, Héctor, gracias por venir. Quiero agradecer a los empleados de Dixie Printing, y a mis conciudadanos. (Aplauso.)

Algunos se preguntarán por qué vengo, en medio de una guerra, a Dixie Printing. Dirán, está conduciendo una campaña contra los terroristas, y se toma el tiempo para a venir a una pequeña empresa. Y la respuesta es, porque en la guerra luchamos en dos frentes. Luchamos una guerra en nuestro país; y parte de la guerra que luchamos es asegurarnos que nuestra economía continúe creciendo.

Cuando los terroristas atacaron nuestro territorio nacional, pensaron que cesaríamos operaciones. Pensaron que nuestra economía decaería. Eso es lo que querían. Pero no entienden a los Estados Unidos. No entienden el espíritu empresarial de nuestro país. No entienden el espíritu de los hombres y mujeres de los Estados Unidos. No entienden que los dueños de las pequeñas empresas por todo el país están diciendo, no vamos a permitir que nos aterroricen. Vamos a asegurarnos que nuestros -- (Aplauso.)

Estoy aquí para reportar que nos está yendo bien en ambos frentes. En el extranjero, nuestros esfuerzos diplomáticos son sólidos. Las naciones por todo el mundo se han comprometido con los Estados Unidos a enviar un mensaje claro que lucharemos contra el terrorismo dondequiera que pueda existir.

Estuve en China recientemente. Tuve una reunión interesante, como se pueden imaginar, con el Presidente de Rusia, el dirigente de China, México, Chile — todos estuvieron representados. Y a un líder, todos tipos de naciones — algunas musulmanas, otras no, — la gente dijo, apoyamos a los Estados Unidos. Apoyamos a los Estados Unidos en nuestra noble meta de encontrar a los malhechores y llevarlos ante la justicia.

Como ustedes saben, les he pedido a las fuerzas militares que tomen un papel activo en la campaña. Establecí una doctrina para los Estados Unidos que dice lo siguiente: No sólo haremos a los terroristas responsables por sus actividades, sino que también haremos responsables a aquellas naciones que los protejan, que los escondan, que traten de alimentarlos. Y eso es exactamente lo que estamos haciendo en Afganistán.

Le di al gobierno afgano abundante tiempo para responder a las demandas de los Estados Unidos. Dije, deben entregar a los líderes de al Qaeda que se esconde en su país. Dije, deben liberar a aquellos que detienen ilegalmente en su país. Y dije, deben destruir los campamentos que han estado utilizando para entrenar a los terroristas. Y han tenido tiempo para responder, y no respondieron positivamente, y por lo tanto, están pagando un precio.

Nuestras fuerzas militares están conduciendo una campaña para llevar a los terroristas ante la justicia, no para hacerle daño al pueblo afgano. Al mismo tiempo que estamos responsabilizando al gobierno Talibán, también estamos alimentando al pueblo afgano. Deben sentirse orgullosos de las fuerzas armadas de los Estados Unidos. Están cumpliendo con su labor. De manera lenta pero segura, están acorralando a los terroristas para que los llevemos ante la justicia. Somos pacientes. Somos firmes. Tenemos una estrategia que va a funcionar. Y que no haya lugar a duda, se hará justicia. (Aplauso.)

Pero existe otro frente en esta guerra, y el frente está acá, en casa. Es algo a lo que, obviamente, no estamos acostumbrados en los Estados Unidos. Los océanos que nos han protegido a través de nuestra historia. Excepto en Pearl Harbor, nunca antes hemos sido realmente azotados. Sin embargo, el 11 de septiembre, esta gran nación fue atacada. Y aún se encuentra bajo ataque en estos momentos. Cualquiera que pone veneno en el correo es un terrorista. Cualquiera que trata de afectar las vidas de nuestros buenos ciudadanos es malvado.

A menudo me preguntan nuestros amigos de la prensa, ¿sé si existe una conexión directa entre lo que tuvo lugar el 11 de septiembre y lo que está pasando actualmente? No tengo evidencia directa, pero existen algunos vínculos. Ambas series de acciones están motivadas por el mal y el odio. Ambas series de acciones tienen como intención alterar la forma de vida de los estadounidenses. Ambas series de acciones son un ataque contra nuestro territorio nacional. Y ninguna de las series de acciones será tolerada.

Es importante que el pueblo estadounidense sepa que nuestro gobierno está haciendo todo lo posible en ambos frentes de esta guerra. En el frente casero, tenemos una Oficina de la Seguridad de la Patria, cuya labor es organizar y coordinar nuestras funciones gubernamentales de manera que interrumpamos y encontremos a aquellos que quieren hacerle daño a nuestros ciudadanos. Tenemos miles de agentes del FBI buscando información por todas partes, haciendo preguntas, siguiendo pistas, todo con el objetivo de elevar los riesgos de cualquiera que quiera hacerle daño a nuestros ciudadanos.

Y, además, hemos reaccionado a cada incidente que ha ocurrido. Nuestra nación ha respondido con valentía y coraje. Estoy orgulloso de nuestros funcionarios de la salud que reaccionaron tan rápidamente a los incidentes que tuvieron lugar. Y, desgraciadamente, perdimos vidas, y rezamos por cualquiera que perdió la vida en los Estados Unidos. Pero considero firmemente que sus acciones rápidas también salvaron muchas vidas.

Estamos aprendiendo sobre el terror y el mal, y nuestro país está respondiendo enérgicamente. El pueblo estadounidense tiene un espíritu notable y una resolución notable. Somos fuertes, estamos unidos, y estamos determinados a prevalecer. (Aplauso.)

Uno de los efectos de los ataques ha sido sentido por nuestra economía. Que no quepa ninguna duda: el 11 de septiembre afectó el crecimiento económico, y nuestro gobierno debe responder de manera efectiva. Por lo que estoy aquí para hablar sobre un aspecto importante de la seguridad del frente casero, y este es nuestra economía.

Ante todo, las bases para el crecimiento económico están muy sólidas. El espíritu empresarial es realmente fuerte en los Estados Unidos. Somos un santuario oportunidad para las pequeñas empresas en nuestro país. Quiero decir, se crean más puestos por medio de los dueños de las pequeñas empresas y los empresarios de los Estados Unidos que los que crea Estados Unidos corporativo. Y por lo tanto, mientras consideramos cómo estimular el crecimiento económico, siempre debemos tener en cuenta a las pequeñas empresas y a las medianas empresas de los Estados Unidos.

En segundo lugar, nuestra estructura tributaria ha sido mejorada. En otras palabras, le estamos devolviendo a la gente más de su dinero. Y ese es un aspecto importante del crecimiento económico. Acabamos de terminar de distribuir unos $40 mil millones en cheques de desembolsos. Quizá algunos de ustedes hayan recibido un cheque de $600 o $300. (Aplauso.) Eso es un aspecto de estimular el crecimiento. Y, por cierto, esos recortes tributarios que acaban de iniciarse continuarán el próximo año, y también el año posterior. (Aplauso.)

Y hemos actuado de manera confiada y rápida para gastar el dinero necesario para ayudar al país a recuperarse de los ataques. Gastamos dinero para ayudar a reconstruir la Ciudad de Nueva York y el Pentágono. Hemos gastado dinero para estabilizar la industria de las aerolíneas, las cual fue la industria afectada más directamente por los ataques del 11 de septiembre. Hemos gastado dinero para ocuparnos de los trabajadores que han perdido sus trabajos, y eso es necesario y es importante.

Y hemos puesto de lado suficiente dinero — dinero para gastos para asegurarnos de defender nuestro país y cumplir con nuestra misión en el extranjero. Esos gastos amontan a aproximadamente $60 mil millones por encima de nuestro presupuesto. Ese dinero ayudará a crear puestos y contribuirá a que crezca nuestra economía. Es necesario gastar tal cantidad de dinero durante periodos de emergencia, y estamos atravesando un periodo de emergencia.

Pero creo firmemente que es tiempo que equilibremos esta cantidad en gastos con mayor desgravación fiscal. A mi parecer, hemos proporcionado mucho dinero a corto plazo, y para impulsar y estimular nuestra economía, debemos contrarrestar ese dinero con mayor desgravación fiscal — y quiero describir lo que significa parte de eso.

Primero, necesitamos acelerar la desgravación fiscal que ya va a tener lugar. En otras palabras, en vez de esperar que ocurra la desgravación fiscal del próximo año, incorporémosla a este año para estimular los gastos de los consumidores. Queremos que tengan más dinero que gastar, particularmente al entrar en la época de Navidad Queremos que nuestros clientes se sientan confiados.

Una manera en de sentirse confiados es que la gente sepa que existe una sólida iniciativa y estrategia de seguridad de la patria, que nuestro país está haciendo todo lo posible para triunfar. Y nada mejor para estimular la confianza que un poquito de dinero adicional en el bolsillo, además. (Aplauso.)

También considero que debemos tener desembolsos para los trabajadores de ingresos bajos y moderados, las personas que posiblemente hayan llenado un formulario de impuestos sobre los ingresos, pero no recibieron un desembolso la vez pasada. Esas buenas personas ha sido especialmente afectadas como resultado del 11 de septiembre. Y esto debe ser parte de nuestro conjunto de medidas a favor de la confianza del consumidor.

Y también está el lado de los negocios, y quiero que sepan que hemos pensado muy detenidamente sobre cómo estimular la vitalidad y el crecimiento económico. Y es un conjunto de medidas que ayudará a las pequeñas empresas de los Estados Unidos. Es un conjunto de medidas que hará dos cosas: Uno, fomentará mayor inversión, inversión inmediata en plantas y equipos, y, por lo tanto, ayudará a las pequeña empresas no sólo a retener sus fuerzas laborales, sino, con optimismo, expandir sus fuerzas laborales.

Y, por lo tanto, necesitamos reformar el impuesto sobre las rentas de las sociedades para libarnos del impuesto alternativo mínimo, que afecta tan severamente a las pequeña empresas como Dixie. (Aplauso.) Además, necesitamos permitir que las empresas deduzcan una porción mayor de sus inversiones nuevas inmediatamente. Necesitamos decirle a Dixie Printings of America, si invierte en equipos ahora, será gratificada por esa inversión. En mi opinión, tiene sentido. Es una buena manera de asegurarnos que incrementar las oportunidades de trabajo de los Estados Unidos.

Los terroristas querían que nuestra economía se paralizara. Querían mermar el espíritu de los Estados Unidos. No pasó. Pensaron que el gobierno no sería capaz de reaccionar. El gobierno va a reaccionar con un conjunto de medidas de alicientes económicos que es bueno para los trabajadores. La Cámara de Representantes está a punto de votar sobre ese conjunto de medidas. Los insto a que lo aprueben. Y luego insto al Senado a que actúe rápidamente para asegurarse que el pueblo estadounidense entienda que sobre este aspecto de la defensa de nuestra patria, nuestro país y el Congreso están unidos. (Aplauso.)

Saben, dije en un principio que a través de mis lágrimas veo la oportunidad. Y considero que mi fe enseña que del mal puede surgir el bien. Y ha salido mucho bien de esta terrible situación. Por cierto, existe un espíritu de cooperación en Washington que es muy positivo. Tenemos a los republicanos y a los demócratas hablándose unos a los otros. (Risas.) Eso es bueno. Es muy importante durante este periodo de nuestra historia que nosotros en Washington, D.C. mostremos que podemos colaborar.

No sé si lo saben o no, pero actualmente estoy desayunando semanalmente con los líderes de la Cámara de Representantes y el Senado, tanto republicanos como demócratas. Y les puedo reportar que ninguno de los partidos tiene el monopolio del patriotismo. Los demócratas, tanto como los republicanos, quieren ganar esta guerra. Y estamos hablando sobre la mejor manera de resolver los problemas que encaramos.

Pero hay muchas otras cosas buenas, también. Hay mamás y papás que están reevaluando sus valores, reconociendo que existen cosas tan preciosas en la vida, como sus hijos y sus matrimonios y sus familias, y sus iglesias y sus sinagogas y sus mezquitas. Los valores son más sólidos en los Estados Unidos. Aquellos que atacaron nuestro país no se dieron cuenta — no se dieron cuenta porque son tan malvados y tan siniestros y tan negativos, no pudieron darse cuenta que va a salir tanto bien de lo que tuvo lugar en los Estados Unidos.

Estamos resueltos. Somos fuertes. Estamos determinados. Somos pacientes. Y esta nación va a hacer lo que sea necesario. Ven, mi actitud es, es que cómo se comporta Dixie Printings, y cómo se comportan los trabajadores acá, y cómo se comportan los ciudadanos de Maryland es increíblemente importante. Cómo responden a estos ataques es increíblemente importante, no sólo para ayudar a ganar la guerra hoy, sino para sentar un ejemplo para generaciones futuras de estadounidenses.

Es importante que ganemos hoy, que coloquemos esa bandera de libertad firmemente en el mundo. Porque esta es la primera batalla del Siglo XXI, y es una batalla que debemos ganar — no tenemos opción — por nuestros hijos y nuestros nietos. Y quiere decir que el país va a tener que hacer lo que sea necesario.

Y estoy aquí para reportar, lo estamos haciendo. Vamos a hacerlo. (Aplauso.)

Por lo que quiero agradecerles por darme la oportunidad de pasar por acá a saludarlos. Es un gran honor para mí ser el presidente de esta gran nación — y enfatizo, gran. Que país tan fabuloso tenemos. Y la razón de esto es que tenemos ciudadanos fabulosos.

Gracias por dejarme venir. Que Dios los bendiga. (Aplauso.)

END              2:04 P.M. EDT